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Miércoles temprano, exámen de cálculo. Por la tarde doble mudanza de depósito, en la noche clases extracurriculares

Jueves por la mañana, prácticas de aerodinámica avanzada. Por la tarde trabajar de 4 a 8 en el bar local, adicional a eso turno nocturno en honor al aniversario local

Viernes en la mañana turno libre, a reabastecer la despensa y hacer turno matutino en el despacho de inventario para mudanzas. Viernes por la tarde turno doble por que según su gefe "Es viernes y los tontos lo saben" y finalmente caer exhausto sobre su cama al llegar a casa

Anhelando que dos días sean suficientes para recomponerse por completo y empezar una nueva joornada de exámenes, tareas, trabajo y estrés

Oliver últimamente estaba tan exhausto que había perdido por completo la noción del tiempo. De día era fuerte y habilidoso para su cada mañana multitareas, por la tarde se sentía exhausto y de noche la ropa le pesaba a penas llegaba a casa, lo poco de energía que quedaba en su cuerpo bastaba para cenar, tomar una ducha y estudiar un poco

Y a veces incluso lo olvidaba por completo

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Esa noche no fué la excepción, a penas llegó se quitó el abrigo, el bolso y las ganas de vivir para dejarlos mientras tomaba su camino a la cocina. Cenó con agotamiento mientras respondía vagamente al intento de conversación con su pareja

Tn podía ver el estrés y cansancio materializarse en su mirada cuando se puso de pie para tomar una ducha

Y finalmente al tocar por primera vez las sábanas Oliver cayó rendido, con nada más que un par de pantalones de dormir y el cabello mojado. Ni siquiera se esforzó por prestar atención cuando el colchón se hundió cerca de él y un par de manos acariciaron su espalda, dando suaves masajes para aliviar la tensión muscular

El muchacho agradeció internamente aquel gesto, volteándose para recibir a su compañera, escuchando su voz aunque el sueño no le permitiera entender nada de lo que decía

-Sus dedos ya se separaron... Ahora puede moverse en mi vientre.

Tn lo abrazó y recostó su cansado amante sobre su pecho para acariciar su cabello y espalda. Murmurando cosas que sabía que él no entendería

-En un mes podrémos saber su sexo. Y comenzará a hacerse más grande.

Sonrió

-Habrá veces en que vas a sentirlo moverse y patear cuando me abraces.

Oliver había caído completamente rendido del sueño, preguntándose en el fondo de su ausente consciencia de qué hablaba la castaña

-Descansa, Oliver.

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Sábado por la mañana

"¿Qué debía hacer hoy?", pensó el muchacho. El sábado no había clases, prácticas, trabajo o exámenes

Sábado era el día perfecto

Oliver no se habría molestado en abrir los ojos de no haber sentido esa suave respiración cerca de su cuello, haciéndole cosquillas. Cuando abrió los ojos, la silueta de Tn fué lo primero que encontró esa mañana

Estaba despierta, mirando a la nada

-Buenos días.

Hasta que sus ojos lo encontraron a él

-Buenos días, Oliver.

-¿Qué hora es?

-No tengo idea.

Murmuró

-¿Tienes algo que hacer hoy?

-Espero que no.

Oliver poco a poco se separó de ella, estirando su somnoliento cuerpo debajo de las sábanas

-¿Te sientes mejor?

-Joder si, fué una semana pesada.

Suspiró, soltando un bostezo en su lugar. Antes de volver a verla

-¿Tú tienes planes para hoy?

Ella sonrió, incorporándose de rodillas sobre la cama, junto a él

-Solo uno.

-¿Puedo saber cuál es?

Tn se inclinó para acercarse a sus labios y besarlo en la boca. Robándole una sonrisa al muchacho

-¿Así quieres comenzar el día?

Ella se relamió los labios, dispuesta a robar un segundo beso mientras se acomodaba sobre él, rodeando sus costados con ambas piernas

-Dijiste que cederías a mis antojos, bueno, tengo antojo de tu boca.

-¿Solo de mi boca?

Soltó divertido, haciendo que la contraria apretara los labios y sonriera para disimular el sonrojo en sus mejillas

-Esto fué lo que nos metió en problemas en primer lugar.

-No, confiar en durex fué lo que inició todo.

Oliver llevó ambas manos sobre la cintura de la contraria, debajo de la camisa

-Hablando de eso... no creo que tengamos preservativos a nuestro alcance.

Ella rodó los ojos divertida

-Ya estoy embarazada de todos modos.

-Bien, entonces es una buena forma de empezar el día.

La miró a los ojos, con esa mirada que solo ella conocía y esa sonrisa que tanto le fascinaba

-Ven aquí.

No hubo que pedirlo dos veces para que ella volviera a besarlo, dejando que el muchacho le subiera la blusa hasta quitársela y dejar al descubierto su sostén. Él se incorporó para sostenerla en su regazo y llevar ambas manos al short de su pijama, apretando con suavidad la zona blanda de su ropa interior

Sintiendo los movimientos suaves que causaban fricción con la zona prohibída de sus pantalones

No tuvo problema en deshacerse del sostén, cambiar las posiciones y acostarla sobre la cama mientras él la veía desde arriba, con el cabello revuelto, el pecho desnudo y una sonrisa en sus labios recién humedecidos

Empujando con suavidad la erección en su entrepierna contra la zona sensible de la contraria. Dejando besos desde su pecho hasta su cuello y explorando con sus manos el torso desnudo de la castaña cuya piel era ligeramente más morena que la suya

Oliver alcanzó a escuchar los quejidos al presionar su pecho, intuyó que era un punto sensible para ella por el embarazo. Sin embargo le satisfacía la forma en que sus piernas lo rodeaban acariciando sus costados, tuvo que bajar una de sus manos para deslizar los shorts por sus muslos hasta tirarlos al suelo y hacer a un lado las bragas para rozar la entrada

-Es un lugar sensible, lo siento.

-Tócame de todas formas, no importa.

Oliver desconocía la mirada en aquellor orbes inyectados de cafeína, que lo incitaban a continuar sin vergüenza alguna, detrás de una sonrisa en aquellos labios que insistentemente besaban su boca

El muchacho tardó en bajarse los pantalones debido a lo ocupadas que estaban sus manos, finalmente liberó el creciente bulto de sus boxers e hizo a un lado las bragas para generar fricción entre ambos

La tensión sexual en la habitación era fácil de inhibir mediante los constantes sonidos roncos que emanaban del muchacho y los jadeos y murmuros que se escapaban de la boca de la morena. Cuando finalmente llegó el momento de hacer contacto ambos fueron detenidos abruptamente por un sonido

Un inconfundible sonido que los hizo congelarse. El timbre del departamento

Ambos se separaron y casi de mala gana volvieron a vestirse rápidamente, Tn le lanzó su camisa a Oliver a mitad del corredor

Este la atrapó en el aire para ponérsela y finalmente abrir la puerta y encontrarse con la persona que menos esperaba ver ese día

-Papá.

-Buenos días, mocoso.

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