021
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[ Clínica Minerva ]
[ 11:30 am ]
-¿Nerviosa?
-No es la primera vez que hago esto, Emma.
La azafranada sonrió penosamente por su pregunta. A lo que la castaña suspiró
-¿Y tú?
-¿Yo? No para nada...
Tn sonrió, sin creer una palabra cuando la enfermera Bárbara entró al consultorio. Se subió la camisa como de costumbre y dejo que virtieran algo del gel en su vientre como de rutina
La mujer encendió la computadora y en ese momento el doctor Vincent ingresó al consultorio
-Te ves cansada ¿Cómo has estado, Tn?
-Todo bien, a excepción de que siento como si empezase a dar patadas.
La doctora rió entre dientes
-Déjame aclarar que para la 12ava semana, el feto aún tiene el tamaño de un kiwi.
La castaña hizo una mueca
-Sin embargo, esta actividad se debe a que la mayoría de su cuerpo está desarrollado y comenzando a moverse dentro de ti. Eventualmente sentiras movimientos suaves, pero es algo natural.
-Las patadas llegarán dentro de un rato.
Rió la enfermera
Tn se fijó en Emma, quien se mantuvo en silencio desde que el doctor llegó. Con la mirada fija en el monitor del consultorio
-Sus dedos están separados y ya puede moverlos a voluntad. Aún falta un poco para que su cabeza se forme por completo, pero vas bien. Si todo se mantiene bajo control, la próxima consulta será en dos semanas.
-Gracias, doctor.
Emma aún estaba callada
❀...
-¿Y no has hablado con ellos desde entonces? Ni siquiera un mensaje o una llamada.
La castaña negó. Después de su consulta en la mañana, Emma la acompañó a la facultad, donde se despidió extrañamente feliz antes de ir a su campus. Mientras que la castaña se dirigió al suyo
-Vaya... qué ojete tan grande. Sin ofender.
La castaña sonrió, haciendo amago de mueca más que de sonrisa, a lo que la pelimorada se sintió mal por el comentario inoportuno
-De todos modos, ¿Oliver ya se lo dijo a su familia?
-No lo sé. Últimamente solo hablamos de lo físico y de mi familia... debería preguntarle; lo único que sé es que quiere decírselos él mismo.
Tn sacó de la máquina la siguiente blusa que doblaría para poner en su mesa y tomar otra nueva recién cortada; se sentía algo cansada. Pero al menos ese día iba a buen ritmo
-¿Oliver y tú aún...?
Aquella pregunta la hizo levantar la mirada hacia la pelimorada
-¿Aún qué?
La contraria sonrió, viendo la inocencia a través de los ojos cafeína de su compañera
-Bueno, supongo que una de esas charlas sobre lo físico podría aliviar algo de tensión por todo lo que han estado llevando. Solo piénsalo.
Tn lo pensó un momento, hasta dar con el doble sentido detrás de esa indirecta
-¡Eso no, cochina! ¡Lo otro!
-¿Hay más? Vaya, no pensé que las embarazadas fueran tan creativas.
Rió la contraria
-Me refiero a las consultas, dieta, cuidados, universidad... ¡Cosas de esas!
-Claro, claro. Lo que digas.
Sonrió
-Pero hablando en serio, tal vez todo lo que necesitan es tiempo a solas. Ya sea para hablar o hacer cosas que no tengan nada que ver con tu embarazo.
Tn asintió con suavidad
"¿Cuándo fué la última vez que pasamos tiempo de pareja?"
"-Ni puta idea."
❀...
-Ya llegué.
-Bienvenido a casa.
Oliver dejó su bolso sobre la mesa y avanzó por el corredor quitándose el suéter para ir a la cocina donde un delicioso olor lo llamaba. Se recostó de codos sobre el mesón y la miró de espaldas cocinar
-¿Qué tal tu día?
-Universidad, trabajo, casa.
-Hoy saliste más temprano.
Habló con suavidad
-Bueno... esperaba decírtelo hasta el sábado, pero hoy me reuní con Lucas.
La castaña se detuvo y volteó lentamente
-¿Se lo dijiste?
-Fuí a verlo por ese mismo motivo.
-¿Y cómo se lo tomó?
-Pues... le mostré las fotos de la carpeta de consulta.
"Eso explica por qué Emma y yo casi perdimos la cabeza buscándola en la mañana.", pensó
-Le conté todo desde el principio, omitiendo los detalles de como lo tomó tu padre. Y finalmente luego de quedarse en silencio se lo tomó bastante bien.
Oliver sonrió, tranquilizando los nervios de su novia. Quien una vez satisfecha continuó cocinando
-Eso es bueno. ¿Y qué te dijo?
-Que no tiene experiencia cuidando niños pequeños, pero que está feliz de saber que será abuelo.
Una sonrisa nerviosa se escapó inconscientemente de los labios de la contraria, había dejado de prestarle atención a su novio para sonreirle como boba a la sartén
-Me alegra escuchar eso.
Ambos hicieron una pausa en silencio mientras la cena estaba lista, Oliver revisó un par de mensajes que Emma envió desde temprano pero que no había tenido la oportunidad de revisar en todo el día
Agradeció por la ayuda de esa mañana y finalmente apagó el teléfono para meterlo en su bolsillo y mirar una vez más la espalda de la contraria
-¿No te han llamado aún?
Tn dejó de sonreír
-No, Guilda me escribió esta mañana disculpándose por lo sucedido. De Guillian no he sabido nada y de mis padres tampoco.
Dejó de hablar al sentir un par de brazos rodeando sus costados y abrazandola desde atrás
Tn no respondió, conocía a su padre. Y aún le dolía recordar la mirada en sus ojos llena de decepción
-¿Sonaría muy cruel si digo que no quiero verlo?
-Lo entendería perfectamente.
Respondió
-Sé que se trata de mi familia, pero no puedo simplemente perdonarlo luego de la forma en que se lo tomó.
Oliver sintió como los hombros de Tn se relajaban y su respiración se volvía irregular
-No quiero verlo. No quiero que llame si no tiene nada bueno qué decirme. No quiero que opine, no quiero que aparezca si solo va a causar problemas.
Murmuró
-Es horrible pensar que tu familia solo piensa en lo mucho que los decepcionaste. Es cruel y no quiero que a penas las cosas se compliquen ellos vengan a decirme que desde el principio estuve equivocada por jugar con una vida en mis manos.
-Ya basta.
Tn lo retuvo, sintiendo la firmeza en la voz del contrario. Mirándolo sobre su hombro
-Ambos nos hemos tomado esto muy enserio desde el momento que llegó. Y no me parece pertinente que a estas alturas él piense lo contrario.
Ella volteó para verlo de frente
-No voy a forzarte a hacer algo que no quieres. Incluso si toda tu familia no está de acuerdo, tienes a la mía.
Murmuró, mirándola a los ojos
-Y si eso no es suficiente, me tienes a mi. A tus amigos, a tus hermanas, incluso a tu tía. Todos estarán ahí cuando los necesites.
-Oliver Chayanne Junior tendrá una gran familia.
-Santo Dios, no me digas que enserio quieres llamarlo así.
Ella rió, subiendo sus brazos por los hombros del contrario. Mientras este la tomaba del mentón
-Solo no quiero que sigas pensando en ello. Al final no traerá nada bueno darle vueltas al asunto. Que pase lo que tenga que pasar, en el momento que tenga que pasar.
Tn sonrió, dejandose abrazar por el contrario
-¿Te digo algo?
-¿Qué?
-Se nos quema el arroz.
Oliver estiró su mano para apagar la estufa detrás de ella
-Problema resuelto.
Ella sonrió, empujándolo para llevar ambas manos a su cuello y comenzar a besarlo
-Y uno nuevo empieza.
Murmuró el muchacho, sonriendo en medio del beso. Para tomarla de la cintura
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