Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♥Noveno capítulo♥

KyungSoo llegó a la escuela un poco más atrasado de lo que lo haría en un día normal, sin embargo la mayoría de sus compañeros aún no llegaban, de modo que no se preocupó demasiado. Estuvo a punto de pasar a la tienda con el fin de comprar algunas golosinas para él y sus amigos, pero entonces recordó los panecillos con chispas de chocolate que había horneado la noche anterior porque a JongIn le gustaban sus postres y se dirigió al salón directamente.

Aquel día se sentía muy feliz, no sabía la razón, simplemente había despertado de ese modo. Aunque si lo pensaba bien, quizá, muy probablemente, los mensajes de JongIn por la madrugada tenían algo que ver con su alegría. Ni siquiera se había preocupado por los plomizos nubarrones que amenazaban con mojar la ciudad, para él el día estaba perfecto.

Subió las escaleras de salto en salto, algunos estudiantes detenían sus caminatas por la escuela para burlarse de él y tirarle insultos, pero eso no podía importarle menos. Al momento de terminar de subir el último escalón, perdió el equilibrio y casi cae de espalda de no ser porque la misma persona que había provocado su susto lo sostuvo por los brazos. Un poco aturdido se irguió, sintiendo su corazón palpitar por el posible accidente. Levantó la cabeza con su ceño fruncido y miró a InSung con enojo.

Abrió la boca para reclamarle por haberle hecho pasar tan enorme susto, pero el chico se le adelantó.

—KyungSoo, te estaba buscando.

—¿A mí? —Señaló su propio pecho con el dedo índice.

—Sí, te quiero pedir un favor.

Decidió que era mejor olvidar sus reclamos, después de todo él no era rencoroso, InSung era algo parecido a un amigo y el chico ni siquiera lo había hecho con intención.

—Dime.

—Sé que eres bueno en química y quería saber si puedes ayudarme con el proyecto de mañana, ni siquiera he comenzado —dijo mostrando preocupación.

—Bien —respondió feliz de poder ayudar a alguien.

—Genial, entonces ¿te parece si a la salida nos vamos juntos a mi casa?

—De acuerdo.

Caminaron juntos hasta el salón de clases, donde ya estaban muchos de sus compañeros ocupando sus lugares, incluido JongIn, quien veía con fijeza la puerta y deformó su expresión cuando los vio entrar a ambos. KyungSoo se apresuró a llegar a su lado sin borrar la sonrisa.

—Hola JongIn.

—Hola Kyung —respondió retomando su actitud afable, la que siempre le mostraba a él.

Se sentó en su pupitre para abrir su mochila y extraer la pequeña bolsa de papel donde había guardado los panecillos. Vio que LuHan, JunMyeon y JongDae aún no llegaban, así que se los dio todos a JongIn.

—Toma, los preparé anoche.

JongIn, quien tenía la espalda apoyada contra el respaldo de su asiento y las piernas abiertas mientras golpeaba el azulejo con sus zapatos, se puso derecho y lo miró entre asombrado y emocionado. Sujetó la bolsa con sus dos manos y la acercó a su nariz para inhalar el aroma.

—Esto huele riquísimo —mencionó con los ojos cerrados, como si siguiera disfrutando del dulce aroma—. Gracias Kyung, la verdad es que moría de hambre, no alcancé a desayunar.

—Debes desayunar todos los días —contestó con preocupación—. Es la comida más importante del día, ¿quieres morir?

—No moriré por un día —dijo entre risas. Alargó su mano derecha hasta la mejilla con KyungSoo y la amasó un poco—. Qué tierno, te preocupas por mí.

Inhaló una gran cantidad de aire por la nariz y la retuvo unos instantes en sus pulmones. Todo su cuerpo temblaba y su rostro se sentía caliente, no sabía si era por haber sido llamado tierno por JongIn o su mano en su mejilla o esa mirada que le daba, como si en el mundo no existiese nadie más que él. Muy posiblemente era una mezcla de todo; de cualquier forma, cualquier acto que viniese de JongIn lo hacía sentir en un mundo diferente al que habitaba.

Estaba seguro de que su rostro parecía un tomate redondo y colorado, más no era el único. Cuando una hilera de grititos y sonidos burlescos por parte de sus compañeros se hicieron oír, la cara de JongIn también adquirió un tono rojo, pero aun así no retiró la mano de su mejilla, sino hasta después de obsequiarle una sonrisa.

Comieron entre los dos los panecillos. Minutos después KyungSoo notó que debajo que la mesa de su pupitre sobresalía un trozo de papel color rosa. Lo despegó y lo leyó con cuidado ocultándolo dentro de su mochila, pues sabía que JongIn lo estaba mirando por el rabillo del ojo.

Después la guardó en una bolsa de su mochila y prestó atención a JongIn, quien le llamaba.

—¿Quieres ir a comer esta tarde a mi casa?

Estuvo a punto de dar una respuesta afirmativa. Todos los momentos que pasaba con JongIn los atesoraba y no se negaría ninguna invitación de parte suya, sin embargo recordó de pronto que ya había quedado con InSung para ayudarlo con su proyecto y su expresión decayó.

—Lo siento, InSung me pidió ayuda con el proyecto de química de mañana —respondió con culpabilidad. JongIn asintió y fingió revisar algunas páginas de un libro.

—Está bien, no te preocupes.

—Pero si terminamos temprano iré —mencionó, tratando de aligerar el ambiente.

—No es necesario.

—¿Estás molesto?

JongIn al parecer notó su incertidumbre porque lo miró con una sonrisa sincera y acarició su mejilla una vez más.

—No lo estoy, de verdad te entiendo.

Durante la hora del almuerzo, ChanYeol no apareció. Estaban todos menos él sentados formando un círculo en el césped del jardín, ya no era necesario quedarse debajo del árbol puesto que el sol estaba oculto tras las nubes.

—¿Dónde está Chan? —cuestionó YiFan a BaekHyun, pero el menor se encogió de hombros, como si la pregunta le provocara molestia.

—¿Pelearon otra vez? —preguntó ahora JongDae jugando con su huevo.

BaekHyun lucía intimidado por las miradas inquisidoras que todos tenían puestas sobre él, KyungSoo juró que incluso podría llorar.

—Algo así, pero no quiero hablar de eso.

Nadie más insistió con el tema, entendían que se trataba de un asunto entre la pareja y de todas formas tarde temprano terminaría reconciliándose, al igual que siempre.

KyungSoo continuó comiendo su almuerzo. Al principio se sentía avergonzado porque los demás no habían comprado nada, argumentando que no tenían hambre, pero entonces llegó JongIn y eligió lo mismo que él para acompañarlo.

Estaba casi seguro que JongIn había ganado un par de kilos desde que se conocieron.

LuHan era un chico demasiado extraño. Tal vez era ese agrio sentido del humor, sus aires de diva o el hecho de que en un momento estuviese feliz y al otro se sintiera la persona más desdichada del mundo y quisiera asesinar a todos.

De acuerdo, todo en él era raro. Hasta su forma lenta de caminar y su extraña obsesión por intimidar a cualquier desconocido con la mirada. A pesar de todas sus peculiares mañas, de algo YiFan estaba seguro; él lo amaba. Sin embargo, su amor no lo cegaba y podía darse cuenta de lo inmaduro que era su novio a veces.

Como en ese preciso momento.

LuHan se hallaba parado frente a los espejos del baño de hombres, tenía las manos aferradas al borde de un lavamanos mientras lanzaba improperios al viento. Emitió un grito agudo y abrió el grifo para lavarse la manga del suéter, donde le había caído huevo.

Estúpido compañero que había corrido con su hijo en brazos.

—Este apestoso olor se quedará impregnado a mi ropa —susurró con enojo al tiempo que frotaba su mano con jabón en la zona sucia—. Maldición.

—Es sólo huevo, puedes lavarlo al llegar a casa —dijo el mayor rodando los ojos—. Eres igual a BaekHyun, con razón antes no podían verse sin tirarse de los cabellos. Son tan dramáticos.

—¿Me estás diciendo dramático? —Se dio la vuelta ofendido, sacudiéndose las manos.

—¡Lo estás siendo ahora mismo!

—¡Y tú me estás gritando! ¡No me grites o me iré con la madre de mi huevo!

—Ay por favor LuHan, no me amenaces con tonterías.

—¿Crees que es sólo una amenaza?

El menor lo miró con enojo y se dirigió a la salida.

—Tal vez la debería hacer mi novia de verdad.

—Ni siquiera eres heterosexual.

—Entonces me buscaré otro novio.

JongIn llegó antes al salón de clases porque KyungSoo había querido ir al baño y sus amigos se habían perdido a mitad del camino. Cuando entró se dio cuenta de que sólo estaban tres chicos ahí, entre ellos InSung. Exhaló un gran suspiro y decidió que lo mejor era dirigirse a su sitio y evitar problemas, pero al darse cuenta ya estaba caminando en dirección al chico.

Se paró delante de su asiento con aire imponente. InSung lo miró desde abajo, mostrando una sonrisa hipócrita.

—Qué gusto verte por aquí, JongIn.

—Para mí no —respondió secamente—. ¿Qué pretendes con KyungSoo?

—No lo sé —se encogió de hombros aún sonriendo—. Quizá unos besos, pero cualquier cosa que él quiera estará bien.

La sangre le hirvió al escuchar sus palabras y más aún, el tono que había utilizado. Sentía su corazón galopear con una fuerza tremenda y sus manos hechas puño temblaban.

—Déjalo en paz.

—¿Por qué?

—Porque yo lo digo.

—¿Lo quieres para ti? Podríamos compartirlo.

—¡Cierra tu horrible boca de pescado!

—¿Por qué no quieres que lo invite a salir? Pareciera que no crees que pueda encontrar a alguien que lo quiera como es.

Cuando se percató de que la mirada de InSung estaba dirigida hacia la puerta ya era demasiado tarde, KyungSoo había entrado y por su acongojada expresión parecía que había escuchado aquellas últimas palabras. Parecía decepcionado.

—Kyung, no es así —trató de explicarle, pero el muchacho le dio una mirada escéptica antes de ignorarlo por completo.

Cuando llegó el profesor tuvieron que irse a sus lugares. Durante las siguientes clases JongIn intentó decirle que no era lo que creía, pero KyungSoo ni siquiera lo volteaba a ver. Aun así podía darse cuenta de que sus ojos estaban llorosos.

—KyungSoo, conozco a InSung y sé que no es un buen chico, sólo quiere divertirse.

—¿Y por qué querría divertirse con un gordo como yo? —musitó dolido con la mirada fija en sus piernas.

JongIn sintió que el corazón le dio un vuelco, escuchar a KyungSoo decir esas palabras no era nada agradable. KyungSoo al parecer pensaba que él no creía que alguien lo podía amar tal cual era.

—Escucha, no siento nada por InSung, sólo le ayudaré con su proyecto ¿bien? Gracias por preocuparte por mí, pero no me sucederá nada.

Al final decidió que era mejor dejar las cosas como estaban, no quería arruinarlo más. Confiaba en KyungSoo y se quedaba más tranquilo al saber que para él, InSung no significaba nada.

KyungSoo esperó a JongIn sentado en la acera frente a su casa. El cielo estaba completamente gris aunque aún no era de noche, pero parecía que llovería muy pronto. Jugaba nerviosamente con sus dedos, sintiendo sus ojos arder. El aire comenzó a sentirse más helado cada minuto y tuvo que refugiarse en sus propios brazos, puesto que no llevaba un suéter con el cual abrigarse.

Afortunadamente luego de más o menos media hora, divisó a la figura de JongIn acercándose. El chico jugaba con sus llaves, parecía distraído pero en cuanto lo vio allí sentado corrió hacia él.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó con preocupación al mismo tiempo que se sentaba a su lado.

KyungSoo sonrió con tristeza.

—Te estuve llamando pero no respondías y cuando toqué a tu puerta no abrió nadie.

—Fui a la casa de mis abuelos y olvidé mi teléfono en la mochila —contestó aún confundido—. Demonios Kyung, hace un frío espantoso, ¿ocurrió algo?

JongIn se quitó su propia chamarra y se lo pasó, pero él sacudió la cabeza.

—Hace frío JongIn, quédatelo.

—No importa, mi camisa es de manga larga.

Al final lo obligó a ponerse la chamarra, que aunque un poco ajustada, le quedaba bien. El muchacho guardó silencio durante unos minutos sin quitarle la mirada de encima, esperando a que hablara.

Cuando se sintió listo lo hizo.

—InSung me estaba haciendo sentir incómodo. Me decía cosas lindas pero no las sentía honestas, ¿entiendes? —JongIn asintió, mordiéndose el labio para no decir nada—. Mientras hacíamos el proyecto se acercó demasiado a mí y quiso besarme pero yo no me dejé, cuando giré el rostro encontré una cámara de vídeo encendida, oculta entre un montón de ropa —Tomó aire y la voz le tembló—. Estaba tan asustado y enojado que salí corriendo de su casa y olvidé mi suéter allí. Además reconocí su letra, es uno de los chicos que me escriben notas horrendas, al principio no quería sacar conclusiones pero eso me lo confirmó.

—Lo voy a matar.

—Gracias, pero tú no eres así, por favor no hagas nada. Ni siquiera estoy molesto con él.

Al ver la expresión desconcertada de JongIn le sonrió avergonzado y posó una de sus manos en el brazo del chico.

—Estoy enojado conmigo —explico—. Por no haberte creído cuando me dijiste que era un mal chico. Yo sólo quería pensar que alguien deseaba ser mi amigo.

—Pero yo soy tu amigo.

—Lo sé, tú, BaekHyun, JongDae y todos los demás, estoy feliz de que me hayan aceptado en su grupo y los quiero a todos —KyungSoo tomó aire y continuó hablando—. Y quiero aclarar algo. Si decidí ir a la casa de InSung no fue porque lo prefiriera a él sobre ti, eso jamás podría pasar. Simplemente creí que estabas exagerando y preocupándote de más.

Había comenzado a llorar. Sin pensarlo se abrazó a JongIn, quien no tardó en rodeando con sus brazos y acariciar su espalda.

—Perdóname.

Sintió pequeñas gotas caer en su cabello y nuca, pero no se alejó.

—Entremos, te haré un café. 

  ♡ ♡♡♡♡ 

Nunca había actualizado tan seguido un fanfic. xD

Muchas gracias por todos sus votos y comentarios, nos leemos en el siguiente. ;D 

Por cierto, ¿alguien recuerda "bird"? Pues lo he comenzado a publicar por aquí ya corregido >w<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro