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-Explícalo de nuevo- dijo Kang.
Ya había pasado una semana desde que Yeonjun se fue a Australia para su supuesto viaje de trabajo. Era viernes, día donde los hermanos Kang estaban más que libres y querían visitar a Beomgyu. Lo que no se percataron fue que Kai se les unió sin saber que lo había hecho y que en esa casa, se encontraban Jeongin y Hyunjin junto a la hermana menor de éste último.
-Ya te lo expliqué seis veces hyung- se quejó el rubio.
-Es que no puedo entenderlo- exasperado, gritó Soobin- Yeonjun no paraba de llamarte a cada dos horas exactas y me dices que hace cuatro días que no te llama ¿Qué está ocurriendo?- frunció el ceño, denotando desesperación. Él ya tenía una suposición en mente pero necesitaba confirmarla.
-Soo... ¡Agh! No lo se- chilló nervioso.
Los demás presentes veían como Beomgyu se desvanecía en el sillón, sollozando a más no poder. Tenía miedo, no por él, sino por su pareja. Tenía miedo que algo haya pasado. ¿Por qué no lo llamaba? ¿Estaba con alguien? ¿Le pasó algo a él? Tenía miedo de perderlo de la peor forma y que no volviera, tenía miedo a ser dejado.
Sin ti, no puedo hacer nada por mi cuenta.
Soobin miraba con sus labios apretados a su amigo. Recuerda que pasó algo así con su novia, recuerda con exactitud el dolor que sintió cuando Yeji lo abandonó por otro chico. Se acercó a él y lo rodeó en sus brazos. Lee solo lloraba, no quería perder a Yeonjun. Estuvo en los brazos de su mayor alrededor de cuarenta segundos, al darse cuenta de esto, se separó de él, atemorizado.
Para su suerte Soobin no se percató de ello y le tendió un pañuelo al rubio para que se limpiara.
-Hyung... ¿Por qué no intentas llamarlo de nuevo?- dijo Taehyun.
-No lo se... él me dijo que no lo hiciera- recordaba que su novio le dijo que no lo llamara porque podría estar en una reunión.
-Gyunnie... no pierdes nada en intentarlo- sonrió Yang.
Soobin marcó al teléfono de Yeonjun. Arriesgó todo por su amigo, no le importaba si Choi lo insultaba o si interrumpía una reunión, quería calmar a Beomgyu y conseguir respuestas acerca de lo que estaba haciendo.
-Déjame hablarle primero, no dejaré que te insulte a ti- sonrió levemente el Kang mayor.
Un timbre... dos timbres... tres timbres. No respondió. Lee se desesperó aún más.
Estuvieron treinta minutos intentando llamar a Choi. Los llamados no registraban su número, el número que los chicos marcaban no daba con el número del mayor.
Intentaron con el teléfono de Soobin, no dio resultado, con el teléfono de Taehyun tampoco. No podían intentarlo con el de Jeongin o con el de Hyunjin, si le marcaba con uno de esos teléfonos, Yeonjun iba a saber que a escondidas ellos se juntaban y lo que menos quería en estos momentos era una pelea.
Por lo que solo quedaba una persona que Yeonjun si conocía y no tendrían problemas.
Kai.
El menor le prestó su teléfono y marcaron torpemente al número de Choi. Sonaron tres timbres y por fin en cuatro días, Yeonjun habló.
-¿Hola...?- Se lo escuchaba algo adormilado y confundido por el número que no conocía. Beomgyu dio una bocanada de aire y sus lágrimas volvieron a caer.
-Alguien quiere hablarte- dijo seco Soobin, entregando el teléfono a su amigo.
Beomgyu lo tomó desesperado y con nervios. Se sentía raro, era extraño que su novio no lo haya llamado hace cuatro días cuando solía llamarlo muy seguido.
-Junnie, mi amor- sonrió.
Ambos estaban teniendo una profunda charla. Beomgyu le contó que lo estuvo llamando y se preocupó cuando no recibió el llamado del mayor. Yeonjun se espantó, le dijo que lo había estado llamando sin parar, incluso llamó a sus amigos pero por alguna razón que desconocía no lo pudo llamar.
Soobin miraba atentamente, con su cuerpo recostado en la puerta de la cocina, como el menor le hablaba sin parar. Jamás vio a Beomgyu hablando de esa forma, él era demasiado tranquilo y hablaba lo justo y necesario. Se quedaba pensando, ¿Cuándo fue que el lindo Lee Beomgyu cambió tanto?
Beomgyu hablaba animadamente, diciendo que lo esperaba porque lo necesitaba enseguida. Sin él no podía hacer nada por su cuenta. Necesitaba la presencia de Yeonjun, ya que sus fuerzas se habían derribado y Lee Beomgyu, el chico fuerte que podía con todo, ya no existía.
Realmente necesito de ti.
Mientras Soobin y Beomgyu estaban en la cocina, Taehyun estaba en sus redes sociales y se tomaba una que otra selfie con Kai. Hyunjin hablaba amigablemente con la pareja y Jeongin solo jugaba con Minju.
-Entonces ¿Ella es tu hermana?- dijo curioso Huening.
-Si- sonrió- Hwang Minju, tiene seis años. Me acompaña a todos lados, es mi única amiga fiel.
El tono con el que habló Hwang alarmó a su novio. Jeongin sabía que cuando Hyunjin hablaba con la voz apagada era porque estaba recayendo.
Cada día para él era más difícil soportar la situación. Sus padres drogadictos en busca de Minju, él tenía mucho trabajo, en parte, le daba mucho trabajo a Jeongin con la circunstancia. Hwang ya no quería seguir ahí, quería enviar a Minju a un buen lugar donde pueda crecer bien y donde jamás la encuentren, mientras que él, solo pedía desaparecer.
-Es tan lindo ver hermanos unidos- dijo alegre Taehyun- Soobin y yo solo nos golpeamos, es todo su culpa, me odia- rio. Hyunjin abrió la boca sorprendido, cuando vio a Soobin pensaba que era un chico amable y protector con su hermano menor.
-Que suerte que soy hijo único- murmuró Kai, recibiendo un leve golpe en el brazo por parte de su novio, así soltando pequeñas risas.
Soobin dejó que Beomgyu hablara con Yeonjun, la charla se hacía más íntima y no quería escuchar más nada que tenga que ver con la intimidad de los demás, era demasiado con escuchar a su hermano y a su novio en su cuarto. Se encaminó hacia la cocina y se sentó al lado de Jeongin. La pequeña Minju miró al mayor y se quedó hipnotizada, estaba inspeccionando las facciones de Kang, que a su vista eran perfectas.
Mientras tanto, Soobin se quedó un poco incómodo al saber que una niña de seis años estaba viéndolo fijamente.
-Minju ¿Falta mucho?- dijo Yang, quien estaba dado vuelta ya que la niña estaba maquillándolo y peinándolo.
-Un poquito más- sonrió mostrando sus dientitos faltantes- Vas a quedar muy lindo para salir con mi hermanito hoy- rió la pequeña.
Hyunjin al escuchar lo que ella dijo, se decayó un poco. Realmente no tenía ganas de salir. Pidió ir al baño, Soobin lo acompañó, puesto que no conocía el recorrido de la casa.
Hyunjin al llegar le agradeció y se encerró allí. Soobin lo dejó, le pareció un chico raro. Creía que en esta casa todos se volvían locos.
Bajó las escaleras y Beomgyu se acercaba a ellos con una sonrisa.
-¿Y qué tal? ¿Qué es lo que te dijo?- insistió Kang.
-Dijo que hubo unos pequeños problemas con los números y que ya los resolverá- se secó una lágrima.
Soobin no estaba satisfecho pero no quería seguir creando conspiraciones acerca de Choi. Beomgyu se encaminó hacia la sala para volver a sentarse en el sillón, vio a Minju retocando por última vez a Jeongin y sonrió. Esa niña si que era muy linda.
-Bien ¿Qué haremos ahora?- dijo Taehyun, con un suspiro al final.
-No lo sé- sopló un mechón de su cabello, Kai. Al notar que Hyunjin no estaba, se quedó un poco confundido ¿Tan inmerso en los besos estaba que no vio a su amigo de la infancia irse?
-Y listo- interrumpió la menor. Había terminado de una vez con los arreglos hacia el chico de cabellos rosados.
-Gracias Minju, ya me dio hambre- Yang se dio vuelta para tomar unas galletas y dejó a los presentes un poco sorprendidos. La pequeña le hizo tres coletas en el cabello, le pintó los labios y le dibujó un bigote, barba y una uniceja al mayor con un marcador.
Beomgyu tomó una galleta y al verlo, se quedó hipnotizado. Estaba completamente ridículo. Comenzó a sentarse lentamente, sin despegar la mirada de Yang.
-Gyu ¿Qué tal todo con Yeonjun?- dijo Yang, quien se perdió la explicación.
-Oh, al parecer alguien desactivó nuestros números. Y al no tener registro de Kai, pude contactarme con él a través de su número- señaló al más alto.
-¿No crees que eso es raro?- frunció el ceño. Su amigo iba a explicar, pero era difícil tomarlo enserio con todo el maquillaje y los dibujos que la menor le hizo con el marcador permanente.
Beomgyu si creía que algo raro estaba ocurriendo ahí. ¿Quién tomaría el teléfono de Yeonjun sin su permiso? Ya no quería pensar en más nada, ahora sabía que su lindo novio estaba bien y le dijo la verdad.
Porque Choi Yeonjun nunca miente ¿O si?
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