Verlorene kinder {Niños perdidos}
El día siguiente llegó, pero había sido una noche muy triste para todos, Sunoo estaba temblando de frío porque la madrugada estaba siendo muy nublada y el bosque parecía tenebroso por lo mismo los niños no quisieron salir de la cueva por un buen rato, pero sus pequeños cuerpos empezaban a necesitar fuerza para subsistir, Häel sentía mucho sueño para ese momento, mucho cansancio a pesar de haber dormido toda la noche.
Sunoo veía muy pálido a su pequeño primo y empezó a asustarse, recordó que su primo solía abrazar fuerte a su madre por largos ratos y de ese modo volvía a su color normal por lo que el pequeño empezó a moverse de modo que podía poner el cuerpo pequeño de Häel sobre el de él siendo más pequeño para darle calor.
─ ¿Extrañas a papá? ─preguntó Häel sintiendo el calor de su primo que aunque fuera poco empezaba a hacerlo sentir bien.
─Lo sé, pero tenemos que ser fuertes, perdóname por haberte metido en este problema, si yo hubiera obedecido a papá nada de esto habría pasado, pero ¿qué crees que nos haya atacado? ─preguntó Sunoo sabiendo que había sido algo extraño.
─No sé... no tengo hambre, me da un poco de miedo... ─expresó el peligris tratando de estabilizar aquel frío que sentía, pero de verdad tenía miedo porque aquello había sido tan sobrenatural.
─Quiero que lo investiguemos cuando te sientas mejor, quiero saber quién atacó a nuestros padres ─habló el mayor pensando de una manera diferente a la que siempre había tenido.
─Anoche soñé con él... quisiera que estuviera vivo... ─dijo con un tono triste el menor.
─No podemos cambiar el pasado, ahora no podemos volver nunca más porque nos enviaran a la horca... las cosas serían diferentes si papá viviera... ─insistía Sunoo, notó que ya se sentía mejor
Habían sido engañados y ahora que estaban perdidos solo sufrían el no haber obedecido a sus padres que creían muertos y que por causa de esto eran perseguidos, tenían tantas cosas aprender a esa edad.
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El príncipe Vante se había puesto en pie muy temprano, solo había descansado un poco porque no había podido conciliar el sueño, no podía pensar que su pequeño Häel estuviera muerto porque era su pequeño, el que lo ayudó a sobrevivir cuando era torturado.
Taehyung esa mañana no pudo ir con su hermano porque la gente quería saber qué era lo que había pasado con el pequeño heredero y tenía cosas que responder ante sus súbditos y la reina Garin no estaba en condiciones de habla.
─Alteza por favor vuelva a casa, debe estar cansado... ─decía uno de los hombres de la guardia real que acompañaba al príncipe Vante.
─No puedo volver a mi casa, tengo que encontrar a mi hijo, no puede estar muerto, no puede, es que... ¿cómo pude ser tan descuidado?.. ─dijo en un momento de debilidad, dejándose caer al piso, se le notaba afligido y asustado.
Los demás veían al príncipe atormentado y revolviendo sus cabellos grises, ellos lo habían visto crecer y madurar con aquel niño, había dejado de ser un joven caprichoso y déspota desde que había vuelto de luchar contra las brujas, ya no trataba mal a los humanos y aunque habían rumores que había vuelto de la muerte, lo que era más creíble era que había cambiado por su hijo.
Vante volvió a su casa ahora que tenía una apariencia más seria y formal, traía su cabellos peinado a un costado siempre en un tono gris como naturalmente lo tenía, vestía con ropas más formales también, había crecido emocionalmente más que todo.
Aquellos hombres querían devolverle al príncipe lo que tanto amaba y que lo había hecho cambiar, continuaron la búsqueda dejando a Vante tomar un descanso, pero el ahora ángel estaba perdiendo su sonrisa de nuevo, tenía la mirada perdida en la nada mientras que sus pensamientos estaban en su pequeño hijo, en su apoyo.
Dejaron a Vante tomar un descanso mientras unos hacían guardia se quedaron con él haciendo vigilancia para proteger a su alteza, a una distancia suficiente para que tuviera privacidad con sus memorias, se notaba en extremo triste.
─ ¿Por qué lo permitiste?, es un niño pequeño e inocente... me ayudaste a mí, me salvaste, ¿por qué no lo salvaste a él? ─decía aparentemente al aire mientras abrazaba sus rodillas.
─Porque tu fe es grande y sí lo crees lo va a salvar, porque Dios confía tanto en ti que sabe que vas lograr la encontrar la solución a esto como lo has hecho antes ─fue la voz de Jerathel que de nuevo aparecía para darle palabras de apoyo como lo había hecho antes.
─Es que quiero ser feliz por toda la eternidad, quiero que mi familia también lo sea pero siempre pasa algo, por favor dile que los proteja hasta que los encuentre porque no querré una eternidad si le pasa algo a uno de ellos, sí llego a fallar renunciare a la inmortalidad, dile eso a Dios porque ya estoy cansado, no podré con una pena más, desde que volví tuve que separarme de mi padre Arlener por no ser más un demonio y también lo extraño y ahora también me separo de mi hijo, ¿qué sigue? ─cuestionó Vante con visible tormento.
─Me envió por eso, para ayudarte, los protegería pero una fuerza mayor me impide llegar a ellos solo puedo decirte que están bien, ahora retoma tu búsqueda, se valiente como siempre lo has sido y únete a tu hermano que está por llegar ─alentó Jerathel al ángel frente a él.
Vante lo escuchó y sintió alivio, hizo lo que este le pedía y justo en ese momento estaba llegando Taehyung, este fue el verdadero inicio de una búsqueda sin pausa, sus enemigos también estaban minando sus caminos pero ellos ya habían pasado por mucho como para no aprender, tenían que ser más astutos e inteligentes que los gemelos, la verdadera historia estaba empezando.
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