Taehyung llegó hasta el lugar donde antes habían oído las voces, eran cuatro mujeres muy jóvenes que ahora estaban regadas por el lugar, desnudas y como siempre sin maltrato físico, solo había sangre puesto que al parecer eran vírgenes. Vante estaba en el agua dejando que esta recorriera su cuerpo y lo lavara, Taehyung se fue acercando a él, que permanecía con la cabeza apoyada en una roca y el resto de su cuerpo bajó el agua.

Después de alimentarse de la energía y lujuria de aquellas cuatro jóvenes lucía espléndido, su piel perfecta y saludable, su semblante era de alguien sano y todo su cuerpo parecía estar revitalizado, ese efecto lo conseguía con una sola mujer anteriormente pero la maldición lo iba desgastando al nivel de necesitar cada vez más alimento y por ende más personas.

—Tardaste un poco, creí que te habías puesto mal —hablo Taehyung quitándose si gabardina y viendo como Vante salía del agua en completa desnudez.

—Era su primera vez, debía ser gentil con ellas, necesitaba su deseo para alimentarme, no sólo su energía, por eso debía ser lento y suave —respondió mientras Taehyung lo envolvía con aquel abrigo y el caminaba hasta su ropa, alejada del agua.

—Esto es tan curioso... La forma en que mueren sin sentir dolor, la forma en que tú te regeneras con la energía de ellas... —Taehyung se acercó a uno de los cadáveres y se agachó para acariciar el rostro de la mujer.

—Curioso es una palabra un tanto mm distinta para decir que es una aberración... —Vante se vestía y veía a su hermano analizando aquella situación.

—No lo diría de esa forma, no puedo referirme a ti o mi padre de esa forma, pero entiendo que te aburres y que emocionalmente te cansa —Taehyung se levantó y arrastró el cuerpo hasta el agua para dejar que la corriente se lo lleve.

—Lo estoy, ahora mismo me he cansado... Pero eso no importa, tenemos que seguir —tomo los brazos de dos de las chicas para hacer lo mismo que Taehyung.

—Creo que terminamos aquí, tenemos que irnos, quiero algo de fruta para mí, sabes que no soy como tú... — dijo el mayor y comenzó a volver por dónde había llegado seguido por Vante.

— ¿Por qué el gato no viene detrás tuyo? —preguntó Vante notando la ausencia del animal.

—Tengo una duda... ¿Caileah que significa para ti y como hiciste para sacarle información? —preguntó mientras caminaba frente a Vante.

—Esas son dos dudas Taehyung, primero ella será quién me entregue para él sacrificio, significa que de cierto modo es mi verdugo, eso significa para mí y segundo... Supe que ella bajaba la guardia cuando esta excitada, supe muchas cosas de esa manera por cierto —seguía en los pasos de su hermano cuando respondía.

—Ella sabe el secreto de Yunne ¿fuiste tú quien se lo dijo? —volvía a cuestionar Taehyung.

—Caileah es su hermana, la madre de Yunne es Agnes, eso es algo que supe en estos días... Yunne temía que me alejara si me decía la verdad, pero ahora supongo que debe estar más temerosa... Taehyung... Si no lo logro, por favor no la saques del reino, ella no es mala... —Vante alcanzó a tomar el hombro para detenerlo.

— ¡Oye! — dijo volteándose y tomándolo por ambos hombros —Tú vas a sobrevivir, tienes que creerlo, jamás debes dudar eso ¿Está bien? — dijo firme mirándolo a los ojos.

—Está bien... —agregó Vante sin mucho entusiasmo y siguieron caminando.

Minutos después se encontraban llegando a un pequeño poblado ganadero, pero hubo algo que llamó la atención de Vante y fue su iglesia. Un apetito voraz por los seres celestiales que cuidaban de aquel lugar empezó a crecer en Vante, observó bien y en efecto, ahí estaban, no dijo nada porque sabía que Taehyung jamás lo aprobaría pero los deseaba, deseaba marcarlos y destrozar su castidad. Taehyung busco a alguien que les brindara donde pasar la noche y así llegaron a una casa pequeña que estaba en venta, Taehyung se tomaba muy en serio el cuidado de Vante por ello siempre actuaba de modo responsable. Pero Vante quería saciar sus instintos de supervivencia, algo lo incitaba a salir por aquel manjar de almas que había en aquel recinto. Se escurrió por los pasillos donde los ángeles que habían adoptado forma humana se paseaban junto a algunos humanos, se encontró de frente con uno pero bajo una sombra muy densa, sonrió sádico y en el acto asesino al humano que estaba junto al ángel. El ángel intentó derribarlo pero era un ángel de rango bajo y Vante un demonio de la realeza, por lo que no fue difícil atraparlo con cadenas hasta casi ahorcarlo, Vante estaban más que pegado a él, restregaba su nariz sobre el delicado rostro del frágil ser celestial y su voz ronca empezó a sonar excitada.

—Dime... Acaso ¿No quieres saber lo que se siente? —empezó a deslizar la lengua por la mejilla del ángel y a besar su cuello.

El joven ángel se sentía aterrado, no sabía lo que aquel demonio quería hacerle, intentó pedir a Dios pero entonces Vante puso sus labios sobre la boca de éste y al ser celestial le quemaba, las manos de Vante empezaron a calentarse mientras lo besaba, no lo profanaría sexualmente pues no le atraían los masculinos a Vante, solo quería hacer daño y lo estaba haciendo. El ángel sentía sus labios arder, pero el tacto del demonio empezó a ser adictivo y en ese momento quiso tenerlo más cerca, Vante se dio cuenta y deslizó su mano por la entrepierna del ángel y se dio cuenta, había caído ante él. Entonces lo beso con pasión, el ángel empezó a corresponder aquel beso y a sentir placer ante las caricias que él demonio daba en forma de masaje en su entrepierna, empezó a soltar gemidos y las alas de Vante se expandieron cuando el alma del ángel empezó a ser absorbida por él, Vante en ese momento sintió éxtasis de energía y poder, sentía como se llenaba y sus ojos se volvieron rojos mientras el cuerpo del ángel sometido se volvía ceniza entre sus manos. Vante recibía aquel poder con tanto placer que se mordía los labios viendo hacia arriba con los ojos entrecerrados y disfrutando cada partícula de poder que había conseguido...