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[02]

Ese día en especial, los jinetes se encontraban entrenando unos con otros para poder probarse a si mismo. Claro, algunas habilidades no eran permitidas debido a que muchas eran mortales.

Irónicamente, el más reprimido con ello era Percival qué pese a ser el consentido del grupo, la naturaleza de su magia podía ser bastante peligrosa.

Un ejemplo claro de ello fue el primer encuentro de Chion, hijo de Gilthunder y caballero de Tristan.

En resumidas cuentas, habían tenido que hacer hasta lo imposible para devolverle la vida al brazo del joven chico.

Normalmente a Lancelot estos entrenamientos le gustaban, era muy relajante entrenar con los demás, claro, que eso no aplicaba a todos. Porque dentro de escuadrón del príncipe de Liones, era justamente Chion quien se le hacía realmente molesto. No solo por su temperamento arrogante, sino porque tenía una clase obsesión con el príncipe, cosa que, no terminaba de agradar al rubio.

Quizás para Tristan eso no sea la gran cosa, pero claramente incluso para Jade resultaba molesto.

-Creo que el próximo encuentro es entre nosotros.

De pronto, aquella voz lo saca de sus pensamientos y sonríe un poco al tratarse de Tristan, quien espera entre nervioso y ansioso aquel enfrentamiento. Le gustaba más esa fase del menor, donde no se reprimia tanto y prefería dejarse llevar por el momento.

-Eso parece.

El mayor iba hablar, pero se vio interrumpido por la guardia de su amigo, Isolda no solía irritarle tanto a pesar de que esta estaba claramente enamorada del príncipe, sin embargo, ella misma se ponía sus límites y eso estaba bien, porque aquel rubio odiaria tener que lidiar con alguien a nivel de Chion. Aquel que lo mirabs actualmente con una fingida sonrisa y arrogantemente, le irrita de sobre manera que ellos crean que tienen un niño al que cuidar, Tristan solo podría más que los tres juntos y eso es lo que más le molestaba.

-C-Chicos, Lance y yo tendremos el próximo combate, necesito participar.

Pronto, la voz de la chica se hizo presente y no estaba hablando de la de cabello azul, sino de la peli rosa quien con mejillas rojas se interponia portando su arma de ser necesario.

-No nos parece que esto sea necesario, Príncipe. Sabemos de lo que son capaces. -Toma aire bajando la cabeza y las siguiente palabras salen con vergüenza calentando toda la cara de la chica- ¡No me parece adecuado! ¡No estamos de acuerdo con este enfrentamiento!

La mirada nerviosa y algo confusa de Tristan lo decía todo, aquello era relativamente normal, esos tres estaban constantemente sobre el peli plateado. Eran casi molestos a excepción de Jade quien genuinamente se preocupaba por Tristan sin segundas intenciones y de los tres, era el más razonable y consciente. Sabe que posiblemente estaba en ese circo qué habían armado solo por acompañar a los otros dos.

-No sean un estorbo, estos entrenamientos son para mejorar. Para hacernos más fuertes y estar preparados para todos y ustedes -Señala a los tres, más que Isolda y Chion qué al otro individuo participe del grupo- Están estorbando. ¿Qué importa si aprueban o no este combate?

De inmediato, Tristan trata de hacerse paso, pero el cuerpo de Isolda seguía en medio impidiendo cualquier contacto brusco porque a pesar de Ser Hijo de Meliodas, trataba de ser lo más caballeroso y corteza posible.

Es Chion quien se pone en frente invocando tanto a espiritu de Fuego como el de roca. Esto, al mayor le parece una mala broma, estaba perdiendo la paciencia y eso que el Hijo de Ban se consideraba un joven muy tranquilo dentro de lo posible.

-No dejaremos que toques al príncipe, puede entrenar con otras personas, hacerse más fuerte por otros medios que no te involucren -Da una sonrisa tipica y oscura de él hinchando con orgullo su pecho y acomodando su cabello- Yo mismo puedo ofrecerme para entrenar con Su Magestad.

Ahí es donde el rubio siente un tic en El ojo, como dicen normalmente, fue la gota que derramó el vaso. No solo por lo estúpido que ella aquello, sino porque estaban haciendo un espectáculo y los demás se habían acercado a ver que sucedía.

-¿Tú? ¿Tú vas a ayudar a Tristan a mejorar? No sé si lo sabes, Genio, pero para practicar, se necesitan retos y tú ciertamente no lo eres. -Desinteresadamete, Lancelot mira a Tristan quien seguía nervioso tratando de evitar aquel innecesario conflicto- Tristan es más fuerte que ustedes tres juntos, eso, solo están en su modo de Diosa, no estoy contando el De demonio. Es incoherente que traten de defender a quien perfectamente podría hacerlos polvo uno por uno.

Girando los ojos, aparta a los tres estando directamente frente a Tristan a quien toma de la mano hasta sacarlo de su "Protección" por supuesto no eran tan estúpidos para meterse directamente con él si ni siquiera podían con el príncipe de Liones.

-Insisto, Lancelot, no vas a llevarte a Tristan al campo de batalla, no me parece apropiado.

Tomó la mano del rubio tratando de deterlo y antes de que alguno pueda reaccionar, ya lo había pateado lejos dando justo en el estómago. Tenía paciencia, juraba que sí, pero no estaba para niñadas, ellos no saben lo que sufre Tristan por no creerse capaz, ellos no lo están ayudando, de hecho, están reprimiendo el potencial. Estaba seguro de que si se hubiese entrenado al chico en verdad y no manteniendolo en esa burbuja en la que creció, ya sería tan fuerte como su padre, podría incluso dominar aunque sea un poco más su marca demoníaca. Pero gracias a que estaba en su jaula de oro, ese progreso se iba a la basura, y la posibilidad se perdía.

-¿No quieres que toque a Tristan? ¿Es eso? Bien, niño bonito. Ganame en un combate y haré lo que digas.

Chion, quien se recuperaba del golpe y trataba de respirar correctamente, miraba con pura rabia no disimulada a su adversario. Convocando a sus espíritus elementales se puso de pie dispuesto a pelear, aunque Jade e Isolda trataban de sostenerlo para que no hiciera tal cosa. Es bien sabido por el reino qué Lancelot era fuerte y ellos no querían saber que tanto.

-¡Lance! ¡Esto suficiente! -Plumas blancas impiden su visión, sabe de quien se trata pero aun así estaba enojado, ni siquiera por ser él dejaría pasar esa oportunidad de poner en su lugar a Chion, ya le estaba hartando esa actitud suya- No puedes luchar contra él. Lo sabes.

-¿No puedo o no debo, Tristan? Tú sabes perfectamente que estoy tratando de ayudarte, es complicado hacerlo si tus seguidores empedernidos no entienden que lo que tu necesitas son compañeros que te apoyen, no niñeras. -Mirando intensamente al menor, su rostro normalmente impacible mostró una mueca de disgusto- Si tu primo quiere tanto luchar, no soy nadie para negar le el deseo.

A todo eso y antes de que pasara a Mayores, Percival se interpuso tomando una de las piernas de su amigo y tocando su brazo derecho para llamarle la atención.

-Sin-Digo, Lancelot, creo que es mejor irnos. No creo que sea necesaria una pelea, además, tengo hambre y el rey me ofreció de su comida -Esto increíblemente, le sacó una pequeña risa nasal al rubio, quien gira los ojos bajando la guardia y aceptando calmarse- Bien! Vamos entonces, Donny también muere por comer.

Aunque fuese una pequeña mentira, el amigo de Percival lo secundario sabiendo que eso era lo mejor y, dejando todos la pose de ofensa y defensa, se dividieron en los grupos normales que solían ser, teniendo a ambos príncipes separados eso claro, sin contar a Nasiens que era de la realeza.

Cuando ya se había marchado el equipo pequeño de cabello verde. El otro grupo se quedó unos momentos en silencio, eso antes de que creyeran qué ya era seguro.

-Pfff es un presumido, pero se que realmente no es la gran cosa, seguro ni siquiera es tan poderoso. -Tratando de buscar apoyo en sus compañeros, miró a cada uno hasta que su vista cayó en su príncipe quien lejos de verse feliz o reír por su comentario, estaba bastante tenso y enojado- Príncipe? No tiene por qué preocuparse. Claramente no hemos visto a ese tipo en acción ¿como podemos estar seguros de que es tan fuerte?

Una bofetada resuena en el lugar, todos miran aferrados y espectantes lo que acababa de suceder. Era el mismo príncipe quien se había retirado la parte de la mano de su armadura y había abofeteado a su primo, quizás más fuerte de lo que había pensado al principio.

-No digas tonterías, Lancelot es incluso más fuerte que yo. Aunque me duela aceptarlo y me odie profundamente por no poder seguiroe el paso, es estúpido solo pensar en pelear con él. Papá dice, que es tan fuerte como uno de los pecados, no sabemos qué fue lo que le sucedió, un día llegó y su poder mágico era absurdo. -Jade trata de ayudar, tomando la mano del albino para calmar la situación lo más que pudiera- No quiero que ninguno de ustedes vuelva a hacer algo así. Si estoy en este torneo amistoso es para practicar, necesito hacerlo, mi padre nunca me tomará en cuenta si no lo hago, nunca podré superarme a mi mismo y eso es lo que más quiero demostrar que soy capaz.

Luego de sincerarse. Solo extendió sus alas tomando un suspiro y voló hacia el palacio, necesitaba tiempo para sí mismo. Sabe que sus amigos lo quieren casi como nada en el mundo, pero tenía que ponerles límites. También estuvo mal por Lancelot actuar de esa manera tan impulsiva, impripia de él y su naturaleza apacible.

-¡Mi príncipe! -Isolda quien no había hablado de más, se dispone a llamarlo, aunque es inútil pues este solo sigue su camino -¿Y tú en qué estabas pensando? Sabes que es el mejor amigo de nuestro príncipe, era solamente hacer que no peleen entre ellos, no meterte en medio. Ahora Tristan está enojado, no quiero ni saber que pasará si los reyes se enteran!

Jade también estaba algo nervioso, pero sabe que el de cabello blanco era bastante compresible, si iría a contar aquello.

-Vamos, la cena ya debe estar lista.

Mientras tanto, Chion solo miraba aun atónito a la nada, mientras se frotaba la mejilla qué había sido golpeada anteriormente. Odiaba con todo su ser a aquellas personas que se hacían llamar Jinetes del apocalipsis, claro dejando de lado a Tristan, pero su enojo más puro y oscuro radica en aquel de cabello rubio. Lo día a con cada célula de su cuerpo. Iba a matar a Lancelot, príncipe de Benwick aunque sea lo último que haga.

Juraba que lo iba a hacer morder el polvo, iba a desaparecer su existencia hasta que no quede de él ni siquiera las cenizas.

Lo juraba...

...

Nota:

Como podrán observar, los hechos de la historia no acontecen como en el anime o Manga, para este punto no se han encontrado con Arthur y Jericho no ha ido a Liones.

Espero disfruten la historia <3

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