♡Noveno capítulo♡ (Final)
Capítulo final.
A esas horas la academia debería de estar ya casi vacía, de modo que a KyungSoo le sorprendió que alguien llegara al salón de entrenamiento. Pensó que tenía una suerte pésima por hacer sido descubierto de esa manera, y al percatarse de que se trataba del secretario del director, asumió que ambos serían despedidos. JongIn, sin embargo, no lucía tan nervioso y asustado como él.
—Maldición JongIn, traben la puerta —dijo cubriéndose los ojos antes de salir y cerrar la puerta tras él.
KyungSoo miró a JongIn al escuchar que reía.
—Es vergonzoso —murmuró acomodándose la camisa porque se le había arrugado. Vio a su novio acercarse hasta la puerta para ponerle el pestillo—. ¿Qué haces?
—Dijo que la trabemos —le respondió enarcando una ceja—. No creo que haya problema.
—JongIn, estamos en la sala de baile —dijo él con diversión. Dejó que su novio lo envolviera en un abrazo.
—Tienes razón. Vamos a casa Kyung, no sabes cuánto he extrañado tu cuerpo.
Su plan inicial era esa, volver a casa y entregarse a JongIn como llevaba años sin hacerlo. Sin embargo el hecho de sentir el aliento tibio del hombre contra su sensible cuello lo alteró por completo y comenzó a pensar cada vez menos claro, ya no le parecía tan mala idea acabar lo que empezaron allí mismo.
¿Qué más daba? Al parecer al hombre que los descubrió no le molestaba lo que hicieran ahí dentro y después de todo él también estaba ansioso por volver a hacer el amor.
Se apegó por completo a su cuerpo y subió las manos por los brazos de JongIn hasta llegar a sus hombros, sonriendo al notar la musculatura. Amaba todo de ese hombre.
—¿Sabes? —murmuró acercándose a su oreja, intentando por todos los medios deshacerse del pudor—. Creo que no estaría mal... hacerlo aquí.
La mano de JongIn sujetó su barbilla con suavidad y le hizo levantar la cabeza.
—¿Estás seguro? Sabes que quiero que te encuentres cómodo.
KyungSoo lo sabía, de hecho estaba seguro de ello, pero en ese momento no se trataba de en qué sitio estarían más cómodos, sino de que ambos lo anhelaban. Fue así como terminó eliminando la distancia entre sus labios e inició un beso que al principio era lento pero que conforme transcurrían los segundos, se volvía más y más demandante.
Hacía tanto que no estaban en una situación así.
Tuvo que estirarse y con ayuda de las manos de JongIn en torno a su cadera se mantuvo parado en las puntas de sus pies. Cuando al fin se separaron, ambos por completo agitados y con el rostro levemente enrojecido, JongIn lo empujó con sumo cuidado hasta hacer que su espalda pegara con un espejo.
—Te he extrañado mucho, mi amor.
—Y yo a ti JongIn —respondió con voz queda. El más alto había comenzado a descender con besos desde su rostro hacia su cuello.
Dio un pequeño salto cuando las manos del hombre se apoyaron en sus glúteos provocando que sus cuerpos quedaran aun más juntos, y de ese modo pudo sentir la dureza en los pantalones de JongIn.
—Me encantas —JongIn le apretó el trasero y volvió a atrapar sus labios en un beso que le arrancó el aliento.
Como no se quería quedar atrás, comenzó a mover su cuerpo provocando una fricción que robó jadeos de las bocas de ambos. Volver a tener contacto físico después de tanto tiempo lo tenía al borde y no quería esperar.
No le importó que las luces estuvieran encendidas cuando JongIn comenzó a liberarlo de su ropa, ni le importo haber sudado momentos antes porque los dos estaban en la misma situación. Y cuando quedó en solo ropa interior, pensó que era muy injusto para JongIn porque él estaba haciendo todo el trabajo.
Esbozó una diminuta sonrisa y empujó a su novio por los hombros para invertir posiciones. JomgIn se mordió el labio feliz por su cooperación y le acarició el rostro.
—Amo tu cuerpo —le dijo Kyungsoo abrazándose a él. De pronto hacía comenzado a sentir vergüenza.
—Y yo el tuyo Kyung.
Sin alejar la cara del pecho del hombre, comenzó a subir su camisa aprovechando para rozar su abdomen con los dedos. JongIn le ayudó a sacarla por completo y su bien formado torso quedó al descubierto. Pensó que su novio estaba muy sensual así, sin camisa, con pantalones y un gran bulto en la entrepierna provocado por él.
Con las puntas de los dedos trazó líneas rectas, empezando en su pecho y bajando hasta el borde del pantalón. Se atrevió a mirar al hombre a los ojos y comenzó a bajarlo sin ninguna dificultad, pues llevaba un pantalón deportivo sin ningún tipo de broche o botón. Tan pronto como terminó, se echó de rodillas al piso ante la mirada sorprendida del más alto.
Era la primera vez que haría algo como eso, de modo que tímidamente se acercó y dio un beso a su miembro por encima de la tela. JongIn jadeó, lo cual lo alentó a seguir. Sujetando el borde de la ropa interior, fue bajándola lentamente y se sintió nervioso cuando el pene erecto del hombre rebotó frente a sus ojos. Tenía miedo de hacerlo mal, pero sabía que de cualquier modo a JongIn le gustaría.
Abrió la boca ligeramente y atrapó la punta, pensó de inmediato que quizá era muy apresurado, pero al fin y al cabo era la primera vez. La frotó con la lengua de forma un tanto inexperta y elevó la mirada, viendo que su novio cerraba los ojos con fuerza y se encorvaba hacia delante. No estuvo mucho tiempo haciendo aquello, pues el sabor era algo a lo que difícilmente se acostumbraría. Cuando dejó el miembro de JongIn libre, él hizo que se levantara del suelo y lo apegó una vez más al espejo.
—Me vuelves loco —susurró con la voz entrecortada por el placer y se deshizo de su última prenda, quedando ambos desnudos.
La sensación de su propio pene rozando con la pierna del chico era demasiado para soportar. Unieron sus bocas en otro beso en tanto la mano de JongIn sujetaba su miembro con delicadeza. Comenzó a frotarlo y cuando sus dedos estuvieron totalmente embarrados del líquido que emergía de la punta, los llevó al interior de sus glúteos.
—Kyung, recuerda que si te duele podemos parar —dijo antes de besar su frente.
Él dio un asentimiento de cabeza accediendo y cuando el primer dedo lo profanó, ni siquiera se preocupó por el dolor. A JongIn le fue fácil resbalar el dedo dentro y fuera, así estuvo por un par de minutos hasta que KyungSoo le aseguró que podía seguir y añadió otro. KyungSoo apretó los párpados cuando su novio comenzó a girar los dos dedos que tenía en su interior, sumergiéndolos demasiado profundo.
Más tarde la sala estaba llena de sus jadeos y en busca de hacer algo con su boca para no soltar más de esos sonidos tan vergonzosos, se dispuso a repartir besos por el cuello del moreno.
Cuando el tercer dedo entro en él el dolor ya era casi nulo, pero el placer estaba llegando a niveles demasiado altos. Fue necesaria solo una mirada para que JongIn entendiera cuánto lo necesitaba; sacó los dedos con cuidado de no dañarlo y KyungSoo se dio la vuelta en busca de una posición más cómoda para ambos, pegando el pecho al frío espejo.
—Lo haré lento —oyó decir al hombre con voz ronca. Sintió que sus nalgas eran separadas por las manos de JongIn mientras le besaba la espalda.
Sintió que la punta entraba, de modo que se relajó por completo y tomó una enorme cantidad de aire que soltó después. JongIn lo abrazó y acariciando su pecho comenzó a empujar poco a poco, muy lentamente.
Un gemido escapó de su boca cuando se sintió completamente lleno. Por la respiración tan agitada de JongIn sabía que se estaba conteniendo de moverse, pero él ya no podía esperar más. Comenzó a moverse por sí solo y JongIn siguió su ritmo, al principio lento pero aumentando la velocidad con cada segundo. KyungSoo se deshizo de placer entre sus brazos, pues estaba al límite con el miembro de JongIn en su interior y su mano masturbándolo.
El más alto le mordió el hombro sin llegar a hacerle daño y continuó moviéndose dentro de él. Luego de unos instantes KyungSoo terminó por correrse, manchando el espejo, y JongIn lo hizo poco después con un gruñido.
No se separaron sino hasta que sus respiraciones volvieron a la normalidad, y todavía agotado, JongIn sacó su miembro de él y le hizo girar para abrazarlo.
—Nunca pensé que lo haría en este lugar —comentó JongIn antes de soltar una risa suave, KyungSoo se aferró a él.
—Maldición, ensucié el espejo.
♡
A la mañana siguiente llegó demasiado temprano a trabajar, por lo que antes de entrar a su oficina quiso dar un paseo por las instalaciones de la empresa. Cuando pasó por fuera de la sala de prácticas vio a Jhon y JungBin dándose un beso, lo que provocó que se marchara sonriendo. Sabía que algo pasaba entre esos dos y no habían necesitado su ayuda y la de JongIn.
Mientras caminaba con dirección a los baños para lavarse las manos porque pronto desayunaría, se encontró con que BaekHyun estaba saliendo de la oficina del director con una sonrisa enorme.
—KyungSoo, qué bueno que estás aquí —le dijo su amigo corriendo a abrazarlo. Comenzó a dar saltos causando que también él lo hiciera, aunque todavía no conocía la razón de su emoción.
—¿Qué sucede?
—Grabaré un disco, ¿puedes creerlo? Seré solista.
Al escuchar a su amigo decir eso, él también sonrió. Estaba muy feliz por él, BaekHyun definitivamente había trabajado duro y lo merecía.
—Dijeron que ya tengo tiempo suficiente. El director dijo también que ya no tengo edad para estar en un grupo, ya sabes que los aprendices aquí son muy jóvenes, pero que sí tengo el talento para un solo.
—Felicidades, sé que lo harás genial —le dijo con sinceridad—. Puedes considerarme tu fan desde ahora.
—¿Irás a todos mis conciertos? —bromeó.
—Pues claro, en primera fila, también a tus firmas de autógrafos y todo lo demás.
—Mientras no te conviertas en mi acosador.
Luego de lavarse las manos, caminaron juntos entre risas.
—Estoy demasiado feliz, hoy te invité el desayuno.
KyungSoo aceptó, observando que BaekHyun enviaba un mensaje. Luego de unos minutos leyó algo en su teléfono y lo miró.
—Esta noche habrá cena de amigos, SeHun quiere celebrar.
—Bien, se lo diré a JongIn, ¿crees que ya haya llegado?
—No lo sé, si quieres le llamo.
—Bien, ¿seguro que quieres hacerlo?
Él lo miró un tanto confundido, pero entonces recordó que no le había contado a BaekHyun acerca de los últimos sucesos.
—Um... JongIn y yo volvimos.
—¿De qué hablas? —preguntó con sorpresa.
—Eso, que estamos juntos de nuevo.
—Oh por Dios, KyungSoo, eso es genial —expresó abrazándolo una vez más—. Debiste decirme antes, qué buena noticia. Ustedes nunca debieron separarse en primer lugar.
—Lo sé, ahora lo entiendo.
Antes de salir del edificio para ir a comprar el desayuno, KyungSoo le avisó a BaekHyun que pasaría a su oficina para dejar la mochila que llevaba. Entró él solo mientras pensaba en que su vida estaba volviendo a la normalidad, todo acomodándose en su lugar, en todos los aspectos. Sonrió al ver un post-it de corazón sobre su escritorio, y al acercarse para leer, los ojos se llenaron de lágrimas, pero no de tristeza.
"Te amo, ¿quisieras vivir conmigo?"
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No sé qué decir, así que solo agradeceré a todas las personas que siguieron esta historia. No me gustan las despedidas ;u; las invito a leer el resto de mis obras. <3 <3
También les pido que pasen a SeshatSociety y lean las obras del primer reto, "Monster house", dos de las historias son mías y son KaiSoo.
Algunos ya saben que estoy escribiendo "Manual de conquista de Byun BaekHyun", pues hice un trailer:
https://youtu.be/AgPvfdZNlQI
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