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Hace días que Tn le confesó la verdad a Guilliam sobre su embarazo. Y desde entonces no ha dejado de esperar una llamada de su parte

Ray por su parte prometió guardar el secreto, sin embargo Emma hizo la misma promesa después de confesar que había esparcido la noticia por ellos

Muy amable y consideradamente

Los primeros días de Noviembre fueron fríos a comparación de las demás épocas del año. Pronto llegaría el invierno

Tn no dejaba de pensar en Guillian y en cómo daría la noticia a sus padres. Mientras que Oliver comenzaba a ingeniarselas para atender sus examenes en la universidad, trabajo en el despacho de mudanzas y un nuevo empleo de medio tiempo como mesero de un bar local que había conseguido hace poco

Del cual Tn aún no sabía nada

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Oliver iba entrando a la facultad de ciencias para cuando vió a los chicos en la entrada

-¡Hey!

Ray sonrió, Emma igual. Zack respondió el saludo con un gesto de su mano. En cambio Niguel fué directamente hasta él

Y no, no se veía feliz cuando lo miró. Alguien ya se había enterado al parecer

Solo que a diferencia de los demás, Niguel no necesitó pensarlo dos veces

Ya que lo primero que hizo fué agarrarlo del cuello en el primer momento en que lo vió

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-Agh...

Aún al final de la tercera hora del día Oliver seguía sobándose el cuello por el golpe de esa mañana

-Da gracias por que se lo tomó bien.

Zack rió

-Si eso fué "Bien", no quiero ni imaginarme qué habría hecho de habérselo tomado mal.

-Por cierto, ¿Cómo sigue Tn?

-No ha dejado de estudiar sobre el embarazo semana a semana, se queja más de lo usual y ahora odia el café.

Emma sonrió. Mientras pedía un expreso en la cafetería de la facultad

-Espérate a que le surjan los antojos y quiera comer todo el día.

Comentó Zack, dejando dinero en la barra tras tomar su desayuno

-Eso ya lo hacía incluso antes de estar embarazada.

-Ray, eres un...

Oliver sonrió ante el comentario, aunque la azafranada no reaccionó de la misma forma cuando los tres se ubicaron en una de las mesas de la cafetería

-Hmm... Niguel y Sandy se están tardando más de lo usual.

-Quien sabe, será que no han salido del examen de ingeniería. A esos dos chicos deben estar dándoles duro, oí que este es el lapso más crudo de la carrera.

-Hmmp... por cierto, Oliver. No es que quiera sonar entrometida, pero ¿Ya pensaron en como dar la noticia a tus suegros?

-No es por sonar entrometido, Emma. Pero ya todos lo saben gracias a ti.

Zack y Oliver rieron, antes de que la azafranada mirara mal a su novio azabache

-¡Hey, ya me disculpé por eso!

-Está bien, no pasa nada. Y respondiendo a tu pregunta, hablamos sobre eso hace poco... Tn quiere decirselos personalmente.

-¿Y ya pensaste dónde te vas a esconder cuando tu suegro sepa que pronto va a ser abuelo?

Niguel bufó, tomando asiento en la mesa. Al igual que Sandy quien también llegó de improviso

-Al fin llegan... Dime Niguel, ¿Del 1 al 10 qué tan duro les dieron?

El aludido frunció el ceño tras la pregunta del Valley

-Fué un paseo por el prado a comparación a como te va a agarrar el padre de Tn cuando se entere.

Soltó ingeniosamente. Aunque claro que Oliver no iba a quedarse callado

-¿Sabes Niguel?, esta mañana has estado tan irritable por ese examen, que me recuerdas a Tn. Y a ti no te embarazé.

Zack rió, junto con todos los demás en la mesa

Excelto el ingeniero, quien solo frunció el ceño pensando en que pronto se las cobraría

❀...

Ese mismo día luego de salir de la universidad, fué a cubrir horas en su trabajo de medio tiempo como mesero

En el cual pasó toda la tarde hasta eso de las 7, ¿Quien diría que servir tragos y llevar comida iba a ser más complicado de lo que parecia?

Más con tantos chicos preguntándole si era Gay y ofreciéndole sus números, los cuales ponían en la bandeja de comida

Los que más le coqueteaban dejaban una buena propina, incluidas algunas chicas atrevidas que le lanzaban piropos atrevidos cuando pasaba

Oliver solo los ignoraba uno a uno con una sonrisa, hasta el final del día cuando arrojó toda la comida desechada a la basura, junto a innumerables papelillos mal doblados con números de teléfono

A la hora de cerrar, el dueño les contó su propina extra por lo que habían trabajado y finalmente le entregó al chico su fajo de billetes propio

-Vuelve mañana a la misma hora, mocoso. Veo que atraes a la multitud.

Sonrió el viejo Cislo, burlándose de su suerte. Oliver solo sonrió, tomando el dinero y su chaqueta antes de despedirse

Una vez en el auto contó lo que había ganado y sonrió, nada mal para un tarde sirviendo tragos y comida

Y si seguía llendo poco a poco, sumado entre los dos sueldos de sus empleos comenzaría a ahorrar para un sustento económico propio

Así que tal vez consideraría la idea de volver. Pero obviamente no con los mismos pantalones ajustados que tantas miradas atrajeron ese día

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