Taehyung de pronto se vio caminando por los jardines del palacio, justo cerca de la fuente donde había un engramillado perfecto para jugar. Vio en esa distancia a un pequeño niño de unos cinco o seis años que jugaba muy entretenido con unas pequeñas alas blancas, su piel era impecable blanca, sus ojos grises y cabello también. Se acercó para hablarle, se sentía muy bien la cercanía de aquel pequeño, sentía que había paz con él ahí, como si fuera señal de estar en casa y bien.

—Pequeño Vante —le dijo el mayor acercándose.

—Eres tú... —dijo el niño corriendo para tomar su mano —Papá me pidió que te visitará para que estuvieras tranquilo, dice que tú me cuidaras si él no está... —guiaba a Taehyung hasta donde sus pequeñas alas blancas estaban.

—papá es muy sabio, lo sé ¿qué juegas? —preguntó curioso el pelinegro.

—No juego, solo guardo estas bonitas alas que son iguales a las de papá, son hermosas... ¿Verdad? —su graciosa vocecita de niño se hacía sonar llegando a los oídos del mayor.

—Se parecen mucho, pero ¿dónde está papá? ¿Por qué te ha dejado solo? —cuestionó de nuevo Taehyung.

—Ahh no, papá no está conmigo aún, vine solito, él aún no me conoce —el pequeño niño río como si Taehyung le hubiera dicho una gran locura —debes volver, no puedo quedarme mucho contigo ahora pero me agradas mucho, estaré seguro contigo —expresó empujando a Taehyung de nuevo al palacio.

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Los rayos del sol iluminaban poco a poco las plantas y árboles que estaban empapados por la lluvia nocturna, el ambiente parecía más limpio, estaba fresco y agradable, las flores parecían abrirse a la luz del sol, las gotas de lluvia y del rocío de la mañana se deslizaban por las hojas. En el pequeño refugio donde se habían protegido los gemelos, el sol se empezó a colar, Taehyung sin darse cuenta se quedó dormido con Vante envuelto en sus brazos pero con los rayos del sol dándole en el rostro pudo abrir los ojos trabajosamente. Lo primero que pudo enfocar fue la muñeca de Vante con una cortada pequeña que estaba sanando lentamente y que aún dejó caer unas gotas de sangre antes de sellar, eso lo hizo sobresaltarse y enfurecer de nuevo, vio que Vante aún dormía pero tenía mejor semblante que en la noche anterior.

Lo acomodó en el colchón articulado que había puesto para él y se puso en pie para estirarse pues había pasado una noche completa en una muy mala posición pero de pronto llegó a su mente el recuerdo de su sueño, vio a su hermano y sonrió un tanto enternecido, recordó que Vante jamás fue un niño por la condición en la que nació. Ver a Vante de niño fue simplemente hermoso para él, viéndolo indefenso como estaba en ese momento, su padre confiaba en él para proteger a su hermano y era lógico que no lo conociera porque jamás fue un niño, desde que desapareció siempre fue un íncubo joven. Siempre fue un espíritu en la tierra de los hombres, solo siendo visto por su padre y hermano, nunca supo lo que era jugar o reír feliz plenamente, por eso fue significativo conocer al pequeño Vante, era demasiado bonito aquel niño para olvidar esa vocecita y dulce risa.

Pero tenía que volver a la realidad y de nuevo buscar a esa maldita, esta vez no la iba a perdonar y después buscaría el aquelarre para destruirlo, solo antes debía encontrar humanas que dieran energía a Vante. Mientras ordenaba sus ideas y pensamientos aquella pobre idiota estaba llegando y entonces Taehyung la espero oculto tras la puerta, ella entró y fue directo a Vante, estaba a punto de cortarlo cuando fue tirada con violencia a un costado. ─ ¡Todas ustedes son unas malditas! ¡Todas lo van a pagar empezando por ti! —dijo Taehyung vociferando completamente descontrolado.

─ ¡Espera! ¡Tenía que hacerlo! ¡Es parte de mi trabajo! —suplicó incorporándose y retrocediendo.

─Te voy a liberar de ese maldito trabajo, no lo harás más... —Dijo y una sonrisa siniestra se formó en los labios de Taehyung.

─ ¡Mi señor! ¡Por favor! —la bruja empezó a sentir el pánico mientras el pelinegro se acercaba.

─ ¡Cierra la maldita boca! —la tomó por el cabello y la arrastró fuera del lugar, ya afuera la tiro frente a él ─¡¡Te dije que te haría beber tu propia sangre!! —Dijo y Caileah empezó a sentir como sus venas se calentaban. Pronto su cabeza empezó a doler y la sangre comenzó a acumularse en un punto de su garganta, todo su cuerpo empezó a bombear sangre a su garganta, empezó está a fluir por su nariz y por sus oídos, su cerebro se estaba quedando sin oxígeno y todo su cuerpo estaba pálido toda su sangre estaba acumulada en su garganta. La mujer comenzó convulsionar a morir posteriormente cayó a los pies de Taehyung quién la veía con asco y desprecio, volvió al interior de la choza y vio a Vante sentado sobre aquel rustico colchón.

─ ¿Qué griterío era ese?—preguntó frotando su frente con algo de aturdimiento.

─Caileah... —respondió el mayor acercándose para revisarlo y verificar que en verdad estuviera bien.

─ ¿Ahora qué hizo?—seguía cuestionando Vante dejando que su hermano lo revise.

─Volvió a cortarte... La maldita, le dije que no lo hiciera de nuevo y no obedeció, le dije que la haría tragarse su sangre y no me escuchó... ¿Cómo te sientes? —termino preguntando una vez que constató que estaba libre de golpes o hemorragias.

─Estoy bien, solo cansado... ¿Entonces la mataste? — dijo un tanto sorprendido.

─Está calcinándose afuera... ¿Quieres seguir descansando? Lamento mucho haberte despertado —preguntó con una suave y amable sonrisa.

─No, ahora sé a dónde debemos dirigirnos, vi la ubicación del último aquelarre y de Agnes... —informó a su hermano que ahora sabía que había trabajo por hacer. Así fue como ambos supieron por fin dónde debían dirigirse, Vante ahora solo esperaba la última crisis y la que lo mataría, pero tenía un plan para liberar a Taehyung.