-Espera, espera- pausó- ¡¿Me estás diciendo que en realidad te gusta Choi Yeonjun?!- se quedó con la boca abierta.

-Si quieres grítalo, creo que en rectoría no te escucharon- rodó sus ojos- Si tonto, es lo que te dije.

Jeongin tapó su boca evitando soltar un grito de sorpresa. Beomgyu estaba completamente sorprendido de aquello, pues, era bastante notorio el amor que Lee le tenía a Choi, o eso creía.

-¡Amigo, no puede gustarte él!- chilló.

-¿Por qué no?- enarcó una ceja.

-Beom, si no lo notaste, es un bad boy- dijo con cierta obviedad que su amigo el rubio no entendía.

-¿Y eso qué?- frunció el ceño.

-¡Se burlará de ti!- exclamó- Si te le declaras, solo pasarás vergüenza, y él te hará sufrir.

-No seas tonto- chasqueó la lengua- Solo te dije que me gusta, no que quería ser su novio- afirmó.

Jeongin asintió no tan satisfecho. Beomgyu pudo notarlo y colocó su brazo en su espalda.

-No estoy listo para novios, quiero estudiar y hacer mi vida primero. Quien sabe si cambiaré de opinión y me gusta una chica, y me case cuando sea grande- comenzó a imaginar- Y tal vez tenga hijos quienes me ayudarán en la veterinaria en la cual trabajaré.

-¿Sigues pensando estudiar eso?- preguntó curioso el de brackets. Su amigo asintió con la cabeza- Ese es mi amigo.

Chocaron puños, soltando algunas risas.

Mientras caminaban por los pasillos, seguían hablando del repentino enamoramiento de Lee hacia Yeonjun. Para Jeongin era algo raro y confuso, Beomgyu no era un chico que se dejaba atraer por alguien. Era más un chico de decisiones personales y cuando quería un objetivo en su vida, lo conseguía.

-Oye, pero si llegaras a salir con él, obviamente tendrías tiempo para mi- puchereó.

-Por supuesto que si. Jamás dejaría a mi mejor amigo- le sonrió.

-Y el único- burló seguido de un golpe leve en su brazo- Pero enserio rubio, prométeme que jamás me dejarás por una pareja.

-Prometido- rió.

Unieron sus meñiques, jurando por siempre tener su amistad primero.

Jeongin se encontraba junto a Minju en el sillón de ese viejo departamento. Lloraba desconsoladamente, mientras abrazaba a la pequeña niña a su lado quien no entendía la situación del chico.

-Jeongin, no llores más- secó una de sus lágrimas y le dio un pequeño beso en su mejilla.

El mayor no podía contenerlas. Era una situación muy difícil para él, especialmente para la niña. Y más difícil sería en el futuro, cuando sepa entenderlo.

-Minju- dijo entrecortado- Ven.

La pequeña acató la orden y fue directo a los brazos del mayor, quien la tomó y la sentó en su regazo.

-Por favor, Minju, por favor, júrame que siempre serás una niña fuerte y valiente- sus palabras eran cortadas por el dolor que sentía en su corazón.

-Lo juro Innie- sonrió, mostrando su bella sonrisa- Seré una guerrera- exclamó eufórica.

Jeongin rió un poco dejando caer las lágrimas en el proceso. Besó la cabellera de la niña y la acompañó a su cuarto para que durmiera.

Una vez en el cuarto, ella se adentró a su cama, siendo arropada por el mayor.

-Recuérdale a Hyunjin que lo amo y le doy muchos besitos de buenas noches- sonrió grande la niña.

Yang ahogó un sollozo, colocando una mano en su boca, comenzando a llorar aún más fuerte. La niña curiosa salió de su cama y se arrodilló a su lado.

-¿Innie que tienes?- preguntó inocentemente sin entender el llanto de su mayor. Hubo un momento de confusión cuando el mayor solo se levantó y salió del cuarto.

¿A dónde se fue Hyunjin? murmuró

Aeropuerto de Seul

El castaño bajaba del avión en busca de sus maletas. Al fin había llegado a su ciudad y ansiaba correr hasta su casa para ver a su amado chico. 

Mientras bajaban las cosas, vio a Felix a lo lejos junto a un amigo cargando sus maletas. Su vista pasó por todo el aeropuerto y no encontraba rastros de Jung.

Choi tomaba sus maletas y se despidió de la gente de su trabajo, para salir del aeropuerto y tomar un taxi rumbo a su casa.

En lo que caminaba por el aeropuerto, un muchacho de complexión pequeña y dos niños se cruzaron en su camino, dirección a él.

-Buenas noches, usted debe ser Choi Yeonjun- sonrió.

El más alto se vio confundido ante la presencia del desconocido.

-Si lo soy- dijo desconcertado.

-¡Un gusto conocerlo! Soy San, el esposo de Jung Wooyoung- estrechó su mano, regalando una sonrisa. Choi un poco confuso fue respetuoso y lo saludó tomando su mano- Mi esposo me ha hablado de usted, se que ustedes salvaron a esa empresa de la bancarrota- rió- Me ha dicho que usted es uno de los mejores abogados.

-¿Le ha dicho eso?- dijo, asintiendo y enarcando una ceja.

-¡Por supuesto!- exclamó- Me ha hablado de usted y su buen trabajo. Ustedes son compañeros desde la universidad por lo que se.

Yeonjun quería salir corriendo, estar cerca del esposo de Jung era realmente incómodo. No quería imaginarse la reacción del menor cuando lo viera con su esposo.

-Ellos son mis hijos, Sihyeon y Jongho- la niña lo saludó frenéticamente, mientras que el niño se escondió detrás de la pierna de su papá- Estamos esperando a Wooyoung ¿Lo has visto? Han bajado hace mucho pero aún no se ha acercado- dijo extrañado, mirando hacia todos lados en busca del muchacho.

Yeonjun se congeló ante aquello. Jung le había dicho que iría hacia su casa enseguida bajaran del avión. Unos minutos luego de tomar su equipaje, salió por la puerta trasera del aeropuerto y se fue. Pero ¿Encontrarse a su familia esperándolo cuando el mismo ya se había ido?

-Discúlpeme señor San, pero Wooyoung me avisó que iría hacia su casa. Es más, ahora mismo está yendo- dijo un poco nervioso, puesto que le asustaba el hecho de estar hablando con el esposo de su compañero.

San abrió la boca confuso. Intentaba decir algo que no podía.

-¿Te dijo que se iría a la casa?- el ambiente se volvió tenso. San mantenía su mandíbula apretada sintiendo su sangre arder. Pensaba que su esposo estaría allí y junto a sus hijos lo buscarían para ir los cuatro juntos hacia su casa.

-Si...- murmuró.

El menor tomó un poco brusco los brazos de sus hijos y los arrastró hacia la salida del aeropuerto para ir en busca de Jung.

Choi estaba completamente asustado por la reacción de aquel chico. Sentía que ya mismo se venía un enorme problema chocar contra él.

Caminó y se fue en busca de un taxi.

En el transcurso de a noche, se dedicó a ver por la ventana la ciudad. Se sentía raro de volver, como si jamás hubiera vivido en ese lugar. Algún que otro recuerdo invadía su mente, cuando salía de paseo con Beomgyu, o cuando iban a comer, a andar en bicicletas, a ver el río. Era tan nostálgico todo.

Un nuevo recuerdo se cruzó. Debía hablar con su pareja acerca de la propuesta de Chan.

Llegado a su destino, pagó al taxista, se despidió amablemente y bajó sus cosas para ir hacia su casa.

Estaba parado en la entrada de su hogar. Sintió una fuerte opresión al volver con Beomgyu, se sintió muy extraño y pesado, tenía una horrible sensación en su cuerpo y sentía que el aire le faltaba.

Caminó hacia la puerta y tocó, esperando a que Beomgyu le abriera. Pasaba el tiempo y no respondía.

Tocó alrededor de tres veces y seguía fuera de su casa. Se quedó pensando porque nadie respondía. Comenzó a ponerse nervioso, su novio no estaba en la casa. Al inicio sintió unos fuertes celos, no quería imaginar que Beomgyu se había escapado con alguien más, pero luego, una chispa explotó en su mente, haciéndolo pensar que tal vez, y solo tal vez, el menor se haya enterado de todo.

Pasaban los minutos y Choi se ponía más nervioso. Comenzó a llamarlo desesperadamente, pero Lee no le respondía.

Guardó su teléfono en su bolsillo e iba a dejar sus pertenencias entre las plantas para ir hacia la casa de Soobin y averiguar si su novio estaba allí.

Pero una conocida voz lo interrumpió.

-¿Yeonjun? 

Holii

Traje un nuevo drama y claves para explotar las neuronas

 Ya se van a ir dando cuenta de a poco.

Que lo disfruten

Adiooos!!