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♥Cuarto capítulo♥

Los miércoles eran sus días menos favoritos, tocaba clase de deportes a primera hora, pero KyungSoo lo odiaba. Lo odiaba tanto que incluso preferiría ver diez horas de matemáticas antes de eso. Esa mañana se le pasó por la mente fingir sentirse enfermo para quedarse el resto del día en la cama, y lo habría hecho, de no ser por el mensaje que JongIn le envió, diciendo que esperaba verlo a la hora del almuerzo.

En clase de deportes sudaba, se cansaba y terminaba respirando con dificultad. Se comía una tableta de chocolate antes de iniciar para que le propinara energías, y otra al terminar para recuperarlas.

Vestido con su uniforme deportivo llegó a las canchas de bascketball, ni siquiera le había dado tiempo de pasar al salón a dejar su mochila porque se le había hecho tarde. El resto de sus compañeros ya estaban trotando alrededor, así que tuvo que seguirles el paso. Lo único bueno de esa clase era que el profesor no le exigía demasiado, solamente pedía que completara las vueltas, sin importar cuánto tiempo le llevase.

No hicieron más que jugar carreras y como era de esperarse KyungSoo no ganó ni una sola vez. Al finalizar la hora se dirigió a donde había dejado su mochila para sacar su botella de agua y beber. También extrajo una toalla y un cambio de ropa y se dirigió a las duchas junto con todos los demás. Por lo general no las ocupaba porque le avergonzaba que alguien viese su cuerpo, pero desde que conoció a JongIn no podía permitir que lo viese sudoroso.

Esperó unos minutos hasta que todos salieran; cuando el último muchacho atravesó la puerta al fin pudo sacarse la ropa y entrar a una de las regaderas. No tardó más de cinco minutos en estar limpio, debía apresurarse porque las clases de inglés estaban a punto de comenzar. Ya cambiado guardó sus cosas y se dirigió al aula. Al llegar se encontró con una gran sorpresa.

Prácticamente todos se hallaban alrededor de su pupitre y cuando los vio inclinados leyendo algo, tuvo un muy mal presentimiento.

—"¿Te cuento un secreto? Cuando veo tus labios imagino que saben a fresas" —dramatizó un chico haciendo ademanes con las manos, KyungSoo vio que en una de ellas estaba un familiar post-it color rosa.

Enseguida decenas de risotadas hicieron eco entre las cuatro paredes, a KyungSoo las extremidades le temblaban y su pulso se hizo más rápido.

—Vaya, a alguien sí le pareces lindo —dijo una chica con los brazos cruzados, mirándolo burlonamente.

—¿Cómo puedes creer eso? —respondió otro—. Es obvio que se trata de una broma de alguien que le está viendo la cara de idiota, así como JongIn.

—Es verdad, ¿por qué alguien como JongIn querría ser tu amigo?

Las lágrimas ya se dibujaban en los bordes de sus ojos, estaba a punto de llorar pero de repente pensó y volvió a su actitud serena. Se acercó hasta el chico del post-it y se lo arrancó de las manos.

—Todos son unos tontos —dijo con la voz cortada, porque aunque quisiera aún no se sentía tan valiente para enfrentarlos—. JongIn sí es mi amigo, no lo conocen y ¿saben qué? Me causan pena por eso, porque JongIn sí es una persona buena, al contrario de ustedes que ni siquiera se han dado la oportunidad de mirar más allá, sólo ven lo guapo que es por fuera pero no conocen su actitud.

—Pobrecito, cree que tiene amigos.

—Los tiene.

Las voces se callaron cuando alguien habló desde la puerta, era JongIn. El chico se notaba molesto, como si quisiera asesinarlos a todos.

—Kyung, ven —le llamó tranquilizándose. Él le obedeció y se acercó hasta donde estaba.

No esperaba que JongIn lo tomara de la mano bajo las miradas estupefactas del resto, lo sacó del aula e hizo que lo siguiera, sin saber ni siquiera a dónde se dirigían.

KyungSoo se espantó al ver que estaban llegando a la dirección, se detuvo y JongIn lo hizo con él.

—¿Qué pasa?

—No quiero ir —murmuró con la cabeza gacha. JongIn se le quedó viendo y posó la mano en su hombro.

—Debemos hacerlo, prometo que no estarás en problemas —argumentó—. Esos chicos te estaban molestando y yo lo presencié, así que tampoco me puedo quedar callado porque me convertiría en cómplice.

—¿Entonces lo haces por eso?

—No, KyungSoo —JongIn se mostró agitado pero de inmediato se controló. No podía perder el control frente a KyungSoo porque era alguien sensible y corría el peligro de herirlo. Bufó levantando las manos—. No quiero que las burlas sigan ¿está bien? Si fuese por mí créeme que seguiría defendiéndote, pero no podemos estar todo el tiempo así, esto debe parar.

—Gracias por ayudarme —dijo levantando la cabeza.

—Yo te debería dar las gracias a ti por todo lo que dijiste allá —dijo con una sonrisa que KyungSoo adoró—. Siendo honesto ni mi propia madre habla así de mí —Introdujo las manos en los bolsillos de su pantalón y antes de que KyungSoo pudiese responder a eso, la puerta de la dirección se abrió provocando un eco en los pasillos casi vacíos.

Vio a la directora salir con unas carpetas color crema bajo el brazo, era una mujer relativamente joven, alta y de cabello teñido de un rojo intenso. Se sorprendió al verlos tan cerca de la puerta pero de inmediato su expresión de sorpresa cambió a una afable.

—Hola JongIn, buenos días KyungSoo —saludó deteniéndose.

—Buenos días señora Kim —dijeron uno tras otro.

—¿Necesitan algo?

—Sí, queremos hablar con usted acerca de algo importante —respondió el más alto. KyungSoo permanecía al margen puesto que no le tenía la confianza suficiente a la mujer.

—Entonces esperen adentro mientras llevó estos papeles a los prefectos.

Los tacones resonaron a medida que se alejaba y JongIn lo empujó al interior de la oficina de dirección. A KyungSoo no le agradaba estar allí dentro, los muebles de caoba resultaban tan imponentes que le asustaba, se sentía pequeñito. En las paredes azul pálido reposaban cuadros con fotografías de alumnos de varias generaciones.

Repasó todo con sus ojos tímidos, hasta que JongIn se acomodó en una de las dos sillas frente al escritorio y le indicó que tomara asiento en la otra.

En una esquina del escritorio había un tazón de cristal lleno de chocolates envueltos en papel morado metálico, JongIn tomó un par y le pasó uno a KyungSoo.

—Debes de probarlos, son mis favoritos —mencionó alegre comiendo el suyo. Él lo miró llenó de sorpresa por la confianza con la que había tomado los chocolates—. Anda, come, la directora no se enojará.

¿Cómo podría negarse él a un chocolate?

—Estoy aquí —La voz de la mujer se escuchó a sus espaldas, KyungSoo casi se atraganta y a JongIn se le escaparon un par de risotadas—. ¿Qué es lo que quieren decirme?

—Es por los compañeros de grupo de KyungSoo —comenzó a explicar JongIn. La directora se sentó delante de ellos—. No paran de molestarlo y burlarse de él.

—¿Cómo es eso? —preguntó preocupada hacia KyungSoo, quien avergonzado asintió.

—Pegan notas en mi lugar burlándose de mi... cuerpo.

—Hoy se reunieron todos para molestarlo, tía, deberíamos hacer algo.

Miró asombrado al muchacho porque eso sí que no se lo esperaba. No tenía idea de que JongIn era el sobrino de la directora, pero ya que lo pensaba, hasta se parecían un poco.

—Sé que no puedes expulsarlos a todos o algo así, pero estaba pensando en que puedes transferir a KyungSoo a otro salón.

—Y me imagino que quieres que lo cambie a tu salón.

JongIn se encogió ante la mirada curiosa de su tía.

—Bueno, sería más fácil para él porque nos tendría a mis amigos y a mí.

—Bien, pero hay que ver qué piensa él.

—Yo sí quiero —respondió lleno de dicha. Al fin podría librarse de todos esos tontos que lo odiaban sin razón.

—Perfecto —La mujer sujetó una pluma color negro y anotó algo en una libreta. Enseguida volvió su atención a ellos y sonrió—. Tu primer día con el grupo de JongIn será el lunes, dame estos días para arreglar tus materias y hablar con los profesores.

El ambiente el en jardín estaba cargado de una tensión que los envolvía a todos. Como todos los días, JongIn estaba sentado a su lado, ambos con la espalda apoyada contra el tronco del árbol. Las cosas entre BaekHyun y LuHan comenzaban a mejorar, al parecer habían descubierto que lo que tenían en común no sólo los hacía chocar, sino que ahora los unía. YiFan y ChanYeol, sin opción al quedarse prácticamente solos, conversaban entre ellos. Pero la situación entre JunMyeon y JongDae era por completo diferente. La pareja estaba en medio de una discusión.

—¿Piensas que soy tonto?

—¿Por favor JongDae, ¿cómo quieres que te lo explique?

—¡No me hables como si estuviera tonto!

—¡Entonces no seas como un niño!

—¡A un niño no le harías todo lo que me haces a mí!

KyungSoo intercalaba su mirada entre uno y otro, como si estuviese siguiendo a una pelota. Sintió que JongIn le daba un codazo y se giró hacia él.

—¿Quién crees que termine rogando por perdón?

—Ni idea —Se encogió de hombros—. Tú los conoces desde antes.

—Entonces —Alejó la mirada de la pareja para verlo a él—, apuesto a que JunMyeon le ruega a Dae.

—¿Qué quieres apostar?

—Elige tú.

—Veamos —Lo pensó unos instantes y cuando tuvo una idea e sintió emocionado—. Si tú ganas haré una cosa que me pidas, pero si yo ganó obedecerás a algo que yo te pida.

—Es justo.

—¿Por qué sigues mintiéndome?

—¡Está bien, sí, iré con él! ¿Feliz?

El par de chicos subieron su tono de voz, llamando de pronto la atención de todos. El aspecto de JongDae era como si estuviese a punto de echarse a llorar y su novio no se encontraba mucho mejor.

—¿Y no podías decir la verdad?

—Te conozco JongDae, si te lo hubiera dicho te habrías puesto como loco, así como estás ahora.

—¿Y cómo diablos quieres que me ponga? Es obvio que prefieres pasar tiempo con ese antes que conmigo.

—Tiene nombre, se llama YiXing.

—¿Ahora lo defiendes? No me importa, lárgate con él, puedo ir solo de todas maneras.

Tan pronto como acabó de hablar, JongDae se dio la vuelta y se marchó a prisa. Todo quedó en silencio, hasta que YiFan lo rompió.

—No quiero ponerme de lado de ninguno, pero esta vez apoyo a Dae.

—¿Qué querías que hiciera? YiXing es mi amigo —respondió con la respiración agitada.

—Sí, un amigo que está enamorado de ti y no me digas que no lo sabes.

—Es verdad JunMyeon —secundó LuHan—. YiXing también es mi amigo, y por eso es que conozco sus intenciones y sé que te quiere enamorar. ¿Cómo crees que se siente JongDae con eso? Más aun cuando cancelaste su cita y le mentiste.

El chico bajó la mirada, parecía arrepentido.

—Ve con él —pidió JongIn de manera dura, sorprendiendo todos—. Más te vale que lo hagas ahora mismo porque si tardas no te perdonará, anda a pedirle disculpas.

Obedeciendo a sus palabras, JunMyeon salió corriendo detrás de su novio.

—Tramposo —susurró KyungSoo a manera de broma para aligerar el ambiente, provocando las risas del resto a pesar de desconocer la apuesta.

Después de todo había perdido, sin embargo sabía que JongIn no lo había hecho por la apuesta, sino por el bien de sus amigos.

Continuaron conversando luego de comer sus almuerzos. Instantes más tarde una figura ya conocida se plantó delante de ellos. Era HyunYoung, quien jugaba nerviosamente con su falda bajo las miradas de reproche que todos le dirigían.

—KyungSoo, ¿puedo decirte algo?

—¿Qué quieres? —preguntó JongIn.

—Yo quería... pedirle disculpas a KyungSoo por lo que le dije —expresó fingiendo que le temblaba la voz. Para todos era obvia la falsedad en sus palabras—. Y ver si podíamos ser amigos.

—Acepto tus disculpas —respondió sereno—. Pero no quiero ser tu amigo.

—JongIn, ¿podemos hablar? —se dirigió molesta al chico, cruzándose de brazos.

Sonó la campana que indicaba que debían volver a clases, por lo que se levantó y ayudó a KyungSoo a que lo hiciera también.

—Yo tampoco quiero ser tu amigo —dijo—. Eres una persona tóxica.

Todos se marcharon juntos de allí, dejando a una furibunda chica. Sus clases quedaban un poco alejadas, pero JongIn se separó del grupo para acompañar a KyungSoo hasta su salón.

—¿Te veo a la salida?

—Sí —respondió el alto. Se mordió con nerviosismo el labio y sujetó su muñeca antes de que pudiese marcharse—. Espera.

—¿Sucede algo?

Abrió la boca, soltando únicamente balbuceos y la volvió a cerrar. Soltó el brazo de KyungSoo con suavidad, le sonrió y señaló con la cabeza la puerta.

—No es nada. Entra, la profesora Jung ya está ahí.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Agradezco a cada persona que lee, vota y comenta este fic. De verdad, muchas gracias. Me iré a terminar de escribir el primer capítulo de "Bajando una estrella del cielo" una historia mpreg cuyo prólogo pueden encontrar en mi cuenta. :D

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