Cap 14 - Por tu bien
Pov's Deican.
Veo como el cristal se rompe en pequeños pedazos en cámara lenta. Se lanzan sobre nuestros cuerpos, al mismo tiempo nostros lo hacemos hacia el suelo para evitar el golpe de estos. Diminutos trocitos se quedan por el aire como esporas brillando por la luz de la luna. El arma no para de disparar, las balas se estampan una y otra vez en el asiento detrás del que estamos escondidos. Kyra trata de disparar desde una de las esquinas pero es prácticamente imposible hacerlo. De pronto se detiene. Está recargándola, o al menos eso creo, ahora es la oportunidad de disparar. Al mismo tiempo ambos salimos a las esquinas y disparamos. El hijo de Giovanni estaba de espaldas con el arma apuntando al bosque y nuestras balas dieron en su cuerpo, más simplemente cayó al suelo antes de siquiera soltar sangre. Develó que frente a él había alguien más, alguien que se acercó lo suficiente como para rajar su garganta en un corte perfecto. Desde donde estamos no se puede ver la persona causante de la muerte del hijo del mafioso. Solo podíamos distinguir la sombra de un hombre ligeramente contorneado por la luz de la luna. Con el apuro por deshacerme de la amenaza agoté mis balas hace un momento, y después de lanzarnos al suelo con tanta rapidez perdí el otro repuesto de balas que tenía. Kyra también me hace una señal, como que igual se había quedado sin balas. Nos volvemos a esconder, sin necesidad de decir palabras me entrega una de sus armas blancas, ambos sabemos que hacer. A la cuenta de tres: uno... dos... tres. Nos levantamos a cada lado del asiento y nos disponemos a atacar. Cuando nos damos cuenta de quien es.
—¿Cómo nos encontraste? — le pregunta mi amiga sin bajar las armas, se que no confía en él, yo tampoco le tengo confianza, su forma de ser no la inspira.
—Como mismo lo hizo él — señala al muerto con la cabeza — Vámonos — cambia su cara por completo, ahora se ve serio, severo.
—No me pienso ir — intervengo molesto. ¿Quién se cree para venir a darme órdenes así como así?
—Eres idiota o suicida ¿a caso quieres morir? ¿Como vas a empezar una guerra que no puedes ganar? Eres un crío estúpido y sin cerebro — me regaña mientras se pasa la mano por la cabeza frustrado.
—Desmond tiene razón tenemos que irnos de aquí. Más hombres vendrán, y cuando vean que está muerto comenzará una guerra contra nosotros — la miro alzando una ceja ¿Te vas a poner de su lado? ¿De verdad? Odio que me lleven la contraria, odio que no me den la razón. Odio no tener la razón. Pero ellos tienen la razón. Exhalo frustrado. Esto no está saliendo como lo tenía planeado.
—¿Qué hacemos con Cass y Johan? — no los puedo dejar por detrás, no les puedo fallar cuando ellos nunca me han fallado.
—Váyanse ustedes, tomen mi carro que está a unos 200 metros de aquí, yo me llevaré a tus sirvientes, pero tienen que irse ahora — ¿se está preocupando por mí? Me toma por sorpresa esta forma tan extraña de actuar — No puede morir, no puede morir, no esta listo, tiene que vivir —le dice a Kyra como si estuviese invocando a un muerto. Mi amiga solo asiente, me toma el brazo y comienza a correr junto conmigo para ir hacia el carro. Fui imprudente, lo sé, pero jamás pensé que Giovanni iba a empezar una guerra. Pero juro aquí y ahora, que como que me llamo Deican Alexander Black, voy a acabar con Giovanni, así como acabé con mi padre, y así como acabaré con cualquiera que se interponga entre mi objetivo y yo.
Llevo más de tres horas en mi casa. En espera de noticias, desesperado. Kyra se fue a investigar yo no se que, Desmond todavía no llega con Cass o con Johan y no puedo parar de pensar en las cosas malas que pueden estar pasando mientras yo me siento aquí de brazos cruzados entre cuatro paredes. El timbre suena y salgo como alma que lleva el diablo a abrir la puerta. Quien entra es Dean. Lo que faltaba.
—¿Qué mierda te pasa? —comienza a reclamar en el mejor momento.
—Ahora no — trato de detenerlo antes de que libere mi frustración con él.
—No me llamas, no me escribes, no respondes ni a mis llamadas ni a mis mensajes, de un momento a otro tú y Kyra desaparecen sin decir nada a nadie y todo este cambio tuyo desde lo que me pasó — he estado muy ocupado, si tan solo supiera. Pero no debo decirle.
—Espero que me entiendas, no estoy pasando por el mejor momento, es mejor que te vayas por favor — hago un esfuerzo por sonar amable, por mostras ese rostro que dice que todo está bien aunque te caigas a pedazos.
—Si, todo lo de tus padres — y la bomba explotó.
—¡Y una mierda! No sabes por lo que estoy pasando, esas cosas que pusieron en las noticias no son ni la tercera parte de las cosas que ellos dejaron sobre mis hombros, así que no tengo tiempo para ti, lo siento Dean pero tienes que irte ¡Ahora! — es por su bien, es para protegerlo, que siga con su vida normal.
—Está bien — no dice ni una sola palabra más y se dirige a la salida.
—Es para protegerte — con la situación como está ahora, con una guerra a punto de estallar en mi cara, Dean se convierte en una debilidad, un blanco fácil que va a ser aplastado de una triste manera. Sale de la casa. Me quedo mirando por la ventana mientras se va. Y me convenzo a mi mismo de que esto es lo mejor para él.
—¿Ese era Dean? — la voz de Kyra a mi espalda hace que me de vuelta inmediatamente por el susto ¿cómo sale así detrás de uno sin que la escuchen?
—¿Cómo entraste? —es lo primero que pregunto mientras mi corazón se recompone del susto, ha tenido tanta acción esta semana que en algún momento me va a dar un infarto.
—Puerta trasera —informa al mismo tiempo que se sienta en uno de los asientos.
—¿Nada nuevo? — de nuevo lo repito. Esta espera me está matando. La ansiedad y ese temor por perder a la gente a tu alrededor no hacen buena liga, solo provocan que me altere aún más. Me voy a arrancar el pelo de tanto estrés.
—Deican cálmate, están en un lugar seguro, Desmond no va a dejar que les pase nada — no confío ni en la sombra de ese.
—¿Cómo puedes pensar eso? Si el es capaz hasta de matarlos.
—¡Basta! Relájate, ya pasará — me invita a sentarme junto a ella — Además, tienes que tener la cabeza fría, esto es solo el comienzo, cosas peores se avecinan, fuiste muy imprudente, te dejaste llevar por la arrogancia y ahora pagarás el precio por tus actos — tiene razón, me dejé caer presa de la arrogancia, todo esto es solo responsabilidad mía — estaré contigo para luchar hasta el final.
—Y agradezco mucho que lo hagas — ahora, más calmado, recuerdo otra de las cosas por las que mande a Kyra a salir — ¿me trajiste tu ordenador? —de una mochila negra que no había visto que traía sacó su laptop, puso su contraseña y me la entregó.
Entro a la página que creó Desmond, donde tiene todos los registros de los datos que han recopilado durante años, si no sabes la contraseña no puedes entrar, ha contratado numerosos hackers solo para que intenten hackearla y así ha conseguido hacerla un fortaleza sin brechas. Busco el archivo de Giovanni, ese que contiene su verdadero nombre, su dirección, sus manías, y toda la información acerca de su vida, incluyendo todos sus hijos. Saco el archivo de la página y lo muevo para publicarlo en una web oscura. Voy a cumplir lo que dije, para que vea que no ando con amenazas. Con solo tocar Enter subo todos los datos, oficialmente he convertido a Giovanni en un blanco para numerosos enemigos. Es hora de que pague por tratar de hacer lo que hizo, la muerte de su hijo es pequeña en comparación con lo que le ocurrirá. Nada de esto hubiera pasado si me hubiera hecho caso desde el momento en que fui a verle.
—Lo hiciste ¿verdad? — no se ni para que me pregunta.
—Claro que lo hice, sabes que no voy a dejar pasar esto, no me importa lo que haya dicho Desmond, este puede ser el final de la guerra.
—O el principio de una peor.
—Qué la suerte decida — y no solo la suerte. La vida es como un juego de cartas, no siempre tienes la mano ganadora o a veces la tienes y no sabes como usarla. En este caso voy a usar todo lo que tengo, no me basta con un pequeño paso. Después de conversar con Kyra voy a mi habitación. En una de las gavetas todavía tengo otro teléfono con el número de Andrea. Otra idea cruza mi mente como relámpago. Suena tan bien que no me detengo a pensar ni consecuencias ni nada.
—¿Me recuerdan? — saludo con voz severa, sonando más serio de lo que pretendía hacer.
—¿Como no recordarte? — escucho como sonríe al otro lado de la línea.
—¿Recuerdas la parte de nuestro trato en el que me dijiste que te tendría de amiga? — este es el momento.
—¿Qué quieres?
—Acabo de subir a una red del mercado negro el verdadero archivo de Don Giovani y la forma de atraparlo h a toda su calaña — quiero que acabe con él.
—Gracias.
—Espero recibir buenas noticias — y así es. Espero que de una vez por todas alguien logre acabar con ese viejo estúpido. Sus años al mando han llegado a su fin. Es hora de darle más oportunidades a los jóvenes como yo. Escucho sonidos en la planta baja y voy a ver si al fin Desmond ha llegado con Cassandra y Johan — ¿Dónde están? —no los veo en ningún lado, y la cara de Desmond es la que menos quiero ver ahora.
—Los he dejado en un lugar seguro por ahora — informa. Luego se queda mirándome fijamente, con esos penetrantes ojos oscuros, que parece que de tras de ellos siempre hay una plan siniestro — Te lo dije niñato, te lo dije, haber subido la información de Giovani a la red oscura no es una buena jugada.
—Ahora será un blanco fácil y me lo quitaré de encima — al terminar de hablar estalla en risas como un psicópata.
—Don Giovani tiene un equipo de hackers, el viejo ese sabe más de lo que aparenta, la información que subiste de seguro ya no está en la red — ¡Maldición! ¿Cómo iba a imaginar que un viejo de la era mesozoica iba a tener un equipo de hackers de esta era? — Lo mejor será que te desvincule un tiempo del negocio, deja que resuelva todo — ahora quien ríe soy yo.
—No me vas a dar órdenes ¿qué quieres? Encargarte tu solo de todo y dejarme de lado, mi padre trabajó muy duro por impedir que eso pasara. En tus sueños.
—Claro, y tiraste todo por lo que él ha trabajado en la basura al delatarlo con la policía como haz hecho con Giovani — ¿CÓMO?
—¡NO TENGO QUE DARTE NINGUNA EXPLICACIÓN! — cree que por qué ahora sabe eso me puede manipular. Ja. No podrá conmigo, ni ahora ni nunca.
—Ni te la estoy pidiendo, solo quiero que te tomes un descanso, nada más — mi teléfono vibra y emite el tono de un mensaje. Seguro es Dean, siento haber sido tan duro con él pero es por su bien, verse involucrado en este mundo es poner un bombillo rojo sobre su cabeza. Levanto mi teléfono. No conozco el número que me mandó el mensaje.
Esto es solo una advertencia. Mira las noticias.
Como tampoco tengo que ser adivino para saber que Giovani está detrás de eso. Enciendo el televisor y pongo el canal de las noticias.
—Un joven es brutalmente asesinado, su rostro fue dejado intacto lo que nos pudo favorecer identificar a la víctima. A continuación verán algunas fotos de los hechos — la casa que muestran me es familiar, los forenses se llevan en una camilla el cuerpo, de donde sale una de las manos sin uñas y con numerosos agujeros y heridas. ¿Qué tiene que ver esto conmigo? —El joven De... — dejé de escuchar todo. Solo vi la foto, su foto. Mi mejor amigo es quien había muerto. Y todo es mi culpa. No debí ser tan imprudente, y ahora él, inocente, ha pagado las consecuencias.
—¿Deican? — Kyra trata de acercarse pero me aparto, levanto la mirada para ver la cara triunfal de Desmond.
—Tienes lo que querías. Me voy a tomar un descanso, resuelve esto — por ahora lo necesito. Ya después pensaré en como vengarme de la mejor manera. Ahora, no puedo, no me siento bien...
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