Si Tu No Estas
Había entrado la noche, el humano Vante estaba padeciendo una fiebre alta pero estaba siendo cuidado por Garin, ella veía en él a su amado Taehyung. Vante estaba cegado por la fiebre pero sentía los cuidados de Garin, su corazón se sintió regocijado, no la veía pero la escuchaba, también sentía su aroma y eso le agradaba inconscientemente. Afuera la lluvia empezó a caer Arlener preparaba algo de sopa caliente para su hijo, mientras fuera humano debía cuidarlo como tal, aun sentía esa emoción de tenerlo de nuevo junto a él.
─Garin... Garin ─el padre de Vante tocaba en el hombro de ella para despertarla, pues era ya muy tarde y se había dormido en la silla junto a Vante.
─Mm ─ella despertó y vio a Vante profundamente dormido, luego dirijo la mirada a Arlener ─ ¿Está mejor, cierto? ─preguntó la pelirroja.
─Lo está, pronto va a despertar o quizá hasta mañana, se le ve cansado y tu deberías irte a la cama, también estás cansada ─dijo el mayor más tranquilo.
─No, no importa, dormiré cuando él esté bien, él siempre ha cuidado de mí cuando me he enfermado y ahora lo puedo hacer yo... lo amo tanto... aunque... ─ella habló con una dulce sonrisa en el rostro y luego se quedó pensativa.
─ ¿Qué ocurre? ─preguntó Arlener cuya respuesta ya conocía pero quería dejarla sacar sus dudas, externarlas.
─Es que no sé, Taehyung ha cambiado mucho, antes era alegre, siempre traía sus gafas y su cabello esponjado, lucia bien así fachoso, me hacía reír, parecía disfrutar la vida y yo amaba tanto escuchar sus risas por el palacio, lo extraño mucho... y ahora... Ahora parece que no entendiera nada de la vida, parece que sus emociones estuvieran apagadas o confusas, no lo veo feliz, desde hace mucho no escucho sus risas tan bonitas y esa expresión dulce de su carita ahora no está... es como si fuera otra persona y peor aún... alguien que sufre... ─la expresión de Garin era de nostalgia al expresar todo aquello.
─No sé qué decirte... solo sé que él te ama sea quien sea, está dispuesto a sacrificar todo incluso su vida por ti... dale tiempo y quizá un día vuelva a ser él mismo... o te acostumbres a sus cambios... ─Arlener entendía perfectamente a lo que Garin se refería porque él mismo extrañaba a Taehyung.
Así de nuevo las horas pasaron, hasta que de nuevo la mañana llegó, Garin acariciaba el cabello de Vante, creyéndolo Taehyung, lo veía enternecida, no le importaba estar cansada por no haber dormido, la fiebre por fin se había ido pero él seguía dormido. ─A veces pienso que cambiaste por qué debías madurar, pero eso no justifica que traigas una expresión triste en tu rostro la mayor parte del tiempo... espero que vuelvas a ser tú pronto porque te extraño... mi amor... ─dijo ella mientras lo acariciaba.
Vante estaba en un sueño tan profundo que no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor, necesitaba reponerse, solo sentía que estaba en casa. Mientras la mañana iba pasando y Garin esperaba que Vante despierte se empezó a aburrir, Arlener había salido a pescar para distraerse, ahora que estaba más tranquilo y decidió dejar a Garin y a Vante en su espacio sin espiar sus pensamientos. Se adentró en el lago y se concentró en el espacio, necesitaba renovar su paz y así lo hizo, despejó sus pensamientos para renovar su alma.
Mientras tanto Garin permanecía en la terraza, hundida en sus pensamientos, cuando recordó ese día en que Taehyung y ella quisieron hacer un pastel y decorarlo con fresas para su madre, compraron la torta y la rellenaron con crema de leche, cubrieron con turrón y cortaron las fresas pero estás no se pegaron y se caían, ambos reían mucho aunque el pastel no sirvió por su mala presentación y mejor compraron uno. Garin recordó entonces lo mucho que a Taehyung le gustaban las fresas y pensó ir por ella a la ciudad, tomó las llaves y salió en el auto, Vante aún permanecía aletargado y sin su don, por lo que nadie impidió que ella saliera. El rostro de Garin tenía una sonrisa amplia, sabiendo lo feliz que haría a su novio con lo que pensaba llevarle, lo amaba y quería ver de nuevo en el aquella sonrisa que la enamoró cuando lo conoció. Así llegó a la ciudad, recorrió el centro buscando un supermercado, condujo unas cuadras más hasta que llegó a uno, buscó un lugar en el estacionamiento, revisó su maquillaje en el espejo retrovisor, tomó su bolso y bajó del auto.
Su bonito vestido en color crema, con falda en corte "A" como ella tanto le gustaban la hacía verse más delicada de lo que ya era, en la parte superior tenía mangas largas con caída, que combinado con unos tacones altos negros la hacían verse elegante, su cabello castaño rizado se veía saludable y delicado, sin duda alguna era digna de la realeza. Caminó hasta el interior del establecimiento y busco minuciosamente las mejores fresas, quería lo mejor para él hombre que amaba, estaba tan perdida en sus pensamientos, que no se percató que de cerca alguien la estaba observando desde que llegó. Continuó su recorrido por aquel local hasta que había comprado todo lo necesario y algunas otras cosas que quizá no eran menester, pasó a la caja con sus compras, se sentía tranquila, sabía que posiblemente al llegar su amado Taehyung ya habría despertado. Al salir del establecimiento, camino cargada con sus compras hasta llegar al vehículo, abrió el baúl y comenzó a colocar las bolsas de modo que no se hiciera desorden en el camino, estaba ya cerrando cuando alguien se acercó a ella y ella se volteo para ver quién era.
─ ¡Tú! ─dijo sorprendida, sabiendo perfectamente de quién se trataba.
─Señorita Garin... ─dijo el mismo Baekhyun.
─ ¿Desde cuándo estás aquí? ─preguntó ella, no sentía temor puesto que no desconfiaría de la guardia real.
─Señorita Garin, lamentamos esto... pero no tenemos salida ─Hablo Baekhyun.
Garin de pronto se vio acorralada por Suho y Kyung por detrás y Baekhyun al frente, de pronto ella sintió miedo, los vio con temor pero ya era tarde entre Suho la sostuvo y la metió en otro coche, ella gritaba y pataleaba pero fue en vano, este se fue llevándosela. Mientras los otros dos tenían galones de sangre que tiraron sobre y adentro del auto de Taehyung, querían que Vante supiera lo que pasaría y que supiera que ellos se la habían llevado. Vante seguía en la cabaña, abrió los ojos, se sintió frágil y vulnerable, la cabeza le dolía, se levantó por agua y vio en la cocina comida, seguía siendo humano, tenía hambre.
Puso fuego en la sopa y al estar lista se sirvió un poco, le pareció extraño que ni Arlener ni Garin estuvieran, pero sabía que Garin siempre daba paseos matutinos por los campos de flores y Arlener siempre salía por su alimento. Estaba tomando su desayuno cuando su padre llegó, no había pasado mucho desde que se había sentado.
─Despertaste... ¿cómo te sientes? ─dijo tomando asiento junto a su hijo, puso su mano en la frente de su hijo para saber que no había fiebre.
─Me siento muy extraño... no siento vibraciones de nada ni de nadie... creo que aún no me recupero del todo... ─dijo y luego siguió alimentándose.
─Es lógico, los ángeles que te trajeron dijeron que estuviste muerto por mucho tiempo... su señor te ayudó a volver... ¿Vante que te pasó? ¿Cómo no te diste cuenta que estabas en un campo de mirras? ─cuestionó el padre.
─Mm. padre... La reina Sehon ha muerto... ─dijo pensativo y nostálgico.
─Pero... pero... hijo... ─un nudo se formó en la garganta de Arlener ante la noticia ─ ¿Cómo lo supiste? sigue comiendo... ─ordenó Arlener tratando de verse fuerte para su hijo.
─Chanyeol me lo dijo, antes de morir, padre, la sacrificaron para que los desertores les ayudaran, la mataron por mi culpa... ─prosiguió Vante con pena en su tono de voz.
─Claro que no, si ellos lo hicieron es porque son malos, son escoria, yo sé que ella no habría querido que te sintieras así ─dijo el padre de nuevo.
─Pero ahora ya está hecho, fue después de acabar con Chanyeol que me sentí morir y solo quería correr lejos a alguna parte, pero las lágrimas en mis ojos no me dejaron ver, tampoco conocía esa fragancia, creí que sería un agotamiento pasajero pero me vi en el limbo tiempo después... ─explicó Vante.
─Imagino cómo te sentiste, no te culpo, pero hijo, creí que no volvería a verte, no supe nada de ti, sabía que habías muerto, me quería morir contigo... ─Arlener recordó cada tormentoso momento que vivió sabiendo a su hijo muerto.
─Sabes que no puedo prometerte estar siempre contigo, padre... pero promete que si algo llegara a pasarme tu cuidaras a Garin y a su bebé... quiero que ellos estén seguros... ─la petición de Vante era más un ruego.
─Prefiero no hablar de eso hijo... pero sabes que lo haré... ─respondió cabizbajo esta vez el padre.
─Padre... ¿dónde está Garin? ─preguntó Vante ya que había terminado de comer.
─Creí que estaba dormida... te cuidó toda la noche, pensé que se había ido a descansar... ─analizó Arlener.
─No, desde que desperté estoy solo en casa, hasta que tu llegaste, creí que había salido al campo ─Vante empezó a preocuparse.
Vante fue al estacionamiento y supo que no estaba, el auto no estaba, en ese momento Vante se preocupó aún más. ─No está en casa, padre ella salió en el auto, iré a buscarla, por favor quédate por si vuelve... ─pidió el menor.
Vante busco un transporte, quería llegar rápidamente a la ciudad, su corazón se estaba desesperando, no sabía cómo buscarla siendo humano, le asustaba pensar que sus enemigos podrían dañarla. Encontró una camioneta vieja en el estacionamiento y trató de encenderla, afortunadamente funcionó, marchó a toda prisa hasta llegar a la ciudad y dejar la camioneta en una calle poco transitada. Bajo de la camioneta y comenzó a buscar con desesperación, pensaba y pensaba dónde podría estar, se le vino a la mente lo mucho que ella amaba comprar ropa por lo que se encaminó a las tiendas de ropa que había visitado antes pero no estaba. De nuevo se desesperó, tenía miedo, miedo de perderla para siempre, caminaba entre la gente viendo sus caras, buscando sus cabellos rizados, llegó a una esquina y se recargo sobre la pared, necesitaba despejarse, pensar.
─Garin... ¿Dónde estás?... ¿Por qué saliste...? ─decía pensando en ella, no sabía dónde buscar, no tenía una idea de qué podía haber ido a buscar a ese lugar. Se detuvo a ver su propio reflejo en el parabrisas de un auto estacionado y vio cómo su cabello lentamente cambiaba a gris y sus ojos también se volvían grises, su don había vuelto. Entonces busco algo que le diera indicios, camino deslizando sus dedos por la pared, pero no había nada, hasta que una mujer chocó contra su hombro, ella se veía alterada y Vante pudo ver el auto que usaba, el auto de Taehyung manchado de sangre. Temía por la vida de Garin, pero no sentía vibras de ella sangre de la visión, se dejó guiar hasta el lugar donde había visto el vehículo y en efecto lo encontró y si estaba manchado pero parecía sangre de utilería, no era real.
Estaba desesperado, dio un paso atrás chocando de espalda contra un poste y se dejó caer recargado en este, vio en el suelo un arete y vino a su mente, era de Garin, ella usaba piedras pequeñas como aretes. Lo recogió y entonces pudo verla, se la habían llevado los sobrevivientes de la guardia real, vio como la habían forzado a irse, la vio llegar a una especie de iglesia, sabía que lo esperaban ahí, pero la vio y estaba viva, eso calmo aquella desesperación de creerla muerta. Ahora Baekhyun había dado el primer paso, ahora Vante sabía que estaba empezando el juego, Garin era el anzuelo de su trampa y no tenía salida, tenía que ir.
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