13
Entraba sus pertenencias a esa casa, donde vivían los padres de él antes de que cumpliera dieciocho. Esa casa era enorme, muy elegante y muy sofisticada. Paredes grises, cuadros hermosos, muebles viejos. La casa era un sueño, como una casa de muñecas en tamaño gigante.
-Pasa tranquilo, si quieres ve a darte un baño- le sonrió.
-Amor, gracias por ayudarme- se acercó y lo besó.
Esa misma mañana, se sentaron en la sala a comer pizza, la favorita de Beomgyu, una pizza vegana, puesto que él lo era y Yeonjun quería lo mejor para él. Estaban riendo mientras veían una película. Jugaban y reían a carcajadas, se robaban besos y se tomaban fotos.
Luego de la tormenta aparece el arcoíris. Beomgyu sufrió, pero gracias a Choi, pudo volver a ser feliz, aunque sea por un corto tiempo.
Cuando existía la felicidad.
-¡Uno!- gritó Taehyun, tirando la anteúltima carta.
-¡Eso no es justo!- gritó Soobin fastidiado- ¡Deberías tirar una carta del mismo color!- juntó dos cartas.
-Deberías aprender a perder- burló.
Kai reía ante la pelea de los hermanos. Taehyun había tirado un +2, provocando un gran odio hacia su hermano por tener que juntar dos cartas.
-Paso- dijo, casi sin poder parar de reír, Kai.
Beomgyu miró de reojo a todos y tiró la carta.
-Gané- sonrió.
Los presentes se quedaron con la boca abierta al ver que Lee ya se había quedado sin cartas. Taehyun se levantó de golpe para corroborar que no haya estado mintiendo. Y vaya que no lo hacía.
-¡Hyung!- puchereó- Estaba a punto de ganar.
Beomgyu rió.
Soobin se levantó, soltando un largo suspiro.
-Chicos, me hacen perder el tiempo en esto- intentó disimular su molestia. Realmente quería ganar el juego y conseguir el tipo de pizza que habían apostado.
Todos se rieron por la reacción del mayor.
-Bueno Gyu, ya que ganaste, tienes el honor de elegir la pizza- dijo, con un profundo recelo y dolor en su pecho, el Kang menor.
-Elijo la pizza vegana- sonrió.
Todos en la sala se quejaron. Si sabían que su amigo no comía como ellos, él le tenía un gran respeto a los animales luego de ver una de las peores crueldades del ser humano hacia los animales, pero realmente odiaban el sabor de aquella pizza.
-Hyung...
-Una pizza vegana para mi y pizzas comunes para ustedes- rió.
Los chicos se pusieron felices por la decisión del rubio.
Luego de almorzar, Beomgyu fue al cuarto de Taehyun, donde se alojaba en ese lapso, hasta encontrar otro lugar donde Choi jamás lo volviera a encontrar.
Vio a su costado, donde se encontraban los tres bolsos con sus pertenencias. Un recuerdo lo invadió. Cuando hacia siete años atrás, cuando Lee contaba con diecisiete años, Yeonjun lo sacó de la casa de sus padres para formar una vida llena de paz y tranquilidad junto a su novio. Ese mismo día donde Lee se mudó con él, comieron pizza vegana y jugaban, mientras veían una película.
¿Es un deja vu?
En Australia
-Lo estaré pensando y lo hablaré con mi pareja- aclaró- Le agradezco mucho su oferta señor Bang- estrechó su mano.
-Tienes tiempo hasta el veinte de este mes. Por favor, no tardes en avisar porque tendré que buscar reemplazo- dijo firme.
-Le avisaré antes del veinte- afirmó.
Hizo una reverencia y se fue.
Mientras caminaba, tenía una horrible sensación de que alguien detrás de él lo estaba persiguiendo. Se dio vuelta lentamente mientras caminaba, pero no había nadie. Creía haber pasado tantas cosas raras que ya se estaba volviendo loco.
Llegó a su cuarto para juntar su bolso e irse al aeropuerto. Al tomarlo, lo sintió ligero, como si algo le faltase.
Se agachó y revisó si algo le faltaba. Estaban sus trajes doblados, algunas prendas casuales y su ropa interior.
Pero...
-¿Dónde la dejé?- comenzó a buscar desesperado por todo el cuarto. Revolvió las sábanas, revisó los cajones, buscó en el armario. No había rastro de su computadora con todo el trabajo y los números que habían sacado de las inversiones extranjeras para el próximo proyecto de su empresa.
-¡Yeonjun, te estamos esperando en el auto!- gritaba Felix, viendo como el mayor no le prestaba atención.
-¡Lix! ¡¿No viste mi computadora?!- gritó nervioso- ¡Tenía todos los registros y cálculos allí!
-¿Dónde la dejaste por última vez?- decía, mientras ayudaba a buscar bajo la cama y entre los colchones.
-En mi bolso- explicó- Fui a hablar con Christopher y cuando volví, sentí que me faltaba algo- suspiró pesadamente.
Ambos chicos seguían buscando la computadora. Felix salió hacia la entrada del hotel y pidió que esperaran un poco más, aunque lo único que recibió fue un insulto y un regaño como siempre le pasaba.
Fueron hacia la sala de juntas para ver si aparecía allí, pero no había rastro. Choi juraba haberla dejado en ese bolso, en el fondo. Estuvo quince minutos hablando con Bang y cuando volvió, ya no estaba.
Una fina mujer se acercaba caminando por el pasillo en dirección hacia los chicos.
-Disculpe señor Choi, creo que esto le pertenece- dijo un poco seria la mujer.
-¡Se lo agradezco mucho!- dijo tomando la computadora.
-Debería tener más cuidado. La encontré dentro del excusado- dijo, frunciendo el ceño, yéndose en dirección opuesta.
Yeonjun quedó confundido ante lo dicho. ¿Cómo había llegado esa computadora al baño cuando estaba en el fondo de su bolso?
Sospechaba de alguien.
-¡Rápido chicos! ¡No tenemos tiempo!- gritaba impaciente el jefe Bang.
Los dos faltantes se metieron al auto para ir rumbo al aeropuerto. Yeonjun estaba ansioso por ver a su lindo novio, cuando lo escuchó hablar por última vez, se lo escuchaba triste y depresivo. Quería verlo y sacarlo lo más rápido que podía de los chicos, en especial de Wooyoung. Quería que volvieran a ser felices, armando otra historia una vez desaparecieran del lugar que los rodeaba. Prometió sacarlo de la amargura y restablecer esa relación tóxica.
Si todavía existe la posibilidad.
Faltaban quince minutos para que se de la hora del vuelo. Estaban todos reunidos en el mismo lugar para esperar el avión y abordar rápidamente todos juntos. Yeonjun necesitaba ir por última vez al baño, por lo que pidió permiso para ir. No tardes le dijeron varias veces. Jung por otro lado, dijo que iría a comprar unas pastillas para dormir, puesto que los aviones lo ponían demasiado nervioso.
En el baño, Choi remojó su cara. Se miró al espejo y se habló para sus adentros.
-Gyunnie, te prometo hacerte feliz de nuevo cuando nos vayamos de allí- cerró sus ojos, sintiendo unas pequeñas ganas de llorar.
La puerta del baño fue abierta. Yeonjun no podía ver quien era el chico que entró. Pero si sintió que unos brazos lo rodearon del cuello, metiéndolo dentro de uno de los cubículos cuando se estaba secando la cara con las servilletas.
-¡Wooyoung, déjame!- intentó zafarse del menor, pero éste solo unía más y más sus labios.
El beso cada vez era más profundo. Las manos traviesas de Jung se introdujeron al pantalón del mayor. Los besos pasaban por las orejas y llegaban a su cuello. Choi en un intento fallido de salirse de baño, cayó sentado hacia el inodoro, con Jung arriba.
Mientras los besos iban siendo más fuertes, el menor estaba encima de Choi, moviendo sus caderas en las de Yeonjun. Los gemidos y jadeos no tardaron en aparecer, junto a las caricias.
Vuelo 551 a Corea. Vuelo 551 a Corea, está a punto de despegar.
Bueno, gracias por leer y votar💖
Los amo muchito.
Baaaaai
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