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—Solo estoy de pasada —replicó por décima vez Jisoo a su hermana— Necesito un buen trago, eso es todo y vuelvo.

—Kim, te recuerdo que tu vuelo sale mañana a las 5am —enfatizó Joohyun— ¡No bebas demasiado!

Jisoo llegó al bar sin ningún tipo de complicación, se orientaba bastante bien a pesar de ser una extranjera. Había tres taburetes disponibles y se subió al del medio. El bartender le preparó un coctel, y luego la dejó sola.

Aunque la azabache no planeaba emborracharse, no le molestaba tomar sin compañía unas cuantas copas, ya luego calmaría a su hermana. Nada podía distraerla.

Bueno, eso fue hasta que vio a una peculiar castaña.

Piel blanca, cabello castaño sedoso y unos ojos color café que era demasiado intimidantes para las personas. Era demasiado atractiva para preocuparse la cantidad de algo que ya tenía en la sangre. Y lo mejor de todo... Estaba sola.

Sus ojos recorrieron descaradamente el cuerpo de la mujer, podría jurar que el vestido que usaba era de la última línea de Chanel... Reconocería ese escote donde sea, a Jisoo no le importaría poner sus manos en esas tetas.

La mirada de la azabache se hizo tan penetrante sobre la castaña que esta le devolvió la mirada sonrojada. Jisoo arqueó una ceja como respuesta y levantó su bebida. La respuesta no tardó en llegar, cuando el mozo se acercó y le entregó una bebida.

—Disculpa, yo no pedí esto —contestó, es verdad que no se negaba a un buen trago, pero tampoco quería una deuda.

—Se lo manda la castaña de allá —señaló el mozo.

Las cejas de la azabache se levantaron y dirigió una sonrisa a la castaña que la miraba. La mujer río, cogió su bolso Chanel y comenzó a caminar.

—Jennie —dijo, mientras se sentaba en el taburete siguiente al que estaba Jisoo— Me llamo Jennie.

Jisoo sonrío.

—Gracias Jennie, un gusto.

Y la azabache no pudo decir más, estaba ocupada comiéndose con la mirada a Jennie. Ahora que la tenía más de cerca podía apreciar aún más clara su belleza: Poseía unas curvas que se enmarcaban perfectamente con el vestido, pero Jisoo se perdía repentinamente en el escote de la contraria.

—Soy Jisoo.

Jennie sonrío y le dio la mano a la azabache, la verdad era atractiva, llamaba la atención en el bar y bueno aunque ella solo vino para resolver un contrato de su padre, nunca estaba mal algo de entretenimiento.

—Me gusta tu vestido —comentó Jisoo— Te ves jodidamente bien en él.

Los ojos de Jennie se clavaron en la azabache.

—¿Siempre eres así de lanzada?

Jisoo encogió los hombros, en este caso con tremenda mujer, quién no sería.

Antes de que tuviera la oportunidad de responder, Jennie se excusó para ir al baño. Jisoo la vio irse y no pudo evitar quedarse mirando el trasero de la contraria en el proceso. Justo antes de que Jennie llegara al pasillo donde estaban los baños, se giró sobre si misma para mirar a la azabache y guiñarle un ojo.

Bueno, eso definitivamente era una invitación.

Jisoo tomó su chaqueta lo más rápido que pudo y corrió tras Jennie. La encontró lavándose las manos, la azabache solo hizo una revisión por el perímetro antes de cerrar la puerta con seguro y jalar a Jennie del brazo para besarla contra la pared. La castaña no parecía sorprendida, al contrario, se aferró a la azabache, cuidando de pegar su cuerpo lo suficiente contra ella.

Tenía un solo propósito.

La azabache empezó a tensarse y cuidadosamente bajó una mano para pasarla sobre el cuerpo de Jennie, recorría las curvas y la pegaba lo suficiente contra sí, sintió un leve gemido por parte de la castaña y se animó a apretar una de sus tetas por encima de la ropa. Jennie se alejó levemente por un microsegundo para mirar a la azabache completamente sorprendida, su mirada era oscura.

—¿Todo bien? —preguntó Jisoo.

—Hazlo otra vez.

Antes de que Jisoo pudiera preguntar la boca de Jennie se encontraba sobre ella. La nueva posición significaba que la azabache apretará la teta de la contraria y tuviera que ladear su cabeza para poder besarla mientras con sus manos sacaba las tetas de la castaña para poder agarrarlas con mejor facilidad.

El acto de la azabache se posó sobre lo que tenía frente a ella, como si fuera por un pequeño impulso soltó los labios de la castaña y la miró profundamente, acto seguido procedió a bajar lentamente su boca y empezó a dar suaves besos sobre el pezón de Jennie. Los gemidos ahogados de la castaña se hicieron presentes, dando pasó a Roseanne para apretar el otro pezón y morder suavemente el que tenía en su boca.

—N-no m-muerdas

La azabache mordió el pezón y un gemido fuerte resonó en el baño, Jisoo pasó una mano por el trasero de la castaña, la levantó y la guio para subirla sobre los lavadores.

—¿Sería imprudente de mi parte cogerte sobre un lavador? —preguntó la azabache mientras pasaba un dedo sobre la braga de la contraria.

—N-no preguntes, s-solo hazlo —respondió la castaña, para después tomar la mano de la azabache y poner presión para apretar su braga.

Jisoo tomó eso como un pase libre, rápidamente y sin avisar metió un dos dedos en el interior de Jennie, un pequeño gritó se hizo presente, seguido de un gemido por parte de la castaña.

—Mierda Jisoo, para la otra avisa... —Jennie no pudo continuar porque la azabache no dudo en embestirla con sus dos dedos, Jennie hubiera preferido que lo hiciera despacio, pero la verdad es que la rudeza de la azabache no le molestaba.

Bueno tal vez el que esté pasando en el lavador del baño de un bar y el hecho de que su acompañante este completamente vestida. Estaba tan metida en sus pensamientos, que no sintió como Jisoo succionaba su piel y dejaba una marca sobre su teta derecha.

Golpes repentinos en la puerta hicieron que la azabache dejara su trabajo y quitará abruptamente sus dedos, bajó a Jennie del lavador y depositó un suave beso en su frente, la ayudo a acomodarse, no sin antes robarle una nalgada.

—Deberíamos irnos a otro lugar —sugirió la azabache.

—Vamos.

***

Jennie se estremeció en el estacionamiento, por el aire frío, Jisoo no dudo en cederle su abrigo en lo que se dirigían a su carro. La castaña tenía muchas preguntas ¿La llevaría a casa? ¿A un hotel?

Cuando llegaron al auto, Jisoo abrió la puerta trasera. Al parecer, lo iban a hacer aquí mismo.

Jennie miró a su alrededor. Al otro lado del estacionamiento, cuatro o cinco personas estaban acurrucadas junto a un automóvil. Esto no era lo suficientemente privado para llamarlo privado, ni lo suficientemente público para llamarlo público.

—¿Algún problema? —Jisoo preguntó mientras levantaba una ceja.

—Ninguno.

Jennie subió al auto y Jisoo la siguió. Cerró la puerta detrás de ella y la castaña se subió directamente al regazo de su acompañante. Esta se deleitó con el peso de Jennie encima de ella, la forma en que su vestido se deslizaba hacia arriba, y la piel que se revelaba. Quería quitarle el vestido ahí mismo.

Giró la cabeza para comprobar que no alguien cerca, pero se distrajo cuando Jennie le quitó la chaqueta de los hombros. El vestido de la castaña se abrió por delante y Jisoo deslizó las manos dentro.

—¡Amo tus tetas! —exclamó, y los pezones de Jennie se tensaron cuando Jisoo los pellizcó. Tuvo que soltarlos por un momento cuando la castaña desabrocho su camisa y se la quitó rápidamente.

—Si te acepto el cumplido, ¿me dejas cogerte? —Jisoo preguntó, ambas manos apretando los pechos de Jennie y masajeando sus pezones.

Jennie sonrió.

—Sin garantías.

Jisoo río volviendo a posicionar sus labios sobre la castaña y metió dos dedos en Jennie. La castaña tragó saliva contra la sensación.

La azabache trataba de concentrarse en su tarea, aunque era imposible no pensar en cómo se sentiría su boca en otros lugares. Jennie mordió el cuello de Jisoo, pero solo ocasionalmente, como si estuviera demasiado ocupada moviendo las caderas para preocuparse por cualquier otra cosa.

De manera repentina Jennie empezó a saltar levemente mientras Jisoo tenía aún sus dedos dentro de ella. Realmente era algo nuevo para ella, pero si la castaña eso quería, ella no se molestaría en complacerla, los saltos empezaron a aumentar y con ellos el auto empezaba a moverse.

—Bueno, nunca creí que tendría una bonita castaña montando mis dedos en mi auto —Jisoo dijo— La vida si que anda de mi lado.

Jennie río y volvió a juntar sus labios con los de Jisoo.

—Dios —susurró Jennie, y no pudo resistirse.

—No, Jisoo, llámame Jisoo.

Jennie la fulminó con la mirada, y luego rompió el contacto visual con un gemido cuando la azabache movió sus dedos. Aumentó el ritmo, deslizándose hacia afuera y empujando con fuerza hacia adentro, y Jennie la ayudó, moviendo las caderas y saltando.

A veces se inclinaba para besarla, pero la mayor parte del tiempo se mantenía erguida, montando la mano de Jisoo con urgencia.

—¡Más! —gimió, y la azabache añadió otro dedo. Estaba bastante segura de que este era el mejor día de su vida. Tenía tres dedos dentro de esta hermosa castaña que apretaba como loca, obviamente cerca; y estaba a punto de hacer que esa mujer se corriera sobre sus dedos en la parte trasera de su auto, y no podía pensar en nada mejor.

Besó a Jennie, agarrando su trasero para tirar de ella con más fuerza sobre sus dedos.

—Jisoo, joder —murmuró Jennie, y luego se corrió, temblando y estremeciéndose, con los ojos cerrados, la boca abierta.

Pensamientos imprudentes llegaron a la mente de la azabache, actuando por su impulso de querer más besó a Jennie.

—Deberías tomar una ducha —dijo repentinamente— Conozco un lugar.

***

Jennie no estaba segura si podría resistir una ducha con cierta azabache, más que todo porque ella la había llevado a un hotel caro y no había pedido dos habitaciones, solo una. Y lo más sorprendente era que ahora mismo se encontraba preparando la bañera para ella.

Cuando hace unos minutos tenía tres dedos dentro de ella.

—Jennie ya puedes venir —dijo Jisoo desde el baño.

La sorpresa de la castaña se podía ver claramente en sus ojos, al ver a la azabache sentada dentro de la bañera, mientras le decía que podía sentarse delante de ella, no sabía si esa era realmente una buena idea.

—Entra Jennie, con confianza.

Un poco dudosa al respeto, Jennie entró a la bañera y sintió escalofríos cuando las tetas contrarias rozaron su espalda, la verdad no estaba acostumbrada a esta compañía, pero no le molestaba a acostumbrarse.

—Relájate y déjate llevar —Jisoo susurró en su oído, mientras con sus manos apretaba sus tetas.

Jennie gimió levemente al tacto de la contraria, Jisoo besaba su cuello y presionaba sus pezones, la castaña se encontraba muy metida en la sensación que no sintió la mano de la azabache bajar a su entrepierna.

Solo sintió como repentinamente y de manera abrupta dos dedos eran introducidos dentro de ella. Jennie gimió y Jisoo se dedicaba a presionar su pezón son una mano, meter y sacar sus dedos, y también de mordisquear su cuello.

Para la castaña eso mismo era el éxtasis de todo lo que creyó que podría soportar, pero no, parecía que Jisoo tenía otros planes en su mente, se levantó abruptamente de la bañera y Jennie cayó de plano en toda el agua restante.

—Un momento, tengo una propuesta.

Jennie esperó y pronto la azabache se encontraba encima de ella, con su boca en una de sus tetas y tres dedos dentro de ella. Si ella pensaba que con lo del carro no iba a poder caminar, ahora definitivamente estaba segura que se encontraría en cama toda la semana.

Un gemido se escuchó en la habitación, el pulgar de Jisoo se encontraba jugando con su clítoris, mientras movía rápidamente sus dedos dentro de ella, Jennie trababa de aferrarse a la espalda de la azabache, pero solo conseguía marcar su espalda con varias marcas.

—Bésame.

Jisoo levantó la mirada y soltó el pezón de Jennie para dirigir sus labios a los de la castaña y apretar su clítoris con toda la presión posible.

El fuerte gemido de Jennie fue opacado por los besos alborotados de Jisoo, mientras levantaba sus piernas y las posicionaba sobre sus hombros para simular pequeñas estocadas con su cadera y sus dedos.

Y así fue como el gritó de la castaña, advirtió a Jisoo que había llegado a su segundo orgasmo.

Se levantó cuidadosamente y le ofreció una toalla. Después su mirada se volvió a oscurecer y tomó su mano.

—Quisiera hacer unas cosas más contigo.

***

Jennie gemía fuertemente mientras la rodilla de la azabache rozaba su clítoris y se frotaba rápidamente contra ella.

—Definitivamente podría cogerte todo el día —suspiró Jisoo— Prepárate cariño que después de esto definitivamente te cogeré con la boca.

Presionó aún más su rodilla sobre la entrepierna de la castaña y aceleró su presión a los constantes pedidos de Jennie por más.

—Dios, tu boca.

Jisoo sonrió contra los labios de Jennie.

—Aún no has visto que puedo hacer con ella.

La azabache se sentía en la necesidad de probar cada centímetro de Jennie. Incluso pudiera que no tuviera otra oportunidad en su vida, eran de dos mundos totalmente diferentes.

—Tenemos una variedad de opciones.

—Muéstrame —Jennie mordió su labio ante las palabras de la azabache.

Mierda, Jisoo no llegaría a su vuelo.

one shot original de Mishiwolfigrey

honestamente, faltaba jensoo en mi perfil y he aquí está adap:3.

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