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-Hija...

Un ligero rastro de baba escurría de sus labios. Mientras ella dormía con la cabeza acurrucada entre sus brazos

-¡Despierta hija!

La sarandeó suavemente haciendo que despertara de golpe, quejándose

-Oliver, ¡Por qué no me despertaste an-...

Pero se calló en seguida al ver la expreción en el rostro de Bayoo san

Su gefa

❀...

-Te lo digo muchacha, debes tener más cuidado. No puedes desvelarte así... un día de estos te va a coger un catarro.

Le reprochó la mujer

Tn bostezó discretamente, mientras cosía en la maquina. Escuchando el regaño de su gefa

-No es eso Bayoo san, de hecho hasta ahora sólo retomamos clases y el trabajo realmente no es tan duro.

Respondió vagamente, concentrada en las costuras de la blusa

-No estaba hablando de eso hija, ¿Crees que yo no tuve mis años dorados?

"¿Sus años qué...?", pensó divertida

-Claro que mudarme con mi novio fué un drástico cambio en mi vida, pero en ese entonces él y yo no nos divertíamos a esos extremos de llegar tarde al trabajo al día siguiente.

La muchacha se detuvo abruptamente y por poco se traba un dedo con la máquina

Miró de reojo a su gefa cortar la tela mientras seguía hablando. Con un sonrojo notorio y una mueca

Esa misma tarde decidió llamar a su antigua gefa, una amable mujer dueña de un taller de costura en el que había trabajado durante el verano pasado

Y afortunadamente la amable mujer la acogió de nuevo en su taller de costura

Ese día en especial, al volver al viejo taller de costura en el que trabajó hace algunos meses, notó lo mucho que el lugar se había expandido

Las dos mujeres que antes trabajaron con ella ya no estaban y Bayoo había contratado a un par de ayudantes para atender a los clientes en la caja y el exhibidor

Una chica de pocas palabras con un corte llamativo y un chico refinado, cuya actitud alegraba a todo aquel que se acercara a la caja

En sí era reconfortante ya que de ese modo podrían dedicarse al taller, diseñando ropa por encargo en las máquinas

Sin preocuparse ya que alguien atendería a los clientes allá fuera

❀...

Todo parecía ir bien esa tarde, hasta después de cierta hora, cuando Tn comenzó a sentir algo de cansancio

Concentrarse en los patrones se le estaba dificultando más que hace algunos meses cuando a penas estaba aprendiendo

Aquello era muy extraño, ya que antes hubiera podido terminar tres blusas en menos de dos horas por encargo

Y esa tarde, sentía que no podía ni con una

Bayoo se había percatado de ello en varias oportunidades. Pero decidió no decir nada. Ya que en su mente la mujer mayor lo relacionó al agotamiento de estudiar en la universidad

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Al final del día, la chica intimidante de la caja entró al taller para buscar sus cosas, encontrándose a la castaña durmiendo sobre una de las mesas de costura con unas tijeras deslizándose de sus dedos hasta caer al suelo

La chica se acercó y movió su hombro para despertarla; esta se removió incómoda, luego levantó la cabeza y estiró sus brazos como un gato

Mientras la ojilila la veía, tenía grandes ojeras y el cabello todo revuelto. Además de una cara de que parecía no haber descanzado bien anoche

-¿Todo bien, ojeritas?

La castaña bostezo

-¿Cuanto tiempo estuve dormida?

-No lo sé, Bayoo ya está por cerrar el local y Pepe volvió a casa.

Respondió desinteresadamente

La castaña incorporó estirando los huesos, hasta que sonaran

-Por dios, ¿Cuándo fué la última vez que dormiste?, te ves fatal.

-¿Me creerías si te dijera que llevo más de dos meses durmiendo sin sentir que es suficiente?

-¿Ya probaste con café?

-Últimamente no me agrada mucho el café.

Respondió

La ojilila lo pensó un momento, realmente había sido un día largo y todo lo que quería era un buen descanzo y divertirse un rato

Y era evidente no era la única

-Bueno, pues conozco un lugar donde puede gustarte.

La castaña la miró extrañada

-Andando, fué un día largo, yo invito.

Insistió

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