Un mes después

—¿Crees que aprobemos la prueba de aptitud? —pregunté caminando apresurada con ella. El autobús nos había dejado unas dos cuadras antes de la universidad.

—Hemos estudiado duro, estoy segura que lo conseguiremos—asintió Harley enganchada de mi brazo.

Había una larga fila de jóvenes que venían a presentar dicha prueba, algunos se conocían y otros no, Harley y yo esperamos pacientemente a que avanzara. Nos guiaron a un salón muy espacioso además de grande, ambas tomamos asiento en medio de éste, una mujer nos dio la bienvenida presentándose, era una de las muchas profesoras del lugar, nos entregó las hojas del examen indicando el tiempo que cada pregunta tenía. Algunos chicos o chicas siguieron entrando tomando asiento donde mejor se sintieran.

Estaba realmente nerviosa, esperaba aprobar. Harley lucía tan segura de sí misma que sentí cierta envidia.

[...]

El examen lo había terminado primero que mi amiga, por eso esperé en los pasillos algo más calmada al haber pasado por el momento de tensión. Miré algunos trofeos que el equipo de deportes había ganado durante los años, eran muchos, a decir verdad.

Durante la secundaria había pensado en participar en un equipo de voleibol ya que me llamaba la atención ese deporte y sólo ese. Mi madre había sido una chica deportiva en sus años de secundaria, mi padre en cambio se había dedicado a ser un chico algo rebelde pero luego cambió o recapacitó.

Escuché algunas voces masculinas no muy lejos de mí, volteé a ver consiguiendo tres chicos compartir opiniones sobre las carreras. Dos de ellos eran realmente guapos, el que estaba de espalda tenía el cabello oscuro.

Una punzada en mi pecho me hizo tensarme.

— Espera, le preguntaré a esta chica—uno de ellos se dirigió a mí y entonces me quedé inmóvil.

Los recuerdos de Corea vinieron a mi mente en pequeños flashes, los abusos, los golpes, los momentos de pánico...

"Esto no puede ser posible"

— Disculpa, ¿Sabes dónde me queda la salida?

— Ahh...s-sí es...a-allá—indiqué.

El chico que había estado de espaldas era exactamente igual a JungKook. Sí, era...no, no podía ser él porque se suponía que era un fantasma. ¡Los fantasmas no vuelven a la vida! ¿Qué mierda?

—Gracias—sonrió de lado.

— ¿U-ustedes no s-son de aquí? —intenté no tartamudear, pero me estaba siendo imposible. Más porque el chico que me traía recuerdos no apartaba sus ojos oscuros de mí, incluso un olor a fresas llegó a mi nariz.

"Es él"

No, no puede ser él. Jeon JungKook está muerto y se quedó en Corea del Sur.

—Oh, ellos son de Corea del Sur—señaló el que me preguntó por la salida—Vinieron hace dos meses, mi nombre es Kim NamJoon—se presentó—Ellos son Kim TaeHyung y Jeon JungKook.

—Hyung, debemos irnos—le recordó Tae. Ya no sabía que pensar estaba a punto de caer al suelo.

—Cierto, gracias—NamJoon se despidió siendo seguido de los otros dos. Mi corazón se disparó cuando JungKook sonrió con esa típica sonrisa de "Siempre gano"

— Te veré luego, Hanna—fue lo último que dijo antes de retirarse.

¿Cómo él sabía mi nombre y los otros dos no? Los miré alejarse hasta perderlos de vista, mis piernas fallaron y caí al suelo inconsciente.

•••

Sí, lo sé, puedo imaginar sus caras de 😓 WTF pero es el final. Tengo otras historias por terminar también 😂

¡Gracias por las 1k de lecturas! Por sus votos y comentarios.

Saranghe 💕