♥Nada es para siempre♥ BaekYeol♥KrisHan especial
BaekHyun aprendió desde pequeño que todo era efímero. La primera experiencia guardada en su memoria fue la muerte de sus pequeñas tortugas Pipa y Veloz cuando tenía tan solo seis años. Al parecer les había dejado demasiada comida antes de irse a la escuela para asegurar que se alimentaran bien, pero en lugar de eso al volver se encontró con los dos cadáveres pansa arriba.
Desde ahí supo que nada era para siempre, y lo corroboró nuevamente cuando su padre se divorció de su madre y no volvió a visitarlos a él y a su hermana mayor. Era lógico que algún día las cosas iban a dejar de funcionar con ChanYeol, pero no esperaba que fuese tan pronto. Habían iniciado una relación apenas nueve meses atrás, después de un par de años de coqueteos y sonrojos de adolescentes inmaduros.
Lo que más dolía era que él lo seguía queriendo, pero si ChanYeol no ponía de su parte no podía hacer nada.
La primera vez que sospecho fue una tarde de viernes mientras salían del cine y se dirigían a comer.
Tanteó los bolsos delanteros y traseros del pantalón antes de darse cuenta de que no llevaba su teléfono celular.
—¿Me prestas tu móvil para enviarle un mensaje a mamá? —preguntó a su novio—. Olvidé el mío y no avisé que llegaría tarde.
ChanYeol asintió con la pajilla en la boca, bebiendo la poca soda que quedaba en su vaso. Sacó de su bolso el teléfono y cuando BaekHyun estuvo a unos centímetros de tomarlo, el muchacho lo alejó de sus manos.
—Si quieres yo lo envío, tengo el número de tu mamá guardado.
—Puedo hacerlo yo —repuso, pues no quería darle problemas al chico. Quizá si ChanYeol hubiese reaccionado más tranquilo no habría sospechado nada, pero parecía que fuese a morir si le daba el teléfono. Como si tuviese algo malo allí...
—No, dime lo que quieres que le envíe.
—Tan solo dile que llegaré tarde porque iremos a cenar.
Ese día se plantó la duda en su cabeza y aunque quiso arrancarla, la actitud de ChanYeol sólo lograba hacerla crecer.
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—¿Vamos con los chicos? Nos deben estar esperando —preguntó al salir del salón. ChanYeol se le había adelantado, por lo que lo encontró a medio pasillo pero no solo, sino que estaba acompañado de una chica bonita de tercero.
Los miró extrañado porque a decir verdad estaban bastante cerca uno del otro. Por un momento deseó que su novio se percatara de sus celos, que le pidiera perdón y dejara a la chica sola, sin embargo le sonrió sin moverse de ahí.
—Ve tú, tengo algo que hacer.
Le había dolido su indiferencia, pareciera que le estaba restregando en la cara su infidelidad, aunque no podía asegurar nada todavía.
—Me ayudará con una tarea.
Oyó la voz de la muchacha cuando ya estaba dándose la vuelta para marcharse sin dedicarles una despedida.
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Los momentos que compartía con ChanYeol ya no eran lo mismo. Cuando estaban juntos el chico se distraía bastante con su celular y aunque intentaba disimularlo, jamás había sido bueno ocultando sonrisas.
A veces se daba cuenta de que lo estaba mirando y le daba un beso en la mejilla o en los labios para tranquilizarlo, besos con un resabio amargo.
Cada vez se ausentaba más a la hora del almuerzo. En más de una ocasión lo atrapó charlando con la misma chica, pero nunca los había visto besándolo o algo por el estilo y aunque las cosas eran evidentes y en el fondo sabía que estaba siendo engañado, se negaba rotundamente a creerlo, al menos hasta ser testigo de ello.
ChanYeol comenzó a llegar tarde a sus citas o incluso a faltar. Su relación comenzaba a desmoronarse y BaekHyun se estaba resignando. Planeaba hablar con su novio, enfrentarlo y sacarle la verdad de su propia boca, pero antes de poder hacerlo, su curiosidad lo llevó a revisar el teléfono del muchacho.
Estaban en un restaurante en el centro, ChanYeol se había ido al baño mientras él esperaba en la mesa. De pronto puso su atención en el sacó que el chico había dejado en la silla, de uno de los bolsos sobresalía su teléfono móvil. Sabía que estaba mal revisar las cosas de otros, pero ahora que recordaba ChanYeol lo había hecho más de una vez.
Se apresuró a sacarlo y desbloqueó la pantalla, sabiéndose ya la contraseña. Pensó en dirigirse a la bandeja de mensajería pero la vista en miniatura de una fotografía le hizo cambiar de rumbo. Entró a la galería de imágenes encontrándose con varias fotos de ChanYeol y de él mismo, pero también aparecía una chica. La chica con la que ChanYeol siempre estaba. En varias aparecía ella sola y en otras con ChanYeol. Esas fotografías no tenían nada de extraño, hasta que llegó a una donde estaban ambos en una cama, una sábana los cubría pero se notaba que estaban desnudos mientras sonreían a la cámara.
Parecía como si su corazón de hubiera detenido pero al mismo tiempo empezara a palpitar con mayor velocidad. Las náuseas no tardaron en aparecer, pero sobre todo estaban las ganas de llorar. Con sus dedos temblorosos bloqueó el teléfono y lo dejó en su lugar, como si nunca hubiese visto nada. Se acomodó erguido en su silla y esperó a ChanYeol, quien no tardó en volver.
—¿Qué te pasa? —cuestionó preocupado, estirando una mano para tocar su mejilla.
BaekHyun se movió hacia atrás como si el tacto lo fuese a quemar.
—No me siento bien, quiero volver a casa.
—¿Estás enfermo? No te has acabado tu comida —Señaló su plato casi lleno.
—Ya no tengo hambre —Se levantó de su asiento y sacó su billetera para pagar su parte.
—Espera, te llevaré a casa.
—Puedo ir solo.
—Baek, deja eso, yo pagaré.
Al final dejó que ChanYeol hiciese lo que quisiera, sentía que terminaría en llanto si pronunciaba una palabra más.
Caminaron a su casa acompañados de un sepulcral silencio, lo cual no era raro porque las cosas eran así de extrañas hacía semanas. El chico lo besó frente a la puerta. BaekHyun habría dejado que lo besara hasta quitarle el aliento, pero sólo había sido un roce superficial de labios.
Como si ChanYeol se sintiera culpable.
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Lo vio él mismo un par de días antes del concurso de canto, para entonces ya había decidido qué canción cantar, una que le venía como anillo al dedo.
Volvía de clase de deportes, ChanYeol había salido de las duchas antes que él y se había marchado sin esperarlo. Antes de dirigirse al salón de clases fue hacia la tienda para comprar una bebida porque había olvidado su botella de agua en casa. Al dar vuelta en un pasillo los vio. ChanYeol y la chica de las fotos estaban besándose, la muchacha con la espalda apoyada en la pared y las manos de su novio en la cintura de ella.
Era incluso más doloroso verlos de esa manera que en fotos. Esperó allí a que notaran su presencia, las lágrimas que caían de sus ojos le manchaban la cara. Dio unos cuantos pasos, asegurándose de hacer ruido y cuando se separaron, ChanYeol lo miró extremadamente asustado.
—Baek... —susurró. Se separó de la chica pero no fue hacia él. Parecía que no tenía idea de qué hacer.
—Te odio.
Dio media vuelta y se marchó al salón esperando que ChanYeol lo siguiera, aunque no lo hizo de inmediato. Estaba a unos metros de llegar cuando el chico tiró de su brazo y le hizo girar.
—Eso que acabas de ver allá abajo...
—¿Qué? —Le dio tiempo de responder, pero era el otro quien había callado por no saber qué decir—. ¿Qué fue eso, ChanYeol?
—No puedo mentirte.
—No, llevas haciéndolo todo este tiempo —acusó con la voz entrecortada—. Pero ya no tiene caso, yo ya lo sabía.
Sin más entró al salón con el más alto siguiéndole, pero SeHun, uno de sus compañeros, al darse cuenta de que BaekHyun no se sentía bien con su presencia le puso un alto. ChanYeol lo hubiera terminado golpeando de no ser porque otros chicos se interpusieron en su camino para defenderlo.
BaekHyun agradeció a sus compañeros que el resto del día no hubiesen permitido que ChanYeol se le acercara.
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YiFan y JongIn se dirigían a la tienda de papelería que estaba cerca de la escuela. Al mayor le habían encargado un libro y otros materiales para la clase de artes y había invitado a su amigo de último momento porque seguía peleado con su novio y no era tan cercano a los demás.
Hablaban acerca de KyungSoo y de cómo InSung había intentado aprovecharse de él. Y justo en ese momento, casi como si lo hubiesen invocado, vieron a InSung pasar cerca de ellos.
YiFan era un chico audaz, no necesitaba pensar antes de actuar porque jamás se arrepentía de seguir sus instintos. Aunque no tenía mucho de conocer a KyungSoo, definitivamente pondría las manos al fuego por él, aunque en esa ocasión puso su puño en el ojo de InSung.
El muchacho no lo vio venir, el repentino golpe lo tomó por sorpresa. Cuando InSung reaccionó, lo único que hizo fue darle una sonrisa sarcástica. Iba a continuar con sus golpes pero JongIn lo detuvo.
—Vamos, te meterás en problemas.
—¿Y eso por qué fue? —cuestionó InSung—. ¿Es que el gordo les fue con el chisme? Qué lástima, de verdad quería ganarme esos billetes pero el mojigato ni se dejó besar.
—¡No vuelvas a referirte a él así! —Ahora fue él quien tuvo que detener a JongIn, conociendo a su amigo terminaría moliendo a golpes al chico y aunque lo merecía, no valía la pena meterse el problemas.
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Por la tarde recibió una llamada de LuHan. Al principio no pensaba responder, pero no tenía el corazón tan duro y terminó haciéndolo.
—¿Hola? —Oyó la tímida voz del otro lado. Pocas veces LuHan se mostraba de tal manera.
—Lu, ¿qué pasa?
—Quiero verte y hablar contigo.
Sus labios se estiraron en una sonrisa, sabía que su novio no podía ser tan malo y acabaría aceptando sus errores.
—Te veo en veinte minutos frente a la escuela.
YiFan se dio una ducha y se vistió tan rápido como pudo. A pesar de que se fue caminando no tardó en llegar, pues la escuela quedaba cerca de su casa. Divisó a LuHan sentado en las escaleras con su pequeño huevo LuHana en su regazo. Se sentó junto a él y guardó silencio.
—Tienes razón, doy un dramático de primera —comenzó a decir al percatarse de su presencia—, y sí, soy igual a BaekHyun, quizá por eso ahora nos llevamos bien.
—Lo sé.
—Soy inmaduro y todo eso —comentó con fastidio—. Pero ¿sabes qué? Te amo.
—Eso también lo sé.
—¿Entonces me disculpas?
—¿Ya no me ignorarás?
Como respuesta LuHan le dio un fuerte abrazo pero olvidó que aún cargaba a LuHana, de modo que el hijo huevo se convirtió en huevo estrellado en pocos segundos.
YiFan lo vio aspirar con fuerza y expulsar el aire como un toro. Sonrió a la espera de su reacción pero entonces el menor se mordió el labio y lloriqueó en silencio.
—Mi LuHana. Qué asco.
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BaekHyun corría a través de los pasillos con su trofeo de segundo lugar. Sus padres se habían adelantado porque al parecer habían estacionado el auto un poco lejos. Sabía que debía sentirse feliz con su logro, pero en ese momento sentía de todo menos felicidad.
Cuando una mano sujetó su muñeca dio la vuelta, encontrándose con ChanYeol. Le sorprendió eso, pues no habían hablado desde el día en que lo vio besarse con la chica.
—Baek, ¿me escucharías?
—No puedo, mis padres me están esperando.
—Sólo escucha esto, te amo.
—¿Me amas? —preguntó con ironía—. No lo parecía cuando te acostabas con ella a mis espaldas. Ahora que lo pienso, no sólo tenían sexo, siempre estaban pendiente de sus mensajes cuando estabas conmigo.
—Te amo —repitió—. Escucha, yo quería experimentar lo que se sentía estar con una mujer, sé que cometí un error.
—Sí, uno muy grande —dijo interrumpiéndolo—. Uno que no te voy a terminar porque sé que en el fondo no te arrepientes, vi cómo la mirabas, ChanYeol.
El más alto soltó un gran suspiró y cerró los ojos.
—Tal vez me odiarás cuando te diga esto. Es verdad que sentía algo por ella, me gustaba, quizá mucho pero créeme que no se compara en nada con lo que tú me haces sentir.
—No te odio —respondió sin poder contener las lágrimas—, pero si pudiera lo haría, ¿has pensado en lo mucho que me lastimas al decirme esto? ChanYeol, me duele, no sabes cuánto duele escucharte decir que sentías algo por otra persona mientras estabas conmigo, porque eso significa que no me amaste lo suficiente.
—Te estoy diciendo que te elijo a ti.
—No —repuso—. No necesito que me elijas, no quiero estar con alguien que no me consideró su única opción.
ChanYeol no alcanzó a responder porque aparecieron LuHan y YiFan tomados de la mano. Lo miraron con odio y se pusieron al lado de BaekHyun.
—Creo que tu novia te está buscando —dijo YiFan.
—No es mi novia —respondió molesto—. Y no te metas, no es tu asunto.
—Lo es, Baek es mi amigo, así que sí es mi asunto.
—Esto es entre parejas.
—Pero tú y yo ya no somos pareja —contestó BaekHyun—. Y te diré algo, ChanYeol. Puede que ahora me sienta peor que nunca, sí, tengo unas terribles ganas de llorar, de patear cosas y gritar, hasta de abrazarte. Lo único que quiero es que me digas que siempre me amaste a mí y ella no significó nada para ti, pero sé que sería una mentira ¿y sabes qué? En algún momento lo superaré y te olvidaré. Porque nada es para siempre.
♥♥♥♥
Me dolió escribir este capítulo, especialmente porque ChanYeol sí sentía algo por la chica, no era sólo calentura <l3 y bueno, gracias por leer, estoy feliz con todo el apoyo que recibe este fanfic. Espero actualizar mañana o el martes para volver con el KaiSoo. :D
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