♥Decimocuarto capítulo♥
♡Decimocuarto capítulo ♡
Dos meses se pasaron volando. En el lapso de ese tiempo varias cosas cambiaron, en especial acerca de su relación, pero no eran malos cambios, eran cambios con los que KyungSoo se sentía bien. Ya no le molestaba la amistad de su novio con TaeMin, y lo que era más, incluso él se había vuelto su amigo.
También estaba la situación de BaekHyun. Al chico se le veía más alegre que antes, y KyungSoo tenía grabadas las palabras que le dijo un día mientras conversaban en el jardín de la escuela; "Aún me duele, pero sé que en unos meses estaré bien, y dentro de unos años no será más que una memoria lejana. Podré recordar la sensación, pero ya no la sentiré".
A veces en medio de sus divagues pensaba en si JongIn y él pasarían por algo como eso. Por supuesto que confiaba en él y en que no lo engañaría como ChanYeol había hecho con su amigo, pero había miles de razones más por las que podrían pelear. No quería terminar de esa forma, dolido y con deseos de olvidar a quien había sido su primer amor. De todas formas no tenía caso pensar en el futuro cuando era completamente incierto, lo único importante era el presente, ese que tanto amaba compartir con su novio.
Y era con él con quien más habían cambiado las cosas, desde el tiempo que pasaban juntos hasta las muestras de cariño. Los besos que se daban cuando estaban a solas en la casa de alguno de los dos —casi siempre la de JongIn— aumentaban cada día de intensidad. Gradualmente los fueron mezclando con caricias en brazos, espalda y cintura, a veces añadiendo unos cuantos besos en la piel sensible del cuello, robando suspiros de ambos. Para KyungSoo era un mundo se sensaciones nuevas al que se adentraba y debía escapar cuando sentía que estaban yendo demasiado lejos. De manera secreta anhelaba que para JongIn fuese igual.
Hubo un día en que ninguno de los dos fue capaz de parar.
Habían acordado pasar la tarde juntos. Saliendo de clases se reunieron en casa de JongIn. Al principio se dedicaron a ver televisión y a comer, sin embargo, poco más tarde, mientras hacían juntos las tareas de ese día, empezaron a besarse. Era casi imposible mantener sus labios alejados cuando estaban juntos y tan cerca, parecía una adicción. Los cuadernos, libros y lápices fueron dejados en segundo plano sobre la mesa al centro de la sala, las manos de KyungSoo se aferraron a la delgada cintura de su novio y permitió que el chico sujetara sus mejillas. Cuando los dedos de JongIn rozaron su nuca y los suyos la cadera del otro, se olvidaron de lo que significaba control. A partir de ese momento no escatimaron en toques, terminando recostados en el sofá de la sala con JongIn arriba de KyungSoo.
—He estado pensando... —murmuró el muchacho mirándolo a los ojos con el rostro encendido de vergüenza. O quién sabe, quizá el tono rojo se debía a la excitación.
—¿Qué? —preguntó impaciente al darse cuenta de que no terminaba la frase. JongIn se peinó detrás de la oreja los mechones de cabello que caían por su rostro de una manera incómoda.
—Quiero hacerlo contigo. Hacer el amor —respondió en un ataque de gallardía.
Se sintió arrepentido tan pronto soltó esas palabras, pues KyungSoo lo estaba mirando con asombro y sobre todo escepticismo. Quiso por un momento borrar lo que había dicho.
—Espera, Kyung, olvídalo —suplicó acariciándole el rostro, trasmitiéndole que todo estaba bien con tan solo una mirada—. Quizá es muy pronto, no te quiero presionar, así que haz como que no dije nada.
—Yo también quiero —confesó tras haber logrado salir de su ensimismamiento—. Quiero, pero tengo miedo. Nunca lo he hecho, ni siquiera había tenido un novio o una novia antes de ti —murmuró rodando los ojos, como si lo que decía fuese demasiado obvio.
JongIn atinó a sonreír, después de todo ya sabía desde antes que había sido el primer beso de KyungSoo, su primer amor. Pinchó su mejilla izquierda con la punta del dedo a modo de broma y le dio un pico en los labios.
—Estuve investigando en internet —comentó. Las manos de JongIn se habían posado en su espalda, cerca de sus omóplatos—. Visité muchas páginas y descubrí algunas cosas que podría ayudar a... que sea más cómodo.
KyungSoo se mordió el labio al sopesar la posibilidad de tener relaciones sexuales con JongIn. La idea estaba lejos de molestarle; en realidad le agradaba pensar en ello, y el hecho de que JongIn lo hubiera propuesto, le hacía sentir deseado.
—Hay que hacerlo.
—Kyung, te he dicho que no quiero presionarte —Lo miró afligido.
—No lo estás haciendo, de verdad quiero.
Así fue como terminaron dirigiéndose a la habitación. Al principio se echaron juntos en la cama y reanudaron lo que minutos antes hacían para recuperar el calor corporal. Cuando sintieron que estaban listos para dar el siguiente paso, ambos pararon de manera abrupta, haciendo evidente su inexperiencia.
—¿Y ahora? —cuestionó KyungSoo.
En su intento de darle confianza a su novio, JongIn lo siguió besando, dirigiendo sus manos a la parte baja de la camisa del chico y comenzando a levantarla. Al rozar una pequeña porción de la piel del estómago con sus yemas, KyungSoo se hizo hacia atrás y como acto de reflejo se cubrió. Él le miró en un principio sorprendido, pero de inmediato se encargó de relajarse. Le sonrió con cariño y tocó sus brazos.
—Podemos parar.
—¡No! —KyungSoo se aferró a sus hombros y sacudió la cabeza—. De verdad quiero hacerlo, es solo que me avergüenza que me veas desnudo, créeme que no soy nada atractivo.
—Y tú créeme que para mí lo eres —repuso serio—. ¿Cuántas veces más debo decirte que eres hermoso así? No importa cuántas sean, porque yo me aseguraré de decírtelo hasta que lo creas.
KyungSoo exhaló un suspiro largo y observo la habitación alumbrada por la luz de la tarde que aún entraba por la ventana y traspasaba las vaporosas cortinas. Deseó que se hiciera de noche y así tener más confianza de desvestirse, pero no pasaría algo así. Lo único que le quedaba era confiar en JongIn y en que no le juzgaría. Así pues, fue él mismo quien se deshizo de la prenda. Lo hizo con manos temblorosas y el corazón palpitando a toda velocidad dentro de su pecho. Cerró los ojos, como si al hacerlo JongIn tampoco pudiese ver su torso descubierto.
No quería abrirlos y ver la expresión del chico, así que no vio cuando sonrió con ternura y se acercó para besar directamente su mentón, descendiendo sus traviesas manos a su circunferencial cintura.
Dio un pequeño salto por la sorpresa.
—Eres precioso —murmuró JongIn acercándose a su rostro—. Y tu piel tan, tan suave.
La camisa de JongIn también desapareció al poco tiempo, sentía el cuerpo demasiado acalorado como para seguir vestido. Al pesar del nerviosismo que los dos sentían al ser ese su primer encuentro sexual, terminaron completamente desnudos. Cada vez que KyungSoo intentaba cubrirse, compungido por mostrarse al natural frente a su atractivo novio, JongIn se encargaba de besar y tocar toda la piel que le era posible.
Apoyó la espalda en la cabecera, atrayendo a KyungSoo cerca de él. Lo miró con intensidad, una mirada cargada de cariño y deseo por amarlo de todas las maneras que pudieran ocurrírsele. Posó las manos en su espalda y entonces bajó a su prominente trasero. Hacía mucho que deseaba tocarlo, descubrir cómo se sentiría en sus palmas. Era mucho mejor que en su imaginación.
KyungSoo jadeó y se arrimó más, hasta que sus pechos quedaron rozándose de tan cerca que estaban.
Los dos se habían puesto a temblar, era algo que deseaban con todo su ser, pero que de igual manera les asustaba. Durante esa media hora habían descubierto sus roles sin siquiera darse cuenta. KyungSoo era calmado y tímido, mientras que JongIn actuaba más curioso y le gustaba guiar al muchacho a pesar de que él mismo era nuevo en todo aquello.
—Leí que es mejor para ti estar arriba —susurró con la voz ronca—. Así puedes controlar el ritmo y si te duele solo paras.
KyungSoo asintió, comprendiendo. Con movimientos demasiado torpes se sujetó de los hombros de su novio y se acomodó con las rodillas separadas sobre él.
—Pero... soy pesado.
Vio al muchacho sacudir la cabeza.
—No te preocupes.
Antes de que bajara JongIn lo detuvo, mirándolo con pánico.
—¿Qué haces? Así te vas a lastimar —Fue hasta ese momento que cayó en la cuenta de que no contaban con ningún tipo de lubricante que los ayudara con la tarea. Se sintió un idiota, pero no podía culparse. A pesar de que llevaba un par de semanas investigando, no era algo que hubiera planeado.
Se sobresaltó cuando sintió que KyungSoo acomodaba su trasero sobre la punta de su miembro, no fue necesario detenerlo, pues al sentir un agudo dolor al tratar de descender, fue él mismo quien se levantó. JongIn lo vio quejarse, le ayudo a recostarse en la cama y se echó a su lado.
—¿Estás bien? —Preocupado acarició su rostro.
—Creí que sería más fácil —admitió con los párpados apretados—, pero duele mucho. Perdón JongIn, no puedo hacerlo, no en este momento.
—Entiendo, no te disculpes.
—De verdad lo siento.
—Ya te dije que está bien —dijo acercándose a besar su frente—. Descansa, aún falta mucho para que mamá llegue, en la noche te acompañaré a casa.
JongIn fue a su ropero por una cobija para cubrir la desnudez de su novio, sabía que estaba incómodo. Se recostó a su lado y le echó un brazo encima. KyungSoo se mantuvo despierto durante unos minutos y cuando el dolor se atenuó, cerró los ojos y cayó dormido.
♥
De algún modo se sentía culpable al llegar a casa acompañado de JongIn. El muchacho entró con él para saludar a sus padres, sin embargo declinó la oferta de quedarse a cenar puesto que su madre le había enviado un mensaje para avisarle que cenarían juntos. Caminó a la salida con su novio, asegurándose de que los adultos se hubiesen quedando lo suficiente lejos como para no oír lo que decían.
—Lamento lo de esta tarde —mencionó el chico sujetando su mano, KyungSoo meneó la cabeza.
—No fue tu culpa —Se quedaron en silencio, percibiendo únicamente algunos sonidos producidos por grillos—. Si quieres... podemos intentar otro día.
—Sin duda lo haremos, Kyung —respondió JongIn formulando una sonrisa.
KyungSoo esperó con JongIn a que pasara un taxi por su calle, lo cual no tardó tanto. Se despidieron con un corto beso, y parado en el marco de la puerta, observó cómo el muchacho le lanzaba un beso a través del cristal. Entró a su casa y cerró la puerta, dejando que su espalda chocara con la madera lisa. Expulsó un suspiro que fue acompañado de una suave risa, aunque aún se sentía culpable por ocultar algo tan grande como lo de esa tarde a sus padres, las sensaciones que el amor le provocaba eran mayores.
Luego de comer la cena en familia, KyungSoo se dio una ducha, lavó sus dientes, se vistió con su piyama de Totoro y se marchó a su habitación, tirándose en su cama. Apretujó la colcha con emoción antes de levantar la almohada, dejando a la vista una libreta forrada por él mismo con recortes de TVXQ. Se sentó con las piernas extendidas y dejó la libreta sobre su regazo. La abrió en una página al azar, sonriendo al ver los post-its pegados al papel. Su vista se dirigió al segundo de ellos.
Si tuviera que describir su sentir con palabras, diría que había burbujas dentro de su estómago, flotando de aquí para allá y reventándose, provocándole muchas cosquillas. Cambió de página, hallándose con un post-it que JongIn le había dejado poco después del concurso, cuando todavía no sabía la identidad del entonces anónimo.
Cerró el álbum donde había decidido colocar todos y cada uno de los post-its de corazón, desde el primero hasta el último recibido. Quedaban solamente tres páginas vacías y si la amenaza de JongIn acerca de seguir dejando notas era cierta, pronto tendría que comprar una libreta nueva.
Una vez que hubo apagado la luz, se metió bajo la cobija y se dispuso a dormir, pero antes de que siquiera cerrara los ojos el sonido de su teléfono interrumpió el silencio. La luz de la pantalla alumbró su rostro mientras abría el mensaje que acababa de llegar.
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Lamento la demora con este capítulo, en unos días subo el 15 :D
Por cierto, algunas personas me dijeron que no pueden ver las imágenes, y como son tan importantes en la historia, si ese es su caso se las pasaré todas en orden, solo deben enviar un mensaje a mi página de facebook, o a mi cuenta personas: Lesly Palomar
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