Cap 11 - Este es ¿el fin?
Pov's Deican.
La semana pasó como volando frente a nuestras narices. Las aguas fueron tomando su lugar en menos tiempo del que pude haber imaginado. Hicieron creer a la policía que Elisette se había prendido fuego dejando a los jóvenes en libertad. Algunos de esos jóvenes dicen que vieron un ángel negro que los salvaba. Mejor que quede de esa manera, claro que no los tomaron en serio. Murieron más de la mitad de ellos, sus cadáveres fueron encontrados sin una gota de sangre, todavía no saben la causa, pero estaban secos completamente. Se piensa que ella hacía experimentos con la sangre, pues en su apartamento encontraron sangre de las víctimas en bolsas clasificadas por nombre, edad, sexo, color de piel, tamaño, color de pelo y ojos, entre muchos otros parámetros: verdaderamente escalofriante. Es raro entrar a la escuela y ver los puestos vacíos, y pensar que los jóvenes que estuvieron ahí jamás volverán, solo quedará su lugar vacío, hasta que pasemos de curso y alguien más lo tome sin saber la historia que se esconderá ahí dentro. Kyra hace dos días que no se comunica conmigo, espero que no sea nada, después de tantas heridas tiene que descansar por un tiempo. Dean está recuperándose del trauma y no hemos vuelto a hablar de nada. Mi padre ha comenzado a actuar raro, con cada día que ha pasado desde que me dijo que sería un "jefe" se distancia más. Solo para en la casa de noche, y no me saluda al entrar, va directo a su cuarto y cuando amanece ya no está ahí. Por suerte para mí no han habido movimientos importantes que contar. Recuerdo la última conversación que tuve con los federales acerca de él:
Flashback
—¿Qué ha pasado verdaderamente ahí?
—Mi padre es quien encontró a todos, la mafia le encargó encontrarlos.
—No podemos usar eso, demostraría la incompetencia de las fuerzas de la ley — revelar que fue el crimen organizado quien realmente rescató a miles de jóvenes sería desacreditar a las fuerzas del orden, y causaría mucho caos.
—Yo también fui secuestrado — es peligroso este mundo, sin tener nada que ver con la mafia o la policía fui secuestrado, solo quisiera saber si fue aleatorio o fuimos seleccionados por algo en especial.
—Tienes que darnos algo con lo que poder acabar con tu padre — vuelven a pedirme algo que no tengo.
—Tengo una idea. Denme algo de tiempo, manténgase alejados, no me llamen, no hagan nada, esperemos a que baje la guardia y ataquemos entonces — tiene que funcionar, es un buen plan, mi padre es inteligente, en poco tiempo descubrirá lo que hago, si es que no lo sabe y faltará poco para que también sepa lo que la policía planea, desaparecerá antes de que nos demos cuenta.
—Tu estrategia tiene lógica, pero si no funciona, tendrás que idear algo, ahora — cuelgan. Espero que esto funcione, tiene que hacerlo, o será peor para mí.
Fin del flashback.
Esa idea parecía sumamente buena en ese momento. No contaba con ese alejamiento tan repentino. Debo averiguar que ha pasado para que esto ocurriera. Mi padre es una persona... digamos que muy difícil de descifrar, ni que fuera mujer.
—Para la siguiente clase quiero un resumen de las páginas desde la 135 a la 160 del libro de texto — Después del incidente de la directora loca despidieron a todos los maestros que fueron contratados por ella, están puestos bajo custodia preventiva muchos de ellos. Se han vuelto un poco paranoicos todos a nuestro alrededor. El timbre suena y volvemos a cambiar de clase. Hay un tema que me tiene inquieto ¿por qué ninguno de los sobrevivientes recuerda nada? Es como si su memoria hubiera sido borrada, completamente en blanco. Incluso aquellos que atestiguaron lo que habían vivido ahora les preguntas y no saben nada. Los psicólogos lo asocian al trauma al que fueron expuestos, en algunas ocasiones el cerebro como mecanismo de defensa bloquea algunos recuerdos, pero jamás había sucedido un caso tan particular, tantas personas en un mismo lugar, una misma habitación ¿cuales son las probabilidades de que eso ocurra? Ninguno de ellos presentaba alguna señal de abuso, de ningún tipo, la tortura psicológica debió haber sido extremadamente grande para provocar un shock que bloquee los recuerdos. Vuelve a sonar el timbre ¡Mierda! Me he sumergido tanto en cosas por las que no tengo que martirizarme. De nuevo en la escuela, esa es mi prioridad en este momento.
Unas horas más tarde.
Es silencio de la casa me está matando, ni las pisadas de Cass o Johan se escuchan, parece una casa fantasma, de esas que aparecen en las películas de terror en ese momento de calma antes de la tormenta. Voy a ver a Demian, tengo que saber la razón por la que me ha estado tratando de esa manera.
Toco la puerta una vez, nadie responde; lo hago otra vez, sigue sin haber respuesta; así que decido abrirla. Allí está mi padre, con la mirada perdida en su computadora, con un archivo abierto, y una expresión particularmente difícil de describir. ¿Quién es la persona que está sentada en ese lugar? Es totalmente diferente a quien he conocido toda la vida, como si una personalidad totalmente diferente estuviera dentro de su cuerpo, es un enigma, cada vez veo a alguien diferente ¿Tendrá trastornos de la personalidad? Alza la vista, de una manera que me produce inquietud.
—¿Te di permiso? — fueron las únicas tres palabras que salieron de su boca antes de volver a centrar su atención en lo que antes estaba haciendo.
—¿Para entrar aquí? — ¿es una broma verdad? Sigo caminando ignorando este comportamiento tan diferente, me siento frente a él. Vuelve a alzar la vista.
—Fuera — vuelve a lo suyo.
—¿En serio? — hace un ademán, sin dirigirme la mirada ¿eso es lo que valgo? ¿Un ademán? — ¿¡Qué mierda te ocurre!? Hace una semana me conviertes en una especie de Robin y ahora me sacas de la habitación ¿¡Quiero una explicación!? — solo se ríe, como si lo que hubiera acabado de decir solo fuera una broma para él.
—¿Quieres que te diga algo? Hijo — enmarcó esa última palabra, como con burla — No te debo explicaciones de lo que hago o dejo de hacer, pero te diré esto. Cuando hablé contigo en primer lugar estaba en peligro, y necesitaba con urgencia un sucesor para que Desmond no se encargue de todo, pero ahora, ahora nadie me puede detener. Métete esto en tu cabeza — hace una pausa — No te necesito — esas tres palabras fue como esparcir pólvora sobre una chispa, fue la carta final, la guirnalda del pastel. Ahora estoy más seguro que nunca de mi decisión. Desde el inicio fue una mentira. ¡Oh Deican! Siempre tan iluso, llegaste a creer en muchos momentos que tu padre si te quería.
—Como desees, padre — enmarco la palabra con la misma burla que él lo hizo. ¿Cómo pude ser tan estúpido? Me dejé caer en su red ¿en serio me creí todo eso? Me burlo de mi mismo, me usó como un muñeco y me desechó cuando ya no me necesitaba. Yo como un idiota creí en sus palabras, pensé que quizás al fin podía haber una relación diferente a la que tantos años habíamos tenido, pensé que... había cambiado, pero en el fondo, mucha gente no cambia, la mayoría sigue siendo como siempre ha sido. Tan pronto salgo de esa habitación él hace lo mismo, lleva consigo su revolver y las llaves de su auto privado, eso solo significa algo. Busco el teléfono lo más rápido que puedo, y marco el número.
—No tengo tiempo de hablar, voy a seguir a Demian, les aconsejo que sigan el GPS de este teléfono, él va a matar a alguien — cuelgo, hecho el teléfono en mi bolsillo y bajo por las escaleras traseras. Siwmpre que toma las llaves de ese auto va a matar a alguien, este es el momento, si no actúan ahora,, lo perderemos. Demian entra al cuarto de mi madre antes de salir, ellos tienen una especie de relación extraña, estoy seguro de que ella sabe sobre todo lo que él hace y lo cubre. Gracias a ese hábito logro colarme en el maletero del auto de mi padre. No te tengo miedo, no debo tenerlo. Mi corazón late fuerte por la adrenalina. Nuevamente siento esa maldad embriagadora que se aloja dentro de mí, como si mi corazón se endureciera. La gente solo cambia por dos cosas, o aprendió, o sufrió demasiado, y en mi caso, trataré de no sufrir, prefiero ser frío y fuerte, que dejarme vencer por las emociones. Eso que me hizo no va a afectarme, el error fue mío por bajar la guardia, ahora seré yo quien de el golpe, porque quien ríe último, ríe mejor. Se monta en el auto y arranca. Durante aproximadamente una hora seguimos en movimiento, hasta que nos detuvimos. Escuho una gran reja abrirse, y seguimos por unos pocos metros hasta volver a frenar. Mi padre se baja. Por medio de un pequeño hueco trato de ver, con mucha dificultad lo que hace, entra a una casa, alguien que desde aquí no logro ver bien le abre la puerta. Salgo de donde estoy oculto, cuando entro dejo el maletero un poco abierto, lo suficiente como para pasar desapercibido y poder salir cuando fuera necesario. La casa es grande, no tanto como en la que yo vivo, aunque aún así impone su poco. Es blanca por completo, adornada por grandes ventanas tapadas por cortinas de tela fina, y rodeada de hermosos rosales. No tengo tiempo para admirar la belleza de el lugar, tengo cosas más importantes. Me escabullo por uno de los costados de la casa, estoy seguro de que alguna de las cámaras captó mi presencia; no me importa, si mi padre mata a alguien este será su fin, y que una cámara me grabe, no va a ser muy perjudicial. Me asomo por una de las grandes ventana del costado. Allí está mi padre, junto a su abogado, el cabeza de familia de los Knigth. Inmediatamente recuerdo el día en el que la bala atravesó mi hombro. Fue igual que ahora, todo por estar mirando lo que no debía. No puedo escuchar lo que dicen, pero si veo como sus labios se mueven, y por el lenguaje corporal y la alteración del abogado, esto no va nada bien. Como aquella noche mi padre saca su arma y apunta a la cabeza de su "amigo". Dice algo y dispara. El sonido de la bala no puede escucharse, tiene un silenciador en la punta, aún así espero que los agentes me hayan hecho caso, y estén cerca. Veo a mi padre sonreír, gira su cabeza en mi dirección con el arma apuntándome ¿cómo lo supo? Saca el teléfono del bolsillo y marca un número. Mi teléfono empieza a sonar con su nombre bien grande en la pantalla. Me hace una seña para que lo coja.
—Has visto demasiado, y como sabes ahora voy a tener que hacer algo — deja la frase inconclusa para que sea yo quien la responda.
—Atar cabos sueltos — veo como va a apretar el gatillo y me tiro al suelo. Ha tratado de matarme. Mi corazón se dispara, late más fuerte que nunca, la única respuesta que puedo procesar es correr, correr sin mirar atrás, tratar de salvarme mientras llegan los agente, los "buenos". Puedo escuchar la voz de mi padre desde lejos ¿por qué sigo llamándolo padre?
—Puedes correr pero no esconderte ¿a donde irás pequeño? — suena otro disparo, esta vez la bala casi me da. Rasga mi camisa y estoy más que seguro que llegó a lacerar mi piel, pero ahora, con la adrenalina tan alta, no puedo sentir nada, y no me tomo el tiempo para ver si me ha hecho daño. Se siente otro disparo, pero este más lejano, como si no fuera en mi dirección, no es la misma arma. Miro hacia atrás. Demian Black está en el suelo, con su arma tirada, y sangre saliendo de alguna parte de su cuerpo. ¿Esto es? ¿El fin? Mi venganza, así de fácil ¿Lo dejarán morir? Hice todo esto por gusto. Jamás sufrirá lo que yo sufrí. Esto no se siente ni de cerca como yo pensé que se sentiría. Alguien se acerca a mí y me giro en posición de defensa.
—Todo ha terminado — es Andrea quien me habla llegando de imprevisto por mi espalda.
—¿Bromeas? ¿Así de fácil? ¡Lo han matado! — grito molesto.
—¿Eso no era lo que querías?
—¡Ni de cerca! Quería verlo sufrir, ver como pierde todo lo que tiene, que se pudra en uno de sus sitios clandestinos — escupo con rabia.
—Está vivo — dice un agente por el comunicador. Puedo jurar que siento como mi expresión cambia. Salgo corriendo hacia donde está él, allí tirado en el suelo siendo esposado. Antes de que lo levanten me tomo el tiempo de patearlo con toda mi fuerza. Sin parar, descargando toda esa ira acumulada.
—¡Vamos! Se un hombre por primera vez en tu vida — sigo golpeándolo. Escuchando como sus costillas se quiebran y se queja del dolor
—Esto es por las mentiras, por los años de sufrimiento, por todo —desde mi espalda me toman tratando de separarme de él, de detenerme —no suéltame.
—Basta ,Deican, basta; todo ha terminado — Andrea es quien me sostiene mientras su compañero se lleva a mi padre. Las lágrimas salen de mis ojos, lágrimas de rabia e impotencia. Pensé que esto sería mejor, que lo vería sufrir. ¡quiero ver como sufre! — todo ha terminado — se supone que esto no debía terminar así, no así, yo quiero más. No es suficiente para mí.
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