Exageraciones
Pansy lo había llevado hasta la enfermería, algunos estudiantes los miraban extrañados al ver a Malfoy cubriendo su rostro con ayuda de su amiga quien tenía parte de su propia túnica encima del chico para que evitarán verlo. Cuando alguna persona los miraba fijamente con curiosidad, la pelinegra les gruñía cual perro y con una mirada feroz que les hacía bajar la mirada.
—Ya, ya, Draco. —Intentó tranquilizar la chica mientras le daba golpecitos en la espalda para frenar que estuviera llorando, asomo su cabeza por debajo de la túnica para verificar si había funcionado y se resigno cuando observó las gruesas lágrimas en sus ojos. —Pero ¿Es que qué pasó? ¿Por qué te pusiste así? —Preguntó al momento que aceleraba el paso hasta dentro de la enfermería donde Pomfrey los miró de reojo pero cuando Pansy le quitó la túnica de encima a su amigo, la mujer se levantó alarmada.
—¿Qué ocurrió? —La enfermera ayudo a Malfoy a sentarse en la camilla y comenzó a verificar su cuerpo por encima de la ropa, intentando saber de alguna fractura, raspón, moretón, lo que fuera.
—No lo sé, solamente estábamos en la cafetería y de repente se cayó y comenzó a llorar. —Respondió nerviosa, intentando hacer una idea de lo que había pasado. La enfermera frunció el ceño y comenzó a revisar con más detenimiento el cuerpo del chico, después acercó su varita que tenía una ligera luz como una lámpara a los ojos del rubio quien ya había dejado de llorar, ahora solo lagrimeando y teniendo hípidos por el anterior llanto.
—¿Bebió algo?
Pansy intentó hacer memoria pero antes de responder, Draco la interrumpió. —El asqueroso café de ese estúpido de Dean. —Dijo más como si se quejara del sabor del café que de la razón.
—¿Puedes traer la taza? Tenemos que ver qué tenía. —Preguntó Pomfrey mientras miraba a Pansy quien asintió y corrió hasta el comedor.
Cuando llegó después de apenas unos segundos de su maratón, respiro hondo y fue hasta la mesa de los leones, muchos ni siquiera la habían notado acercándose, todos conversaban de lo que acababa de pasar, notó que la Weasley menor estaba abrazando a Dean Thomas como si estuviera arrepentida de algo y aunque la curiosidad le pico, tenía algo más importante que hacer. Sólo faltaban algunos pasos para acercarse a la taza cuando la voz de la chica le freno, la miró fijamente con el rostro serio mientras la pelirroja se separaba de su novio.
—Parkinson. —Llamó la chica y cuando obtuvo la atención de la nombrada, continuó. —¿Cómo- cómo está Malfoy?
Pansy frunció el ceño inmediatamente. —¿Y eso por qué te interesa? —Se agachó para sujetar la taza que por suerte no se había roto para observar que aún tenía un poco de contenido dentro, quiso meter un dedo dentro del líquido para saber si era café común y corriente.
—¡Espera! —Gritó la Weasley mientras le quitaba la taza de las manos, Pansy la miró con rabia. —Es que- es que- necesito decirte algo. —Dijo nerviosamente y apretó la mano de su novio. Pansy miró de reojo que habían atraído varias miradas a su conversación, notó a Potter que aún estaba sentado en la mesa con la mirada clavada en ellos y solo pudo pensar en lo metiches que eran.
—¿Y qué es? Habla rápido.
Ginny pareció removerse incómoda, intentando encontrar las palabras correctas. —¿Puedo decirte fuera del comedor?
Pansy rodó los ojos con frustración, no estaba para hablar con una tonta Gryffindor en esos momentos pero necesitaba la taza para ayudar a Draco y parecía que la pelirroja no se la daría hasta que la escuchará. Solamente dió media vuelta y dió por hecho que Ginny la seguiría, así lo hizo, cuando salieron y freno, la chica se le puso enfrente, jugueteando con la oreja de la taza.
—¿Y? —Preguntó molesta después de ver que la chica no hablaba.
—Pues-pues es que verás... Yo- yo quería darle una lección a mi novio, él me dijo que era una exagerada y que debía de estar en mis días, me moleste ¿Bien? Me enoje y quise darle una poción para potenciar las emociones, ya sabes, hacerlas más fuertes para que me comprendiera al menos un día.
Pansy la miraba entre sería y sorprendida, la hubiera felicitado en otra ocasión por la frialdad de hacerle eso al chico.
—Pero pues... Le eche la poción en una taza de café... —En ese momento, Pansy ya se hacía una idea en su cabeza y no controlo la sorpresa de sus ojos mientras se agrandaban como bolas de boliche. —Y Malfoy se la bebió...
—¡¿Qué?! —Gritó inmediatamente.
—¡¿Qué?! —Gritó otra voz masculina que las hizo sobresaltarse, miraron al extremo del pasillo donde estaba Draco quien había salido cuando notó que Pansy no regresaba a la enfermería y la enfermera lo había permitido al ver que no había un dolor presente. —¡¿Que qué idiotez hiciste, comadreja?! —Gritó enojado de rabia, con la piel tornándose roja, nunca habían visto tan enojado al chico quien estaba comenzando a avanzar hacia ellas, claro, nunca lo habían visto de esa manera ya que ahora mismo estaba bajo los efectos de la poción.
Draco se acercó hasta sostener del cuello de la camisa a la chica. —¡Lo siento! ¡Pero también es tu culpa por haberle robado la taza a Dean! —Intentó defenderse mientras sujetaba la muñeca de Malfoy.
—¡Ah, entonces es mi culpa que le hayas volcado una poción de potenciamiento de emociones a tu idiota novio!
—¡Pues eso te mereces por bravucon!
—¡Retira lo dicho, comadreja!
Pansy ni siquiera sabía qué hacer, parecía como si estuviera viendo una pelea entre dos niños que solo se respondían con lo primero que les venía a la cabeza hasta que escuchó algunos pasos que salían del comedor.
—¡Deja a mi hermana, imbécil! —Gritó Ron mientras se acercaba velozmente para empujar a Draco quien así lo hizo, dio dos pasos hacia atrás.
—¿Estás bien, Ginny? —Preguntó Harry quien había acompañado a Ron, se acercó para poner una mano encima de la chica quien asintió rápidamente.
Pero como si hubiera sido una palabra para accionar una escena, cuando Draco escucho a Harry y lo vió cerca de la chica, apretó los labios y nuevamente, sintió los ojos picarle, su cara se tornó rosa como si estuviera aguantando la respiración y atrajo la mirada de todos cuando el primer sollozo se escuchó.
Pansy se acercó velozmente hacia él y le quiso limpiar las lágrimas de manera apurada, intentando que permaneciera intacta la dignidad de su mejor amigo pero el agua salada no dejaba de salir.
—Eres una rata arrastrada. —Insultó a Harry mientras lo veía fijamente con los ojos rojizos a causa de las repentinas lágrimas gruesas. Parecía demasiado extraño que de un enojo tan grande, procediera un lloriqueo profundo del chico.
—¿Qué dijiste, Malfoy? —Harry se acercó con las cejas fruncidas, aunque estaba sorprendido por la imagen frente a él, era inevitable responderle a sus insultos.
—Lo que escuchaste, rata arrastrada. —Un hípido lo interrumpió pero siguió hablando. —¡Yo soy el que tomo la estúpida poción de tu tonta noviecita y ni siquiera te preocupas por mí! ¡Eres un egoísta que solo piensa en sí mismo! —Gritoneo aún con lágrimas recorriendo sus mejillas.
Pansy sintió que el alma se le escapaba, tenía que interferir o algo de lo que se arrepentiría Draco saldría a la luz. Harry entrecerró los ojos sin comprender a qué se refería ¿Por qué se tendría que preocupar por él? Se odiaban.
—Su amiguita y hermana: Ginevra, hizo que Draco bebiera una poción para potenciar emociones. —Interrumpió la escena Pansy, poniéndose entre Harry y Draco para evitar que lo vieran pero de nada sirvió ya que Parkinson apenas llevaba al 1.60 de altura y Draco fácilmente le sacaba los 25 centímetros que le faltaban.
—¿Qué? Ginny nunca haría eso, víboras. —Respondió Ron molesto.
—Estem... Fue un accidente. —La respuesta de Ginny sorprendió a su hermano y a Harry quienes la miraron confundidos. —Es que quería dársela a Dean, no le digan, es que estaba enojada y Malfoy la bebió.
Hubieran continuado hablando sino hubiera sido porque Pomfrey llegó apurada al pasillo, el tacón de sus zapatos resonaron por el pasillo hasta llegar a ellos.
—¡Malfoy, Parkinson! Los he estado esperando por 15 minutos y no llegan, tenemos que saber que fue lo que bebió el joven Draco.
Ginny bajo la mirada arrepentida, conociendo a las serpientes quienes no dudaron en echarla al fuego y decir que quiso hechizar a su novio y terminó hechizado al príncipe de las serpientes, conocía su destino, probablemente sería expulsada por atentar contra sus compañeros, estaba totalmente prohibido hacer que bebieran pociones de esa forma.
Draco se limpio las lágrimas lo más rápido que pudo y cerró los ojos, puso su mano en su frente como si estuviera teniendo la peor jaqueca del mundo.
—Lo siento, me duele tanto la cabeza que comencé a llorar de la nada. —Respondió y Pansy le solapo como su compinche más fiel y le dio unas palmadas en su espalda. Los gryffindor los miraron sin saber qué estaba haciendo.
—Es cierto, es que le pegue por accidente en el comedor hace rato ¿Puede darle solo algo para que se le pase el dolor?
La enfermera los miró intentando averiguar si había mentira alguna detrás pero los chicos eran tan convincentes, realmente parecía que Draco tenía una jaqueca.
—Vengan a la enfermería, le daré una poción para que se le pase la jaqueca. —Pidió y se marchó del pasillo para regresar a la enfermería.
—¿Qué-
Draco interrumpió a Ginny, se quitó la mano de la frente y abrió los ojos cual serpiente para fulminar a los leones. —Me deben una grande, idiotas. No fue gratis este favor. Tendrían que encontrar la forma de quitarme los estúpidos efectos.
Los chicos asintieron lentamente, aún sin saber porqué no delataron a la pelirroja, Harry y Ron ya estaban preparados para echarse la culpa y todo.
Los slytherin dieron media vuelta para marcharse y Harry junto con Ron se acercaron a Ginny para intentar hablar sobre lo sucedido. Potter levantó la mirada un segundo para toparse con los ojos mercurio de Malfoy quien había girado la cabeza para verlo, Harry juró ver qué los ojos se le ponían vidriosos de nuevo, como si la escena que estaba presenciando le doliera pero volteó la cabeza inmediatamente y se fue junto con su mejor amiga.
—Tenemos que buscar una solución. —Dijo Harry y sus amigos asintieron.
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