21
A Taehyun se le fueron las palabras de la boca. Mantenía la misma postura que cuando su novio le dijo aquello. Su mente quedó en blanco, sus manos sudaban, sus piernas temblaban y sentía que su corazón dejaba de latir.
-¡Kai!- gritó, viendo como el alto se iba de la casa- ¡Por favor, no te vayas!- intentó tomar su mano.
-Suelta Hyunnie- dijo lo más calmo posible- Es por el bien de los dos.
Sin más que decir, partió rumbo al taxi, quien iba a llevarlo hacia el aeropuerto. Taehyun no dio abasto con sus lágrimas y corrió hacia el móvil, golpeando apenas los vidrios, suplicando que su novio no partiera.
El auto arrancó y se desapareció en la primera cuadra, dejando a un Kang Taehyun con el corazón roto.
Soobin apareció por la puerta, viendo como su pequeño hermano se desvanecía. El menor se dio vuelta para ingresar a la casa y vio al más alto. Corrió hacia sus brazos para llorar como jamás lo había hecho.
Ya pasada una media hora desde la partida de Kai, Taehyun estaba sentado en el sillón más grande, cubierto por una manta, comiendo grandes cucharadas de helado. El piso estaba lleno de pañuelos sucios y mojados. A Soobin le daba asco aquello, pero tendría que soportarlo, no era el mejor momento para quejarse de su sucio hermano.
-Taehyun, esto lo llevan hablando durante meses- intentó calmarlo.
-¡Yo le había dicho que estaba en desacuerdo!- sollozó- ¡No puede irse de nuevo y dejarme solo! No otra vez- cubrió su rostro con sus manos, llorando por su noviazgo perdido.
Soobin se quedó viéndolo con pena, entendía lo que era romper con alguien, había pasado por lo mismo cuando su novia lo dejó por alguien más, y no era agradable la sensación de abandono.
-Aunque lo ames, debes dejarlo. Solo te está haciendo daño, Beomgyu.
Taehyun levantó su vista lentamente, mirando con cierta ferocidad a su hermano. ¿Beomgyu?
-No me digas que estás pensando en él nuevamente- dejó su boquita abierta, negando con la cabeza, mientras más lágrimas de enojo caían.
-¿Qué?- preguntó confundido.
-Soobin, acabas de llamarme Beomgyu- A Soobin se le erizó la piel- Hermano, ya hablamos de esto, dijiste que ibas a parar. Sabes que te estás obsesionando y vas a enloquecerte.
-No estamos hablando de mi ahora- contestó seco- Por favor Taehyun, supera tu relación con Kai. Ustedes lo habían planeado y no debería dolerte.
-Y tu supera lo de Beomgyu de una puta vez- exclamó molesto.
Soobin pensaba que Taehyun podría superar tranquilamente a su pareja ya que habían discutido que Kai se volvería a Estados Unidos con su familia y no quería llevar a Kang, puesto que la familia de él no lo aceptaba. Fue una fuerte discusión donde Taehyun pidió que Kai no se fuera y lo abandonara, pero Huening necesitaba visitarlos y despejar su mente de tantos problemas que estaba teniendo.
En cambio, no podía superar la situación de Beomgyu, todo estaba siendo mucho más dificultoso en aquella casa y no era igual que lo que vivía Kang. Beomgyu estaba siendo golpeado, esclavizado y maltratado, aparte de haber sido engañado. Soobin no podía dejar de pensar en como el menor estaba sufriendo, y era mucho peor que la situación de su hermano.
Se levantó y se fue a su cuarto, con cierto desgano, escuchando una voz totalmente conocida, que hacia poco tiempo no escuchaba.
Esa voz, ¿Eres real?
Beomgyu estaba de mal en peor. ¿Cómo iba a explicarle a Choi que no tenía su teléfono en la casa, sino que lo tenía Soobin?
-Maldita sea, Beomgyu ¡Muéstramelo ya!- gritó.
-¡Qué no lo tengo yo!- cubrió su rostro con sus brazos.
-¿Ah no?- miró fijo al menor- ¿Y se puede saber donde está?- Beomgyu no hizo gesto alguno. No se animaba a decirle quien era el que tenía el teléfono y por qué lo tenía- ¡Beomgyu!
-¡Lo tiene Soobin!- cerró sus ojos con fuerza. Yeonjun se quedó viendo al menor con una expresión de enojo. Mordió el lado interno de sus mejillas y habló.
-¿Por qué lo tiene él?- se cruzó de brazos, esperando una respuesta- ¡Respóndeme!
-Yo...-susurró- Cuando fui a su casa mientras no estabas, me enojé con él, y se lo tiré. Pero parece que me lo olvidé allí- dijo cabizbajo.
Yeonjun no había abierto su boca para decir más. Lo único que Beomgyu pudo ver en él fue que abrió la puerta de la casa, yendo dirección a su auto. Se quedó en la ventana, viendo cada paso del mayor y cada movimiento con su auto, lamentando haber hecho lo que hizo en un pasado.
-Estás frito Beomgyu- cerró sus ojos.
Caminó sin pensar donde, tomó sus rubios cabellos totalmente frustrado y cansado de todo. Se gritó a si mismo, odiándose a él más que nadie. Me odio, me odio, esas palabras eran las más frecuentes en las últimas semanas.
Llegó de casualidad a la cocina, tomando así un cuchillo que había en el lavabo. Con sus lágrimas cayendo como solían caer siempre, comenzó a trazar grandes líneas en sus brazos sin piedad. Lo hacía con tal brutalidad y fuerza, que en un momento cuando paró, su vista dio un enorme giro.
Vueltas y más vueltas.
Cayó sentado en el suelo, sosteniendo su cabeza con sus manos llenas de sangre, así manchando todo lo que estaba a su alrededor. Sus ojos no lograban visualizar el entorno, veía todo borroso y el lugar daba vueltas.
Alrededor de quince minutos estuvo en la misma posición, hasta que la puerta de entrada se abrió, dejando ver al chico quien habitaba con él.
Yeonjun fue a buscarlo para entregarle su teléfono, pero al encontrarse con el rubio en ese estado dejó toda su furia y egoísmo atrás y corrió a ayudarlo.
-¡No Yeonjun, déjame!- cubrió su cuerpo con sus brazos, manchando un poco la ropa de Choi al querer alejarlo de él.
-¡Beomgyu, no te dejaré así!- exclamó intentando ver los cortes del menor- ¡Mírame por favor! Gyunnie, mírame.
Lee estaba sollozando a más no poder. El mayor abrazó a su pareja dejando que manchara su ropa con sangre y llanto. Tomó con delicadeza sus brazos y los vendó con unas servilletas que estaban en la cocina. Lo levantó del suelo y lo guió directamente al baño, para que se limpiara aquellos cortes que por suerte no lograron ser profundos.
Luego de que Beomgyu se bañara para limpiarse los cortes, Yeonjun se quedó esperándolo en la sala para hablar con él. Lee bajó y se quedó viendo con temor a su pareja. Choi estiró su brazo hacia Lee, quien lo tomó con miedo y se sentaron en el sillón.
-Gyunnie, no quiero pelear contigo otra vez- mencionó tranquilo.
-Yo tampoco, pero no puedo hacer como si nada pasó, Junnie- dijo con cierta frustración- Tu me engañaste y... duele.
-Lo se, esto no tiene perdón. Realmente quiero arreglar nuestra relación, quiero empezar una nueva historia, como si fuera la primera vez- tomó sus manos, mirándolo fijamente a los ojos- Dame una oportunidad más, por favor- estaba al borde de las lágrimas.
Beomgyu no quería volver a creer en sus palabras. Ya habían pasado varias veces por lo mismo, Yeonjun quiso arreglar su relación pero lo único que hacía era arruinarlo. El rubio realmente quería irse y dejarlo, quería dejar de sufrir, pero su corazón era muy puro y lograba perdonar con cierta facilidad.
Aunque Yeonjun le falló muchas veces, fue el único que lo salvó de toda su miseria, y así lo sigue haciendo. Beomgyu se lastimaba a si mismo, pero Yeonjun lo rescataba de aquello.
Me confundes, me fallas y me salvas. ¿Qué pensaré de ti?
-Gyu, escucha, en unas semanas nos iremos a vivir a Australia, ¿Te parece si creamos una nueva vida juntos? Olvidando todo, y siendo la pareja que antes éramos, con libertad y con amor, sin engaños, ni golpes, ni peleas- su voz denotaba arrepentimiento, estaba locamente enamorado del rubio que sentía que no podía dejarlo. Lo amaba y era su pareja, vivieron tantas cosas que no imaginaba una vida sin ese dulce chico quien tuvo que pagar las consecuencias de su avaricia.
Beomgyu no quería, decidió rechazarlo y pedir alejarse de él, olvidarse quien era Choi Yeonjun y porque vivía con él. Pero le fue imposible no perdonar.
-Si quiero- esbozó una sonrisa, estirando su cuerpo para unirlo en un fuerte abrazo al cuerpo del mayor.
Y así, una vez más, Beomgyu estaba cometiendo otro error, pensando si esta vez podría salir de aquello.
No tengo nada que decir, solo que les espera una pequeña cantidad de sorpresas para ustedes.
Que los disfruten.
Hasta el próximo capítulo
Adiós!!
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