La mañana empezó a calentar con la luz del sol el día, cosa que no pasaba igual con el cuerpo de Vante, quién permanecía junto a Taehyung sin dejar de tiritar, permanecía con la mirada perdida en un punto perdido había dejado de abrazar sus rodillas porque su pecho empezaba a ponerse frío. Taehyung poco a poco fue abriendo los ojos y lo primero que vio fueron plumas negras tiradas a su alrededor, sabía que su hermano estaba junto a él por su presencia pero cuando tocó su brazo para mostrarle las plumas sintió su piel fría y se incorporó para verlo, su corazón dolió al ver su estado y la sangre que ahora manchaba su ropa.

— ¡Vante!.. —tomó la manta con la que su hermano lo había cubierto y lo arropo con ella para que conservará algo de calor.

—No es tarde si lo intento... ¿Verdad? —la voz de Vante salió temblorosa, levantó la mirada para ver a su hermano a los ojos. Taehyung en ese momento comprendió que para su hermano no era fácil tomar la decisión de luchar, que no era que fuese cobarde, era que la tortura que estaba viviendo estaba siendo demasiado dura para él.

—Si te marchas... Entonces todo habrá acabado, si te rindes entonces jamás veremos el sol brillar lejos del dolor.... ¿Lo recuerdas? —Taehyung comenzó a limpiar manchas de sangre mientras hablaba y no pudo ni quiso impedirle a sus ojos humedecerse.

—Yo... yo dije eso... —Vante miraba a su hermano mientras hablaba, no pensó que el recordaría aquellas palabras y que las tomara con tanta importancia y menos que de cierto modo las usará en su contra.

—Tienes que alimentarte para recobrar calor, hay un poblado cerca... ahí estaremos por un par de días hasta que estés bien... —hablaba sin dejar de sentir tristeza o miedo, no quería perderlo. Esta vez Vante se levantó con la ayuda de Taehyung pero quiso caminar solo pues no quería sentirse inútil llegó hasta su caballo cuando una mujer alta y delgada lo amenazó con un puñal justo en el cuello.

—Mi señor, antes de marcharse de estas tierras déjeme vengar la muerte de mi hija... —dijo la mujer sin abandonar la amenaza al cuello de Vante.

—Eres Alatar he de suponer... ¿quieres entonces que te permita matarme para vengarla? —preguntó Taehyung tratando de desviar la atención de aquella persona.

—No alteza, este hombre es un monstruo, lo que le hizo a mí hija fue atroz —en ese momento la voz de la mujer sonó fuerte y cargada de rabia.

—Quién mató a tu hija fui yo, deja a mi hermano en paz —Ordenó el pelinegro tratando de convencerla.

—Tu hermano al que defiendes es un demonio, tu no lo sabes pero es un ser infernal —insistió ella.

—Tu practicas la hechicería en este reino, nadie nunca te ha limitado y si mi padre se entera que dañaste a uno de sus hijos te va a desterrar y todos sabrán los motivos no te conviene, ahora deja de amenazar a mi hermano, fui yo quien tomó a esa niña, puedo tomar lo que quiera del reino de mi padre al igual que mi hermano ¿lo entiendes? —explicó Taehyung.

—Pero usted siempre ha sido muy noble, jamás tendría el corazón para hacer eso, no lo creo —insistió Alatar.

—¡¡¡Eso es lo que yo quiero que crean, ahora baja esa maldita arma y largó!!! —espetó Taehyung alzando la voz.

Vante no se atrevió a decir nada, contando con que su mirada apenas definía la silueta de la persona que lo estaba amenazando y luchando por no desplomarse, no iba a agregarle la furia de su hermano por haberlo dejado en ridículo, ya tenía demasiado complicada la situación como para complicarla aún más. La mujer al ver la firmeza con la que Taehyung le había hablado bajó el arma y desistió, Taehyung tenía razón a ella no le convenía que la gente supiera lo que había pasado, después todo aquel embrollo ambos siguieron su camino.

Vante se negó a recibir ayuda, no quería sentirse inútil por lo que siguieron lento hasta llegar, estaba cayendo la noche cuando llegaron a la localidad, era un pueblo pequeño al que seguramente no llegaban viajeros pero Taehyung necesitaba alojar a Vante pues no estaba en condiciones de pasar otra noche en el frío.

El líder de aquel lugar recibió a Taehyung, les cedió una casa vacía perteneciente a un familiar que se había mudado a la ciudad, esto bajo el control de Taehyung, llevó al lugar a Vante y mientras este se acomodaba para darse una ducha Taehyung consiguió a dos chicas que parecían no ser muy serias y las hizo ir con Vante. Era algo que realmente Taehyung no toleraba pues habría más muertes pero no sacrificaría a su hermano por dos desconocidas que al parecer acostumbraban deambular tarde en las calles aun que las chicas eran lindas no podía negar que no eran importantes. Pero Taehyung se quedó solo en el frente de la casa, tomó la imagen de Vante y estuvo esperando algo o a alguien, bebía un trago de licor que había llevado de la casa del líder de aquel lugar.

De pronto unos pasos se escucharon de un costado de la casa, la figura de Vante parecía haberse quedado dormida, una extraña espada marcada llegó hasta su cuello, midiendo con exactitud y luego se alejó para cortar la cabeza de tajo pero desapareció en el acto. —Sabía que no me habías creído, y que intentarías de nuevo atacar a mi hermano, te dije que no lo hizo —Taehyung sorprendió a Alatar tomándola del cuello mientras hablaba, —Sabes quiénes somos, vienes armada con la marca del inframundo... —antes que la mujer dejara de respirar y muriera busco información en su mente. En efecto se dio cuenta como Lucifer le dio el arma para matar a Vante, no quería que su heredero cayera en manos ajenas y prefería matarlo el mismo, de nuevo sintió esa maldita rabia que oscurecía su corazón, Vante de nuevo era traicionado por aquel que también lo había condenado a ese destino aún que esto último sin quererlo.