Lazos reavivados
Roll. Bueno, al menos conocía su nombre, pensó X. O tal vez, eso fuese algo que Fujiwara programó dentro de ella, ya que tuvo que armar la personalidad desde cero. En cualquier caso, al menos era capaz de reconocerse a sí misma como "Roll". Pero eso no era todo lo que ocupaba la mente X. Se recordó a sí mismo que esta Roll, esta "nueva" Roll (con un poco de la antigua en ella), era igual que él, con su propia mente y conciencia, pero aun así el robot azul tenía mucho que preguntarle.
- Si me lo permites, ¿por qué estoy aquí? – Irónicamente, fue Roll la que comenzó a hacerle preguntas a X. – ¿Quiénes son esos dos hombres? – Le echó otra mirada al robot. – ¿Y por qué te pareces tanto a Rock?
X pudo notar que hablaba de "Rock", o Mega Man, como si tuviese una conexión con él. ¿Sería evidencia de que cosas como los lazos familiares permanecerían intactos? Si ese era el caso, era fantástico, pensaba X. Al menos esa parte de ella seguiría igual, o al menos él esperaba que fuera el caso.
- Hey, te estoy haciendo una pregunta. – dijo Roll de nuevo luego de no recibir una respuesta. – ¿Quién eres?
- "Bueno, para empezar, podrías decidirte por una sola pregunta a la vez." – X no lo dijo en voz alta. Más bien, no estaba preparado para que ella fuese tan directa. A pesar de todo, ella no tenía idea de lo que sucedía, y merecía alguna respuesta. – Bueno, yo no soy Rock, pero sí soy una creación del Dr. Light. – le explicó. – Soy X, Mega Man X.
- ¡¿El Dr. Light?! Ah... – exclamó Roll, mientras sus ojos verde azulados escaneaban la forma de X. – "Sí se parece a Rock. Pero me pregunto si..." – pensó, y luego volvió a preguntar. – Entonces, ¿también eres una creación suya? – X asintió en respuesta. – Pero en ese caso, ¿por qué te hicieron parecido a Mega Man? – Roll volvió a examinarlo, y miró fijamente hacia su brazo derecho, y luego otra vez a su rostro. Captando la indirecta, X le presentó su Buster. – Entonces, también tienes uno de estos. – observó la robot rubia. – ¿Fuiste modificado para ser así?
- No que yo sepa. – respondió X. – Hasta donde sé, me construyeron para ser así, con el Buster y todo.
- ¿En serio? – Roll se puso a pensar en esto. – "Rock y yo iniciamos como robots asistentes, pero él fue construido ya con un arma instalada. ¿Por qué?" – Inmediatamente, decidió conseguir respuestas para otra pregunta. – ¿Acaso hay algún conflicto en curso?
- No. – respondió X.
- Entonces, ¿el Dr. Wily ya no ha estado causando problemas? – X desvió sus ojos verdes. – ¿Qué?
- El Dr. Wily... ya no está por aquí. – le respondió X.
- ¿De qué estás hablando? – preguntó Roll, sin entender del todo. – ¿Qué quieres decir con eso?
- Quiero decir que está, bueno... – X tenía dificultades para encontrar la mejor manera de explicarle esto. – Ya está muerto. Lleva muerto desde hace décadas.
- ¿Muerto? ¡¿Muerto?! Pero... – Roll empezó a tartamudear. – Pero entonces, ¿qué hay del Dr. Light? ¿Qué hay de Rock? ¿Auto? ¿Eddie? ¿Dónde están?
En ese momento, aceptaría incluso la presencia de ese misterioso robot con la bufanda amarilla. Solo para tener algo de seguridad de que lo que estaba experimentando no era su realidad. Que solo era un mal sueño.
X la miró, y ella le devolvió la mirada. Ninguno de los dos le dijo nada al otro, pero podían leerse el pensamiento. Finalmente, el robot azul que se parecía tanto a su hermano miró hacia el suelo.
- Yo... lo siento.
Roll se mordió el labio, registrando en su mente lo que acababa de oír. Pero todavía seguía tratando de asimilarlo.
- ¿Qué año es? – le preguntó. Sabía que podía verificar su propio reloj interno, pero no fue capaz de hacerlo. Necesitaba que este robot azul se lo confirmara.
X suspiró. Ya sabía a dónde iría todo esto. – Es 21XX.
21XX. Un siglo entero. Los ojos de Roll se ensancharon, pero su confusión dio paso a una desesperación en aumento. X la vio tocarse la esquina del ojo y mirarse el dedo como si estuviera esperando ver algo allí.
Como una lágrima. Pero no encontró nada.
- ¿Qué rayos? – Volvió a tocarse el ojo, viendo que no había nada allí. Ella... ¿no podía llorar? ¿Por qué no podía? ¡Antes podía hacerlo! ¡El Dr. Light les había dado a ella y a Rock la capacidad de hacerlo! ¿Por qué no podía hacerlo ahora?
Miró a X, con los ojos muy abiertos y vidriosos, a pesar de su incapacidad de producir lágrimas. Y entonces, tras unos momentos, salió corriendo hacia él, envolviéndolo en sus brazos y enterrando la cara en su pecho. X no estaba preparado para eso, pero claramente la rubia necesitaba algo de consuelo. No hacía mucho tiempo, X habría pasado por lo mismo. Lentamente, alargó sus propios brazos y la abrazó, dejando amabas máquinas sujetándose con fuerza mientras la rubia sollozaba a la vez que el azul trataba de reconfortarla.
Afuera de la habitación...
Cain no creía que fuese posible ver lo que estaba sucediendo, pero allí estaban; desde una pequeña pantalla junto a la puerta los dos robots podían ser vistos. – ¿Eso es una buena señal? – preguntó el hombre mayor a Fujiwara, que también observaba lo que estaba sucediendo.
- Se están comunicando. – preguntó Fujiwara. – Ese es un paso hacia alguna parte. En qué dirección, no puedo decirlo con certeza.
- No creerás que uno de ellos, bueno, termine... – Cain comenzaba a hablar, pero fue interrumpido. Lo agradeció en parte, ya que no quería considerar la posibilidad de que uno de ellos exterminara al otro.
- Si alguno terminase muerto, sería la androide nueva. – dijo el japonés. – Pero incluso aunque X no la atacase, dudo que hubiese alguna forma en la que ella pudiera matarlo a él.
Cierto, pero Cain no le deseaba eso a ninguno de los dos. Mientras observaba a los dos robots abrazándose, no pudo evitar preguntarse si X habría logrado o no lo que se habría propuesto, o si Roll estaba reaccionando de la forma en que Fujiwara la habría programado. Ciertamente, los sistemas internos de ella estaban basados en los de X, aunque Cain jamás lo diría de boca para afuera frente a Fujiwara, ninguno de los dos era el Dr. Light. Así que las necesidades de estos robots sólo el tiempo diría cuáles eran.
Pero por ahora, Cain estaba feliz de que al menos el robot azul ya no estaba solo. Y por lo que estaba viendo, esperaba que esta interacción fuese solo la primera de muchas, y con la esperanza de ser positivas.
Adentro...
¿Cuánto tiempo estuvieron allí parados? Ninguno de los robots estaba seguro, pero eventualmente, X sintió que Roll se alejaba de él. Sus ojos verde-azulados, pese a no tener lágrimas, todavía seguían anegados de tristeza. – Entonces... ¿eso significa que nosotros... somos los únicos que quedan?
X se mordió el labio. – Por lo que sé... así. – Para sorpresa de Roll, el robot azul de pronto se mostró emocionado. – Pero ahora que tú estás aquí, ahora todo estará bien.
- ¿Q-qué cosa? – preguntó Roll confusa.
- Bueno, ahora que estás aquí, podré saberlo todo. – le dijo X. – ¡Podré saber sobre el Dr. Light y sus otras creaciones! – continuó, aumentando su emoción. – ¡Todo el tiempo perdido, podré saber cómo fue! ¡Podré saber lo que sucedió en ese tiempo!
Roll se alejó de él, aparentemente en shock por lo que acababa de escuchar. – Entonces... ¿esa es la razón? – le preguntó.
- ¿Huh? – X la miró confuso.
- Tú... ¿sólo me querías aquí para que pueda contarte sobre el Dr. Light? – De pronto X, comenzó a pensar de nuevo en su elección de palabras. – ¿Eso era todo?
X vio que los labios de ella comenzaban a temblar, y cuando volvió a mirarlo, su expresión no era exactamente de felicidad. Él estaba a punto de hablar, pero ella se alejó, abrazándose a sí misma en silencio. Tan pronto como ambas máquinas habían sido reunidas, igual de rápido se habían separado.
Al día siguiente...
Roll había estado sola en una habitación separada durante toda la noche. Sobraría decir que X estaba muy ansioso por ver cómo se encontraba. No la había visto desde que le asignaron un cuarto que sobraba en el laboratorio, y X fue enviado de vuelta al suyo. O más bien, se encerró allí porque no se sentía de humor para seguir hablando. De hecho, ella se aseguró de especificar que no quería que nadie la viera durante un tiempo indefinido. Y aunque X podría haberse equivocado, podría jurar que la vio mirándolo, y en su rostro parecía no encontrar una emoción específica a la cual aferrarse. Roll era un desastre de confusión e incertidumbre, pero también parecía estar... irritada con la presencia de X.
Parecía estar enfadada.
La recientemente activada chica robot no había recibido otra cosa excepto una cápsula por el momento, así que no era que pudiese estar ocupada o entretenida con nada. Aun así, el Dr. Cain le advirtió al androide azul que tal vez ella no estaría de humor para hablar. Y honestamente, X estaba dividido sobre por qué quería hacer esto en primer lugar. De hecho, desde la creación (¿o era resurrección?) de Roll, se sentía en conflicto con muchas cosas.
Principalmente, sobre si debería haber hecho esto o no.
Llegando hasta donde ella estaba, X tocó a la puerta y esperó a que se abriera, o a que la propia Roll le respondiera. Resultó que X no recibió ninguna de las dos.
- ¿Hola? – le dijo, sin saber siquiera si ella podría oírlo a través de la puerta. – Um, solo venía para ver cómo estabas. Así que... – Se detuvo, teniendo problemas para encontrar palabras. – ¿Puedo pasar?
No recibió respuesta.
- Mira, he tenido toda la noche para pensarlo, y bien, creo que tal vez me precipité un poco. – confesó el robot azul. – Yo... no pensé en algunas cosas como debería haberlo hecho.
Seguía sin recibir respuesta, pero continuó a pesar de todo. Aunque ella no abriera la puerta, por lo menos podría escuchar lo que él tenía que decirle.
- Lo que trato de decir es... que lo siento. – dijo X. – Siento no haber considerado cómo te afectaría todo esto.
Podría haber sido solo su imaginación, pero el robot azul podía haber jurado que escuchó pasos acercándose hacia la puerta del otro lado. No era una confirmación de que ella estuviese dispuesta a escuchar, pero X sabía que al menos habría recibido una oportunidad. Así, la tomó sin dudar.
- ¡Sé que no es excusa, pero sí hay una razón! – le dijo X. – Y no es solo porque quiero saber más sobre Light.
Suspiró. Aún seguía sin recibir respuesta, y tras algunos momentos más de silencio, X estaba a punto de darse la vuelta e irse, pero entonces oyó que la puerta se abría detrás de él. Girándose, vio allí parada a Roll, con la cara totalmente neutral. No obstante, parecía más estable que antes.
- No, esa ERA tu razón. – le dijo Roll. Estaba a punto de protestar, pero ella lo cortó. – Pero... ahora sé por qué lo hiciste. – dijo de nuevo, con la voz más suave. – Y... yo también habría hecho lo mismo, probablemente. – Cerró los ojos y frunció las cejas por un momento. – Aun así, debes admitir que me soltaste todo esto demasiado rápido, ¿no lo crees?
X asintió, bajando la cabeza. – Sí. Lo hice.
- Pero... también debió ser muy rápido para ti. – le dijo Roll. Se echó para atrás para dejarlo entrar, pero al mirar adentro se acordó que la chica robot rubia literalmente no tenía nada excepto una cápsula estándar. – ¿Y bien? – Roll estaba confusa, preguntando por qué X rehusaba su invitación.
X trató de recordar las palabras que el Dr. Cain le había dicho: "Intenta romper el hielo. Has que se sienta cómoda."
Lo único que se le ocurría tal vez no fuese la mejor idea, pero era algo. – Entonces, uh, ¿quieres venir a ver mi habitación? Tiene muchas más... cosas. – "Wow, X, tienes una supercomputadora por cerebro, y apenas puedes articular una oración. Buen trabajo."
Ella lo miró, como si pensara en su propuesta, pero no lo dejó esperando mucho, viendo que el suspenso lo estaba matando. – Creo que lo haré, gracias.
Oficina de Fujiwara...
- Entonces, ya han tenido su primer conflicto. – dijo el científico de pelo negro, revisando los datos recopilados de la noche anterior. – Bueno, al menos ninguno de los dos se ha puesto violento.
El Dr. Cain negó con la cabeza. – Dudo mucho que eso suceda.
- Tenga en cuenta, X tiene ese Buster instalado dentro de él. – le dijo Fujiwara al hombre mayor. – Si ella se pone física, él no dudará en usarlo, ya como ha visto.
- Eso fue porque ese mecaniloide le disparó, lo cual fue tu idea, por cierto. – dijo Cain. – ¿Acaso hablas con él? ¿En absoluto?
- ¿Quién? ¿X? – cuestionó Fujiwara. Cain entrecerró la mirada, claramente no lo encontraba divertido. – Creí que esa sería su contribución a todo este proyecto. Usted es el que se encarga de la mitad "humana", y yo me ocupo de la mecánica. – continuó mientras revisaba las notas que había tomado.
- "Es decir que la mitad humana no existe en absoluto para ti, ¿verdad?" – pensó el hombre mayor con amargura. Aunque su visión de la perspectiva del japonés sobre el robot azul (y la otra que acababan de construir) también sacaba a la luz otro problema que tenía en la mente. Y aunque probablemente no consiguiera respuesta, todavía necesitaba una, aunque fuese para aliviar su propia incertidumbre. – Siento desviarme del tema, pero... ¿cómo están Cecilia y Chiyo?
- ¿Hm? – Fujiwara apenas parecía reconocer al otro humano, aparentemente más preocupado con otros asuntos. Con todo, le dio a Cain una respuesta. – Ambas se están volviendo insoportables. – Suspiró. – Chiyo no deja de obsesionarse con ese animal y Cecilia está exigiendo que aparte tiempo para volver a casa más temprano. – continuó, y Cain notó que su expresión no cambiaba en absoluto ni por un segundo. – Dice que mi presencia es especialmente necesaria en este... momento tan difícil.
Cain guardó silencio. Aunque sabía que al hombre tal vez no le habría importado, una parte de él esperaba que no fuera así, Esa era la razón por la cual había dedicado tanto tiempo a estudia nunca iba a casa. Volver a casa para encontrar una cama vacía. Cualquiera se sentiría triste después de eso. Cualquiera, lo que fuese, tendría que sentir algo, ¿verdad?
- Siento mucho lo de Hinako, Sho. – dijo Cain quedamente. – Cuanto te llamé luego de descubrir a X, no tenía idea de que estaba...
- Eso pasó sólo unas semanas antes, así que de todas maneras no afectó en nada. – le dijo Fujiwara en tono neutral, continuando con lo que hacía. – Aunque, supongo que el tiempo que pasé aquí fue lo que provocó que Chiyo se consiguiera a ese animal. – Cain observó que hablaba de su propia hija como si no fuese importante. – Ahora no se calla respecto a él. O más bien, es el perro el que no se calla. – Se puso más irritado. – Le dejé claro lo que pasaría si encontraba a ese animal en mi cuarto. – Con algo de suerte, esta interacción pondrá a prueba cómo resolverán esos dos sus problemas. –Fujiwara volvió de vuelta al trabajo como si lo que estaban discutiendo no hubiese pasado. – O si se meten en una situación más intensa.
- "Y cualquiera de las dos estaría bien para ti." – pensó Cain. Aun así, esperaba lo mejor, ya que en el caso de que Fujiwara obtuviera lo que quería de esto, de una forma u otra, el humano mayor se preguntaba lo que harían las dos máquinas, y esperaba que, sin importar lo que pasara, fuera para mejor.
En la habitación de X...
- Hm... parece que te gusta mucho el color azul. – dijo Roll, al observar el pequeño espacio donde X residía. – De muchas maneras, tú y Rock se parecen. – agregó mientras continuaba mirando alrededor.
- Y... ¿eso es algo bueno? – preguntó X, sin entender completamente lo que quería decir.
Roll se quedó en silencio al principio, pero eventualmente respondió. – En este momento, no estoy segura. Yo... no estoy segura de muchas cosas ahora mismo.
X realmente se estaba arrepintiendo de la prisa en la construcción de la chica robot. – Lo siento. Yo... no sabía... o supongo que no pensé que ti... que te sentirías... – Estaba quedando como un tonto. – Mira, lo siento. No fue mi intención... hacerte pasar por todo esto.
Roll se quedó callada por un breve momento. X se sentía cada vez más ansioso de saber cuál sería su respuesta.
Finalmente, ella suspiró. – No, no es tu culpa. – se giró para encarar al robot azul. – No podías haberlo sabido. Quiero decir, sí, viendo que revisaste mis archivos de memoria, pero eso fue todo lo que... – Se detuvo de nuevo. Tenía que ser directa y decirlo de frente. – ¿Por qué me "reconstruiste"? ¿Por qué me...? – Volvió a detenerse. Se sentía muy extraño decir todo esto. Todo esto se sentía muy extraño. Tan desconocido, y a la vez no. Como si fuese una extraña en su propia "piel". – ¿Por qué me trajiste de vuelta?
¿Era la manera correcta de decir eso? Después de todo, apenas llevaba un solo día de haber sido activada, pero tenía registros de eventos que tuvieron lugar décadas atrás.
X volvió a voltear la mirada, sabiendo que esta pregunta vendría eventualmente, pero seguía sin tener una buena respuesta.
- Yo... – comenzó X. Ya fuera que formulase una buena respuesta o no, Roll merecía al menos una. – Yo... desperté solo. Y... no sabía casi nada. Debo admitirlo, tú sabías mucho más que yo, y yo quería saber más cosas. – No se sentía orgulloso de ello, pero tenía que ser honesto. – Así que, cuando te vi en el laboratorio, y revisé tus archivos de memoria, yo sólo... – Se detuvo. – Quería saber cómo era todo eso. Yo... quería saber cómo era el Doctor.
Roll se giró para encararlo. – ¿Dónde dices que me encontraste?
- En el laboratorio donde estaba. – explicó X. – Estabas tendida en una mesa, aunque en ese momento aún seguías en tu antiguo cuerpo. – Señaló al nuevo cuerpo que ahora tenía. Ella parecía insegura, y el robot azul se preguntó si debería decir algo más. – Eres... muy linda. – le dijo. No fue exactamente planeado, solo dijo lo que le vino a la cabeza. – El rojo te sienta bien.
Roll lo miró por un momento, inexpresiva. X se preocupó de haber echado todo a perder aún más, pero de repente, vio que sus labios se curvaban en una sonrisa.
- Hm. – Parecía divertida. – Entonces, el Dr. Light te programó con tendencias caballerosas. – X sintió sus mejillas calentarse, lo que provocó que Roll jadeara. – ¿También te programó con calefacción interna en tu región facial? – Corrió y le agarró las mejillas al robot azul. Y en efecto, sintió el calor en la piel sintética de X. – Realmente sí ERES una de sus creaciones.
No veía razones para dudar de él, ciertamente, pero con todo lo que le habían descargado, seguía insegura de lo que debía pensar. Pero después de ver esto, el despliegue de algo que solo el Dr. Light podría haber hecho, no había más preguntas.
- Y... eso significa... – lo miró con los ojos muy abiertos – ... que eres mi hermano.
X le devolvió la mirada, sorprendido de lo que acababa de oír. – ¿Hermano?
- ¡Sí, por supuesto! – respondió ella. – Eres un DLN, ¿correcto? ¡Igual que yo! – Su expresión cambió de deleite a incertidumbre de nuevo. – Bueno, en este... cuerpo, estoy registrada como... – Bustó en su CPU, pero lo que solo deberían haber sido solo unos pocos segundos, se convirtió en medio minuto, y luego un minuto completo.
- ¿Estás registrada como...? – cuestionó X, confundido. Roll se mordió el labio, arrugando su piel sintética.
- Es extraño. – habló finalmente. – No estoy registrada como "Dr. Fujiwara Number", o DFN. – explicó. X no pudo evitar sentir que lo estaba tratando casi como si fuera un niño. – Estoy registrada como RN 000.
- ¿Y eso qué significa? – preguntó X, ahora todavía más confundido.
- Yo... no estoy seguro. – le dijo. – Incluso los robots del Dr. Wily estaban registrados bajo la pertenencia de alguien... – La última parte la dijo murmurando. Usualmente, los robots no listados bajo un individuo en particular se construían en una línea de ensamblaje. – Bueno... eso puede venir más tarde. En este momento – centró su atención de vuelta en X – ¡no puedo creer que el Dr. Light nos haya construido un hermanito a Rock y a mí!
Lo abrazó, apretándolo con sorprendente fuerza. Pero algo de lo que dijo le quedó en la cabeza.
- Espera... ¿hermanito?
- Bueno, sí. – respondió Roll. – El Dr. Light creó a Rock, luego a mí, y a todos los demás desde Cut Man hasta Oil Man. – Pensó por un momento, y luego se rio. – ¡Oh cielos! ¡Creo que eso te convierte en el bebé de la familia!
Las mejillas de X se pusieron de un rojo brillante. ¡¿Bebé?! – Uh, espera un minuto. – protestó. – ¿No eres técnicamente tú la menor?
Roll alzó una ceja. – ¿Qué quieres decir?
- Bueno, fuiste activada apenas ayer. – le dijo X. – Y nos tomó un par de semanas tener todo listo, así que, técnicamente, yo te gané por unos cuantos meses, si es que contamos cuando yo salí de mi cápsula.
- ¿Qué? ¡No es posible! – argumentó Roll. – Mis sistemas provienen de mi viejo cuerpo, así que, incluso hablando técnicamente, yo sigo siendo mayor que tú.
- No, yo soy el primero de mi clase. – replicó X buscando contrarrestarla. – Los doctores Cain y Fujiwara lo dijeron.
- ¿El primero de tu clase? – cuestionó Roll. – Sigues siendo un robot.
- Estoy diciendo que yo vine primero, y tú segunda. – le dijo X. – Entonces TÚ eres la hermana menor.
Roll cruzó los brazos. – Perdóname, pero mis archivos tienen registros de años mucho antes de que a ti te hubieran construido, así que yo soy la mayor.
- ¡No puedes usar eso como excusa! – espetó X. – ¡Ni siquiera tiene sentido!
- ¡Tiene todo el sentido del mundo! – volvió a argumentar Roll. – ¡Yo soy tu hermana mayor, y TÚ eres mi hermanito menor!
- No, lo tienes al revés.
El intercambio prosiguió de ida y vuelta entre las dos máquinas, debatiendo ambas entre quién de los dos era el mayor, sin saber que su futuro estaba siendo discutido en ese instante.
Oficina de Fujiwara...
- Entonces, asumamos que todo sale bien. – le dijo Cain a Fujiwara. – ¿A dónde vamos desde aquí? Te guste o no, sin importar la maravilla que sea el trabajo de Light, la ley sigue siendo la ley. – En efecto, ese era el caso, por mucho que ambos hombres lo odiaran. Aunque Cain sospechaba que el japonés tenía otras razones para su frustración. – El consejo tendrá que ver esto eventualmente, Y odiaría ver lo que pasaría si estos dos fuesen potencialmente confiscados.
- No lo harán. – le aseguró Fujiwara al anciano. – No después de lo que verán.
- ¿Estás ciego, Sho? – cuestionó Cain. – ¡La prohibición contra inteligencia artificial avanzada ha estado en vigencia durante décadas! ¡Incluso desde antes que cualquiera de nosotros haya nacido!
- X es también una creación del Dr. Light. – argumentó Fujiwara. – No se atreverían a destruirlo.
- Solo lo encerrarían y lo confinarían. – replicó Cain. – Ten en mente a dónde fue a parar el viejo cuerpo de Roll.
- Roll 2.5. – corrigió el experto en robótica. – Aunque este experimento hasta ahora ha sido exitoso, lo que X quiere es imposible. La conciencia de esa robot mucama, o comoquiera que X la perciba, ya no existe, y no regresará. – Cruzó sus brazos. – Es cierto, su personalidad pudo ser reconstruida con precisión, pero sigue siendo un conjunto de rasgos programados dentro de ella. En esencia, es sólo una versión mejorada de lo que se podría considerar tecnología antigua.
Luego se quedó pensativo. – "Si no estuviese esa maldita ley en vigencia, le podría dar a esa robot un trabajo. Ciertamente ayudaría a no tener que escuchar las malditas quejas de Cecilia."
El hombre asiático se puso a revisar las diversas secciones del laboratorio, viendo las imágenes en las cámaras de vigilancia que capturaban todo lo que sucedía. Se detuvo en un área en particular, y su sangre se quedó helada cuando vio lo que estaba grabando.
- ¿Qué sucede? – preguntó Cain, sorprendido cuando Fujiwara se paró de la silla.
- ¡Se fue! – exclamó. – ¡Esa robot ya no está!
No pasó mucho antes de que los dos hombres salieran corriendo de la oficina dirigiéndose hacia la habitación casi vacía de Roll, aunque al bajar por el corredor para llegar allí, escucharon algo.
- ¡Y nunca, JAMÁS vuelvas a llamarme así, ¿me escuchaste?!
- ¡S-sí! ¡Sí! ¡Solo suéltame!
Eso provenía de... ¿la habitación de X? Los dos hombres siguieron apenas un par de puertas más allá, y efectivamente, los dos robots se encontraban en la habitación de X, donde Roll había cogido el audio receptor y X retorciéndose como si estuviera sufriendo dolor.
- ¿Qué está sucediendo aquí? – preguntó Cain, y ambos robots miraron inmediatamente hacia el hombre como si se tratara de un par de niños que habían sido pillados en medio de una pelea. Y de cierta manera, lo eran.
- ¡Él insinuó que yo era un pedazo de chatarra antigua! – respondió Roll, cruzando los brazos.
- ¡No es cierto! – se defendió X. – ¡Solo dije que ella acaba de admitir que es mucho más vieja que yo!
- ¡Y entonces me llamaste vieja! – Roll se señaló su rostro. – ¿Acaso ves una sola arruga? ¡Me veo igual de joven que cuando estaba funcionando! – Miró a X de frente a los ojos. – ¡En conclusión, yo soy la hermana mayor y TÚ eres el menor!
X frunció las cejas (aunque por la forma en como estaba angulado su casco en la frente, era difícil de ver) y gruñó. – No quiero ser el bebé...
Cain y Fujiwara miraron a las dos máquinas, y luego se miraron entre sí. Aunque los dos rara vez se vieran de frente en muchas cosas en relación al último trabajo de Light, ambos llegaron a la misma conclusión.
Estas dos máquinas acababan de tener su primera discusión. Qué intrigante.
Esta historia continuará...
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