♡Segundo capítulo♡
Tardaron más o menos media hora en llegar a casa de BaekHyun. SeHun aparcó en el pequeño estacionamiento de la entrada y juntos bajaron para dirigirse al elevador. Iban tomados de la mano y por momentos sus miradas de cruzaban pero ninguno se atrevía a decir algo. Era la segunda ocasión en que estaban juntos desde que habían retomado su relación, pero era la primera vez que volvían al apartamento que habían compartido poco más de dos años atrás.
BaekHyun presionó el botón con el número seis que se iluminó con una luz roja y en cuestión de segundos llegaron a su piso. La puerta se abrió permitiendo que salieran. Avanzaron uno al lado del otro sin soltarse las manos hasta el apartamento número cinco y BaekHyun tecleó su contraseña para entrar. Notó cómo SeHun veía la sala, comprobando que cada mueble estuviese en el mismo sitio que antes de marcharse y sonriendo al comprobar que era así. No había nada fuera de lugar a excepción de las cortinas que habían sido cambiadas.
BaekHyun sonrió de forma amplia sintiendo que su hogar volvía a ser el mismo. Abrazó al chico por la espalda y presionó las manos contra su abdomen plano.
—Te extrañé muchísimo.
—Y yo también te extrañé a ti Baek, me hiciste mucha falta.
—Eres un tonto, si me hubieras escuchado antes no habríamos estado separados todo este tiempo —dijo en tono de reproche. SeHun suspiró acariciando sus manos.
—Lo sé, fui un idiota, pero me enfurecí al verte con ChanYeol en aquella cafetería, creí que...
—Sé lo que creíste —lo interrumpió impidiendo que terminara la frase—. Sé que ya te expliqué cómo sucedieron las cosas, pero hay algo que no te dije.
El más alto se giró para mirarlo cara a cara, aunque los brazos de BaekHyun seguían en torno a su cintura.
—¿De qué me estás hablando?
—ChanYeol me ha estado llamando desde hace casi un año —explicó—. Yo no respondía a ninguna de sus llamadas pero él era insistente. Ese día que nos viste me lo encontré por accidente, eso ya lo sabes, pero no estaba solo.
—¿Eh?
—Estaba con su esposa y su hija —mencionó con una diminuta sonrisa—. Ella es adorable, se parece a su mamá. Como sea, simplemente lo saludé, el pasado ya quedó olvidado y no le guardo rencor, pero antes de poder marcharme, ChanYeol le pidió a la mujer que lo esperara en otro lugar para quedarse a solas conmigo.
Vio que SeHun asentía con la mandíbula apretada, así que besó sus labios para darle tranquilidad.
—Me invitó a una cita con él, y por supuesto yo no accedí, así que nos pusimos a hablar acerca de cómo nos iba en la vida y en ese momento llegaste tú. No tenía idea de que llegarías antes, pero como ya te dije, no estábamos haciendo nada malo.
—Lo entiendo amor —susurró SeHun dando caricias en la espalda del hombre—. Yo sé que fui un tonto, pero déjame enmendarlo, haré lo que tú quieras.
—¿Lo que yo quiera?
—Así es.
—Entonces desvélate conmigo viendo películas —Tomó su mano arrastrándolo hasta el sofá, se sentó allí con él y tomó el control remoto encendiendo la pantalla.
—¿Puedes desvelarte? Si lo haces no tendrás energías para mañana.
—JongIn es mi amigo, entenderá si no hago los bailes con mucha energía —respondió encogiéndose de hombros y se inclinó para dar un lento beso en los labios de su pareja—. Dijiste que harías lo que yo quiera ¿no?
—Eso dije.
—Entonces ve a traer helado y palomitas.
♡
Su trabajo como profesor podía ser estresante algunas veces, pero afortunadamente tenía a BaekHyun y TaeHyung con él. Gracias a ellos dos las cosas eran más llevaderas, especialmente cuando MinSoo adoptaba una actitud soez hacia él.
No quería creer que aquel chico grosero era el novio de JongIn, aunque nada era seguro ya que no les había visto juntos en ningún momento.
Ese martes llegó temprano a trabajar, por lo que tuvo tiempo en la mañana para ir por un café y mientras volvía a su oficina con la bebida caliente en las manos, vio a JongIn caminando por el pasillo y tuvo que esconderse tras uno de los pilares. Sintió que el chico pasaba por su lado y mantuvo la respiración, tras unos segundos salió de su escondite dando un suspiro de alivio. A pesar de que estaba feliz por no haber sido descubierto, su corazón dolía. JongIn parecía ser el mismo, solo que embellecido por la madurez.
Sin pensar más en ello se dirigió a la oficina y tomó asiento en su silla colocando el café sobre el escritorio. Fue en ese momento que se percató del pastelillo de limón que había allí en un empaque transparente. Un poco confundido lo tomó, preguntándose internamente quién lo había dejado allí, y al hacerlo vio un papel rosa demasiado familiar pegado a la superficie del escritorio.
Las lágrimas se acumularon en sus ojos, se limpió con la manga antes de que pudieran caer y apretó el post-it contra su pecho cerrando los ojos. Era obvio que se trataba de la letra de JongIn, no la olvidaría ni en un millón de años, además aún conservaba todas las notas del pasado y a veces le gustaba leerlas antes de dormir.
Se quedó así por algunos minutos más, sosteniendo el post-it con las manos temblorosas y sintiendo un nudo en la garganta. La situación le traía recuerdos, y además se sentía como un tonto al pensar que JongIn lo había descubierto. ¿Hace cuánto tiempo sabía que trabajaba ahí? No podía estar seguro, pero era probable que lo supiese desde el principio.
Poco después guardó cuidadosamente la nota dentro de una libreta y abrió el empaque de su panecillo comenzando a comerlo acompañado del café. Sabía delicioso, JongIn todavía tenía en cuenta sus gustos
♡
Durante ese día no volvió a encontrarse con su antiguo novio. Tuvo una tarde tranquila, dio clases a sus alumnos y al acabar se dirigió a su oficina con el fin de planificar lo que enseñaría al día siguiente. Estaba inmerso en unas partituras cuando la puerta se abrió, no debía levantar la mirada para saber que era BaekHyun, pero lo hizo recibiéndolo con una sonrisa.
—No te has ido.
—Tú tampoco.
—Estoy revisando los últimos detalles para la clase de mañana.
—Yo vine para hacerte una invitación —dijo su amigo tomando asiento frente a él—. Junto a SeHun estoy planeando una comida este fin de semana, quiero que vengan todos.
—¿Dijiste SeHun? ¿Volviste con él? —preguntó KyungSoo sin poder ocultar su emoción.
BaekHyun sonrió de forma deslumbrante.
—No te había contado porque quería que fuese una sorpresa para el fin de semana, pero eres mi mejor amigo, debías saberlo antes que el resto.
—Eso es muy bueno —KyungSoo tomó las manos del chico sobre el escritorio y les dio un apretón en muestra de apoyo—. Adoro verlos juntos, sé cuánto se aman y no merecían haber terminado por culpa de un malentendido. Menos mal que están juntos de nuevo.
KyungSoo percibió en BaekHyun una extraña mueca, como su estuviese callando algo, pero no preguntó qué era porque estaba casi seguro de lo que respondería.
—Gracias. ¿Entonces vendrás?
—Por supuesto que sí. Los extraño a todos, ya quiero verlos.
—Entonces te doy los detalles en estos días. Debo irme ya, SeHun pasará a recogerme porque ya es tarde.
—Salgamos juntos, yo también me iré ya y quiero saludarlo.
Guardó la hoja de las partituras dentro de una carpeta color crema que había en un cajón del escritorio y se puso de pie sin olvidar la libreta donde había guardado el post-it de corazón. Salieron juntos y en los pasillos se despidieron de algunos trabajadores con los que se encontraron. Al dejar el edificio BaekHyun señaló al auto gris estacionado en la esquina.
Al acercarse hasta el auto, SeHun ya había salido y se encontraba apoyando contra la puerta del copiloto. Sonrió al verlos llegar, alegrándose del rencuentro con un viejo amigo. KyungSoo le devolvió la sonrisa con sinceridad, de algún modo su relación con SeHun se había vuelto cercana y le había extrañado. SeHun se irguió y dio un paso hasta ellos recibiendo a BaekHyun con un beso en los labios antes de mirar a KyungSoo.
—Ha pasado mucho tiempo.
—Sí, hola —respondió él agitando un poco su mano. Se miraron por unos segundos antes de que el mayor le diera un abrazo.
—Sigues siendo tan torpe con esto de relacionarte —mencionó a modo de broma separándose del chico, BaekHyun le golpeó el hombro.
—Déjalo en paz.
—Pero es verdad, KyungSoo sabe que hay una gran confianza entre nosotros y aun así sigue actuando tímido.
—Supongo que se debe a que es la primera vez que te veo en más de dos años —dijo adoptando una actitud relajada—. ¿Fue duro tu servicio?
—Fue más duro haber estado lejos de Baek.
—Cursis.
—No nos puedes decir nada cuando tú y... —De repente SeHun se detuvo y aunque intentó parecer tranquilo, en su expresión alcanzó a ver arrepentimiento. KyungSoo no era precisamente un genio, pero contaba con la inteligencia suficiente para saber que el nombre de JongIn seguramente estaría incluido en la frase.
No quería que las cosas se pusieran incómodas, por lo que que terminó por despedirse asegurando que iría a su reunión el fin de semana y que llevaría algún postre preparado por él.
♡
La batería de su teléfono móvil se había agotado en algún momento de la noche causando que la alarma no sonara a la mañana siguiente. KyungSoo despertó cuarenta minutos más tarde de lo que era habitual y solo tuvo tiempo para darse una dura rápida ducha y vestirse. Planeaba pasar a comprar su desayuno de camino, pero al entrar al auto y ver la hora se dio cuenta de que ya no le daba tiempo.
Llegó al edificio de Platinum entertainment con dos minutos de retraso. Suspiró de alivio aparcándose y salió de su auto apresurado para entrar, pues seguramente sus alumnos ya lo esperaban en la sala de práctica. Se dirigió primero a su oficina para tomar las partituras del cajón y al salir se encontró de frente con quien había estado evitando.
—¿Tienes prisa? —preguntó JongIn con una diminuta sonrisa, aunque por la forma en que jugaba con sus dedos parecía nervioso.
KyungSoo se quedó pasmado sin saber qué responder, las extremidades le temblaban, y estaba seguro de que el hombre delante de él no se hallaba en mejor estado. Parecía que volverse a encontrar no era fácil para ninguno de los dos.
—S-sí —logró articular. Las hojas que llevaba en las manos comenzaban a arrugarse debido a la fuerza con la que las sujetaba—. Hola —dijo luego de unos instantes sintiéndose tonto. Agachó la cabeza, lo único que quería era escapar, pero al mismo tiempo deseaba quedarse.
—KyungSoo, ¿de verdad creíste todo este tiempo que yo no notaba tu presencia? —preguntó JongIn entre serio y divertido, no sabría descifrar su tono—. Eres muy importante para mí, no podrías simplemente pasar desapercibido.
Sentía que moriría de vergüenza. En ese momento solo pudo pensar en todas las veces que se ocultó tras puertas, muros y pilares, y en que muy posiblemente JongIn lo había visto todas esas veces.
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1-. Perdonen por tardar. ;n;
2-. Escribiré especiales de cada pareja y así sabrán más de cómo sucedió todo con el SeBaek. <3
3-. Perdonen también por haber ilusionado a las BaelYeol shippers xD ¿recuerdan que cuando Baek subió al auto con SeHun ya habían pasado días desde que le contó a Soo que terminaron? Lo aclaro por si no recuerdan C:
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