Después del incidente entre ambos y aunque Vante busco disculparse Taehyung parecía haber sentido mucha decepción por las palabras de Vante, no estaba enojado, pero si le había ofendido que el rubio pensara que podía usar su poder para acabar con él. Así que no le dio mucho espacio a Vante para hablar, no sentía deseos de hablar con él, solo viajaron juntos hasta que llegó la noche, según la brújula el siguiente aquelarre estaba a cientos de kilómetros por lo que Taehyung ordenó descansar. Taehyung hizo una pequeña fogata y buscó parte de los alimentos que su padre Nam les había dado y puso algunos bocadillos para que tomaran calor, no era que tuviera necesidad de ellos pero si tenía necesidad de su hogar, extrañaba a su familia y a sus padres.

Vante camino sin alejarse mucho hasta que encontró un lugar donde podría disfrutar de la noche, ambos permanecían en silencio, Taehyung trataba de estar pendiente de su hermano aún en la distancia pero empezó también a sentirse agotado pues tampoco había dormido mucho. Mientras Taehyung sin querer se dejó vencer por el cansancio Vante empezó a sentir como de nuevo su interior era mutilado y quemado, una fuerte cantidad de sangre empezó a ocasionarle tos y vómito y el dolor era tal que se revolcaba en el suelo retorciéndose pero se negaba a llamar a Taehyung. Sentía que ya había hecho bastante por él estos días y no podía seguir siendo una molesta carga pero las puñaladas seguían aumentado y las visiones de sus asesinatos y crímenes seguían apareciendo en su cabeza.

Sabía que estaba purgando pecados pero era demasiado doloroso y tampoco podía morir, no quería morir, esta vez no, esta vez quería volver y casarse con Yunne y tener un hogar como su hermano y ver a su padre de nuevo también pasar otra de aquellas charlas con Nam. El dolor lo empezó a cansar y poco a poco dejó de moverse y sólo se dejó sentir cada fuerte punzada sin que la sangre dejara de salir en forma de tos y vómito, era lo más horrible que había enfrentado hasta hoy. Un intenso sueño empezó a envolverlo pero luchaba por mantenerse despierto no se quería ir, no sabía si despertaría de nuevo de aquel sueño y quería pedirle perdón a su hermano, la tortura continuaba y cada vez se sentía más débil y agotado pero sería valiente y la soportaría el tiempo que durará. Llegó un momento en el que el frío era tal que dejó de sentir sus dedos y temblaba involuntariamente pero su cuerpo poco a poco estaba dejando que el dolor se adueñara de él pues ya no sentía más que solo dolor y el olor a sangre que le obligaba a toser.

Pero al parecer Agnes estaba disfrutando en la distancia de hacer sufrir al heredero y de pronto se le apareció como ilusión viéndolo a los ojos mientras hacía que su tortura fuera más intensa, Vante la vio directo a los ojos sin importar su dolor no despegó la mirada de los ojos de la bruja pero tampoco pudo soportar más de aquel martirio y lentamente se entregó a la oscuridad de la inconsciencia. Vante pasó la noche en aquella planada bajo el cielo estrellado que tanto le gustaba ver y bajó el frío de la noche que le calaba más profundo pero de momento no se enteraba de nada. Agnes que había visto la valentía en los ojos de Vante empezó a saber por qué Lucifer lo quería como a su favorito, no sólo era el hermoso Vante del cual se hablaba, también era fuerte y valiente, sintió pena por tener que sacrificarlo como a un pequeño cordero pero así debía ser.

Visitó entonces el oráculo y vio como la tortura a Vante lo había hecho luminoso, el lugar tenía cinco pilares que hacía límite y en el centro una estrella donde se pondría el sacrificio y donde entregaría su vida junto a la última gota de su sangre y justo esa estrella se veía fortalecida con cada tortura. Ese lugar pedía a gritos ser abierto y la llave estaba resistiéndose a llegar y más a servirles por eso cada vez que Vante purgaba sus pecados y purificaba su sangre el oráculo lo sentía más cerca y demostraba su regocijo sin importarles el sufrimiento que causarán a su víctima. Agnes sonrió viendo aquello, el día de sacrificio aún estaba lejos pues Vante aún tenía mucho que pagar y mientras más pecaba más dura sería su expiación y ese sufrimiento sólo fortalecía al oráculo que sólo buscaba liberar el mal.

La noche pasó con un Vante más muerto que vivo y el amanecer llegó, Caileah vio aquello pero no pudo acercarse desde que Taehyung se lo había prohibido, era su señor aunque él se negara. Vante se puso en pie al despertar, estaba agotado, con frío y una extraña sed, su cuerpo temblaba como consecuencia de su maltrato, se vio manchado con su propia sangre y volvió junto a su hermano, este aún dormía, Vante lo vio sin abrigo y pensó que tendría el mismo frío que él y lo abrigo. El demonio de cabello rubio se sentía tan arruinado para aquel momento, su hermano lo cuidaba tanto y no podía dejar de sentirse como una carga, sabía que lo mismo haría si fuera al contrario porque era su única familia porque también era su hogar junto a su padre.

Vante no pudo mantenerse en pie por más tiempo, estaba cansado y el frío se estaba volviendo intenso en su cuerpo, se sentó al otro lado de su hermano y se quedó ahí cuidando de él aunque se sintiera sucio, quería también cumplirle a su hermano. Sentado abrazo sus rodillas y busco calentarse a sí mismo estando ahí sin molestar a Taehyung, quería velar aunque fuera un rato su sueño, no importaba que cada parte de su cuerpo ahora temblara, incluso sus labios, quería ser protector con él aunque fuera un momento...