II. Amnesia
Cada minuto que T/N Corvus está en Hogwarts siente que todo es muy familiar, a pesar de que su mente continúa nublada y de que cada intento por recordar es un fracaso. No entiende el por qué, pero el Director y aquella profesora le pidieron total discreción con respecto a su situación. Ella fue presentada como una nueva estudiante, común y corriente. Nadie más debía saber los detalles de su llegada como tampoco de su pérdida de memoria.
Gracie Hay - ¿Y qué le sucedió a tu varita?
Las cuatro chicas se preparan para otro pesado día de clases. Siempre es más difícil al comienzo del año académico.
T/N se concentra en desenredar su largo cabello y responde con la voz casi apagada.
T/N - La he perdido.
Gracie Hay, la joven de pecas pronunciadas y un acastañado cabello corto, detiene lo que está haciendo y levanta la mirada hacia su nueva compañera. Se nota curiosa con respecto a la historia de cómo fue que T/N Corvus perdió su varita.
Gracie Hay - ¿En serio?
¿Fue en algún duelo o simplemente se te ha perdido?
T/N - Supongo que se extravió en alguna parte.
Entonces, las otras dos jóvenes que pretendían ignorar la irrelevante conversación, también voltean sus rostros hacia T/N Corvus. De hecho, la más alta de ellas parece ofendida por la respuesta.
Charlotte Vole - ¿Escuché bien?
¿De verdad te atreves a venir a Hogwarts sin una varita?
Bethany Vole - ¿Piensas que esto es una de esas escuelas muggles?
Un mago no es nada sin una varita.
T/N suspira y pretende no haberlas escuchado.
Charlotte Vole - Menudo desperdicio...
Charlotte se cruza de brazos, negando con la cabeza.
Bethany Vole - ¿Vamos al Gran Comedor?
Ya quiero comer.
Charlotte Vole - ¡Hmph!
Prefiero eso a estresarme de solo ver a nuestra "nueva compañera".
Ambas se dirigen a la puerta, aún hablando entre ellas.
Charlotte Vole - ¿Y tú por qué no empiezas a comer un poco menos?
Luego te estás preguntando el porqué todavía no se formalizan...
La puerta se cierra con fuerza y el rastro del impacto acarrea el silencio. Tanto Gracie como T/N se miran confundidas y solo continúan arreglándose.
Gracie Hay - Son algo groseras, pero estará bien cuando se acostumbren a ti.
Serás un fantasma para ellas.
T/N - Ellas son... ¿hermanas?
Gracie Hay - ¡No, para nada!
Pero si son primas, ¡y a ambas las sortearon en Slytherin!
Charlotte fue la primera, y recuerdo que Bethany tardó más con el sombrero seleccionador.
Es como si le hubiera rogado todo ese tiempo para que la sorteara junto a Charlotte.
T/N - Vaya...
Gracie Hay - ¿Por qué no trataste de adquirir una varita antes de llegar a Hogwarts?
T/N - No creo poder dominar otra varita.
Gracie Hay - ¡Claro que sí puedes!
Hay magos que usan las que tomaron de otros en duelos.
Y por otra parte...
Gracie observa a su compañera, levantando una de sus cejas. De alguna forma parece afectada por el asunto de T/N Corvus.
Gracie Hay - Será un problema para ti en todas las clases.
T/N - Supongo que asistiré a las clases de pociones hasta que la encuentre.
Gracie Hay - ¡Ah! ¿Crees que podrás encontrarla?
Una leve sonrisa de tristeza aparece en los labios de T/N Corvus, acompañada del cómodo silencio en aquel dormitorio.
T/N - Tengo esperanza.
Las jóvenes salen de la Sala Común de Slytherin, van en dirección a sus clases. Cuando llegan al pasillo principal sus caminos se separan.
(...)
Horace Slughorn - Señorita Corvus, siempre me alegra ver estudiantes así de entusiasmados.
T/N camina a lo largo del salón de pociones y toma asiento en el primer puesto vacío que encuentra. Hay algunos estudiantes de Slytherin y otras casas, pero ningún rostro familiar, excepto... ese joven, Severus Snape.
Desde que despertó aquél día en la enfermería no ha sido capaz de recordar el cómo y el por qué está en ese lugar. Está segura de que estuvo ahí en algún momento, sin embargo ¿por qué no recuerda a nadie? y... ¿por qué ese joven en específico es lo más cercano a un recuerdo?
Horace Slughorn - Como somos pocos, cada casa se agrupará en su propia mesa.
¡Y ayúdense entre ustedes, por supuesto!
Una oleada de túnicas y corbatas verdes se van reuniendo en la mesa donde permanece sentada T/N Corvus. Sus ojos se enfocan en el joven de cabello negro, largo hasta la mandíbula, y en sus delgados dedos hojeando el libro de pociones.
Una voz nueva, la cuál suena algo grave, la hace volver a la clase.
Mulciber - No nos hagas quedar mal a los Slytherin, en esta clase y en el resto debes ser excelente.
T/N Corvus un tanto apenada, se acomoda el cabello y se pone en marcha para elaborar la poción. Lee las instrucciones instintivamente, de alguna manera sus manos van trabajando por su cuenta.
Otro de sus curiosos compañeros se le arrima, queriendo evaluar su progreso. Todos están en ascuas respecto a la llegada de T/N, y no tienen mucha confianza en la joven.
Avery - Creo que la novata lo está haciendo muy mal.
Anda Severus, échale una mano.
El desconfiado joven gruñe desde el extremo de la mesa, y levanta la mirada hacia sus amigos con desagrado.
Severus Snape - Ni siquiera voy por la mitad, ¿y quieres que ayude a esa chica?
Avery le da una palmadita en la espalda para animarlo.
Avery - ¡Vamos!
Tampoco es que no puedas acabar dos pociones en medio turno de clase.
Severus vuelve a gruñir y se acerca a T/N Corvus casi arrastrando los pies. La mirada de desagrado y apatía no desaparece. Desde una distancia prudente analiza la forma en que la joven está trabajando. Algo llama su atención y se acerca más.
Severus Snape - ¿Por qué usaste más ingredientes de lo establecido?
A pesar de la voz acelerada del joven, T/N responde con calma.
T/N - Solo añadí un gramo de más.
Severus Snape - Debes guiarte por el libro, ¿cómo esperas tener un buen resultado si haces lo que quieres?
Ambos se quedan viendo el caldero algunos instantes, hasta que levantan sus rostros para verse cara a cara. Ella lo detalla como si intentara encontrar algún recuerdo tras ese rostro pálido, pero no da resultados.
T/N - Yo creo que está bien.
Severus Snape - ¿Crees?
Severus Snape corta el contacto visual con la joven y se queda pensando, aunque algo interrumpe de inmediato su disimulada calma...
Severus Snape - ¡Espera!
¡Son 11 vueltas en sentido anti horario, no 12!
T/N Corvus suelta el cucharón con un dejo de obstinación y fija una mirada seria en Severus Snape. Él, por su parte, la observa con profunda confusión.
Severus Snape - Tú... ¿cómo aprendiste a elaborar la poción de esta forma?
T/N - No estoy segura, creo que siempre lo he hecho así.
El joven rueda los ojos y niega con la cabeza.
Severus Snape - Eres muy extraña.
Luego se da la vuelta y se marcha a su puesto para continuar trabajando.
Al terminar la clase, el profesor Slughorn se da un largo paseo por el salón para calificar las pociones de los estudiantes. Se queda innegablemente impresionado al ver que T/N Corvus tuvo un resultado excelente otra vez.
Horace Slughorn - Vaya señor Snape, parece que te harán competencia en tu último año.
Ambas pociones son perfectas.
Tanto Mulciber como Avery quedan atónitos y se burlan discretamente alrededor de su amigo. A él no le importa lo más mínimo, ¿cómo saber si alguna vez está molesto de todos modos? Cuando parece que solo piensa en él mismo y su rostro siempre lleva una expresión de desagrado. Incluso así, observa con insistencia a la joven que, por alguna razón, captó su atención.
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