❝Tragic❞
17
—Pero no entiendo cómo pasó— dijo Kim—la puerta solo se bloquea cuando marcas salida, o sea, que ya no vas a volver y solo puede entrar el personal de limpieza a... pues limpiar.
—Quizás Rosé la bloqueó por accidente cuando salió.
Todo lo que cabía en su bolsito, se reducía a sus tarjetas, documentos y una barra de chocolate medio derretida que compartió con Jungkook apenas volvió a estar sólida. No sabía exactamente de qué podían hablar durante todo el camino y recordó entonces el asunto con el maestro de deportes.
—El señor Min me pidió, bueno, me exigió que jugara con su equipo de voleybol al menos lo que resta del año.
—Suena a Yoongi— rió— pero que bueno, te felicito, si lo hizo es porque cree que eres buena, así que a intentarlo.
Mordió su mejilla interna, bromeando un poco.
—¿Irás a apoyarme en las gradas?
—Pero claro, si te gustaría verme allí, puedo ir— sonrió, apartando la vista un segundo para mirarle—espero sinceramente que no te rompas nada en el proceso.
—¡Dijiste que un deporte ayudaría!
—Y lo hará, pero al principio siempre se es patoso aún así, tienes que ganar todos los juegos en los que participes.
—Competitivo.
—Mente de ganador.
Se acomodó mejor en el asiento cuando Jungkook dejó de hablar para concentrarse en el camino, no perturbó más su paz hablándole y sólo empezó a ceder al cansancio que tenía, lo cuál la frustraba pues tenía que comenzar a estudiar apenas llegase a casa, si su madre la escuchara, diría que ella misma se está presionando en exceso.
Pero así era Kim, poseía el constante sentimiento de ser mejor, si quería obtener ciertas cosas, debía ser exigente consigo misma.
Se abrazó, bostezó y cerró los ojos, se había maquillado y su cabello también había sido peinado con el fin de lucir bien, se lamentaba en su interior y sentía algo de vergüenza al pensar en que tal vez se estaba esforzando demasiado.
No debiste decir que soy linda.
Pensaba. Pues para qué mentiría, ese cumplido la había ilusionado un poco y no era justo que ocupara su cabeza todo el tiempo, cada hora, casi cada segundo.
Mejor durmió, era mejor que pensar mucho.
Cuando despertó, seguía en el auto, era de noche y Jungkook también estaba dormido. Parpadeó asustada, asomando la cabeza para encontrarse con la gigantesca hilera de autos, personas enojadas fuera de estos preguntando cosas a la policía.
—Ay, no.
Apretó el cobertor sobre ella, apenas notandolo y lo apartó un segundo para bajar cuidadosamente y sin hacer el mínimo ruido, aunque por lo que parecía, Jungkook era de sueño pesado.
Dio trotecitos hasta encontrarse con una de las mujeres que reclamaba respuestas por parte de la policía, la saludó respetuosamente y le preguntó si podía decirle que sucedía.
—Hubo un accidente masivo más allá de la autopista, señorita— respondió el policía, la señora se cruzó de brazos mirándolo con molestia— chocaron tres autos, algunas motocicletas y un camión de carga, estamos bastante alejados porque las demás rutas están congestionadas, así que el equipo médico tardará en llegar, en este momento ayudamos a los heridos como podemos, sin embargo, tenemos órdenes de no mover a los afectados. Ya sabe, para no contaminar la escena.
Kim abrió la boca, pasmada.
—Pero que horrible.
—¿Hay muertos?— preguntó la señora.
—Eh...
—¡¿Los hay?!— Kim se exaltó.
—No, señorita, no se preocupe, solo muchos heridos, algunos de gravedad— tomó lo que parecía ser una botella de agua, se la entregó— por favor, regrese a su vehículo y prometo que estaremos trabajando tan rápido como nos sea posible para limpiar las vías rápidamente.
Asintió, preocupada de todas maneras y agradeció la información, todavía un poco perdida por el sueño que seguía presente, regresó a la camioneta a pasos algo torpes y subió, Jungkook ya estaba despierto.
—Iba a salir a buscarte.
—Sí, es que me sorprendió mucho— le entregó la botella, ella no quería beber o querría ir al baño— ¿Ya sabes qué pasó?
Negó.
—Sólo dijeron que tardarían unas horas, así que me dormí.
Le puso al tanto del accidente y ahora no tenía una expresión tan tranquila, maldijo.
—¿Crees que...?
—Estaremos aquí atrapados hasta mañana, eso es seguro— su espalda chocó contra el asiento— los buses con los estudiantes seguro ya han llegado, pero, si nosotros estamos atrapados aquí, probablemente hay otros maestros en la misma situación.
Su teléfono se encendió y vibró, como si hubiese invocado a alguien, el nombre de Yoongi en pantalla, deslizó el ícono verde y al estar conectado al auto, ambos podían escuchar al mayor.
—Yoongi.
—Estoy jodidamente atrapado en un mar de autos, Seokjin y Namjoon están igual, sus estudiantes ya llegaron, los míos se retrasaron un poco pero ya deben estar a punto de entrar a la universidad y yo estoy estresado.
—Lo puedo notar. Mis estudiantes también llegaron hace un buen rato, ya deben estar en sus casas, mi prima está enviándome mensajes en este momento.
—¿Qué tan cerca o alejado del accidente estás?
Kim señaló al otro lado de la calle, el seven eleven como referencia.
—Estamos en la zona comercial, creo que bastante alejados del accidente, precisamente frente al seven eleven.
—Un poco más adelante, veré si puedo avanzar en la moto. Tengo un maldito frío de mierda, más te vale que tengas calefacción ahí dentro.
Se rió.
—Aquí te esperamos, apúrate— colgó— lo que te decía, lo importante es que los estudiantes llegaron, todos excepto una.
—Perdón.
—Que no es tu culpa— siguió riendo— no están dejando pasar a nadie, ni siquiera a las motos. Lo siento por tí, Kim, pero estás estancada conmigo hasta mañana.
Que tragedia. Sí, una enorme.
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