Jisung vio la mirada triste en el rostro de su novio, le dolió verlo sufrir de esa manera y lo peor es que era su culpa.

Sung admitía que había sido un novio malo, pensó que aislando a su novio del mundo exterior y metiéndolo en una burbuja rosa, lograría hacerlo crecer, que equivocado estaba...

Como todo artista, Minho necesitaba de críticas, necesitaba puntos diferentes de vista, merecía una opinión verdadera y no una obligada a ser dada como había sido la de sus amigos... Pero Jisung se dio cuenta tarde, pensó que su plan ee darle los mejores halagos a su novio, haría que este creciera, pero no era así y tendría que afrontar las consecuencias de sus actos.

— ¿Qué hacías? — fue lo primero que emitió el menor, acercándose lentamente a su novio — Han Jisung, te estoy hablando, ¿qué hacías?

— Todo tiene una explicación — murmuró tan bajo que creía que si no estuvieran cerca, Minho jamás le hubiera escuchado.

— Dame tu explicación, tengo todo el tiempo del mundo — se sentó y le observó desde abajo.

— Minhonnie, eres lo más importante para ti — con esa frase, el mencionado comenzó a llorar — no llores, mi vida, perdón... Eres todo mi universo, Lee Minho, eres todo lo que amo, eres mi vida entera y no quería lastimarte, dios, sólo de pensarlo me duele el alma y sé que igual lo hice, lo siento. Quise mantenerte aislado de las críticas, quería que fueras feliz haciendo lo que amas, quería apoyarte, llenarte de elogios, que creciera creyendo que eres capaz, pero sólo te lastimé y no dejé que mejoraras de verdad.

Para ese momento Jisung se encontraba hincado en medio de las piernas de su precioso novio, quien en vez de gritarle, simplemente le acariciaba el cabello.

— Tonto — exclamó Minho, el mayor levantó su rostro empapado en lágrimas — ¿creés que soy idiota?

— Te juro que es la verdad, jamás lo hice con mala intención, yo te amo, de verda-

— Cállate, lo sé... Y también sé que mis pasteles son horribles, maldito estúpido — Jisung frunció el ceño — Sung, ni la persona más pendeja creería que esos pasteles están lindos.

— No entiendo.

— Hace dos años, bromeando con tu hermana, me dijo que estabas tan enculado, que dirías que hasta el pastel más feo que 'hiciera' estaba lindo, comenzó siendo una broma, pero llegó un momento en el que te veías tan ilusionado con hacerme sentir bien que no pude parar... Lo siento.

— ¿Qué?

Jisung estaba molesto, le habían visto la cara de estúpido.

— ¿Me has estado mintiendo todos este tiempo? — se levantó y se sentó a su lado.

— Exacto, como tú a mí — acercó su mano al rostro de su novio y comenzó a limpiarle las lágrimas — bobo.

Minho le besó, al principio no negaría que le molestó saber que Jisung le mentiría en esos casos en donde podía quedar humillado, pero luego comenzó a causarle gracia.

— Te amo — dijo suavemente el menor — la primera vez me enojé he de confesarlo, pensé 'sé sincero conmigo y dime la verdad aunque duela', pero cuando comenzaste a mandarme videos de repostería y de cómo mejorar todo, simplemente no pude... me ibas a visitar y acompañar a hacer pasteles, he de confesar que la mayoría son de pinterest y cuando llegabas tenía que improvisar, pero me llenabas de besos y me decías lo orgulloso que estabas de mí, aún viendo lo feo que me había quedado y entendí que tus intenciones no eran malas, pero tampoco las más adecuadas.

— Lo siento, perdón, es que no quería quitarte tu deseo por obtener malas críticas.

— Eres el mejor.

— ¿O sea que no te gusta la repostería?

— ¿De qué hablas?, por esta broma descubrí lo mucho que amo hacer pasteles, estoy aprendiendo de verdad, espero mostrarte pronto algunos de mis creaciones.

— ¿Mi hermana sabe todo esto?

— Tu madre, tu padre, la mayoría de la familia de nuestros amigos y claro, tu hermana y también sé que le pagabas a mi vecina para comprar mis pasteles.

Jisung rió fuertemente.

— Tuve que explicarle todo con mucha vergüenza y decirle que no tenía ningún pastel. La hiciste pasarse por miles de personas diferentes con tal de que me comprara muchos pasteles, al menos ella me regresaba tu dinero, fue gracioso para ella.

— Dios, que vergüenza, llegué a pagarle mucho para que se hiciera pasar por media cuadra.

— Te amo, recuerdo cuando te comiste el pastel del sub director, él también sabía todo.

— El humillado terminé siendo yo.

La navidad de todos terminó siendo en una celda de la cárcel, todos pensaron que Sunno estaría llorando o aterrado terminando de una vez por todas con Sunghoon, pero el chico se estaba riendo como loco, contando lo orgulloso que se sentía teniendo un mechón rubio de Jeongin en sus manos.

El mencionado se encontraba en medio de sus novios, acurrucado y dolido.

Jisung y Minho se encontraban riendo, no era como ninguno imaginó que sería su noche, pero la habían pasado genial, varios secretos habían sido revelados y esperaban que de ahora en más no hubieran ninguno entre ellos.

— Abriré una pastelería el otro año. — exclamó Minho con emoción.

Todos quedaron boquiabiertos, menos la hermana

— Yo le ayudaré — habló ella orgullosamente.

— ¿En serio?

— Lo juro, sólo tengo la idea, pero necesito buscar el local, mejorar un poco más mi técnica y obviamente mostrarte e incluirte en todo esto, Jisung.

Todos le vieron serio

— Y claro, a ustedes también chicos — rió.

— Te amo, te apoyaré en todo y juntos encontraremos un lugar bonito para tus trabajos.

— Aún no los has visto, pueden ser postres curiositos.

— Si son tuyos, no importa, siempre amaré tus postres curiositos.

Fin

Aún faltan dos extras, los estaré publicando en la tarde o de apoco