Cámaras. Lo siguiente que mi madre exigió poner en la casa ya que estaban hartos de que no atraparan al culpable, mientras veía como las instalaban pensaba en una razón por la cual un fantasma o espíritu se obsesionara conmigo. ¿Tenía algo que lo había llamado o cautivado? Todo comenzó desde que llegamos aquí así que de seguro ese chico vivía aquí.

"No puede ser, Jimin dijo que sólo vivía en esta casa una pareja de ancianos"

Frustrada por mis pensamientos decidí no darle tantas vueltas.

[...]

Durante la cena me pareció la mejor oportunidad para hablar con mis padres.

— He hablado con Harley.

— ¿Te extraña mucho? —mi padre me miró mientras mamá masticaba.

— Bastante diría yo—asentí.

— ¿Le comentaste lo que pasó? —habló mamá.

— Sí, ella se preocupó y se ofreció a ayudarme—los miré—Mamá, papá... ¿Puedo irme a vivir con ella en lo que ustedes están aquí? Puedo comenzar a estudiar y trabajar...

— Tienes dieciocho años, no te dejaremos sola.

— Papá, tengo la mayoría de edad...

— Ambas son muy jóvenes, no entienden como es este mundo...

— Voy a entrar a la universidad...

— No.

— ¡No quiero estar aquí! —golpeé la mesa levantándome en el acto—¡Por su culpa todo esto está pasando! ¡Por su culpa no puedo dormir en paz! ¡Por su culpa me abusaron y golpearon! ¡Odio Corea! ¡Odio este país! —alcé la voz arrojando el plato al suelo— ¡Quiero ir a casa!

— ¡Hanna ven aquí!

Ya era muy tarde. Salí corriendo a mi habitación encerrándome allí, sollocé cayendo al suelo abrazando mis piernas.

No sé cuánto tiempo pasó, pero estuve allí por horas.

[...]

— Hanna—susurró acariciando mi cabello, su voz fue haciéndose más clara al oído en lo que despertaba—Hanna, nena, despierta—lentamente levanté la cabeza notando a través de la cascada rojiza de mi melena que no estaba sola, comencé a temblar sin evitarlo sintiendo mis dedos entumecidos por el frío—Shh, shh—me atrajo a su cuerpo acurrucándome en su pecho, sollocé por demasiadas emociones que venían a mi mente.

"Él me escuchó, se vengará de nuevo"

— Quiero ir a casa—seguí temblando en sus brazos—Déjame ir, por favor.

— Ya escuchaste a tus padres, no puedes irte—acarició mi cabello—Esto es lo mejor para ti, Hanna.

— ¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué...? —no pude acabar la pregunta. Tener su rostro así de cerca me cortó la respiración e hizo que mi garganta se quedara sin voz, este chico lucía más vivo que muerto, sus ojos eran oscuros, pero seguían teniendo un brillo divertido cada vez que me veían, su olor era más intenso por supuesto— ¿Quién eres? —susurré.

—Eso no importa, no cambiaría nada—dio un corto beso a mis labios secando mis mejillas—No quiero verte llorar y no quiero escucharte tocar el tema de dejar Corea, ¿De acuerdo?

Había un tono amenazador y dulce al mismo tiempo.

— ¿Por qué yo? —susurré— ¿Vivías aquí?

— Porque me gustas y porque eres mía, ¿Por qué no lo entiendes? —sonrió encantadoramente besando mi cuello.

— Quiero dormir—pedí temiendo que me golpeara o me obligara—Realmente quiero dormir, por favor.

— Creo que me he sobrepasado mucho estos días—acarició las heridas en mi ojo—Debo dejarte descansar, tienes razón—se levantó y tomó mis manos recostándome en la cama, me cubrió con las sábanas bajo mi mirada atenta. La verdad es que estaba alerta pero también cansada, todavía no había amanecido—Me quedaré aquí.

— ¿Enserio...no...me lastimarás?

— Claro que no, Hanna—se recostó a mi lado—Nunca haría nada para lastimarte, si he sido duro contigo es porque debes aprender.

"Realmente quiero irme a casa, realmente quiero salir de aquí"

Estuve tan cansada en todos los sentidos que fueron minutos para quedarme dormida entre sus caricias. La primera noche que finalmente estaría en paz.

•••

De acuerdo, muchas no han notado (o quizás si pero no lo dicen) que JungKook es un espíritu o fantasma no definido. Hanna le parece que está más vivo que muerto.

Dejenme decirles que esta historia tiene teorías, falta cuatro capítulos para el final 😏