Capítulo XX.Compromiso
Habían pasado ya dos meses desde que mi noviazgo con Adham comenzó. No había podido salir del compromiso, y lamentablemente hoy era el día. Algo se me debía ocurrir pero ya. No me vestí elegante, ni si quiera me vestí para el compromiso. Solo formal.
—Hazzel. Luces radiante— comentó Dylan adentrándose a la sala. — Me alegra que hoy mismo sea cuando te convertirás en mi esposa.
Eso lo veremos.
—No voy a hacerlo— respondí levantándome del sofá.
—¿Perdón?— preguntó Kathya con intriga.
La expresión de mi padre era de coraje como un "Vas a ver llegando a casa" De una madre a un hijo que no hizo caso, pero no me importó.
—Que no voy a casarme con Dylan— Ryan se levantó y me abrazó.
—Mi hermana no quiere a Dylan. No se casará con él y yo tampoco dejaré que mi hermana sea infeliz toda su vida.
—Soy su dueño, por lo tanto ella me pertenece.— gritó Dylan levantándose del sofá muy molesto.
—Pues eso no parece. Adham la ha tratado mejor que tú— dijo Ryan enfrentándolo.
—¿Ese novato que simula ser su novio? No tiene ni un centavo.
—A mi no me importa tu dinero, por mi que se pudra toda tu riqueza junto contigo. No eres más que nadie.
—¿Novio? Hazzel, ¿tienes un novio que no es Dylan?— preguntó mi padre molesto. No respondí.
—Hazzel. Respóndele a tu padre— presionó Dylan con una actitud triunfante. Lo odiaba, lo odiaba demasiado.
—Si. Es Adham. Y mejor mi hermano me entiende que mi propio padre. — reclamé con fastidio. — Es increíble que tú mismo veas cómo me trata y no hagas nada y en lugar de ello me regañes— grité molesta. Me dirigí a mi recámara y Ryan me siguió.
—Alistate Hazzel, llamaré a Adham para que venga por nosotros.
Al paso de 15 minutos, llegó mi hermano.
—Ya está Adham en la entrada esperándonos, todos están en sus habitaciones. Vamos.
Bajamos y salimos de la casa, ahí estaba el auto de Adham estacionado; me iba a subir atrás, pero mi hermano me detuvo.
—Vas con tu novio— me miró sonriendo.
Me subí de copiloto y saludé a Adham con un ligero y tierno beso, mi hermano se aclaró la garganta haciendo que nos separáramos riendo, al poco rato llegamos a comprar el auto.
— Lo pondría a tu nombre pequeña, pero apenas tienes 17 años.
—Descuida, entiendo la mayor parte es tuyo. Pusiste más dinero— sonreí.
—No lo necesita. Me tiene a mi— se dirigió Adham a mi hermano mientras me abrazaba.
Compramos el auto pero Ryan se lo llevó y yo me fui con Adham.
—Y... Hoy es tu compromiso. ¿Estás lista para el plan?
—Si, un poco nerviosa. Esperemos todo salga bien.
— Descuida, todo estará bien. En caso de que no salga como lo planeamos, solo no accedes al momento de firmar.
—Tienes razón— dije sonriendo.
Luego de ello, llegamos a la casa.
Era hora de la firma.
—Dylan Muller. ¿Aceptas como tu esposa a Hazzel Franco?
—Acepto— me miró Dylan con una cara de triunfador.
—Hazzel Franco. ¿Aceptas a Dylan Muller como tu esposo?
—No.— Respondí. Todos se quedaron callados.— No estoy aquí por voluntad propia. Y soy menor de edad.
El juez se molestó bastante.
—Nadie te va a creer. Retráctate— susurró Dylan en mi oído.
—Es cierto. Está siendo obligada— dijeron Danna y Lucas entrando por la puerta. Ay Dios, los amaba.
—Tiene 17 años con 2 meses y medio. —comentó Ryan levantándose
—Compraron la familia sin que ellos se dieran cuenta. ¿Eso es legal Juez?— habló Adham entrando con una carpeta que contenía mi acta de nacimiento y otros papeles y se los entregó al juez. Simultáneamente me abrazó y apartó de Dylan.
—No lo es, están cometiendo algo bastante grave familia. Nadie se irá de aquí, pasaré el caso.
Yo sonreí triunfante.
—Son nuestras costumbres señor juez— exclamó Kathya— debe respetarlas.
—Serán sus costumbres pero ahora la mujer tiene libertad de expresión, y si la señorita no está de acuerdo en casarse no será obligada— habló el juez y se retiró.
En tu cara Dylan. Luego de esto, el juez dio una orden de que podíamos irnos a la casa, a excepción de mi padre y la familia de Dylan; sentí mi mejilla arder después del golpe que me dio mi padre.
—Eres una..— antes de que pudiera decir más, Adham lo interrumpió.
—Niña.—Lo miré y me dirigió una mirada que me causó tranquilidad — Una niña, la cual quiere una vida normal y su propio padre no lo acepta.— dijo abrazándome.
Nos dirigimos a la casa, todos nos fuimos en el auto de Adham.
—¿Te duele aún?— preguntó besando mi mejilla cuidadosamente.
—Estoy bien— respondí con ternura.
Dejamos a todos en su casa agradeciendo su apoyo, entramos a la casa y me dirigí a mi recámara a sacar todas mis cosas y a empacarlas.
—Ryan... Quiero que me lleves a la casa. No quiero estar más aquí.—Me importaba poco si tenía que vivir sola, no quería soportar a Dylan más.
—Bueno. Déjame empacar también. — dijos aliendo de mi habitación.
Siendo sincera creí que querría que me quedara, pero era obvio que estaba igual de harto que yo. Cuando ya estaba lista, Ryan tocó la puerta de mi recámara.
—¿Lista?—Yo sólo asenti y lo abracé, comencé a llorar.
—Gracias... Por apoyarme hermano.
—No agradezcas, odio que te hagan esto, mamá me dijo que te cuidara y eso hago, porque las amo— me dio un beso en el cachete y tomó las maletas llevándolas abajo.
Me dirigí hacia abajo, cuando crucé la puerta de la casa, Dylan me jaló del brazo, ya habían llegado.
—¿A dónde crees que vas? Tu te vas a casar conmigo. No es una pregunta.
De verdad me estaba lastimando, en eso, un golpe impactó contra su mandíbula.
—Deberías aprender a controlarte. Para que no seas tan infantil y dejes de lastimar a la gente. Y Hazzel no es nada tuyo. No es un objeto. —Adham me abrazó y me llevó al auto.
Mi hermano tomó su auto y yo me fui con Adham, dándole indicaciones de cómo llegar a la casa, aun con lágrimas en los ojos, él sólo se quedó callado y comenzó a manejar.
Una sonrisa se escapó de mis labios cuando recordé las fracturas de Dylan, su muñeca, su brazo y su pierna, todo por sentirme bien. Nunca me acusó, pero si lo hubiera hecho, no me hubiera importado.
—¿Qué te ha sacado esa sonrisa en un momento así de repentino?— preguntó sonriendo sin quitar la vista del camino.
—Las palizas que le metía a Dylan, las fracturas, los golpes que le diste, todo. — Ambos reímos.
—Ya no pasará, ya estarás en tu casa tranquila y sin preocupaciones.
—Si, tienes razón.
—¿Y la escuela?— me preguntó.
—Tendré que levantarme más temprano, no me cambiaré de escuela de nuevo.
—Me alegra, podré seguir viéndote.
—Si.
Llegamos a la casa y Adham me ayudó a bajar mis cosas, estábamos esperando a mi hermano ya que él tenía las llaves.
—Y... ¿Aquí viviste 16 años?
—Mh... No, viví 11 años. A mis 5 años me mude de ciudad por que a mí hermano le dieron una beca en el colegio de aquí.
—Ah, ya entiendo, y... Esta vez... ¿Por qué necesariamente te cambiaron de colegio?
—Porque según los Muller, era parte del trato que viviéramos ahí, y claro para que conociera a Dylan.
—No te alteres, tranquila.
—A decir verdad, creí poder ser amiga de Dylan, jamás imaginé que fuera así...— Adham me abrazó, pero el momento terminó cuando Ryan apareció.
Entramos a la casa y yo me dirigí a mi habitación mientras Ryan le enseñaba la casa a Adham; la verdad era un gusto volver a estar aquí, me sentía más tranquila, más alegre, más libre.
En eso, tocaron a la puerta de la casa. Bajé a abrir, ya que nadie lo hizo. De vuelta en casa. Sonreí ante lo que había pensado, cuando abrí la puerta me asusté bastante.
—Hola muy buenas tardes, ¿Qué necesitan?— ¿Acaso no se cansan de fallar con su plan?
—Hazzel, venimos a pedirte disculpas por lo que sucedió... y...
—¿Hazzel, que pasa?— dijo Adham bajando las escaleras interrumpiendo. Yo no respondí, estaba súper impactada.
—¿Qué hacen aquí?— Preguntó Adham abrazándome por la espalda.
—Venimos a pedirles disculpas por el comportamiento de nuestro hijo y queremos ver si pueden volver a casa.
—No— respondió Adham enojado
—Tu no te metas— gritó Dylan apareciendo y golpeando a Adham, el le devolvió otro y comenzaron a pelearse. Posteriormente grité.
—No iré, y ya basta dejen de pelear— ellos pararon y Dylan me miró fijamente— y porfavor váyanse antes de que llame a la policía y ponga una denuncia.
—Hazzel... discúlpame si...— dijo Dylan triste.
—No.— dije cerrando la puerta.
Comencé a llorar, Adham solamente me abrazo.
—¿Qué fue todo eso? Ni al baño puedo ir agusto ya— habló Ryan bajando las escaleras.
—Dylan— respondió Adham.
—¿Ese maniático vino hasta acá? — preguntó con sorpresa y coraje
—Y con su familia... ¿Cenamos? — cambié el tema.
Al día siguiente, que por suerte era sábado, desperté y me duche, me puse algo cómodo y comencé a desempacar.
—Finalmente en casa... Todo ha terminado mamá... Gracias por tu ayuda—suspiré al aire.
Me puse mis audífonos mientras terminaba de arreglar todo, sentí un abrazo por mi espalda, lo que me hizo girar rápidamente en alerta. Al girar y ver que casi le rompo el brazo a Adham se me escapó una sonrisa, él quitó mis audífonos y los puso en el mueble.
—Hola pequeña, la comida está lista. Te gritó tu hermano pero no respondías, y me pidió que subiera a ver si estabas bien. Te hablé y como no respondiste creí que pasaba algo. Disculpa— dijo con un tono tierno, pero lo último tuvo un tono de alguien arrepentido.
—Descuida— sonreí — Disculpa por no escuchar, lo bueno es que ya terminé de desempacar. Bienvenido a mi recámara.— dije recostándome en la cama.— Mi mamá me ayudó a acomodar cuando recién llegamos... Y ahora todo está igual... O al menos he estado esforzándome por que lo esté.—dije soltando un suspiro.
—Hazz... Te amo— se dirigió a mi antes de besar mis labios tiernamente.
Estuvimos así por unos 2 segundos.
Bajamos a comer, de ahí, fuimos los tres a la plaza comercial, todo era perfecto, hasta que llegamos a casa y prendimos la tele, estaban las noticias.
William Franco ha sido encontrado asesinado.
—Ryan... Adham.... Vengan a ver esto— grité con lágrimas en los ojos
Capítulos finales.
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