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Alfa y omega estaban plácidamente dormidos en la habitación del segundo mencionado.
Ambos pasaban la mayoría del tiempo juntos pues les gustaba sentir el calor de su pareja al igual que amaban aspirar sus olores, Yeonjun olía a fresas frescas y dulce de leche mientras que Soobin desprendía un delicioso olor a chocolate amargo y vino.
Yeonjun se despertó con pesadez y lo primero que alcanzó a ver fueron los brazos de su alfa quien lo abrazaba de la cintura, sonrió al sentir las caricias inconscientes que este le daba en su cuello con su nariz.
¿Era idea de él o esa mañana estaba haciendo mucho calor?
Estaba despierto pero no tenía animos de dejar la cama o siquiera moverse, estar junto a Soobin se sentía bien, se sentía cálido y agradable. Un tirón en su espalda baja lo alertó y en cuestión de segundos el calor de su cuerpo fue subiendo ¿estaba en celo? no podía ser, faltaba una semana para eso.
- Soo...- llamó el omega al sentir que el agarre en su cintura tomaba más firmeza. Soobin, sin abrir los ojos, comenzó a restregar su entre pierna con el trasero del omega al sentir el delicioso olor que su cuello desprendía.
Un pequeño jadeo lo hizo abrir sus ojos y se encontró con Yeonjun con las piernas juntas y las rodillas flexionadas, los ojos fuertemente cerrados con una mano en su boca tratando de calmar sus impulsos de pedirle al alfa que lo tomara.
-Junnie-habló el alfa en un tono grave haciendo que el omega comience a lubricar-Yeonjun-volvió a decir sintiéndose mareado por el intenso olor que el omega desprendía.
-Se... se adelantó-con su índice apuntó a un calendario que yacía pegado en la pared, en este se podía apreciar un día en especial encerrado con un marcador color rojo. Soobin entró en pánico al instante y se enderezó en la cama.
-¿Tienes supresores?-preguntó lo más calmado que pudo pero lastimosamente su calma se fué al ver al omega negar con la cabeza-bien, tranquilo, iré a comprar algunos y luego podrás descansar.
Soobin sabía que Yeonjun era un tanto especial al hablar de su celo y lo comprendía, le daría su espacio aunque su lobo esté aullando por tomar al bonito omega que se revolcaba entre las sábanas.
El menor recogió sus cosas con algo de prisa, sabía que no podía resistir más tiempo ahí con Yeonjun jadeando y su olor expandiéndose con el paso del tiempo, estaba a punto de tomar la perilla cuando escuchó la aguda voz del omega.
-Alfa~-el lobo de Yeonjun lo había controlado ya, debía irse cuanto antes-A-alfa~-volvió a gemir acabando con la poca cordura de Soobin.
El alfa respiró profundamente aunque creyó que no había sido una buena idea ya que llenó sus pulmones del embriagante olor a fresas y dulce de leche. No sabía en que momento había pasado pero ya se encontraba encima del cuerpo del omega besando sus labios con dureza.
El omega hizo un quejido al ver como Soobin se alejaba de sus labios.
-Yeon-Yeonjun, debo irme-formuló con la respiración agitada. No era fácil separarse de su pareja en celo ya que, si no lo hacía con el mayor cuidado el omega podría creer que estaba siendo rechazado y eso es lo último que Soobin quería que Yeonjun crea.
-Quédate, por favor, Alfa-rogó acercando el rostro del rubio a su cuello y más rápido de lo que Soobin pensó, la cordura se estaba yendo.
-Yeonjun-su voz se volvió unos tonos más graves y el olor del omega se intensificó, estaba jodido, no sadría de esa habitación por un largo rato. Finalmente decidió ceder a los intentos del omega en celo por hacerlo quedarse.
Tomó fuertemente las caderas del castaño y hundió aún más su nariz en el blanquecino cuello del omega dejando que su alfa tome el control total de su cuerpo.
-Alfa~duele~-se quejaba el castañito restregando su trasero en la cama.
-Alfa hará que te deje de doler, tranquilo omega.
El alfa procedió a subirle la gran camisa que el omega tenía puesto revelando sus muslos y su ropa interior, la prenda subía y los ojos del rubio se deleitaban con la vista, jamás había visto a su novio desnudo y ahora tenerlo así, debajo de él y suplicando porque le quite las prendas de una vez sin duda era una escena que decidió grabar en su mente.
La prenda superior abandonó finalmente el delgado cuerpo del omega y fue tirada en algun lugar de la habitación, Soobin paseaba la palma de sus manos por los costados del omega haciendolo suspirar, en alguna ocasión, Yeonjun le dijo que solía ser super sensible y juguetón en sus celos y eso le causaba cierta vergüenza. Una mano pasó por el blanco pecho muy cerca del pezón ya erecto arrancandole un audible jadeo al portador de este. Soobin, al ver que esa zona era ciertamente sensible acercó sus labios y le dió un pequeño beso que hizo que el omega se retuerza en la cama, prosiguió con sus jugueteos tomando el pezón entre sus labios succionando, lamiendo y mordiendo levemente el adorable botoncito, después de un rato procedió a hacer lo mismo con el otro pezón dejándolo aún más sensible, Yeonjun simplemente estaba hecho un mar de jadeos y uno que otro gemido.
Otro beso comenzó robandoles miles de suspiros a ambos. Yeonjun trató de bajar su propio bóxer sin tener resultandos haciéndolo desesperarse y comenzar a sollozar al no poder deshacerse de la prenda. Soobin rapidamente lo notó y hábilmente le arrancó la ropa interior quedando como uan hermosa obra de arte ante los ojos lujuriosos del alfa.
Por puro impulso Yeonjun abrió las piernas mientras movía sus caderas intentando provocar al alfa. Soobin decidió molestarlo un poco rosando sus dedos en la húmeda entrada.
-Mantente quieto omega, te haré ver todas las constelaciones-agregó el alfa separandose en contra de su voluntad de los labios de su pareja, su rostro bajaba por su cuello, su pecho, su abdomen hasta finalmente dar con su rozado miembro, dejó una pequeña lamida en el glande divertido de como el omega en celo intentaba reprimir un agudo gemido. Relajó su quijada y adentro el miembro en su cavidad bucal comenzando a hacer movimientos de arriba y abajo, Yeonjun no podía ni formular una frase entera ante el placer sentido, lo único que hacía era gemir y tirar de los rubios cabellos con cada oleada de placer.
-Manos arriba, omega -ordenó utilizando su voz de mando, el omega acató lo exigido al instante llevando sus manos por encima de su cabeza -muy bien-felicitó volviendo a hacer su trabajo. Yeonjun se retorcía cada vez que su miembro entraba y salía, gemía cada vez que Soobin succionaba y se sujetaba fuertemente del respaldo cada vez que los caninos rozaban con el tronco de su pene.
Era el primer y mejor oral de su vida, de eso estaba seguro.
-¡Soo!-gimió su nombre en un intento de avisarle que estaba a punto de correrse, el rubio entendió y se enderezó mientras se quitaba rápidamente sus prendas ante la lujuriosa mirada de Yeonjun.
Si antes estaba mojado ahora creía estarlo aún más al sentir como el lubricante escurría al ver el gran y grueso miembro de su pareja, Yeonjun abrió aún más sus piernas invitando al alfa a hundirse en él y lo hubiera hecho al instante si no fuera porque recordó algo importante.
-¿Tienes condones?
-N-no, entra, por favor, no aguanto m-más, después nos ocupamos de eso-suplicaba enrollando sus piernas en la cintura del alfa comenzando a hacer círculos con esta.
Soobin tenía una paciencia y cordura incríble pero sin duda, nunca se había sentido tan impaciente por algo en su vida como lo estaba haciendo ahora al ver al travieso omega restregar su trasero cerca de su miembro.
En un rápido movimiento, Soobin colocó nuevamente las piernas del castaño en la cama, las abrió y se adentró a él con gran fuerza y velocidad.
-¡¡Alfa!!-gimió, o mas bien, gritó Yeonjun al sentir toda la anatomía arremedar con su sensible agujero. Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas, Yeonjun no podía cerrar la boca después de semejante ola de placer que, a pesar de la fuerza utilizada, no sintió tanto dolor por la cantidad de lubricante.
-Estas tan... tan mojado y apretado-gruñó cerrando sus ojos. Sus codos internos sostenían las piernas de Yeonjun por detrás de sus rodillas tratando de abrirlo lo mejor posible.
Yeonjun movió ligeramente sus caderas indicándole al alfa que podía comenzar a moverse y así lo hizo, las embestidas comenzaron robandoles miles de gemidos a ambos, el vaivén se volvía mucho más rápido con el paso del tiempo. Choques de piel, el rechinido de la cama y millones de gemidos se escuchaban en la habitación además del peculiar olor de fresas, dulce de leche, vino y chocolate amargo se mezclaban como un delicioso olor ante la pareja.
Soobin había visto a Yeonjun bailar muchas veces y siempre se sorprendía por lo flexible que podía ser así que poniendo a prueba su flexibilidad, se agachó a besar los labios rojizos aún con las piernas de Yeonjun en sus codos internos. Ambos comenzaron un beso que se rompía en todo momento por los gemidos chupaban, saboreaban, lamían y mordían los labios contrarios mientras que miles de hilos de saliva salían de la comisura. Los movimientos de Soobin se volvieron aún más fuertes haciendo que el omega grite repetidamente su nombre junto con alguna maldición, ambos estaban cerca y podía sentirlo.
-¡Oh Dios, Soobin!-gemía una y otra vez agradecido por la posición ya que se sentía como el glande tocaba repetidas veces su punto dulce. El alfa aumentó la velocidad tal cual aumentaban los gemidos y los choques de piel, una, dos, tres embestidas más y el omega se corrió gritando fuertemente el nombre y apellido del dueño de su corazón.
-Oh Yeonjun, te acabas de apretar tanto- dijo el alfa con un sonrisa sin para sus movimientos tratando de buscar su propia liberación, la consiguió segundos despues bañando el interior de Yeonjun con su semen sintiendo como su miembro se agrandaba manteniendo todo su esencia en el omega, sus caminos comenzaron a crecer y picar por morder el cuello del omega pero se contuvo, por más que hubiera deseado marcarlo no lo hizo, primero quería la aprobación de Yeonjun.
Soltó sus piernas y apoyó cada brazo a los lados de las cabeza del omega tratando de controlar su respiración y sacó su pene cuando volvió a su tamaño natural.
Yeonjun llevó sus manos hasta las mejillas de su pareja atrayendo su rostro al suyo para comenzar un lento beso.
-¿Estás bien?-preguntó una vez se separaron del amoroso beso.
-No me marcaste.
La decepción se podía oír en la voz de Yeonjun.
-¿Quieres una marca?-Yeonjun asintió con los ojos brillantes-prometo hacerlo la próxima vez.
-No tendré que esperar tanto entonces-sonrió seductoramente sintiendo como el calor aumentaba nuevamente en su cuerpo.
Antes de que el alfa formule alguna palabra Yeonjun ya había capturado sus labios contra los suyos, el beso fue subiendo de intensidad cuando la lengua del omega se paseó por los belfos contrarios, Soobin le dio acceso a su boca y ambas lenguas se encontraron y comenzaron a acariciarse seductoramente, el calor del celo volvió a ser el mismo que el de hace solo unos minutos, Yeonjun tenía nuevamente una dolorosa erección entre sus piernas, su entrada comenzó a lubricar y su olor se intensificó nuevamente.
A partir de ahora, Soobin pasaría cada uno de los celos del omega con él, de eso estaba seguro.
Soobin succión la lengua de Yeonjun robándole un pequeño gemido, su lobo lo había tomado nuevamente nublando sus sentidos. Abrió sus piernas de nuevo tentando al alfa a adentrarse.
-Oh no pequeño omega, quiero tomarte de todas las formas posibles-habló rosando sus labios con el del castaño mientras que sus manos se paseaban por las piernas y muslos contrarios-date la vuelta-pidió y el omega acató de inmediato lo pedido-apóyate en tus codos y rodillas-de nuevo, el omega lo hizo viendo como el alfa ponía unas almohadas por debajo de su abdomen-por ahí leí que esta posición es más placentera-susurró erizado cada bello de la piel de Yeonjun.
-Vamos a comprobarlo-dijo Yeonjun mirándolo por detrás de su hombro con una sonrisa ladina.
Soobin sonrío de igual manera. Su vista fue por cada rincón de la lechosa piel de la espalda de Yeonjun, sus labios rosaban esta con amor y dejó una que otra mordida. Sus manos fueron a la curvatura de su trasero y con su diestra dio un fuerte azote en la nalga derecha deleitado por como la piel rebotó a la vez que Yeonjun dejó salir un gemido de sorpresa.
-Alfa.
-¿Qué pasa, amor?
-Otra vez.
Soobin volvió a sonreír y acarició la zona golpeada para luego volver a azotarla con la misma intensidad haciendo que Yeonjun vuelva a gemir, no era fanático de los azotes pero sin duda eso fue más placentero de lo que creyó. Soobin dio un par de nalgadas más en ambos glúteos y admiró el hermoso color rosado que ambos habían adquirido.
Yeonjun dejó caer su cabeza en el colchón en espera del siguiente movimiento del alfa el cual fue segundos después al sentir algo húmedo recorrer su trasero y un potente gemido se escuchó cuando ese algo húmedo se adentró en su agujero embistiendo esa sensible zona. Soobin lo estaba penetrando con su lengua.
Soobin había escuchado que normalmente, el lubricante de los omega sabían a lo que olían y ¿por qué no comprobarlo? definitivamente esa pregunta fue la mejor que se pudo hacer en su vida, el lubricante de Yeonjun sabía al cielo puro, el sabor a fresas bañadas en dulce de leche llenó sus papilas gustativas cada vez que adentra a su lengua a su cavidad bucal, el rubio pensaba que Yeonjun podía ser el mejor afrodisíaco de todos.
Un par de lamidas más y el alfa se retiró del húmedo agujero que ahora no sólo estaba mojado por el lubricante, el omega se quejó al sentir como el rubio se alejaba pero un nuevo gemido de sorpresa rebotó por las cuatro paredes al sentir las grandes manos del alfa apoderarse de sus caderas con tanta fuerza que estaba seguro que dejaría marcas más tarde aunque esa idea, sólo pudo excitarlo más.
Esperó pacientemente por el momento en el cual el alfa se adentrarse en él, esperó y nada, lo único que sentía eras las caricias que los pulgares de Soobin le daban a sus caderas.
-¡Alfa, por favor, te necesi-! ¡¡Ah!!-fue interrumpido al momento en el que el alfa adentro su miembro en la estrechez del castaño.
-Te sientes tan bien, omega-canturreó moviendo sus caderas de forma circular sacándole jadeos al omega. Sujetó con más fuerza aún las caderas contrarias y comenzó los movimientos, ya lo habían hecho una vez, no necesitaba más preparación por lo que sus movimientos fueron rápidos y certeros.
Soobin sacaba casi todo su miembro dejando el glande dentro y lo metía con rudeza haciendo al omega llorar y pedir por más, el alfa lo complació gustoso aumentando el vaivén de sus caderas. El bien formado trasero el castaño rebotaba por los azotes dados al igual que estaban siendo maltratados por los constantes choques cada vez que Soobin arremetía con él.
Las embestidas subieron aún más su velocidad convirtiendo a ambos en un mar de gemidos, definitivamente esa posición era aún más placentera, Yeonjun sentía como el glande maltrataba su sensible próstata haciéndolo ver estrellas y Soobin sentía como su miembro era fuertemente apretado desde el principio hasta el final.
-A-Alf Ah~ ¡Alfa!-intentó formular una palabra coherente.
-¿S-si, a-amor?-ambos estaban cegados por el placer incapaces de formular algo sin que se escuche de manera atropellada o sin tartamudear.
-M-ma.. ¡ah! ¡más!-más rápido era lo que quería decir pero apenas y pudo pronunciar el más, agradecía internamente que el rubio lo haya entendido cuando la velocidad fué hasta el tope haciendo temblar sus piernas y, si no fuera por el agarre del alfa, estaba seguro de que hubiera caído en el mullido colchón.
Choque, gemido, choque, gemido, ese era el compás del acto que ambos realizaban, el choque de sus cuerpos y del respaldo con la pared seguido de fuertes gemidos agudos y graves. Unos cuantos segundos más y ambos dejaron salir su semen, Yeonjun en las sábanas y Soobin dentro de Yeonjun anudándolo por segunda vez.
Yeonjun sintió un dolor que rápidamente fue cambiado por más placer en la unión de su hombro y su cuello haciendo prolongar su orgasmo y gritando a todo lo que su garganta daba, Soobin lo había marcado.
El alfa retiró sus dientes de la zona mordida y lamió esta quitando las escasas gotitas de sangre.
Cuando Soobin salió del interior del omega este cayó vencido en la cama con la respiración entrecortada. Soobin se recostó boca arriba a su lado con el sudor bañando por completo su esbelto cuerpo.
Soobin respiró profundo y volteó la cabeza para ver al castaño quien estaba casi rendido ante las dos estimulaciones anteriores. Yeonjun estaba con los ojos cerrados y la boca abierta tratando de respirar.
Cuando Yeonjun abrió sus hermosos ojos Soobin lo atrajo cerca de él en un abrazo haciendo que el omega se recueste en su encima. Kang acarició lentamente la espalda contraria tratando de ayudar a Yeonjun a calmarse.
-¿Todavía aguantas? -preguntó el castaño sonriendo cuando dejó de sentir las caricias.
-¿Qué le hicieron a mí tímido novio?-se burló con una grave y ligera risa.
Yeonjun acercó su rostro al contrario y capturó el labio inferior de Soobin succionándolo con fuerza. El alfa apoyó su espalda en el respalda de la cama haciendo que el omega se siente a horcajadas sobre él. El rubio abrió de nueva cuenta sus labios permitiéndole el paso a la lengua contraria y, apenas esta entró sus labios volvieron a cerrarse al rededor del húmedo músculo, Soobin succionaba la lengua con fervor, tal cual lo haría con un delicioso dulce, sus labios se movían por todo el músculo creando excitantes chasquidos, su propia lengua también fue partícipe dando grandes lamidas desde el comienzo hasta el final.
Mientras Soobin se divertía chupando la lengua del omega, este restregaba su redondo trasero en el miembro semi erecto del alfa, daba ligeros saltitos y molía sus glúteos contra este sintiéndolo cada vez más duro. Al cabo de unos segundos la erección del rubio se hizo notar debajo del trasero de Yeonjun, por cada movimiento que éste hacía el glande rozaba con el húmedo agujero.
Soobin dejó de jugar con la lengua de su novio cuando dejó salir un ronco gemido al sentir una pequeña mano en su falo completamente erecto, ambos se miraron a los ojos mientras Yeonjun alzaba lo necesario su trasero para hacer que el glande quede justo en su entrada. Un pequeño beso más y Yeonjun bajó con rapidez y precisión haciéndolo arquear la espalda cuando todo el pene del alfa se adentró en él por tercera vez y tanto alfa como omega gimieron por la deliciosa sensación de ser uno mismo.
Yeonjun se sostuvo de los anchos hombros de Soobin para comenzar a saltar a una gran velocidad sacándole distintos gemidos agudos y altos mientras que Soobin gruñía y gemía en un tono grave. Con todo el esfuerzo del mundo, el rubio abrió los ojos que antes había cerrado por tan exquisita sensación y miró el rostro del omega cargado de placer puro, sus grandes y venosas manos recorrieron cada rincón de su piel, cada curva, cada lunar queriendo marcar todo el bien formado cuerpo con su tacto.
Yeonjun se apoyó en sus pies y saltó más alto y rápido sintiendo un curioso cosquilleo en su parte baja, Soobin llevó sus manos hasta sus glúteos y lo apretó deleitándose con la suavidad de estos, sus labios fueron a parar en los sensibles botoncitos que yacían en su pecho succionando de estos con la misma intensidad que antes cuando succionaba su lengua. Una par de mordidas y unos saltitos más y ambos lograron llegar al orgasmo en un fuerte gemido, tan fuerte que ambos sintieron como se desgarraban sus cuerdas vocales.
Sin sacar su pene del interior del castaño por el tercer nudo, se recostó y recostó a Yeonjun en la cama quedando ambos abrazados. Los dos respiraron de manera agitada mientras sus orbes se conectaban y sonrisas traviesas aparecían en sus labios y, sin decir una sola palabra más, volvieron a juntar sus belfos en un calmado beso con lengua incluida. Cuando el nudo bajó, Soobin volvió a mover sus caderas aún en el interior de Yeonjun haciendo un lento y placentero vaivén, una pierna del omega se pasó por encima de las de Soobin para darle más acceso a su entrada.
Los dos volvieron a gemir y jadear de una forma lenta y no tan ruidosa, la cama apenas y se movía y sus choques de piel eran casi inaudibles. El alfa acarició la pierna del omega con amor recorriéndola desde el inicio de sus nalgas hasta su tobillo. En ningún momento separaron sus labios haciendo que los gemidos y jadeos sean callados por la boca del otro queriendo guardar esos morbosos sonidos sólo para ellos dos. Soobin sacó su miembro haciendo que únicamente el glande quede dentro y con toda la fuerza que le quedaba volvió a introducirlo en el castaño haciendo a ambos gemir alto en la boca contraria y finalmente, derramar su semen por cuarta vez junto con el cuarto nudo formándose.
Soobin atrajo al débil cuerpo del castaño aún más cerca de él pasando su nariz por el suave cabello de este.
-¿Ya estás satisfecho o quieres otra ronda?-dijo el alfa burlonamente cuando su respiración se calmó y el nudo bajó.
Soobin rio levemente y besó la coronilla de su pareja, dejó suaves caricias en su cabello sintiendo al omega a punto de quedarse dormido, su mano bajó por el cuello de este y recordó algo.
-Ángel.
-¿Sí?-sonrío casi dormido, ese apodo sonaba algo gracioso después de lo que acaban de hacer.
-Te marqué-dijo cerrando sus párpados sin parar con sus caricias.
-¿Cuál es el problema?
-¿Estás bien con eso? se que me lo pediste pero no estabas en tus cinco sentidos y... ¿en serio estás bien con que te haya marcado?
El rendido Yeonjun levantó su cabeza aún con los párpados cerrados y atrapó débilmente el labio inferior del rubio-tú me amas, yo te amo y estar enlazado contigo me hace muy feliz-susurró aprensando más el cuerpo del alfa con su pierna y sus brazos.
Soobin sonrío ante eso dándole un pequeño pico en los rosados e hinchados labios del castaño. Ambos se abrazaron con más fuerza importándoles poco el desorden y el desastre pegajoso en el que se habían convertido y, en cuestión de segundos, ambos cayeron en brazos de Morfeo.
Los dos habían probado varias posiciones, pero la favorita de ambos, es la posición de ser el amor de la vida del otro.
Mil gracias a @Diamoshi por dejarme adaptar este lindo OS 💕🌷
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