Capítulo XIV. Secreto.
Desperté, era un nuevo día. Y luego de que Adham impidiera que mi hermano me golpeara se había retirado y yo me había quedado en el cuarto, no baje a cenar y así me dormí, ahora sólo tenía que alistarme y salir hacia el Colegio.
Me fui a duchar y me puse el uniforme, dejé mi cabello suelto, tome mis cosas y salí del cuarto. En el camino hacia las escaleras, me topé a mi hermano.
— ¡Hazzel! Te tengo una sorpresa— dijo Ryan en susurro.
— ¿Qué sucede Ryan?
— Ven — me arrastró hasta una habitación y puso seguro, sin prender la luz, ya que nos descubrirían y creo que el plan era lo contrario. A pesar de ello, una luz entraba por la ventana, así que no estaba oscuro. —Mira— dijo mostrándome una bolsa con bastante dinero.
— ¿Qué es eso?— pregunté confundida— ¿Es tuyo?
— Sí, he estado trabajando en secreto, y tengo ahorros suficientes para un auto. Bueno, no suficiente, pero quiero que el auto sea de los dos. Así que... Coperacha coperacha.
No pude evitar reírme, pero él me tapó la boca antes de que una carcajada saliera de ella.
— Shh, te lo estoy confiando y te ríes Hazzel.
— Ok ok lo siento, sí, creo que tengo dinero. ¿Cuánto te falta?
— El auto vale doscientos mil y tengo ciento setenta mil.
— ¿Esperas que tenga 30,000 pesos para darte?— pregunté indignada.
En parte, podía ser que tenía dinero. Había estado ahorrando, pero no tanto. Necesitaba más tiempo.
— ¿No tienes dinero? A ver mira. No es urgente el auto. Será para emergencias.
— Está bien, solo déjame ahorrar más. Necesito tiempo.
— Está bien. Pero nada de esto a nadie ok. Ni si quiera a papá o a tus amigos. Ni a Adham.
— ¿Qué tiene que ver Adham en esto?
— Que es mi mejor amigo, y por lo que veo el tuyo igual.
Me puse súper nerviosa.
— No es cierto, mi mejor amigo es Lucas.
— Bueno bueno, como sea, a nadie. ¿Secreto de hermanos?
— Secreto de hermanos.
—A propósito, Ryan— lo jalé del brazo—¿En qué trabajas?—pregunté curiosa
—De noche en una cafetería, esta relajado pero como es turno nocturno me pagan bien. ¿Algo más madre?— dijo y yo reí negando.
—Cuidate sí— le pedí. El asintió y su rostro se volvió serio.
—Lamento mucho lo de anoche... Estaba molesto con Dylan pero escucharte gritarle hizo que me molestara más, tanto que me bloqueé— me dijo tomandome de las manos— sé que debí romperle la quijada a él y no levantarte la mano a tí.
—Esta bien— sonreí— cometí una falta pero se lo merecía.
Sonreímos y nos abrazamos por unos segundod, salimos del cuarto y nos dirigimos hacia abajo. Ryan fue a la cocina, yo no quería pasar por ahí, al menos hoy no.
Pero en la entrada del comedor, que estaba cerca de la entrada de la casa, estaba Dylan.
— Buenos días Hazzel— Dijo Dylan en tono burlón en la cocina.
— Buenos días.
— ¿Aún te duele tu mejilla?—dijo con una sonrisa de lado. ¿Quién rayos se creía este chico?
— No, nunca me dolió. ¿Ahora te duele tu orgullo?—dije finalmente saliendo de la casa.
Me dirigí a la escuela, pase primero por un parque y me senté un rato para contemplar el paisaje; me tomé una sola foto y justamente ahí me di cuenta que se me hacía tarde. Mientras caminaba vi a bastantes chicas en un grupo de amigas, sonriendo, felices... Quisiera ser como ellas... Seguí caminando, buscando una solución para escapar de Dylan... Aunque no tenía escapatoria... Era mi destino y debía aceptarlo.
Al llegar al colegio, me topé con Lucas.
— Hazzel. Que gusto verte. Tengo que... contarte algo.
— Claro, ¿Dime que sucede?
— ¿Miras esa chica de allá?
Observé. Era una chica de ojos café y cabello rubio.
— La veo. ¿Qué sucede?
— Voy a invitarla a salir. Me atrae bastante.
— ¿De verdad?
— Si, ¿Qué me recomiendas hacer?—dijo un poco nervioso.
— Ser tú mismo— dije sonriendo. —estás bien tal cual eres, y si te rechaza, ella se lo pierde. Si eso sucede, aquí estoy yo para apoyarte.
— Gracias Hazzel— dijo alejándose y acercándose a la chica. Yo seguí mi camino para no incomodarlo.
En el camino me entró una llamada de Adham.
— ¡Hey! En el descanso, ¿Puedo verte?
— Claro. ¿Dónde?
— En el patio trasero.
— Claro. ¿Para qué?
— Acá te digo. Es necesario que si vengas y no me dejes plantado ehh.
Yo solo reí.
— Está bien. Ahí estaré— le confirmé y posteriormente colgué la llamada.
Esa llamada me emocionó bastante a pesar de que había sido muy corta, aunque no sabía bien porque. Comencé a caminar y en el camino me topé a Danna y a Samantha.
— Hola Hazzel. ¿Qué tal tu día? Cómo te fue ayer?
— ¿Ayer?—pregunto confundida.
— Si ayer que te morías de sueño en clase— dijeron riéndose.
— Chicas no es gracioso, fue bastante complicado sobrevivir ahí— me quejé riendo.
Faltaban 10 minutos para que la clase iniciara así que fuimos a la cafetería por algo para desayunar, la verdad era que tenía bastante hambre, entramos a clases y fue todo normal. A pesar de que pasáramos al frente, o escuchar al profesor... Lo único que hicimos fue:
Apuntar
Leer nuestros apuntes
Opinar
Dialogar.
Amaba la clase de Psicología.
Entre la 2da y 3ra clase, Danna se acercó a mí.
Danna era como mi mejor amiga. Aunque no le confiaba todo.
— Hazzel, ¿Qué te pasa? Te ves pálida y un poco nerviosa, impaciente pero feliz. ¿Estás en tus días?—dijo riendo.
— No Danna, no estoy en mis días—dije riendo— y estoy bien descuida.
— ¿Entonces porque la impaciencia?— dijo pícara.
— No es impaciencia, es más bien.... Intriga— dije guiñándole mi ojo— Lo que pasa es que Adham me llamó a inicio de clases diciéndome que quería verme en el descanso... Así que... Tengo intriga de para que... Un poco de nervios quizá. Por la intriga— terminé aclarando.
— ¡No puede ser! estas nerviosa, te gusta Adham.
— Baja la voz, te pueden escuchar.
— O sea que si te gusta— dijo sonriendo triunfante.
— Yo no confirme nada— dije apenada.
— Pero tampoco lo negaste
La verdad era que Adham despertaba una rara variedad de emociones en mí.
Con él me sentía segura, libre de hacer lo que quisiera, porque sabía que si la regaba en algo, él no me iba a juzgar, no me va a regañar, y en cambio, me apoyaría, sabía que con Adham podía ser yo misma, confiaba demasiado en él y la verdad era que me ponía muy feliz al verlo en casa con mi hermano ya que sabía que si algo pasaba el estaría ahí para defenderme, para apoyarme y cuidarme.
Y eso me provocaba muchísima alegría y emoción ya que jamás me había sentido así en dos años.
— Y... ¿Vas a ir?
— Obvio que si— respondí sonriendo.
En eso, noté el entusiasmo en mis palabras y me sonrojé un poco.
— Ohhh te gusta Adham te gusta Adham.
— Silencio. Mínimo no digas su nombre— dije apenada.
— O sea que aceptas que te gustaaaa— dijo emocionada.
— Ok. Si digo que sí, ¿Te calmas?
— Solo si dices la verdad— respondió sonriendo
— Pues... Creo que sí... Me gusta. Pero... Es 2 años mayor que yo y...
— Hay hazzel, no es posible— gritó.
— ¿Qué? ¿Qué hice?— pregunté confundida.
— La edad no importa si el amor es de verdad. Ve y dile lo que sientes por él.
— ¿Estás loca? Ni si quiera sé si es amor o una fantasía, sabes. Será raro, mejor primero aclaro mis pensamientos.
— Bueno, tienes razón. Peeeero... Tienes que hacerlo rápido. ¡A Adham se le nota que le gustas!— gritó emocionada.
— ¡Shhh silencio! Te van a escuchar— dije riendo— ok lo haré rápido.
Pasó la clase de álgebra. ¿Cómo? Aburrido, aburrido, cuentas, derivadas, ecuaciones, integrales, etc.
Ejercicios, explicaciones, notas, pruebas, preguntas, etc.
Era la última antes del descanso, cuando estaba a punto de terminar, me sentí aliviada, hasta que el profesor habló.
— Harán un trabajo en binas de la clase de hoy. Estudiarán el tema y cada bina dará una pequeña exposición, vale 3 puntos.
Odiaba exponer en álgebra. Aunque debo confesar que se me daba muy bien, solo que... Era muy nerviosa e insegura. Recuerdo que mi mamá siempre me decía que cuando estuviera así... Pensara en algo por lo cual me gustaría hacerlo, sin pensar en la calificación, sin pensar en que me podía equivocar. Siempre pedía a mis maestros que, opinaran después de mi exposición, o no podría exponer y lo respetaban.
Y me iba bastante bien, solo que... En este colegio... no sabía qué hacer. Si decirlo o no; ya vería después, de todas formas me prepararía. El profesor me sacó de mis pensamientos al decir mi nombre.
— Hazzel Franco con Danna Watertown
Bueno, al menos era algo a mi favor, mire a Danna y ella me sonrió emocionada.
—Para la próxima clase por favor.
Mañana era sábado y teníamos hasta el lunes para llevar a cabo el trabajo, danna me hizo señas de ir a mi casa y yo accedí.
Al finalizar la clase me dirigí hacia la puerta del salón en cuanto alguien me tomó del brazo y me arrastró hasta una esquina del Salón; era Lucas, que se veía un poco triste.
— Lucas... ¿Estás bien?
— Me... Rechazó. — dijo con voz ronca.
— ¿Qué? ¿De verdad?— pregunté molesta y un poco triste.
— No— gritó sonriendo— ¡Me aceptó!
— ¡Ay Lucas! No hagas eso ¡Qué bien! ¿Y cuándo saldrán? ¿A dónde Irán?— pregunté emocionada.
— Pues la invité a los pixelados en la calle 4
— Oh si, llevo años viviendo aquí— respondí irónica.
— Disculpa— comenzó a reir— está después del parque.
Yo solo reí.
— Saldremos mañana a las 3.
— ¡Wow! ¿Y...Te dio un número?
— Sí, me dio sus redes y número de teléfono.
— Suertudo
— Tú tienes el número de Adham.
— ¿Y? Nunca dije que me gustara Adham.
— ¡Hay ajá! Hazzel se nota— gritó riendo— pero bueno, ¿Vamos a la cafetería?
— Am... De hecho... Tengo planes— me disculpé apenada.
— Ah, ¿Con él?
Yo solo sonreí intentando no matarlo. Él entendió mi reacción y solo sonrió.
— Está bien. En la salida me cuentas los detalles.
Sin más, salió del Salón, y yo me dirigí hacia el patio trasero. Al llegar, Adham estaba ahí. Esperándome.
— Disculpa por tardar— hablé apenada.
— Descuida. Llegué hace un momento.
— Y... ¿Para que querías verme?
— Quería decirte algo...
En eso, me sonroje. No sé por qué. No sé cuándo, solo sentí mi sangre arder en mis mejillas.
— Am... Claro... Dime.
— Me... Te quiero confesar... Algo, pero necesito que no le digas a nadie, sobre todo a tu hermano.
— ¿Está bien? ¿Qué sucede?— pregunté confundida. ¿Qué es tan grave para no contarle a su mejor amigo pero a su hermana si?
— Me gustas Hazz... desde el primer día que te vi en el parque... Yo sentí una conexión muy grande a pesar de lo poco que hablamos. Y... el estar contigo me ha confirmado que me atraes bastante.— me tomó de las manos— Me encanta tu forma de ser, tu forma de pensar, tu forma de actuar, y me dado cuenta que no quiero que nadie te haga nada, porque no quiero que te pase nada, porque me importas... porque te quiero.
Yo no sabía que responder, estaba en shock, así que eso era lo grave. La regla #1 de chicos. Oh...no... ¿Qué podía hacer o responder? A penas iba a responder algo, pero un ruido me sobresalto. Se suponía que nadie entraba aquí...
En eso Dylan apareció.
— ¿Qué haces aquí con ella?— preguntó con intriga.
Oh, no... Problema en 3...2....1...
— ¿Qué te importa?— respondió Adham.
— Me importa mucho, ¿Sabes porque? Porque no sabes de lo que soy capaz si te acercas a mi chica.
— ¿Ah sí?— lo retó acercándose a mí y haciéndome hacia atrás— pues... Me gustaría saberlo.
En eso, la furia en Dylan despertó.; y mi temor se hizo notar. El atrevimiento de Adham al enfrentar a Dylan fue muy grande. ¡Ese chico estaba loco! Podía hacernos cualquier cosa.
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