Parado frente al espejo de cuerpo completo, sentía que había vuelto en el tiempo, a cuando sentía que ningún atuendo lucía bien en él aunque su ropa fuese bonita. Detrás de él, sobre su cama, había una gran pila de ropa, llevaba por lo menos cuarenta minutos sacando prendas de su armario para al final decidir que cualquier cosa sería lo mismo, así que se dejó unos pantalones azul oscuro y una camisa verde que combinaba con sus zapatos.

Ya peinado y perfumado, se metió en los bolsillos sus llaves y billetera antes de dirigirse a la cocina para tomar el postre de fresas que había preparado esa mañana. Mientras caminaba con la caja del postre hacia la salida, se detuvo ante la preocupación de un pensamiento. BaekHyun le había dicho que estarían todos sus amigos ahí, y por supuesto JongIn era parte de ese pequeño grupo. No había vuelto a ver a su antiguo novio desde el día en el que se lo topó fuera de su oficina. Aquel día ni siquiera habían tenido oportunidad de conversar, pues KyungSoo había sentido tanto temor que tuvo que excusarse y salir corriendo.

Se preguntaba si es que era verdad que JongIn estaba en una relación, y de ser así, si llevaría a MinSoo a la cena. Por un instante se sintió molesto ante la idea, pensaba que sería irrespetuoso invitarlo a una reunión de amigos, especialmente porque él estaría presente. Quiso olvidarse de todo y simplemente quedarse en casa, sin embargo había prometido que iría a SeHun y a BaekHyun y no les podía fallar.

Salió de casa y condujo su auto de manera lenta hasta el edificio donde su amigo vivía, deseando que el camino fuese eterno para nunca llegar. Al aparcar su coche comenzó a sentir una gran inquietud que crecía conforme caminaba hacia el ascensor. Estaba ansioso por ver a los chicos luego de tanto tiempo, los extrañaba, pero tenía miedo de lo que se encontraría allí.

Con los dedos temblorosos dio varios golpecitos a la puerta, ignorando por los nervios el botón del timbre que se hallaba más arriba de su cabeza. Enseguida SeHun le abrió.

—Te estábamos esperando, solo faltabas tú —mencionó el mayor con una amplia sonrisa haciéndose a un lado para que pudiera pasar. Mientras cruzaba el marco de la puerta, fue atacado por unos delgaduchos brazos.

—¡KyungSoo! —oyó exclamar a JongDae justo en su oído, causando un pequeño dolor que no le importó, pues era mayor la felicidad que sentía de volver a verlo.

—KyungSoo al fin está aquí —oyó decir a LuHan y en segundos se encontró rodeado por siete personas distintas, incluyendo a JongIn quien para su suerte no iba acompañado de nadie.

—Hola chicos —murmuró tímidamente, sintiéndose extraño al tener la atención de todos puesta en él.

—Cuánto tiempo sin verte KyungSoo —dijo JunMyeon dándole un abrazo. Así fueron pasando cada uno de ellos, hasta que tocó el turno de JongIn, quien no desaprovechó la oportunidad de darle un prolongado y fuerte abrazo.

KyungSoo solo atinó a colocar sus manos en la espalda del hombre, luchando por no deshacerse allí mismo. Aunque ninguno de sus amigos dijo nada, pudo ver que se enviaban miradas cómplices entre ellos. Al separarse JongIn le dedicó una sonrisa, de esas que mostraba cuando eran adolescentes.

—¿No es increíble? Estamos todos reunidos de nuevo —oyó decir a LuHan, quien mantenía sus dedos entrelazados con YiFan. KyungSoo se sintió feliz al darse cuenta de que a excepción de él y JongIn, las parejas seguían estando juntas.

Hubo un breve silencio, fue como si hubiesen recordado que allí faltaba alguien, pero ese alguien no era primordial en sus vidas, por lo que el ambiente volvió a ser cálido en pocos segundos.

—Debo admitir que los extrañé mucho —dijo el mayor de todos mientras se acomodaban en el sillón y los que no cabían, en sillas.

KyungSoo aún no se unía a la conversación, pero escuchaba con una sonrisa todo lo que decían.

—¿Qué es eso que tienes ahí? —preguntó BaekHyun señalando la caja. KyungSoo recordó entonces el postre.

—Es una tarta de fresas —respondió tendiéndosela. El chico tomó la caja de buena gana para llevarla a la cocina.

En ese momento oyó el sonido de una silla siendo arrastrada hasta su lado. Vio que JongIn se sentó en ella, y también de dio cuenta de que el lugar que ocupaba antes estaba ahora vacío.

—Debe estar deliciosa —susurró acercándose un poco más—. Extrañaba comer tus postres.

KyungSoo comenzó a jugar con sus dedos y agachó la cabeza.

—Sí, bueno, no sé. Espero que sí esté rica.

La conversación no duró mucho, pues tuvieron que acomodarse en el comedor cuando la cena fue servida. KyungSoo no planeaba comer demasiado, pero cuando se dio cuenta, ya se había terminado un enorme plato de filete con puré de patatas.

Instantes después BaekHyun apareció con platos, cucharas y un cuchillo, y con ayuda de SeHun comenzó a repartir la tarta por rebanadas. Mientras comían, todos hacían mención del buen sabor que tenía, pero KyungSoo no había comido ni un poco. Le acomplejaba pensar que todos sus amigos seguían igual de delgados y atractivos que siempre, mientras él había vuelto a ser gordo.

—¿Por qué no comes? —preguntó JongIn luego de unos minutos. KyungSoo aún no se acostumbraba a su presencia, por lo que se sobresaltó.

—Porque... las fresas no me gustan mucho últimamente —mintió.

Pensó que no insistiría más debido a que lo vio levantarse e ir hacia la cocina, pero al volver le entregó un plato con una rebanada de pie de quedo.

—El queso te sigue gustando ¿o no?

—Sí...

—Bueno, pues come, lo encontré en la nevera y no creo que a Baek le importe —Al ver la sonrisa de JongIn él se encontró sonriendo también por reflejo.

Durante la reunión no volvieron a hablar directamente, pero a veces sus miradas se encontraban y les era difícil romper con el contacto visual. KyungSoo se sentía como el adolescente enamorado que había sido años atrás, y se odió a sí mismo por haber roto su relación por una tontería que tenía arreglo.

Mientras bebían café y contaban anécdotas divertidas y otras no tanto, el teléfono de BaekHyun los interrumpió y tuvo que disculparse para responder la llamada en el pasillo. A los pocos minutos volvió, siendo recibido por varias miradas curiosas.

—Era TaeHyung, un compañero de la empresa —explicó y miró a KyungSoo—. Lo invité pero dijo que no podría venir, te mandó saludos, Kyung.

El resto siguió con la conversación en donde la habían dejado, pero no JongIn. KyungSoo incluso pudo jurar haber escuchado un bufido de su parte, y aunque se negaba a ilusionarse, no podía evitar creer que el hombre estaba celoso.

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El lunes por la mañana el director de la empresa lo recibió con la noticia de un nuevo proyecto. Debutarían a un grupo de seis chicos y él había sido elegido como su entrenador de canto, debía hacer los arreglos de las canciones entre otras actividades, pero no era lo único. También le pidieron trabajar junto a JongIn para lograr armonía entre canto y baile en la canción promocional.

Aunque no se negó a una oportunidad tan grande como aquella, no dejaba de pensar en la gran cantidad de tiempo que pasaría con el hombre y lo extraño que resultaba. No quería estar en una situación incómoda, y mentiría si dijera que no moría por probar de nuevo sus labios cada vez que lo veía.

Ese día fue directo a su oficina, no compró el desayuno y tampoco se preparó café, simplemente se sentó frente a su escritorio mientras esperaba a que todos sus alumnos llegaran al edificio, aunque había bebido un jugo de naranja en casa. La mañana anterior había decidido bajar de peso lo más pronto posible, así que se sometería a una rigurosa dieta.

Pocos minutos después, vio la hora en su teléfono y salió de su oficina para dirigirse a la sala de prácticas. Iba un poco distraído pensando en el hambre que tenía, así que no vio a JongIn caminar en su dirección y si no fuera porque el más alto lo sostuvo por los hombros, habrían chocado.

—Kyung ¿te enteraste de proyecto? —preguntó con una amplia sonrisa—. Estoy muy emocionado por comenzar.

—Sí, el director me lo dijo —respondió él sintiéndose nervioso, pues JongIn no había retirado las manos de sus hombros.

De pronto vio a MinSoo. Estaba parado fuera de la sala de prácticas al parecer esperándolo, y al verlos así de cerca puso su mejor cara de odio. KyungSoo carraspeó de forma incómoda.

—Tu novio —murmuró—, nos está viendo.

—¿Mi novio? —JongIn ladeó la cabeza en muestra de confusión y alejó sus manos para girar y mirar a sus espaldas—. Oh, él —dijo avergonzado—. No es mi novio ¿qué fue exactamente lo que escuchaste?

No fue capaz de responder, necesitaba estar seguro de haber escuchado bien.

—Es que... —comenzó a explicar JongIn—. Lo admito, una vez nos besamos, pero juro que no significó nada.

Sintió un dolor atravesar su pecho al imaginar eso, pero también le dio esperanzas.

—Tranquilo, no me debes explicaciones.

—Eso lo sé, no te las debo, pero pensé que te gustaría saberlo.

—Tienes razón —respondió sonriendo—. Estaba... estaba preocupado de que salieras con él.

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Lamento taaanto la tardanza, pero actualizaré varias veces en esta semana para compensarlo. ;u;

También les cuento que escribí una pequeña historia para un concurso de ChanYeol chile, les dejo el link y si les gusta su like será bien recibido (? https://www.facebook.com/ChanyeolChile/posts/773608532776501?comment_id=776779605792727&comment_tracking=%7B%22tn%22%3A%22R9%22%7D

Creo que el link no funciona, así que lo dejo en un comentario jojo