Cap 6 - Negocios 2
Pov's Deican.
—Un gusto conocerlos a todos — hablo por fin, intento hacer que mis voz suene gruesa, seria, y lo logro.
—El gusto es nuestro — el nombrado Desmond responde por todos.
—Pasemos de las presentaciones. Tenemos cosas más importantes que hacer — mi padre suena como un verdadero jefe, recto, fuerte y mandón.
—¿Si? No hace más de ocho días que la junta se reunió, no hay muchos temas nuevos a tener en cuenta. Solo organizaste esta reunión para enseñarnos a tu retoño ¿cierto? Ya sabemos su nombre y el conoce nuestras caras ¿es suficiente no crees? — Desmond es quien interrumpe, un acto de insolencia de primera mano ¿cómo se atreve a cuestionar la autoridad de mi padre de esa manera? Mi padre solo sonríe.
—¿Cómo te atreves? — me atrevo a preguntar — Haz eso cuando yo me siente ahí y tendrás serios problemas — amenazo. Desde ahora tengo que dejar bien claro que no voy a tolerar ninguna falta de respeto a mi figura, puede que sea joven, pero no soy ingenuo, la insubordinación puede traer serios problemas, si no doy un ejemplo y una reprimenda puede convertirse en una pandemia. Desmond casi carcajea en mi cara.
—Me gusta este chico, tiene el potencial, la llama necesaria, solo hay que enseñarle un par de cosas — sonríe.
—Cuanta razón tienes amigo mío. ¿Podemos hablar afuera? — trata de forzar una sonrisa lo que sale como si fuera un perro mostrando los dientes. Ambos se levantan excusándose — Pueden preguntar lo que quieran a mi hijo, vean esto como un intento de conocerlo — se van de la sala. A través de el cristal se puede ver vagamente como discuten, gesticulando molestos y esas cosas. No sé puede ver más por el cristal polarizado.
—Bien Deican. Tu padre cree que tengas un futuro prometedor en esta empresa ¿qué hace que el piense eso — Nihan pregunta. Parece interesada, sus ojos me miran fijamente, tratando de ¿asustarme? Ja.
—Mi padre no cree eso — me mira confusa. Alza una ceja — Mi padre está completamente seguro de eso y créeme que después de un tiempo ustedes también lo sabrán o saben de sobra donde está la puerta — hay solo dos trucos para triunfar en los negocios, determinación y fuerza, no física, mental. Desde el primer momento hay que demostrar que puedo con lo que me lancen. Mi respuesta causó cierto asombro y aceptación en las personas que me provoca mucho orgullo.
Mi padre y Desmond entran nuevamente a la habitación.
—Después de hablar unos minutos con mi compañero hemos decidido dada por finalizada esta reunión, pronto nos volveremos a poner en contacto — dice sin sentarse, los miembros de la junta se levantan, asienten todos al mismo, y se retiran en el mismo orden en el que se me fueron presentados. Desmond permanece en el mismo lugar junto a mi padre — Es hora de que conozcas el otro negocio.
—Bienvenido al crimen organizado — al parecer Desmond también está metido en esto.
Pov's Deican.
—Bienvenido al crimen organizado.
Volvimos. El vuelo está vez pasó más rápido que cuando íbamos. Johan nos lleva a los tres hasta la casa. Durante el trayecto hacia ella permanecemos tranquilos, el jefe de la empresa se queda mirando su teléfono, ageno a la mirada extraña que su amigo tiene sobre mí. Me da escalofríos. Al llegar mi padre es quien entra primero, luego yo, y por último entra Desmond. Mi madre espera sentada en la sala, molesta, de brazos cruzados con una ceja levantada. Lucía espera explicaciones de parte de Demian, al divisar a Desmond cambia por completo su semblante y se le ilumina la faz. Se levanta de su asiento y viene a saludarnos. Saluda a mi padre con un beso, a mí solo me mira y sonríe, pasa su mano por mi pelo y va al encuentro con el nuevo invitado.
—Un gusto volver a verla señorita Lucía — da un suave beso en la mano de mi madre y esta sonríe.
—El gusto es mío — baja la mano y centra su atención en mi padre — ¿Cómo les fue en el viaje del que no sabía nada?
–Después hablamos querida, ahora necesito resolver un problema con Desmond y Deican — mi madre lo mira fijamente, aprieta ligeramente los labios.
—¿En serio? ¿Deican también? — pregunta mirándome con mala cara.
—Ya te dije que hablamos más tarde —trata de tocarla y ella se aparta.
—Cómo gustes — da media vuelta y se va. Mi padre nos guía hasta la habitación "prohibida".
—Una mujer difícil — comenta Desmond cuando estamos subiendo las escaleras que llevan directo al pasillo en el que está la habitación. Mi casa es tan grande que puede resultar un verdadero laberinto si no la conoces bien. Todo son escaleras y puertas.
—Cuánta razón tienes — Demian abre la puerta y entramos. Lo que recibo esta vez es una vista totalmente diferente a la anterior. El cuarto está completamente limpio, no hay rastros de polvo o telaraña. Huele a productos de limpieza. Mi padre dejó entrar a Johan aquí. Al menos no tendremos que trabajar en este polvo. ¿A quién en su sano juicio le gusta el polvo?
Desmond se sienta en una silla junto a mi padre en el escritorio e imito su acción. Qué alivio siento al volver a estar aquí, por muchas razones: mi padre después de tanto está confiando en mí y demostrando algo de interés por mi persona, he podido entrar a la habitación prohibida, eso es un gran avance y está limpia, con buen aroma.
—Deican, te presento nuevamente a mi amigo, el es Desmond Moon, aunque no sea famoso es alguien muy poderoso y no solo es miembro de la junta directiva de la empresa principal — ¿principal? O sea que hay más de una empresa. Ya me lo había presentado, no era necesario decir otra vez su nombre — también es mi compañero de trabajo en este mundo — se refiere a la mafia, no se porque se empecina tanto en llamarla de otra forma, las cosas se llaman como son y esto es el mundo de la mafia.
—Nuevamente repito es un gusto conocerte Deican, se ve que tendrás un gran futuro en este mundo, está en tu ADN — Demian le dirige una mirada molesta — pero pasemos de eso. Estamos aquí para poder enseñarte un poco de cosas ¿verdad?— me es casi imposible mantenerme completamente serio, no puedo ocultar lo emocionado que estoy. Mi vida ya empeiza a ser más emocionante.
—Exacto, haremos igual que antes, primero te explico de que va todo y luego pasamos a la acción — habrá acción, se pone aún más interesante. Pensé que solo estaría con papeles o algo como eso, pensé que mi padre no me quería. Es verdad que está metidos en varios trabajos, simplemente no tenía tiempo, pero si se preocupa por mí, siempre lo ha hecho. Me siento feliz de saberlo.
—Como ya te habrás dado cuenta, esta habitación está llena de papeles. Podrían ser memorias o discos duros pero tú padre confía en los papeles, él es tan obsesivo que ninguno se le puede perder, de todas formas yo tengo copias digitales de cada información que hay aquí, prefiero el avance, se que los tiempos han cambiado, el mundo de hoy no tiene nada que ver con el mundo en el que nacimos — comienza a explicar Desmond. Algo en él me molesta, me siento incómodo con su presencia. No sé si es la burla en su voz, esa cara de cínico que trae o esos ojos negros, neutros, que no reflejan nada más que un gran vacío, como si detrás de ellos hubiera una máquina. Aunque me hable como un amigo de toda la vida no puedo evitar sentirme así. A veces eso te pasa con algunas personas, no puedes explicarlo, a veces solo tiene que ver contigo y no con la otra persona. Preferiblemente dejaré se pensar en eso.
—Somos algo así como la CIA del crimen organizado — interviene mi padre.
—Por favor te vez patético, di mafia y ya— Desmond si entiende de lo que hablo — y si, lo sabemos todo, y lo que no sabemos lo averiguamos de todas las formas posibles.
—¿De todas? — no sé para qué pregunto. Las maneras que no conozco me las imagino.
—Todas — que interesante, así que son los que le sacan la información a los "testigos". Demian debe tener todo guardado, mientras Desmond es quien se encarga de la tecnología. Es impresionante.
—¿Qué me dicen de los sitios clandestinos? — si son la CIA de la mafia de seguro deben tener algún lugar en donde meter a la gente hasta tener la información necesaria o capturar a los que sean útiles.
—Los tenemos — acepta mi padre — por ahora no puedes entrar a ninguno, todavía no estás listo para eso.
—¿Y tienen hombres a su servicio? — deben tener si son los jefes de algo tan avanzado.
—Obviamente. Te creí más inteligente Deican, las cosas obvias no se preguntan — tengo que respirar para no responderle, es el amigo de papá, no lo conozco, no puedo ser desagradable.
—Quítate ese esmoquin, báñate y descansa. Mañana voy a llevarte para que sepas lo que es mi trabajo, tenemos un problemita que resolver, hay personas que no cooperan y tratan de esconderse, pero nadie puede escapar de nosotros — OH Yeah! Voy a entrar en acción pronto — Ah, ya hemos descubierto quien era el ladrón, el FBI está tras nosotros, ten cuidado con quién hablas.
De camino a mi cuarto analizo lo último que mencionó antes que me fuera. Tenía mis sospechas de que habían sigo las fuerzas de orden las que entraron a la casa. Eso es ilegal, si tuviéramos pruebas podemos presentar una demanda. Si ellos no se preocupan por ese detalle, es que lo tienen bajo control, así que no debo preocuparme, conozco a mi padre, de forma extraña pero lo hago, nunca deja nada a medias, una vez que empieza algo siempre lo termina.
Una vez en el baño las cálidas gotas de agua caían sobre mi cuerpo removiendo las impurezas. Ahora, con la mente en calma y relajada. Con los pensamientos más claros caigo en algo.
Este día es perfecto.
Y eso me aterra. Nada es perfecto, lo perfecto es irreal. Por ley de la vida va a pasar algo malo. Estoy seguro. No todo lo bueno es bueno. No es normal que mi padre se vuelva tan diferente conmigo tan de repente. Aquí hay gato encerrado. De seguro se está muriendo o algo por el estilo, y como él dijo, hace todo esto porque se vienen tiempos difíciles y él puede faltar. Eso es, o se va a suicidar o va a morir de alguna otra forma.
Me despierto por el frío tan grande que habita mi cuarto, parece que la calefacción se rompió. Abro mi teléfono para ver la hora. Son más de las nueve de la mañana. Se supone que ya me tenían que haber levantado. El señor Moon se ha quedado en una de las tantas habitaciones de invitados. Luego de asearme me visto. Tomo un suéter, al parecer el día va a estar helado, debe ser alguna tormenta, me pongo un jean azul oscuro y unas zapatillas. Bajo las escalera para desayunar, aunque nadie más esté en la cocina Casa deja guardado mi desayuno en el microondas los días que no voy a la escuela.
—Buenos días — me saluda sonriente, cómo cada mañana antes de poner los platos sobre la mesa.
—Buenos días ¿Mi padre y su amigo ya se despertaron? — cuestiono, a lo mejor se olvidaron de mí y se fueron a dónde debían.
—Cuando termines de comerte el desayuno vas a su habitación de trabajos secretos, allí te están esperando — me alegra mucho escuchar eso —Si no necesitas nada más voy a ir a ayudar a Johan en el jardín.
—Estoy listo — aviso cuando entro en la habitación. Llevan una ropa semejante a la que escogí. Ambos tienen suéteres, el de Desmond es azul oscuro y el de mi padre gris oscuro, los pantalones que llevan son azules oscuros, muy parecidos al mío y los zapatos negros. Mi padre es tan joven que los tres parecemos hermanos. Una sonrisa escalofriante se dibuja en la cara de Desmond. No me voy a cansar de decir que hay algo en él que hace corto circuito conmigo. Llego hasta donde ellos están y antes de poder decir una palabra siento que alguien me toma por detrás y pone un pañuelo con algo que huele muy fuerte. Siento sueño. He visto demasiadas películas para saber que esto es clorofo...
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