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Jungkook estaba tomando una ducha, se habían quedado en casa de Kim y mientras ella preparaba algo rápido para que ambos pudieran disfrutar antes de irse a dormir, le escuchaba cantar allí dentro, así que sonreía contenta por la bonita voz de este.

Se aclaró la garganta, había probado la pimienta y no le había gustado mucho, pero sabía que estaba bien para él, esa era la cantidad exacta que Jungkook consumía normalmente. Lo único que la mantenía inconforme era el hecho de que los camarones que había comprado, habían salido malos y no pudo agregarlos a la comida, todo lo demás estaba bien.

El teléfono de Jungkook comenzó a sonar sobre la encimera, lo alertó de ello.

—¡Contesta tú!— esa era una clara señal de que iba a tardarse mucho más en la ducha.

Kim tomó el teléfono y entró en un pequeño pánico cuando vio que se trataba de la madre de su novio, limpió sus manos en el delantal y se preparó para responder.

—Buenas noches...— la línea permaneció en silencio— señora Jeon... lo que sucede es que Jungkook está duchándose y no le puede atender en este momento. Si.

—¿Quién habla?

—Choi Kim.

—Oh, la novia de mi hijo. Ah, bueno, querida... ¿Podrías abrirnos la puerta? Llevamos esperando aquí fuera de casa y él no sale...

Parpadeó.

—¿Están en casa de Jungkook?

—Sí.

—Oh, él no está ahí, está aquí en mi casa—sacudió su mano cuando vio al mencionado salir con una toalla envuelta en la cintura, llamándole— ya salió... no se preocupe, él irá por ustedes y aquí los espero.

Jungkook arrugó el entrecejo y la observo confundido, ella seguía hablando.

—¿Qué ocurre, amor?

—De verdad no es molestia, justo hice la cena y hay suficiente para todos... claro, yo encantada... por supuesto que sí, ya la paso con él. Claro, claro— sonrió, entregándole el teléfono— es tu mamá, vístete para que vayas a recogerla.

—¿Eh?— no le dijo nada más, se perdió hasta la cocina, colocó el teléfono en su oreja después—¿Ma?

—Apúrate, tu padre es quién carga con el kimchi.

Y le colgó.

—¡Kim! ¿Qué ocurre?— preguntó, corriendo a vestirse—¿Qué te dijo mamá?

Apareció en el umbral minutos después.

—¿A tus padres les gusta los camarones? Para ir a comprar más... no, mejor carne ¿cierto?— no lo dejó responder— haré ambos, con vegetales hervidos o salteados, a tí te gustan ambos.

—A mi papá le gusta lo mismo que a mí, así que está bien.

—Bien, bien... ¡No tengo vino!

Jungkook en el ascensor con sus padres intentaba controlarse de exigir mucho.

—Kim está nerviosa... así que por favor...

—Jungkook, no mordemos— dijo su padre en ese tono serio que le había heredado a él.

—Pues no, pero es Kim, ella siente nervios y cuando salí  estaba tratando de que todo estuviera perfecto— relamió sus labios— ella cocina muy bien, es muy buena conversando.

—¿Es bonita?

—Claro que es bonita, papá— confirmó— creo que podrían llevarse muy bien, a ella también le gustan los musicales clásicos  y la ópera— al señor Jeon le encanta la ópera— pueden hablar de eso.

Su madre lo miró, sonriendo un poco.

—¿Qué más le gusta?

—Eh... oh, a Kim le encantan los vestidos— a su madre también le gustan mucho los vestidos— los zapatos altos, aunque técnicamente cualquier tipo de zapatos le gusta, pueden preguntarle por su trabajo, ama hablar de eso— rascó su mentón— se ríe mucho con los shows de comedia que pasan en la televisión.

A los que él no le encontraba mucho chiste, pero se terminaba riendo solo porque la risa de Kim era muy contagiosa.

Llegaron hasta la puerta, Jungkook se sorprendió mucho cuando los escuchó suspirar y pararse derechos, su padre sosteniendo todo lo que había traído y su madre peinando su cabello. Era tan raro, colocó el código que Kim le había dado desde el primer momento y entraron.

Parecía que el único que no estaba por entrar en pánico, era él. Aunque debería pues se trataba de sus padres conociendo por primera vez a una novia suya, eso jamás había ocurrido antes.

Kim apareció rápidamente, se había arreglado un poco, soltó su cabello que caía lacio en su espalda y usaba un vestido que no era elegante, pero si bonito e ideal para un encuentro como ese, ella saludó primero a la madre de Jungkook y el señor Jeon se inclinó un poco, casi nada, para hablarle a su hijo.

—Si es muy linda.

Sonrió, su novia es bellísima y eso era algo obvio que merecía ser resaltado.