A decir verdad las cosas sí cambiaron un poco. El día siguiente JongIn ya estaba dentro del salón para cuando KyungSoo llegó, al verlo entrar se levantó de su asiento para dirigirse hacia él y recibirlo con un corto beso en los labios, todo bajo las miradas de asombro por parte del resto de chicos que se encontraban ahí. KyungSoo había pasado gran parte de la madrugada pensando en cómo serían las cosas luego de comenzar una relación con el chico que le gustaba desde tiempo atrás. Sopesó la posibilidad de que JongIn intentaría ocultar su noviazgo durante las horas de escuela, y se odió por siquiera pensar así de él.

—¿No dormiste bien? —le cuestionó analizando su rostro—, luces cansado.

—En realidad no, no podía dormir —confesó.

JongIn lo tomó de la mano para caminar juntos hasta sus asientos al tiempo que emitía una boba sonrisa.

—Yo tampoco, estuve despierto hasta muy tarde.

KyungSoo no quiso preguntar, pero le causaba ilusión creer que él era la razón de su insomnio. Tomó asiento y solo entonces se percató del post-it de corazón frente a sus ojos. Lo tomó cuidadosamente, sonriendo al leer lo que allí estaba escrito.

Le lanzó una mirada a JongIn, no se esperaba eso.

—¿Qué? ¿Creíste que iba a parar? —preguntó con diversión—. Nunca. De hecho ya tengo que comprar unos nuevos porque se están agotando.

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Dentro de la escuela no podían darse besos con libertad, pero cuando caminaban fuera del aula para ir a cualquier lado, JongIn se aseguraba de nunca soltar su mano. Las miradas que KyungSoo recibía por parte de otros no eran para nada amables, pero al girarse a su novio y descubrir que no le sacaba la vista de encima sin dejar de sonreír, lo demás se le olvidaba.

Lo único que lo lastimaba un poco era la expresión de odio de ChanLee cada vez que pasaban cerca de ella. Había creído que podían formar una bonita amistad, sin embargo después comprendió que la chica se hacía acercado a él solamente por JongIn.

Dos semanas después JongIn lo invitó a una cita. La idea original era ir por un helado, pero como a eso de las 5:00pm había comenzado a refrescar, tuvieron que entrar a una cafetería.

—Creo que BaekHyun va mejorando —comentó KyungSoo luego de dar un sorbo a su chocolate caliente.

Vio a JongIn inclinarse un poco hacia él y fue tomado por sorpresa cuando el pulgar del chico se deslizó sobre sus labios, limpiando la espuma de la bebida. Se sintió arder, todavía no podía acostumbrarse por completo a aquellos gestos amorosos.

—Lo sé —respondió el muchacho volviendo a apoyarse en el respaldo de la silla—. Pero conociéndolo, puedo asegurar que no estará completamente bien durante un tiempo.

—¿Tú crees?

—Sí, de hecho hablé con él.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Pues le comenté sobre mi encuentro con ChanYeol. Ayer me lo topé cuando fui al baño y aunque traté de ignorarlo me siguió por toda la escuela. Me pidió que le ayudara con Baek, al parecer está volviéndose cercano a un chico de su salón y ChanYeol está celoso.

—Es un sinvergüenza, él está con esa otra chica —comentó con el entrecejo fruncido sin poderlo creer.

—Dice que ya no, pero no importa, el daño ya está hecho y no podrá hacer nada para que BaekHyun lo perdone, él tiene dignidad.

—Deberíamos hacer algo para animarlo.

—¿Qué propones?

—Podríamos hacer una reunión entre amigos.

—Buena idea, ¿en mi casa el viernes? Se pueden quedar a dormir—preguntó JongIn y él asintió—. Genial, les diré a todos que lleguen a las siente, pero tú puedes llegar antes para pasar tiempo a solas.

Terminaron sus bebidas y rebanadas de pastel mientras charlaban de otros temas. Percibieron además a través del vidrio cómo el ambiente cambiaba de color luego de que comenzara a anochecer.

JongIn decidió que lo acompañaría a casa y de paso saludaría a sus padres. Días atrás KyungSoo les había contado acerca de su relación, y aunque al principio fue una sorpresa, terminaron tomándoselo bien.

Iban tomados de la mano, dirigiéndose a la estación del autobús. Allí no había nadie esperando por lo que hallaron asientos sin problemas. KyungSoo comenzó a temblar cuando una ráfaga de aire se coló por su chamarra abierta, al verlo JongIn le subió la cremallera hasta arriba y lo abrazó para transmitirle calor. Sus abrazos le provocaban una placentera sensación en el pecho, sonrió y apoyó la cabeza en su hombro.

—Me gusta cómo hueles —comentó JongIn respirando sobre su cabello.

—Solo huelo a shampoo frutal, a mí me gusta el aroma de la colonia que usas.

Se sumergieron en un silencio bastante cómodo por varios minutos. En un momento dado KyungSoo levantó la cara y se topó con la intensa mirada de su novio. Inevitablemente sus rostros se fueron acercando hasta colisionar labios contra labios, estuvieron besando por algunos segundos, hasta que las manos de JongIn fueron a parar a su espalda, comenzando a dirigirse hacia delante.

De pronto se sintió el cómodo al notar el toque en esa parte de su cuerpo, no quería causarle repulsión de JongIn y definitivamente su estómago abultado no era para nada sexy. Se separó tan solo un poco con la respiración irregular y los ojos muy abiertos. Pensó que JonIn se enojaría, pero en lugar de eso sonrió y juntó sus frentes.

—No te separes —pidió—. Tampoco te sientas incómodo.

—Es que... es raro, es muy extraño sentir tus manos en mi cuerpo, se siente bien, pero no puedo dejar de pensar que a ti no te gustará y no quiero que te decepciones —murmuró con la cabeza gacha. JongIn sujetó con suavidad su barbilla y le obligó a mirarlo a los ojos.

—Kyung, me encantas ¿bien? Y eso significa que me encanta todo, absolutamente todo de ti, no podría decepcionarme porque para mí eres perfecto así —decretó sellando sus palabras con otro beso.

No mucho después llegó el autobús, se sentaron en los asientos vacíos de la parte de atrás y simplemente se abrazaron durante todo el trayecto.

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A KyungSoo le había costado un poco de trabajo convencer a sus padres de que le dejasen asistir a la reunión con sus amigos debido a que sería en casa de JongIn, su novio, sin mencionar que también se quedaría a dormir allí. Al final logró que lo dejaran utilizando el método de hacerles recordar cuán responsable y buen hijo era. El hecho de que les agradaba JongIn también había sido de ayuda.

Su madre fue a dejarlo a las 5:45pm. Se despidió en la entrada de él y de JongIn, quien había salido para ayudarle con sus cosas, y entonces se fue.

—Vamos adentro —dijo JongIn después de haberle besado estando ya solos. KyungSoo asintió antes de seguirle.

El muchacho le hizo sentarse en la sala mientras iba por un vaso de jugo para cada uno. Al regresar los colocó en la mesita de centro, junto a un par de cuadernos y libros.

—Estaba haciendo mi tarea, quiero tener libre el fin de semana —expresó pasándole un brazo por los hombros.

KyungSoo se recostó en su pecho y besó su mejilla.

—Yo no he hecho nada.

—Te diría que te lo puedo pasar todo pero no te estaría ayudando y sé que te gusta hacer las cosas por ti mismo.

Toda la hora antes de que los demás llegaran. La pasaron mirando televisión y estudiando juntos, haciéndose mimos de cuándo en cuándo. El primero en llegar fue TaeMin.

Otra cosa que había cambiado durante ese tiempo era que JongIn había vuelto a hablar con su amigo de la infancia. A veces pasaba los almuerzos con ellos, era realmente divertido y a KyungSoo le agradaba, pero no podía evitar no sentir celos en algunas ocasiones. No había razón para ello, era solo que TaeMin tenía demasiado en común con su novio.

Un par de minutos después llegaron todos los otros juntos.

—JongIn, invité a un amigo, ¿no te molesta? —preguntó BaekHyun abrazando la almohada de Totoro que KyungSoo había llevado.

—Para nada —respondió sintiéndose algo curioso—. ¿A quién invitaste?

—A alguien de mi salón, se llama SeHun.

—¿Es con el que siempre te estás riendo? —preguntó JongDae con una sonrisa—. JunMyeon y yo los hemos visto un par de veces mientras íbamos pasado cerca de tu aula.

—¿Te gusta? —LuHan le dio una mirada pícara. El chico soltó una risa.

—No —contestó encogiéndose de hombros—. Me agrada y nos llevamos genial, pero lo de ChanYeol es demasiado reciente ¿saben? Además no necesito de un chico para sentirme bien, tal vez luego se dé algo, pero por ahora somos solo amigos.

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Mientras cenaban viendo una película en la sala, todos vestidos con sus piyamas, JongIn y TaeMin comenzaron a bailar Mirotic de DBSK y SeHun se les unió poco después. El ambiente era divertido, pero de pronto los celos de KyungSoo volvieron. Los vio reír como locos mientras trataban de seguir los pasos e inevitablemente se comparó con TaeMin. El chico era atractivo, delgado y bailaba genial. Se mordió el labio y bajó la mirada. Sintió que alguien le daba un suave codazo y al levantar la vista se dio cuenta de que YiFan lo estaba viendo.

—¿Estás bien?

—Sí.

—Genial, porque JongIn te adora ¿bien?

Asintió con una ligera sonrisa. Segundos más tarde JongIn volvió corriendo a sentarse a su lado, donde había estado todo el tiempo. Lo rodeó con sus brazos y jadeante apoyó la frente en su hombro.

—Me cansé —dijo respirando con lentitud—. ¿Me acompañas a dormir?

Tras haber asentido con un cabeceo JongIn entrelazó sus dedos y se levantó junto a él.

—Chicos, esta noche nos quedaremos en la habitación de mi mamá, ustedes usen la mía, todo lo que necesiten está en el ropero, TaeMin, tú puedes dormir en el sofá.

—Pedimos la cama —se apresuró a decir JongDae.

Ellos dos se dirigieron a la habitación de la mujer, escuchando cómo sus amigos jugaban piedra papel o tijeras para decidir quién ganaría la cama. Al entrar JongIn cerró la puerta y tomó las dos manos de KyungSoo.

—Estabas celoso ¿no es así?

—Un poco —admitió. Caminó con lentitud hasta la cama y se metió en la cobija. JongIn le siguió el paso, se acomodó a su lado y lo abrazó.

—No deberías de estarlo, jamás —dijo al tiempo que besaba su frente—. Yo solo amo a mi pequeño Totoro, jamás te engañaría.

—Lo sé —se mordió el labio y suspiró—. No es por ti, es por mí —Al terminar de hablar se dio cuenta de algo—. ¿Me amas?

—¿No es muy obvio? Te amo.

KyungSoo sintió que su corazón bombeaba al triple de rápido, y ya era demasiado veloz cuando estaba con JongIn. Murmuró un par de cosas incoherentes y sonrió.

—Yo también te amo, JongIn.

El chico apagó la luz y volvió a su lado. Ambos estaban felices y en algún punto de la noche comenzaron a besarse cada vez con más intensidad. JongIn acarició en costado de KyungSoo mientras repartía besos por todo su rostro.

—JongIn, deberíamos dormir.

—Sí —contestó echándose a un lado, mirándolo con una sonrisa.

—¿No estás enojado?

—¿Por qué debería estarlo?

—Pues porque he acabado con el momento —murmuró.

—Kyung, está bien, no pensaba llegar a más de todas formas.

Después de esas palabras se produjo un sepulcral silencio que sólo era roto de manera intermitente por las risas de sus amigos desde la sala. Al darse cuenta de que KyungSoo le había dado la espalda, JongIn reaccionó.

—Espera, no malinterpretes, no me refería a eso.

—No importa, estoy bien.

—Kyung —llamó apegándose a su espalda. Besó de manera suave su nuca y se aferró a él—. Lo que quise decir es que no quiero apresurar las cosas, sé que no te sientes listo para subir de nivel, y yo estoy conforme con tus besos pero eso no significa que no quiera otra cosa, solo que más delante.

Él se dio la vuelta y se abrazó al chico.

—Sí quiero, pero me da vergüenza.

—Me gusta tu cuerpo, no tienes nada de qué avergonzarte.

—No dirás lo mismo cuando me veas desnudo.

—Bueno... —JongIn se mordió el labio con nerviosismo y sonrió—. Ya una vez lo hice y me gustó.

Al percatarse de la sorpresa de KyungSoo soltó una risa floja.

—En las duchas, ¿recuerdas? Te estabas desvistiendo y yo entré.

—¡Qué vergüenza! —exclamó enrojeciendo y se cubrió el rostro con las manos—. Tenía la esperanza de que no hubieses visto nada.

—Pues ya ves que sí —respondió risueño. Retiró las manos de su cara y besó sus mejillas—. Y no sientas vergüenza, ya te dije que me gustó lo que vi.

—Mentiroso.

—No miento, lo juro —dijo con seriedad—. ¿Te confieso algo? Ese día sí olvidé mi botella, pero antes de entrar escuché que había alguien allí y como tú eras el único que faltaba, supe que no podía ser nadie más, así que sentí curiosidad... y entré.

KyungSoo lo miró asombrado antes de golpear su hombro.

—Pervertido...

—No me pegues —pidió JongIn abrazándolo—. Hay que dormir.

—Eres un pervertido.

—No lo soy, ya te dije que tenía curiosidad.

Se quedaron en silencio, hasta que JongIn habló.

—Kyung.

—¿Qué pasa?

—Me encanta poder dormir abrazado a ti.

—JongIn.

—¿Uh?

—Te amo.

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Las quieeeroo, de verdad, de verdad, muchas gracias por todos sus comentarios tan lindos, y muchas gracias también a las personas que recomiendan mi fic y ayudan a que más personas lean esta cosa azucarada UuU <3

Les cuento que hoy publiqué la primera parte del fanfic basado en monsters inc, pasen a leerlo :D me encantaría leer sus comentarios por allá

También actualizaré "Bajando una estrella del cielo" para quienes leen.

¿Recuerdan cuando desconfiaban de JongIn y creían que se burlaría de Soo? xD