Cap 17 - Kyra
Pov's Deican.
—¿Deican que ha sido todo eso? —pregunta Cass una vez que logro retomar la compostura. Todavía respiro con un poco de dificultad — ¿Qué es todo esto? — habla de nuevo después de mirar el desastre que hay en la habitación. Sangre salpicada, el pentágono en el piso, el espejo roto ¿Debería decirle la verdad? No tengo pensada ninguna escusa para este reguero, sinceramente no se que decir, jamás pasó por mi mente que el dolor fuera tanto, al punto de hacerme gritar de esa manera. Por si fuera poco Johan también entra en la habitación segundos después.
—¿Joven amo está usted bien? Eh escuchado gritos provenientes de su habitación — ¿ahora que les digo?
—¿Alguien más que quiera llegar? — murmuro para mis adentros. Y como obra de Dios o del diablo, en plena madrugada Kyra también se aparece en mi habitación — ¿En serio? ¿No me digas que también escuchaste mis gritos en tu casa?
—Es difícil de explicar, y menos ahora que estamos en compañía —empiezo a ver algo distinto en los ojos de mi amiga. Un destello de luz flameante, justo como aquella noche con nuestra exdirectora. Creí que había sido una ilusión producto de la adrenalina y el terror, pero ahora no tengo dudas, ella esconde algo. Ya no se en que creer, después de todo lo que ha pasado no me sorprendería que mi amiga tenga algún poder sobrenatural. Y lo que faltaba. Mis manos comienzan a moverse solas y a desprender una especie de manto oscuro que cubrió por completo a la habitación. Cuando esa cosa extraña se disipó Johan, Cass y Kyra estaban en el suelo desmayados y la habitación como nueva.
—¿Qué fue eso? — pregunto al demonio que llevo adentro, esto tiene que ser obra de él. Todavía existe la posibilidad de una esquizofrenia grado avanzado claro está.
Eso resuelve muchos problemas, llévalos a una habitación, no recordarán nada. — habla Ezequiel en mi mente, me va a ser difícil acostumbrarme a esto, me da un escalofrío cada vez que lo hace.
Me quedo sentado en la habitación en la cual dejé a mi amiga durmiendo, en espera de que se levante durante unas cuantas horas. El dolor de cabeza que tengo no me abandona, es más, después de poco tiempo le da la mano a una sensación de pesar sobre mis hombros. Escucho como ella se mueve en la cama y me acerco. Abre los ojos nuevamente con aquel destello que prende la curiosidad en mi interior ¿Será?
—¿Qué tienes en los ojos? — esta vez no voy a dejar pasar la oportunidad. Una vez es coincidencia, dos ¿casualidad? Pero una tercera. Eso sí no. Aquí hay gato encerrado.
—Soy un demonio — suelta como si nada, así en plan: es lo más normal del mundo. Ahora empiezan a aparecer seres del mundo sobrenatural y hacemos una comparsa.
—¿Tú también? Joder — me siento en uno de los muebles del cuarto en el que dejé a mi amiga. Pongo las manos en mi cabeza. Ahora empiezan a aparecer las verdades ocultas, esos secretos oscuros poco a poco comienzan a revelarse. A partir de ahora veré las cosas de otro modo; veré las cosas desde los ojos de un puto demonio ¿Cuántas cosas más hay por ahí conviviendo con nosotros?
—De todas formas lo iba s a saber, ya que hiciste un pacto con un demonio — ¿no se suponía que no recordara nada?
Es un demonio, con ella mis poderes se manifiestan de forma diferente.
—Otro secreto más que me haz ocultado — me quejo. Y es cierto; odio que me oculten cosas, sobretodo sabiendo que las voy a descubrir más tarde. Si me vas a ocultar algo trata de que nunca lo sepa, no se, mata a todos los testigos o algo pero que yo jamás me entere.
—Antes de tener más secretos quiero contarte la que viene siendo mi historia — ruedo los ojos ¡Claro! Detrás de cada persona se esconde una historia distinta. Veamos que tiene que decir la demonio. Otra vez empieza una de esas partes en las que un personaje cuenta su trágica historia de vida.
Voy a ahorrarme la molestia de decirte el año exacto en el que ocurrió, lo que si te puedo decir que fue hace muchos siglos, esta no es la historia de mi pueblo fue masacrado, todo robado o las típicas historias de aquella época, la mía es diferente. Yo soy la creadora de la familia Valadria, como mismo en estos momentos soy la heredera. No conozco a mis padres, pero si se que me vendieron como esclava cuando era humana.
No puedes ser capaz de imaginarte todo por lo que pasé, no solamente fue abuso sexual, fueron trabajos forzosos, humillaciones, golpes. Me acuerdo de aquella noche, ya eran pasadas las diez, no se exactamente porque en ese entonces no habían relojes como los de este tiempo, y tampoco se me permitía saber la hora.
Estaba acompañando a la señora de la casa cuando el señor borracho junto con tres hombres más. Pronunció mi nombre con ese tono ebrio en el que arrastras las letras y la voz es más grave. Cabizbaja como siempre me acerqué a ellos. Sabía muy bien que era lo que me iba a pasar, así que sin ansias de resistirme entregué mi cuerpo. Esa noche terminé muy adolorida. Las partes rotas de mi alma se quebraron en más pedazos todavía. Yo solo estaba ahí, en el piso, observando como se reían de lo que me habían hecho.
Abandoné la habitación, para caminar tuve que sujetarme de las paredes y de los muebles. Fui directo a la cocina, si no detenía eso iba a ir cada vez a peor. Tomé uno de los cuchillos y volví a la habitación. No supe en que momento me había dado ese arrebato y la fuerza para hacer semejante cosa. Pensaron que volvía a por más, me gritaron más de una vez puta. Cuando me acerqué a el clavé el cuchillo directamente en su cuello, al retirar la hoja de su cuerpo la sangre manchó lo que quedaba de la fina tela de mi vestido blanco. No quedó nadie vivo en esa habitación. No habían pasado muchos segundos para que comenzara a sentirme mal por lo que había hecho.
Para sentirme mejor y ayudar a personas que estaban en mí misma situación le di la libertad a todos los esclavos del castillo con la cabeza del señor en mi mano. Cuando pensé que todo llegaría a su final fui apresada por la guardia y conducida a una celda para mi juicio final. La noche antes de que fuera mandada a la orca, allí en la celda con los grilletes en mis brazos haciendo que colgara de una pared mohosa; se apareció alguien a mi celda.
Apareció de la nada, de entre las sombras se materializó. Me dijo que era uno de los jinetes del Apocalipsis, instantaneamente pensé que el fin de los tiempos estaba por llegar, que todo se habría acabado. En cambio me ofreció volverme uno de sus demonios, sin pensarlo mucho accedí. Todo por escapar de la muerte, no me pueden culpar por haber sido humana. Me convirtió en un poderoso demonio del mundo oscuro, una sabueso del infierno: un poder ilimitado proveniente de las mismas llamas del infierno, incapaz de morir, me sentí invencible. Después de un tiempo me di cuenta que solamente salí de un amo para estar en manos de otro.
Entonces me dió una misión: perseguir a un antiguo demonio que estaba causando problemas, había hallado la forma de convertirse en un demonio siendo prácticamente un humano, y logrando la inmortalidad de una manera muy cruel. En medio de la misión me asignaron otra, pero de alguna manera, al no poder lograrla morí. Pensé que al fin era mi descanso, pero no, estaba en una especie de sueño, en una cueva oscura, durante más de veinte años, hasta que de pronto desperté. El cuerpo era parecido al mío, y tenía muchos recuerdos que no habían sido formados por mí, recuerdos de una niñez, de ser criada por una anciana que murió cuando tenía unos quince años. Desperté con unos con unos 18.
Cambié mi apellido por uno de una persona muerta. Kyra Valadria, me pareció simplemente hermoso, mi primer nombre y también el que he repetido durante años. Era una segunda oportunidad, seguía siendo una demonio pero eso no me impidió enamorarme y formar una familia. Mi primer esposo fue la persona más buena que conocí, aceptó quedarse con mi apellido después de saber mi historia.
Estaba feliz, incluso tuve mis primeros seis hijos. Entonces apareció el jinete, se rió y me recordó la misión. Volví a ella, y morí nuevamente. El ciclo se ha repetido hasta ahora, pasados incluso cien años muerta, pero siempre volvía, hice un trato con el para que me permitiera renacer aunque sea en la familia que había creado.
—¿Cuál es tu misión ahora? — no quise preguntarle nada más, su historia es en serio triste, le ha tocado vivir muchas cosas y no sería correcto revivir otra vez lo mismo.
—Tengo que protegerte — ¿protegerme?
—¿De qué? — no entiendo de que debe protegerme.
—No puedo decirte, no me dejan, las cosas las tienes que resolver tu poco a poco, mi tarea es solo ayudar a mantenerte vivo.
—Más secretos — replico molesto ¿porque todo es así? Siempre es lo mismo todos me ocultan secretos — Así que eres mi guardiana. Que bueno, entonces nuestra amistad está solo basada en eso, en un secreto y que tienes que mantenerme con vida — me levanto, necesito tiempo para entender esto. Perdí a Dean y creí encontrar una amiga en Kyra, no para sustituirlo, eso jamás, pero si alquien en quien poder confiar. Y al parecer ella solo se acercó a mi porque era su misión.
—No, eso no es verdad, puede que seas solo mi misión pero nuestra amistad es verdadera, siempre lo ha sido. Ahora no lo entenderás, no entenderás este ciclo extraño.
—Ni es mi intención entenderlo — me levanto para irme, odio eso. Odio que me oculten las cosas, odio ser el último en enterarme de todo.
—Entiendo como te sientes — la interrumpo.
—No, no lo entiendes. Eres un demonio y yo un humano, hace mucho que no sientes lo que es ser lo que soy — le suelto molesto.
—Tienes razón, no lo entiendo pero por favor no te lleves por el impulso, piensa bien antes de tomar una decisión.
—Por favor déjame solo — le digo en voz baja.
—Yo...
—¡Vete! — grito. Ella asiente en respuesta. Salgo del asiento para sentarme detrás de la puerta, escucho como sus pasos se van alejando, para luego salir de la casa, dejo caer mi cabeza entre mis piernas encojidas y las envuelvo con mis brazos. Son demasiadas cosas al mismo tiempo, tengo un demonio adentro, la guerra con Giovani por delante, lidiar con la carga que significa que nadie descubra mi secreto y ella me revela todo esto. Una vez más me doy cuenta que solo estoy rodeado de mentiras y más mentiras, a mi alrededor las cosas no son más que una ilusión, no me sorprendería que Casa resultara ser una asesina en serie o una cazarrecompensas en busca del dinero de mi familia. Johan creo que es el único real, después de tantos años aquí no tengo porqué desconfiar de alguien tan bueno.
¿Un consejo de un demonio? No vivas con tanto miedo a la vida, que pase lo que tenga que pasar, que venga la gente que tenga que venir, si te engañan que se le puede hacer, no por eso vas a dejar de ser tú.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro