El amanecer llegó he iluminó sobre aquella formación rocosa donde los príncipes estaban refugiados, los caballos pastaban en lo poco que encontraban en las afueras de esta y Caileah que siempre rondaba había tomado forma humana para permanecer un instante afuera. Adentro, las cosas parecían estar en calma, Vante de nuevo había puesto voluntad de acero, durante la noche cuando fue atacado y cayó pero como cada caída se levantó, se sacudió, limpio sus heridas puesto que cada vez tardaban más en regenerarse. Y se sentó a esperar de nuevo a que su hermano despertará, velaba que estuviera bien, que no tuviera fiebre y que tampoco tuviera frío, estaba ahí en posición de loto junto a él perdido en sus pensamientos.

Por su parte, Taehyung poco a poco y pesadamente fue abriendo los ojos, su mirada recorrió aquel lugar que aunque era natural parecía muy acogedor, terminó su recorrido sobre su hermano, estaba agachado, pensativo y parecía en calma. Notó que de nuevo traía un atuendo de los que tanto gustaba usar en el reino, camisa holgada, mangas sueltas y pantalones cómodos de mezclilla acompañados de sus típicos zapatos deportivos, parecía un jovencito, un niño bien y su marca de la realeza, su arete, que lo marcaba como realeza del inframundo por ser hijo del hermano del monarca. A lo que Taehyung recordó que no usaba nunca su insignia, siempre la ha tenido y siempre ha preferido pasar desapercibido pero en Vante era como un detalle sin el que no sería él.

De pronto y como si se hubiera dado cuenta Vante giró su cabeza y lo miró, sus ojos grises se posaron sobre él diciéndole tantas cosas y al parecer cansados pero esperando su regreso. Taehyung entonces leyó la mente de Vante, en efecto Vante había averiguado cosas, no sólo había resistido a la batalla, también manipuló a Caileah para sacarle información y ahora estaba informando a su hermano sin que ella lo supiera. — ¿Estás seguro? —preguntó Taehyung confirmando el descubrimiento que había hecho su hermano. Vante asintió en silencio y comenzó a informar su plan a su hermano, su apariencia era de agotamiento pero sus planes eran de lucha y Taehyung los entendió a la perfección. — ¿Te has alimentado? —preguntó sentándose de aquel lugar que Vante le había acomodado.

—No lo que debería pero si con lo que tenía y realmente no me alimenta lo suficiente, solo es como pasarme un poco de energía... necesito almas... —Dijo sin emoción, sin moverse.

—Fue Caileah... ella siempre busca la oportunidad de tenerte, está obsesionada contigo —Taehyung empezó a ponerse en pie, busco una camisa para cubrir su pecho descubierto, por fin se sentía bien.

—Hay otra cosa Taehyung, Lucifer ha estado enviado a su gente a asesinarnos por lo que debemos estar alerta —dijo Vante mirando a su hermano.

—Una razón más para buscar alimento para ti —Dijo Taehyung ya listo parecía que el descanso le había sentado bien.

—Hay un pequeño poblado aquí cerca...—expresó Vante poniéndose en pie.

—Debemos ir ahí, dime ¿te sientes bien?—volvió a su hermano y lo examinó un poco.

—Ahora estoy mejor, pero eso no importa, no vine para convalecer en este viaje, vine para luchar por salvarnos —tomando todo lo que habían sacado para cuidar a su hermano.

—Sabes qué importa cuando esas malditas crisis te dejan casi muerto e indefenso, entonces no puedes luchar solo contra tu debilidad, eso te vuelve ni frágil ni dependiente —Taehyung intentaba alentar a su hermano mientras lo ayudaba. Minutos más tarde iban bajando por una ruta totalmente rural y boscosa, se escuchaba a los lejos un río correr y voces, voces femeninas, entonces Vante supo que había encontrados almas y energías para alimentarse. Taehyung se quedó a descansar y sostuvo al pequeño gato negro que iba a seguir a Vante, quería hablar con Caileah mientras Vante se alimentaba, ella debía obedecer si lo consideraba su señor.

—Caileah... ¿Por qué insistes en hacerte daño viendo a Vante con otras mujeres? mujeres a las que ni siquiera a las que ni siquiera abusa porque su poder de seducción es infalible, los mismos ángeles han sido corrompidos por él —la voz de Taehyung era burlona, sabía lo que el corazón de Caileah sentía cuando de Vante se trataba, lo había leído y le satisfacía saber que la destruía por dentro.

—Señor yo siempre he querido ayudar, nunca ha sido mi intención ser reconocida o recompensada, reconozco, mi señor que también he sucumbido ante ese poder... Pero... —Está vez la bruja fue un tanto más transparente con sus palabras.

—Vante no va a entregarte nada de él, él no ha nacido para eso, su corazón ahora pertenece a Yunne y aún en la distancia la recuerda cada día porque la ama, porque ella llegó justo cuando él empezó a sentirse solo y no hubo malicia alguna en sus acciones, cuando Vante regrese la convertirá en princesa al casarse con ella y seguramente va a procrear con ella y será feliz —de nuevo las palabras habían sido hirientes para ella, Taehyung se estaba encargando de liberar las intenciones ocultas o emociones ocultas de la hechicera.

— ¡Vante no va a volver, su destino está marcado! Su vida terminará con la última crisis, solo va a sobrevivir una más y la siguiente lo consumirá en dolor hasta que todo el mal que ha hecho este pagado, entonces su sangre pura abrirá el oráculo y tú te convertirás en nuestro Señor que será controlado por los demonios del oráculo, ninguno de los dos va a volver. En cuanto a Yunne y la felicidad, creo que Vante no puede basar su felicidad en una mentira, él sabrá la verdad y seguramente la dejará antes de morir... —la mujer perdió la calma al decir todo aquello y Taehyung tomó la información necesaria.

— ¿Cómo se supone que su cuerpo bombee sangre para alimentar al oráculo sí ya está muerto para entonces? — Taehyung la tomó por cabello, furioso, tenía ganas de desarmar su cráneo en ese mismo instante.

—Por eso estoy aquí, debo llevarlo antes que muera, debe agonizar alimentando al oráculo —dijo ella soportando el dolor de la presión en su cabeza.

— ¡Te voy a decir otra cosa, maldita perra! ¡Él no va morir y también Vante sabe perfectamente qué es Yunne! ¡A él no le importa porque la ama no como a ti, él ni siquiera sabía tú nombre!!! —la voz rabiosa de Taehyung entró por los oídos de Caileah perforando con cada palabra su obsesionado corazón. Taehyung la empujó al soltarla, no quería matarla porque sabía que cuando Vante estaba demasiado débil de cierto modo ella le podía ayudar pero la odiaba, sentía desprecio por ella. —La maldita de tu madre se ha ensañado tanto con nosotros que está siendo cruel con alguien que nunca le ha hecho daño... Te juro que antes de que Vante muera yo mismo le cortare la cabeza... —empezó a caminar en busca de su hermano.

Estaba asqueado, harto y molesto no era grato para él todo aquello pero por el momento debía soportarlo.