Epílogo
10 años más tarde.
Deborah abrió los ojos, despertándose gracias a la luz que entraba por su ventana.
Frotó sus ojos con pereza y se incorporó, dándose cuenta de que el otro lado de su cama estaba vacío.
Con un suspiro se levantó de la cama y entró al baño que conectaba con la habitación.
Miró su reflejo en el espejo antes de mojarse la cara, siendo consciente de el día que era.
No importaba los años que pasaran, aquella fecha siempre le hacía pensar en la guerra y en todo lo ocurrido.
Lo cierto es que ella había cambiado bastante en diez años. Había dejado de hacerse sus apretados peinados y había optado por cortarse el pelo, lo que hacía que fuera mucho más fácil de manejar, sus cicatrices seguían allí, pero ahora todas estaban adornadas con tatuajes, el anillo que antes colgaba de su cuello estaba ahora en su dedo anular y lo más importante, se había alejado de Londres.
Salió del baño y se colocó una bata para bajar al piso de abajo de su pequeña casa.
Entró a la cocina y sonrió levemente al ver que el café ya estaba hecho.
Después de servirse una taza caminó hasta el salón y se apoyó en la puerta.
Dentro de la habitación estaba Jade, dándole los últimos retoques a su cuadro.
La morena también había cambiado mucho en esos diez años.
Cuando decidieron irse de vacaciones ninguna de las dos se esperaba todo lo que iba a suceder.
El plan original era quedarse en Grecia un mes y luego volver, pero la última parte nunca ocurrió.
Las pinturas de Jade llamaron la atención de un artista que le propuso entrar en su compañía y tener un trabajo fijo en Grecia, a lo que la chica no pudo decir que no.
Deborah decidió quedarse junto a ella y entre ambas compraron la modesta casa en la que vivían ahora.
Mientras daba pinceladas al cuadro, sus rizos, en aquel momento teñidos de color verde, se movían gracias a la corriente que entraba por la ventana.
Deborah caminó hacia ella lentamente y rodeó su cintura con sus brazos.
Jade sonrió al sentirla cerca y besó su frente.
-Déjame que termine esta capa y acabamos de hacer las maletas.
Deborah asintió.
-Pero date prisa. Tenemos que coger el translador en dos horas para ir al aniversario de la guerra, Corvus y Ed querían que llegáramos antes y ya sabes como se pondrá Ed si no lo hacemos.
Jade soltó una pequeña risa y comenzó a limpiar el pincel.
-Tienes razón, no queremos que la furia de Ed caiga sobre nosotras.
***
Los pies de la pareja aterrizaron en un callejón de Londres.
Jade apretó la mano de Deborah tratando de no perder el equilibrio.
-Te juro que odio los putos transladores.
Deborah negó y acarició su brazo con cariño.
-Bueno, ya estamos aquí y a la vuelta iremos en avión.
-¡Debs, Jade!
Antes de que ninguna de las dos tuvieran tiempo a reaccionar, se vieron envueltas entre los fuertes brazos de su amigo.
Edmund estrechó a las chicas entre sus brazos y las soltó, sonriendo.
-Jade, ¿ya tienes otro color de pelo? ¡La última vez que te vi era rosa! Tenéis que visitarnos más o tú tienes que dejar de cambiar tanto de color.
Jade alzó una ceja divertida.
-Mira quién fue a hablar, la última vez que nos vimos aún no os habías ido a vivir juntos y ahora os casáis en tres meses.
Mientras el par discutía en broma, Deborah caminó hacia Corvus, quien la recibió con una pequeña sonrisa y un leve abrazo.
-¿Cómo estás?
Preguntó el chico, sabiendo cómo aquella fecha afectaba a su amiga.
Deborah suspiró y negó con la cabeza.
-Intentó no pensar en este día como el aniversario de su muerte, sino en el día en el que todos nos reunimos.
Corvus asintió con la cabeza.
-Es una buena forma de verlo.
***
El grupo de amigos detuvo su caminata frente a la casa de Andrómeda.
La puerta fue abierta por la nombrada, quien les recibió con una sonrisa cansada.
-Debbie, Jade, que alegría veros. ¿Qué tal todo por Grecia?
Acarició la cabeza de ambas chicas y las dejó pasar, pero estas no pudieron contestar, pues el sonido de unos pasos corriendo hacia su dirección llamó la atención de todos.
-¡Tía Deborah, tía Jade!
Un pequeño metamorfomago saltó a los brazos de Deborah cambiando su cabello a un color verde mara igualar el de Jade.
-¡Edward Lupin Tonks! ¡Te he dicho que no corras por las escaleras!
Un alterado rubio apareció tras el niño, causando que Jade soltara una carcajada.
-Relájate Draco, sólo está contento.
Pero Deborah no opinó lo mismo que su novia y miró seria al niño entre sus brazos.
-Si Draco te dice que no puedes correr por las escaleras tienes que hacerle caso Edward, te harás daño si te caes.
El pequeño de cabello verde asintió.
-Lo sé tía Deborah, lo siento Draco.
El rubio negó con la cabeza y acarició la cabeza del pequeño.
-No pasa nada Ed.
Deborah dejó que el niño bajara de sus brazos y fuera a abrazar a Jade.
-¿Cómo va todo Draco?
El rubio pasó una mano por su cabello frustrado.
-Voy a matar a tu hermano. Me convence de que podemos adoptar a más niños además de Teddy y luego se derrite cada vez que alguno hace algo mal.
Deborah negó con la cabeza divertida.
-Siempre han dicho que Harry se parecía a mi padre, él hacía lo mismo cada vez que yo rompía algo. ¿Dónde están el resto? Quiero ver a mi ahijado.
El rubio asintió y guió a la chica hacia la planta de arriba, donde estaba la habitación del nuevo bebé.
Harry se encontraba dentro de esta, aunando al pequeño.
-Hola Debs.
Su hermana acarició su hombro y luego hizo lo mismo con la cabeza del bebé.
-Hola James.
Murmuró viendo cómo el pequeño abría sus ojos oscuros.
Harry soltó una pequeña risa.
-Creo que te ha reconocido.
***
Deborah y Jade entraron tomadas de la mano al cementerio donde tendría lugar la ceremonia, exactamente igual que diez años atrás.
-¿Estás bien?
Preguntó la de cabello verde, besando la su mano.
Deborah asintió con la cabeza y ambas siguieron caminando para tomar asiento.
-¡Debs!
La chica se giró al escuchar una voz llamarla y miró como una embarazada Lucy se dirigía hacia ella.
-¿Cómo estás? ¿Qué tal va el embarazo?
Preguntó Deborah, haciendo que la chica sonriera.
-Todo lo bien que puede ir estar creando un humano dentro de ti. Neville ha conseguido el puesto de profesor de herbología en Hogwarts así que nos mudaremos a Hogsmade.
La morena asintió y ambas hablaron un poco más antes de que Deborah preguntara aquello que ocupaba su mente.
-¿Dylan no va a venir?
Lucy negó con la cabeza tristemente.
-Este día es muy duro para él. Se ha quedado en casa con Sirius, ambos pretendían recordarle mirando fotos en lugar de venir aquí.
La chica asintió, comprendiendo perfectamente el dolor que sentían Dylan y Sirius.
Jade había ido a charlar con los Lovegood y Ginny, por lo que Deborah se acercó a la tumba de Regulus, en la que aún no había nadie.
Se arrodilló frente a ella y cerró los ojos.
Por muchos años que pasaran nunca sería capaz de olvidar aquella noche, como la vida dejó el cuerpo del hombre que tanto la había cuidado.
Una lágrima escapó por su ojo y se deslizó por su mejilla.
Sintió como alguien se arrodillaba a su lado y tomaba su mano.
-No deberías hacer esto tu sola Debs, siempre estoy aquí para ti.
La chica asintió y apoyó su cabeza en el hombro de Edmund.
-Gracias por hablar conmigo aquel día en el tren de Hogwarts.
El chico rodeó sus hombros con su brazo.
-Gracias a ti por seguir siendo mi amiga desde entonces.
Muchas cosas habían cambiado desde aquel día de septiembre cuando ambos se conocieron.
La vida de Deborah había sido una montaña rusa, llena de altos y bajos.
Echando la vista atrás Deborah llegaba a la conclusión de que no había sido más que un soldado en una guerra en la que ella nunca quiso participar. Desde el momento en el que sus padres murieron se convirtió en un peón más de aquel retorcido juego que Dumbledore y Voldemort jugaban.
Pero había logrado sobrevivir a la partida y había conseguido comenzar a vivir su vida como una persona libre y feliz.
Había perdido mucho por el camino, pero una parte de ella quería penar que Lily, James, Regulus, Tonks, Moody e incluso Remus seguían con ella, le gustaba penar que de alguna manera ellos estaban orgullosos de sus logros.
Deborah había pasado toda su vida luchando y gracias a aquello había conseguido la vida que tenía hoy.
Deborah Potter Evans se había ganado todo lo bueno que la ocurría.
¡Hola!
Esta historia llega a su fin y con ella mi estabilidad mental.
Quiero dar las gracias a todas las personas que leen, votan y comentan porque sin vosotros no hubiera logrado terminar❤️.
¿Qué os ha parecido la historia?
¿Cuál ha sido vuestra parte favorita de toda?
Os dejo aquí nombres de personajes para que preguntéis algo si queréis ahora que sabéis como acaba.
-Debs.
-Corvus.
-Edmund.
-Jade.
-Draco.
-Harry.
-Otro.
Nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro