Le dieron una oficina dentro de las instalaciones de la empresa. Era pequeña a decir verdad, aunque acogedora, pero solo luego de haber dispuesto algunas fotografías familiares en portarretratos y algunos adornos más. Había una ventana de unos cuarenta centímetros cuadrados en una de las paredes laterales que daba hacia un bonito jardín donde los estudiantes y trabajadores podían descansar en sus horas libres, el piso era de azulejos blancos y las paredes color crema.

Todavía no le asignaban alumnos a los cuales enseñar, pero estaba en espera de ello. Otra cosa que había descubierto era que en el corredor que daba a las oficinas había un dispensador de agua caliente, por lo que todas las mañanas podría prepararse un café y acompañarlo de pan o galletas. En su primer día todo parecía ir en orden, a excepción de que, desde el primer instante en que llegó, lo que más le preocupaba era ocultarse de Kim JongIn.

¿Que si tenía ganas de verlo? Moría por volverle a ver luego de tanto tiempo, sin embargo tenía miedo. En primer lugar, no sabría cómo iniciar una conversación decente. ¿Qué podría decir? Ni siquiera sabía cómo debía saludarlo, después de todo era la persona de la que aún estaba enamorado. También estaba el hecho de que su aspecto no era el mejor en esos momentos y tenía miedo de decepcionar a JongIn, ¿qué le diría cuando lo viera con tantos kilos encima después de haber logrado su objetivo?

A eso del medio día le llegó una carpeta con los datos de los estudiantes que estarían bajo su cuidado. Mientras revisaba hoja por hoja, BaekHyun entró a su oficina sin haber llamado antes con una sonrisa radiante.

—Al parecer serás mi profesor —dijo tomando asiento en la silla que había frente al escritorio. KyungSoo sonrió, aunque parecía un tanto confundido.

—No lo entiendo, tu técnica es mejor que la mía.

—Te escuché cantar durante la entrevista y créeme, has mejorado infinitamente —El comentario provocó que las mejillas del chico se tiñeran ante tal alago.

Transcurrieron algunos silenciosos instantes en los que KyungSoo se dedicó a observar la ficha de un muchacho apuesto de nombre Kim TaeHyung. Tenía veintidós años recién cumplidos y como era un recién reclutado, su rango vocal no estaba anotado allí. Pasó la hoja luego de un par de minutos.

—Por cierto, ¿cómo te va con SeHun? Hace bastante tiempo que no hablamos —preguntó dándole una mirada a su amigo, notando cómo se removía incómodo en su asiento.

—Um, ¿no te conté? Lo dejamos hace un par de meses cuando volví de mi servicio militar —murmuró con un tono apenas perceptible. KyungSoo sintió pena por él y aunque por el momento no quiso formular más preguntas, se hizo una nota mental de averiguarlo después.

—Por cierto —cambió de tema—. No me dijiste que JongIn imparte clases de baile aquí.

—Creo que lo olvidé —respondió BaekHyun retomando su semblante alegre.

—Yo no lo creo.

KyungSoo continuó leyendo las fichas de los que se convertirían en sus nuevos estudiantes hasta llegar a la última que pertenecía a un hombre llamado MinSoo. Al levantar la cabeza se percató de cómo BaekHyun mantenía la vista fija en aquella fotografía que mostraba el rostro de un muchacho guapo de piel blanca y dientes perfectos.

—¿Lo conoces? —cuestionó un poco curioso por la expresión de su amigo. BaekHyun simplemente asintió con la cabeza y murmuró algo que no alcanzó a escuchar.

—No es importante.

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La segunda vez que vio a JongIn fue ese mismo día mientras se dirigía hacia los baños. Caminaba distraído por los pasillos hasta que vio a una figura conocida saliendo de una de las salas, inmediatamente entró por la primera puerta que estaba a su alcance. Dio un suspiro de puro alivio al estar seguro de que no le había visto, pero entonces descubrió que no estaba solo. Allí dentro estaba un chico con algunas hojas de partituras en sus manos. Se miraron extrañados durante algunos segundos, hasta que KyungSoo reaccionó inclinando la cabeza en muestra de respeto y recibiendo el mismo gesto de parte del otro.

—Lo lamento mucho, no sabía que había alguien aquí —se disculpó avergonzado, pero el chico simplemente sonrió restándole importancia. Ya que lo miraba mejor, su cara le parecía conocida.

—No hay problema, supongo que eres nuevo, no recuerdo haberte visto por aquí, aunque a decir verdad tengo poco tiempo de aprendiz.

—Soy nuevo —respondió de forma lenta—. Mi nombre es Do KyungSoo, soy el nuevo profesor de canto.

—Oh, ¿profesor? —expresó el chico con sorpresa antes de hacer una inclinación de noventa grados—. Disculpe mi falta de respeto, soy Kim Taehyung.

KyungSoo sonrío de forma genuina, su estudiante le parecía muy simpático. A pesar de que aún no confiaba por completo en las personas debido a experiencias pasadas, el muchacho le hacía sentir cómodo.

—Taehyung, sinceramente me gustaría que me llames por mi nombre, no soy mucho mayor que tú.

—Entonces eso haré, KyungSoo —respondió el chico más relajado—. A todo esto, ¿es mi imaginación, o parecías huir de alguien hace un momento?

—¿Huir? —Le miró sorprendido, había sido atrapado pero decidió mentir—. No, no estaba huyendo, solo estaba buscando los baños.

—Te acompañaré, están muy cerca de aquí —dijo el chico abriendo la puerta para que el mayor saliera primero. KyungSoo asomó la cabeza comprobando que JongIn ya no estuviese ahí.

Luego de aquella escena KyungSoo se reunió en una sala de prácticas junto a Taehyung y seis chicos más, entre ellos cuatro muchachos contando a BaekHyun y solo dos chicas.

—Um, ¿qué tal? Soy su nuevo profesor de canto —se presentó de forma tímida. Resultaba un poco intimidante estar entre tantas personas atractivas. Vio que BaekHyun le sonreía desde su lugar logrando que se sintiera más tranquilo—, y es un placer al fin conocerlos.

—Mucho gusto profesor, mi nombre es Choi Ina —dijo de forma educada una de las muchachas. Los demás mostraron únicamente una sonrisa a medias.

—¿Qué sucedió con Kyuhyun? —cuestionó uno de los muchachos cruzándose de brazos mientras lo analizaba con una mirada dura, a pesar de que KyungSoo no quería parecer débil ante uno de sus alumnos, le fue imposible no encogerse sobre su propio cuerpo.

—¿No te enteraste? —respondió Taehyung en tono burlón hacia el chico—. "Renuncio porque MinSoo es insoportable", esas fueron las palabras exactas que le dijo al director.

—Cierra la boca —El muchacho rodó los ojos mostrándose ofendido—. Mejor comencemos las clases ya, que no vengo aquí para perder el tiempo.

En la primera clase les enseñó lo básico, aunque hablaron más que nada acerca de que debían amar lo que hacían para poder realizarlo mejor y obtener buenos resultados.

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Hubo otros días en los que vio a JongIn de lejos, pero no se atrevió a acercarse y solo se ocultaba para no ser descubierto. Cada vez que su mirada lo encontraba, el corazón le latía de forma veloz y a pesar de no ser ya un adolescente, las mariposas en el estómago volvían. Se preguntaba si JongIn aún lo recordaba, o si le extrañaba si quiera la mitad de lo que él lo hacía. A veces sentía la necesidad de preguntar a BaekHyun por él, pero temía descubrir algo que no le gustase mucho saber.

Una tarde, mientras caminaba hacia la sala de prácticas, escuchó por accidente una conversación que definitivamente no tendría que haber oído. Iba pasando por fuera de una de las salas cuando oyó la voz de una chica.

—¿Es el novio de Kim JongIn?

—Creo que sí —respondió una voz diferente a la primera—. Al menos eso me dijo TaeKook.

—Yo creí que su novio era Jackson.

—No, es MinSoo, yo sé lo que te digo.

KyungSoo prácticamente se marchó de allí corriendo, no necesitaba escuchar nada más. El pecho le dolía demasiado al imaginar a JongIn con novio, y lo peor era que lo podía imaginar clara y perfectamente porque conocía a MinSoo, era uno de sus siete alumnos.

Las lágrimas se acumulaban poco a poco en sus ojos y nos las quería dejar salir porque en pocos minutos comenzaría su clase. Pensó en ir a los lavabos antes de dirigirse al salón para lavarse la cara y tranquilizarse un poco, pero a mitad del camino se topó con Taehyung.

—KyungSoo, qué bueno que te encuentro, tenía una duda sobre... —El chico le miró con una expresión extrañada—. ¿Te encuentras bien?

—Sí, sí —mintió—. Me duele un poco la cabeza, pero estaré bien si me lavo la cara con agua fría.

—¿Te sientes mal? Si quieres puedo avisar a los demás que esperen un poco.

—No es necesario Taehyung —respondió agradecido—. Ve con el resto, en cinco minutos estaré allí.

Sin esperar para oír su respuesta, KyungSoo se dirigió a los lavabos para lavarse. Estuvo parado frente al espejo por varios minutos mientras recordaba su pasado con JongIn, los post-its en forma de corazón que el chico escribía para él, los almuerzos juntos, su primera vez intentando hacer el amor y la primera vez que lo lograron. Era demasiado doloroso pensar en ello porque se trataba únicamente de recuerdos lejanos. Observó su reflejo con disgusto, habían vuelto sus mejillas prominentes y por un momento se comparó con MinSoo que era delgado y bonito. Quiso llorar de nuevo al descubrir que en el fondo aún guardaba la esperanza de volver con JongIn, pero ahora veía acabadas las posibilidades.

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Cuando BaekHyun salió del edificio el cielo estaba ya oscuro y los cables de luz impedían ver a las pocas estrellas que había. Estaba haciendo un poco de frío porque el invierno llegaría pronto, así que enredó una cálida bufanda en todo a su cuello y caminó con las manos metidas en los bolsos de su saco hacia la orilla de la acera. Los autos pasaban a una velocidad moderada, una vez que el semáforo se colocó en rojo, cruzó la calle por las franjas blancas del asfalto y se quedó esperando en la esquina contraria mirando un par de veces su reloj de muñeca.

Pocos minutos después un auto gris se detuvo frente a él, con una sonrisa BaekHyun avanzó, abrió la puerta del copiloto y se acomodó en el asiento abrochando su cinturón.

—¿Cómo estuvo tu día?

—Bastante bien, las clases con KyungSoo son geniales, aunque MinSoo es un poco molesto.

—¿Sabe que KyungSoo fue novio de JongIn?

—Creo que sí lo sabe, es más, pienso que sabe que JongIn no ha sido capaz de olvidarlo, de lo contrario no actuaría de esa forma —respondió mirando por la ventana—. ¿Crees que puedan volver? Es obvio que se aman.

—Si nosotros lo hicimos, ¿por qué ellos no?

—Tienes razón, aunque Kyung vive ocultándose de JongIn.

—Tranquilo, no podrá esconderse para siempre.

El hombre dio un veloz beso en sus labios volviendo a conducir, pues poco a poco el tráfico comenzaba a crecer.

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1-.Amo a Taehyung. xD

2-.No, el KaiSoo no estará separado por mucho tiempo, no teman. UwU

3-.La historia de los otros personajes se irá viendo a lo largo de los capítulos.

4-.Si alcanzo a terminar el capítulo dos, lo publicaré mañana.

5-.Borré el anterior y lo volví a publicar porque al parecer a algunos no les llegó notificación, igual tenía como 30 leídas así que no importa xD