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El primer reploide

30 de septiembre, 21XX...

Aunque técnicamente seguían en problemas con la ley, al menos ya ninguno de ellos se encontraba encerrado en una celda en este momento. Desde el juicio y la presentación de ambos robots, el consejo había decidido que le asignarían a Cain y Fujiwara una tarea muy particular. Debían construir otra máquina y presentar el producto terminado en una fecha específica. La única condición era que los dos hombres debían tener a otros científicos, elegidos por los miembros del consejo, supervisando el proceso.

Actualmente, el científico japonés y el anciano paleobotánico se encontraban revisando los datos y registros del desarrollo de los sistemas de X, mientras los otros científicos se ocupaban de ensamblar la máquina pieza por pieza. Un endoesqueleto básico estándar yacía sobre la enorme losa en el laboratorio de Fujiwara; la figura desnuda se encontraba cubierta con una capa de metal para proteger los circuitos y cables vulnerables por todo su cuerpo. Ni a Cain ni a Fujiwara les agradaba estar siendo observados constantemente, pero dado que la alternativa era ir a prisión, sabían que esta sería la mejor opción. Y además, al menos en la mente de Fujiwara, estas personas verían hasta dónde llegaba realmente su genio.

Mientras los dos hombres que iniciaron este proyecto observaban las notas, algo más aparte de la construcción ocupaba la mente del mayor de los dos. – ¿Quién crees que lo haya hecho?

- ¿Hacer qué? – preguntó Fujiwara, pero sin quitar la vista de la pantalla de la computadora. – ¿Decirle a las autoridades? – Cain asintió. – Bueno, estese tranquilo, ya nos encargaremos de eso.

- Si acaso fueron Chiyo o su amiga, entonces por favor, solo son niñas...

- Niñas muy afortunadas. – interrumpió Fujiwara. – Al principio también pensé que ellas eran responsables, pero durante el tiempo que estuve prisionero pude pensar en ello y juntar las piezas. – continuó, mientras observaba los escaneos de X. – Sé lo del incidente con los rollos de huevo, pero Chiyo jura que ese niño Tatsuya no dijo nada. Incluso lo trajo a casa para decírselo en persona. – Luego suspiró. – Ahora todos en su escuela estarán tocando a mi puerta, suplicando ver a Roll. – Se ajustó las gafas. – De nuevo, cuando el consejo vea este robot, confío en que los niños de todas partes querrán uno para ellos.

Cain no dijo ni una palabra, pero dejaba claro que estaba muy frustrado. Era muy obvio cuál era la motivación detrás de todo eso. El hecho de que tenían a otros trabajando con el consejo y observándolos lo confirmaba. Cada parte de este proceso sería supervisada, y el consejo había dejado claro que, si había un conflicto de intereses, sus científicos tendrían el poder de retirarles todo el apoyo para esta operación. Pero, por el bien de X y Roll, y del robot que estaba siendo construido en ese momento, Cain sabía que tenían que seguirles el juego. Al menos se merecían esta oportunidad.

Pero aun así, no podía evitar sentirse intranquilo con todas estas regulaciones, esta obsesión con cada detalle que ponían en la máquina. No pudo evitar pensar en si esto afectaría o no el desarrollo del proyecto.

10 de octubre, 21XX...

Aunque habían estado en la misma posición antes, ambos robots podían estar de acuerdo que estar confinados en un laboratorio era mejor que una celda. Ya que toda esta "asignación" era lo que determinaría su futuro dependiendo del éxito, se preguntaban si deberían tener sus esperanzas tan altas.

- ¿Qué crees que estén haciendo? – le preguntó Roll a X. Los dos habían decidido hablar en el cuarto de ella.

Comparado con el de X, el espacio personal de la chica androide era mucho más organizado y con todo en su lugar, sin mencionar decorado de rojo. Y aunque el robot azul insistía en que estaba siendo dramática, ver la habitación siempre le recordaba que tenía que ponerse a organizar el suyo propio. Pero los dos habían venido aquí para discutir cosas más importantes que comparar las áreas donde vivían.

- No estoy seguro. – respondió X con honestidad. Aunque no se atreviera a decir en voz alta las preocupaciones que tenía con este proyecto, aquí entre los dos finalmente podía decir lo que pensaba al respecto. – Esto es ridículo. – El robot azul cruzó los brazos sobre su pecho. – ¿Qué creen que vamos a hacer? ¿Tratar de escapar con lo que sea con lo que estén trabajando?

Las dos máquinas habían sido dejadas muy al margen en lo que concernía a este proyecto, y tenían prohibido meter mano en el proceso de creación de cualquier manera. Acorde con los científicos designados, ya tenían todo lo que necesitaban de X (ni se dignaron a mencionar a Roll), por lo que él tenía poco que contribuir. O eso fue lo que le dijeron.

- Es lo más probable. Por eso nos tuvieron separados. – respondió Roll. Esa fue una experiencia por la cual no quería volver a pasar. – ¿Pero de qué tienen que preocuparse? Después de todo, el Dr. Light no te habría construido si no fuese para el beneficio de la humanidad.

- ¿Eso crees? – preguntó X. Esta respuesta sorprendió a Roll.

- ¿Y tú no?

- Es algo... complicado. – admitió X. Volvió a pensar en la advertencia que había sido instalada, la cual decía que, si elegía un camino oscuro, posiblemente no habría fuerza en la Tierra capaz de detenerlo. – Hey, Roll, ¿alguna vez ha habido, bueno, una rebelión de robots, creo que se le podría llamar? ¿En tu tiempo, al menos?

Roll pensó en ello por un momento. – Hmm. Sí, eso creo. – respondió luego de hacer una búsqueda rápida en sus archivos. – ¡Ah, aquí está! Algún tiempo tras los eventos del Torneo Mundial de Robots, pero fue antes de la pandemia de Robofluenza, no lo recuerdo con exactitud. Pero Mega Man peleó contra un robot que se hacía llamar King, y que había robado planos tanto del Dr. Light como de Wily. Según él, planeaba construir su propio ejército de robots para lograr su sueño de una utopía de robots.

- Pero no sería exactamente una para los humanos, ¿verdad? – inquirió X.

- Exactamente. – respondió Roll. – Por supuesto, mi hermano lo detuvo, y al final todo resultó ser otro más de los planes de Wily.

El silencio se apoderó de ambos por un instante. Ambos tenían la misma pregunta en su mente, pero X fue el que decidió hablar. – ¿Crees que eso sea posible? ¿Que los robots se rebelen contra la humanidad?

- ¡¿Qué?! – Roll se quedó perpleja. – ¡No digas tonterías! ¡Ni siquiera los robots de Wily se atrevían a salir de sus límites y atacar a humanos! Todos saben que los humanos y los robots dependen unos de los otros. – dijo con orgullo. – Sin ellos, ¡nosotros no existiríamos! Rebelarse contra la humanidad, ¡jajajaja! – Volvió a enfocarse en su hermano. – Yo no perdería mi energía preocupándome por esas cosas. El Dr. Cain y Fujiwara saben lo que están haciendo.

X se frotó su casco. – Tal vez. Pero aun así, la posibilidad existe. Por ínfima que sea, ¿verdad?

- Bueno, sí, técnicamente. – dijo Roll. – Pero es una posibilidad prácticamente inexistente. Incluso con los rumores de lo que pasó cuando se colocó la prohibición de IAs avanzadas, no hay confirmación de cuál habrá sido la razón. Podría haber sido cualquier cosa.

X pensó entonces en otra cosa. – ¿Crees que Wily haya tenido algo que ver con ello?

Roll se sostuvo el mentón. – No me sorprendería. Pero lo que sea que haya pasado – se subió la mano hacia la sien – probablemente sucedió antes o después de que mi viejo cuerpo fuera prácticamente destruido. Cuál de los dos, no puedo estar segura. – Sus labios temblaron ligeramente, pero se recuperó rápidamente. – Pero como dije, prefiero no perder energía en esas cosas.

- Sí, supongo que tienes razón. – dijo X estando de acuerdo. – Es sólo que es algo que he tenido en mi mente últimamente.

- ¡Por supuesto que tengo razón! – declaró Roll. – Soy tu hermana mayor, después de todo.

X resopló. – "Sí, por supuesto."

20 de octubre, 21XX...

Finalmente, tras mucho tiempo y trabajo, el cuerpo estaba completo.

Bueno, en su mayor parte, pues la cabeza era la única parte de la máquina que tenía "piel". La máquina tenía una apariencia mucho más masculina en su forma, el metal gris cubría sus componentes internos basándose en la anatomía masculina. Los científicos elegidos por el consejo habían decidido estudiar esculturas grecorromanas, pero el robot no permanecería así para siempre. El consejo había solicitado que la máquina tuviese un cuerpo totalmente funcional, pero no algo con cubierta de armadura similar a la de X. Eso, claro, no significaba que el robot sería hecho con materiales baratos como Roll. Todo lo contrario, pues la composición de X fue usada como mayor referencia que la de su hermana (seguía siendo considerado muy extraño que un robot tuviese ese tipo de relaciones), pero hubo mucha improvisación en el proceso.

Con todo, el cuerpo del robot estaba "terminado" en cierto sentido, al menos en su mayor parte, y los científicos se veían satisfechos con su trabajo. Aparte de la cubierta gris de metal, la cabeza de la máquina estaba basada en la de un hombre humano con algunos rasgos exagerados. No tenía cejas, pero los músculos de su cejo se veían bastante prominentes, igual que los de su barbilla. Una gema azul descansaba en su frente, y en lugar de orejas, tenía unos receptores de audio similares a los de X y Roll. Parecía humano, pero solo hasta cierto punto, otra restricción impuesta por el consejo.

- Ahora. – dijo uno de los científicos, otro hombre japonés, pero a diferencia de Fujiwara, era de constitución más robusta. Se volvió hacia Cain y al experto en robótica. – Es tiempo de que hagan su parte.

Fujiwara se puso a trabajar, revisando todo de nuevo para asegurarse que cada aspecto y característica estuviera donde debía estar. Entonces, presionó una tecla, y el proceso comenzó. A través entre los cables conectados entre la computadora y la CPU del robot a través de sus audio-receptores, el programa viajó hacia el robot, ocupando el espacio y llenando la cámara cerebral con todo lo que los dos hombres habían estado trabajando.

Todas sus esperanzas descansaban en el éxito del proyecto.

Tras un breve instante, el proceso estaba completado, y con otra tecla presionada, la máquina se activó. Sus ojos se abrieron revelando unos receptores ópticos con esclerótica negra e irises azules brillantes, pero sin pupilas presentes. Lentamente, el robot se levantó de la losa, y sus orbes azules escanearon el área mientras su vista se iba aclarando y volviendo más precisa poco a poco. Finalmente, se dio cuenta que no estaba solo, sino que varios humanos lo rodeaban y tomaban notas de todo lo que sucedía.

El Dr. Fujiwara y el Dr. Cain se aproximaron al robot, que centró su atención en ellos. – Dinos cuál es tu número de serie registrado. – ordenó el japonés. Hubo un breve período de silencio entre todos, y la máquina parecía confusa. – Puedes entenderme, ¿verdad?

- Sí, claro que puedo. – respondió el robot, con una voz masculina profunda, como de un hombre mayor. – Pero ¿por qué razón desean que les diga mi número de serie? – cuestionó, antes de comenzar a buscar en sus sistemas y murmurar en voz alta. – Hmm... parece ser que no he recibido un título oficial todavía. Entonces, ¿mi número de serie es todo lo que tengo?

Nadie dijo una palabra. Los ojos de todos los presentes en la sala estaban muy abiertos, tanto de asombro como de aprehensión ante lo que estaban atestiguando. – ¿Deseas un nombre? – preguntó el Dr. Cain, acercándose más al robot. – Bueno, estas personas necesitan registrar lo que hay instalado en tus sistemas. Así que tu número de serie es necesario. – Cierto, Fujiwara se los podría decir a todos, pero Cain sabía que ese no era el punto. – Pero sí recibirás un nombre.

La máquina miró intensamente a Cain, aparentemente estudiándolo de la misma manera en que los otros científicos estudiaban al recién activado robot. Finalmente, luego de varios momentos, todos recibieron una respuesta. – RN-001. Robot Number-001. – le dijo el androide al Dr. Cain, frunciendo el cejo. – Pero eso no es un nombre.

- No, no lo es. – dijo Cain. – En ese caso, ¿qué nombre deseas tener?

El robot pensó en la pregunta, frotándose la barbilla. – No... estoy seguro. – Miró de nuevo al anciano humano. – ¿Cuál sería apropiado?

Fujiwara y Cain contemplaron esto, mientras los científicos del consejo tomaban nota de todo lo que ocurría. ¿Cómo iban a llamar a este robot? Y mejor aún, ¿acaso era apropiado llamarlo un robot? No eran sólo Fujiwara y Cain, sino todos quienes se hacían esta pregunta, pues era muy claro que esta máquina estaba muchos niveles por encima de cualquier robot, ni hablar de los mecaniloides. Así que habría mucho más que decidir que un simple nombre.

- No. – dijo Fujiwara de repente. – No eres un robot. – "Y técnicamente, tampoco lo son esos dos."

Su mente saltó entre varias opciones, pero cada una que se le ocurría simplemente no encajaba. Luego se puso a pensar en el experimento que involucraba la construcción de Roll 2.5. Su programación fue un proceso que consumió mucho más tiempo, pero una buena porción de ello involucraba transferirle los sistemas de X; los archivos de memoria y personalidad son elementos totalmente separados. En su mayor parte, sin embargo, todo ello involucraba replicar las características de una máquina para dárselas a otra.

- Replicar... – murmuró el japonés. – ¿Réplica de robot? No. – Negó con su cabeza. – ¿Copidroide? No, eso tampoco. – Y en ese momento, le vino la etiqueta más apropiada. – Réplicas androides. O también conocidos como... Reploides.

Reploides... los otros humanos presentes se miraron entre sí, pensando en la sugerencia de Fujiwara. Una de las científicas, una mujer pelirroja, se levantó. – Eso... podría funcionar. Entonces, ¿cuál será el... nombre de RN-001?

Fujiwara también pensó en esto, pero Cain decidió hablar primero. – Creo que... tal vez "Sigma" sería apropiado para ti.

RN-001 observó al humano con barba. – ¿Sigma? ¿Eso no es un símbolo matemático?

- Se usa para denotar una suma de múltiples términos. – respondió Cain. – Todo lo que hemos recopilado en los últimos meses, está ahora dentro de ti.

RN-001, o ahora "Sigma", contempló estas palabras. – La suma de múltiples términos... es decir que ¿soy el resultado de todo su trabajo?

Cain dudó al principio, pero eventualmente, asintió. El robot, o mejor dicho, reploide, se miró sus manos.

Estos humanos, ¿a qué se referían? ¿El resultado de su investigación? ¿Investigación de qué? ¿Y de quién? Sigma se puso a pensar en esto, pero no estaba seguro de si encontraría las respuestas.

1 de noviembre, 21XX...

No había tiempo para probar a este nuevo robot, o reploide, en sus capacidades de combate dado el tiempo limitado que tenían. Principalmente porque el consejo lo había prohibido estrictamente, y porque así se podría dedicar más tiempo a las pruebas estratégicas y lógicas. Entre más rápido se desarrollase el procesador del ahora llamado Sigma, mejores serían sus oportunidades de lograr que se aprobase todo esto. Como se esperaba, Sigma pasó las pruebas con honores, pero el pensamiento rápido era solo una parte de lo que había que desarrollar. Y una vez más, Cain había decidido asumir el rol de socializar con esta máquina, esta "réplica androide".

- Entonces, ¿voy a ser presentado a este consejo? – preguntó Sigma al humano.

- Esa es la idea. – respondió el paleobotánico. – Pero tranquilo; sin duda estarán impresionados cuando te vean.

- ¿Eso cree? – preguntó Sigma, estudiando su propia forma una vez más. – Y una vez que ellos vean los resultados de su labor, ¿estaré oficialmente completado?

- Sí, eso es correcto. – dijo Cain, observando las reacciones y gestos del reploide. – "Parece estar más en sintonía con sus preceptores lógicos que con su centro emocional." – se dijo mentalmente. – "O tal vez, así es como se supone que sea un reploide, y X solo tenía un sistema más desarrollado. Tal vez, las conexiones emocionales toman más tiempo para desarrollarse."

- Usted dijo que habría otros como yo, ¿verdad? – preguntó Sigma. – ¿En dónde están?

Cain suspiró. – Ellos... no tienen permitido involucrarse. Órdenes del consejo. – Frunció el ceño. – Pero una vez que seas aprobado, podrás verlos a ambos. Estoy seguro que les dará mucho gusto conocerte.

El reploide calvo pensó en esto, buscando en sus bancos de datos información sobre los otros dos que vinieron antes de él. – ¿Son los modelos anteriores? – preguntó al humano. – ¿Por qué siguen aquí?

- ¿A qué te refieres? – inquirió Cain, sin entender del todo.

- ¿No se supone que las versiones antiguas quedan obsoletas? Según los registros de 200X, los robots frecuentemente eran reemplazados por modelos de mayor calidad. ¿Por qué no lo han hecho ahora?

Cain se sorprendió de lo que escuchó. Cierto, Sigma estaba haciendo una simple pregunta, pero la forma como habló de ello como si fuese un hecho de la vida hizo que el anciano se diera cuenta de que esta máquina era significativamente diferente de X. Incluso de Roll, incluyendo sus rasgos antes de ser programada.

- Bueno... esa es la diferencia entre los robots and los reploides. – le explicó. – Los robots, bueno, la mayoría de ellos, fueron construidos con limitaciones instaladas, tales como una devoción programada hacia los humanos. Pero los reploides pueden desarrollar estas relaciones de manera natural. No estoy diciendo que los robots no hayan demostrado signos de esto, siendo las creaciones del Dr. Light un ejemplo, pero, bueno... – Cain cruzó los brazos, algo frustrado. – Je, supongo que será algo que incluso nosotros necesitaremos tiempo para explicar.

Sigma no vio sentido en ello. Si estos hombres y mujeres no estaban seguros de lo que hacía diferentes a sus sistemas de las máquinas previas, ¿cómo se suponía que él lo demostrase? – ¿Es esa la única explicación que tienen?

Cain se encogió de hombros. – Supongo que, como el sentido de ser de un humano, no se puede explicar. Pero relájate, todo luce bien.

El reploide de ojos azules se quedó pensando en esto, sin entender del todo. Sin embargo, todo parecía estar operando como se suponía que lo hiciera, así que tal vez este "problema" necesitaría de pensamientos menos "restrictivos" para comprenderlo.

15 de noviembre, 21XX...

- Así que, acorde con los humanos, ¿ahora nos conocerán como "reploides"? – preguntó Roll. Ella y X habían decidido reunirse en el cuarto del robot azul.

- Aparentemente. – respondió X. Aunque no se les permitiera involucrarse, el Dr. Cain y Fujiwara al menos los mantenían al tanto de si pasaba algo, por si los afectara. – Réplicas androides... – dijo el robot (o ahora "reploide") azul en voz alta. – Quiero decir, entiendo por qué los robots como nosotros probablemente necesitarían una clasificación diferente. Después de todo, somos robots, pero...

- Pero no exactamente. – completó Roll por él. – De todos modos, ¿qué hay de malo con el término "robot"? *Suspiro*, después de todo, si no fuera por ellos, probablemente seguiríamos a merced de ese lunático de Wily.

- Aunque es gracias a sus robots que tu...

- Nuestro. – corrigió Roll. – Rock también es tu hermano. – "Aunque es el único de quien soy hermana menor."

- Claro. – dijo X. – "Mi VERDADERO hermano mayor." – Nuestro hermano tuvo que convertirse en Mega Man. Bueno, en el primero. – señaló X, ya que él también era técnicamente un "Mega Man", mas no el original. – ¿Tal vez haya tenido que ver algo con aquel rumor sobre el Dr. Wily? ¿Su, bueno, muerte?

Roll se quedó callada por un momento. – Me han informado de muchas cosas que han pasado desde el 20XX, pero eso, debo admitirlo, es algo que jamás me habría esperado. – dijo la robot (¿reploide?) rubia.

- ¿Crees que sea verdad? – preguntó X. Luego le vino una teoría a la mente. – ¿Crees que tal vez Mega Man haya...?

- ¡No! ¡Absolutamente no! – gritó Roll, atrapando a X por sorpresa. – ¡Rock luchó para demostrar que los robots y humanos podían convivir entre sí! ¡Él jamás mataría a nadie! ¡Ni siquiera a Wily!

- ¡No estoy diciendo que lo hiciera! – respondió X, levantando las manos y urgiendo a Roll para que se calmara. – Solo estoy diciendo que, hablando hipotéticamente, si el rumor fuese cierto, ¿dónde encajaría Mega Man en el caso de que Dr. Wily hubiese sido en efecto... eliminado por una de sus propias creaciones? Porque de lo que he leído y lo que me han contado, Wily no era del tipo de persona que sabría cuándo rendirse. – Miró fijamente a Roll. – No estoy pidiéndote que recuerdes algo doloroso o algo que no puedas recordar, pero sí entiendes lo que trato de decir, ¿verdad?

- Sí, lo entiendo. – asintió Roll. – Y honestamente, tienes razón. Eso ciertamente sería algo que Wily haría. Pero aun así... – se mordió el labio – si un robot así fue el responsable, entonces fue hecho únicamente para destruir a Mega Man. ¿Qué otra razón necesitaría? – Cruzó los brazos. – Pero un robot como ése... ¿por qué Wily tomaría un riesgo tan alto haciendo algo como eso? Incluso las formas de vida artificial más básicas están imbuidas con las Tres Leyes de la Robótica. Para que un robot matara a un humano, tendría que o no saber las leyes, o que no le importaran.

- ¿Pero cómo podría tener a un robot como ese bajo su control? – se preguntó X. – Si era tan peligroso... ¿de verdad tan lejos llegaba su odio hacia Mega Man?

- Eso es quedarse corto. – señaló Roll. – El hombre estaba obsesionado con acabar o vengarse del Dr. Light. Por varias razones, muchas de las cuales ni siquiera eran culpa del Profesor, ese hombre pareció creer que era apropiado obligar a Rock a convertirse un guerrero. Si el rumor es verdad, aunque no es que yo lo crea, entonces un robot completamente sin las restricciones de las Leyes o la lealtad a su creador sería una buena razón para tener cuidado.

- Sí, supongo que sí. – X estuvo de acuerdo. – Pero ¿crees que tal vez todavía siga...? – Hizo una pausa, sabiendo que lo que estaba a punto de decir que sonaba ridículo. – ¿Por allí?

- ¿Por allí? Quieres decir... ¿igual que tú? – Roll levantó una ceja. – Honestamente lo dudo. Cierto, sellar un robot en una cápsula no es un proceso complicado, pero las probabilidades de que una de las máquinas de Wily estuviese pasando por el mismo proceso que tú es diminuta. – Ladeó su cabeza ligeramente. – ¿Por qué lo preguntas?

X se encogió de hombros. – Supongo que estoy buscando cualquier conjetura. Pero...

- ¿Pero qué?

X se quedó callado, dejando sus ojos verdes fijos en las baldosas del suelo. – Nada. Está bien.

Roll no estaba convencida. A pesar de todo, se estaba haciendo muy tarde, y ambos estarían en cuartos separados al final del día.

- Si tú lo dices. – dijo ella dirigiéndose hacia la puerta, y el panel se abrió para dejarla salir. – Buenas noches. – agregó antes de marcharse, y la puerta se cerró detrás de ella.

- Buenas noches. – dijo X, dirigiéndose hacia su cama (que en realidad era una cápsula modificada) y apagando las luces con un interruptor en la pared.

Probablemente estaba perdiendo su tiempo al pensar tanto en esas cosas, pero aun así, X tenía todavía la pregunta de si habría alguien más como él desde que que despertó. Cierto, ahora Roll estaba aquí, y él estaba feliz con eso, pero una duda seguía carcomiéndole su núcleo. Wily, los Robot Masters, la supuesta muerte de Wily, todo se iba acumulando en un mar infinito de preguntas.

Ninguna de las cuales parecía que sería respondida pronto, sospechaba él. Pero si se equivocaba, ¿acaso querría saber las respuestas a estas preguntas?

22 de noviembre, 21XX...

Los dos ahora denominados reploides estaban de pie fuera de la cámara del consejo, una vez más aislados de los tratos con humanos. Excepto que en esta ocasión, no habría segundas oportunidades. Dado que ninguno de ellos había presentado signos de agresión previamente, fueron escoltados hasta el edificio de la misma manera que Cain y Fujiwara. Por otro lado, Sigma estaba siendo vigilado fuertemente, tanto para su propia protección como para quienes lo rodeaban. El proyecto del consejo, esta nueva raza de robot, este reploide, sería llevado a la cámara primero, y luego Cain y Fujiwara lo siguieron.

Y una vez más, X y Roll tenían que dejar sus manos fuera de esto.

- Y bien, ¿cómo crees que será este Sigma? – preguntó Roll.

X cruzó los brazos. – No podría decirlo. Pero pronto, creo que veremos los suficiente, de una forma u otra.

Roll asintió, tratando de mantener su cara relajada, pero su aprehensión se filtraba a pesar de todo. Ambas creaciones de Light (aunque una no estuviese técnicamente clasificada como tal) sabían que una de dos posibilidades podría resultar de este evento. Y si las cosas no salían a su favor, ¿qué podrían hacer?

X se puso a pensar en esto. Sabiendo que ni él ni Roll podían decir una palabra con los guardias rodeándolos, pero tenía una idea ya formándose en su CPU. – "Podríamos simplemente escapar." – pensó. – "Si llegara a eso, supongo que no tendremos otra opción."

Lo único que podrían hacer sería salir de allí. Ciertamente X, incluso Roll, no tendrían problemas para superar en fuerza a los humanos, pero eso era todo. No habría otra cosa excepto un empujón fuerte si llegara a eso. Por supuesto que nadie saldría lastimado, pero aun así, no podía evitar preguntarse si llegarían lejos. ¿Y qué sucedería con Cain y Fujiwara? Todo esto aunado al simple, pero fundamental deseo de no ser confinados hacía que a X comenzara a dolerle el procesador. Claro, sería egoísta abandonar a los dos humanos... ¡pero entonces podría llevarlos con él! ¡Los cuatro podrían escapar juntos!

A dónde, no estaba seguro, pero escaparían. Serían libres.

De repente, los paneles de la puerta gigante hacia la cámara se abrieron revelando, para sorpresa de X y Roll, tanto al Dr. Cain como a Fujiwara, y al enorme reploide, Sigma, entre ellos. Al principio, temieron miedo que hubiera pasado lo peor, pero al contrario, Cain y Fujiwara se veían bastante complacidos, si bien no aliviados.

- Y bien... – dijo X – ¿esto significa que...?

Cain asintió. X miró fijamente al hombre con sus ojos verdes muy abiertos, empezando a generar fluido, pero logró mantener la compostura lo suficiente para evitar romper en lágrimas. Roll echó sus brazos alrededor de su hermano; el ahora denominado reploide azul le devolvió el abrazo. Los dos reploides observaron a Sigma, que a su vez les devolvió la mirada.

- Creo que por fin tenemos la oportunidad de conocernos, ¿verdad? – preguntó X, en éxtasis y lleno de alegría, mientras que Sigma parecía confuso por la intensidad de la reacción del otro reploide.

Cain notó esto, y aunque todo estaba bien ahora, no pudo evitar preguntarse si el haber aislado a Sigma de los otros podría causar algunos obstáculos en el futuro. Para bien o para mal.

Esta historia continuará...

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