Sehun se había asentado en esos días en una localidad rural, un poblado de granjeros muy religiosos, Sehun se había refugiado a trabajar en la pequeña ermita que aquel lugar tenía. Sentía que ahí podía estar a salvo de Vante, pero ahí había una joven hermosa, ella no le era indiferente a Sehun pero ella estaba casada, a pesar de que Sehun siempre había pasado desapercibido para ella, de pronto un día ella le sonrió, parecía querer hablar con él, pero iba junto a su esposo.

Aquel poblado manejaba la historia de la rosa roja, contaban que ahí nunca antes se había producido fruto, semilla, leche o miel, era una tierra desgraciada a los ojos de Dios. Un día, unos misioneros llegaron a aquel lugar, llevaron flores, semillas y plantas medicinales, ellos buscaron un lugar donde plantar y así lo hicieron. Después de plantar, reunieron a las personas y todos pidieron a Dios Padre que les bendijera aquella tierra y así fue, la señal del milagro fue que una rosa de las que habían llevado comenzó a florecer.

La rosa era roja y todos la cuidaban, de ahí fue llamado el poblado de la rosa roja, la zona donde se encontraba aquella planta era protegida pues era la muestra de la bendición de Dios. Los padres de la joven a quien Sehun veía con interés eran quienes velaban por cuidar aquella planta, ellos eran estrictos y responsables, no permitía que nadie se acercara al símbolo de amor de Dios. Un día en que celebraban el aniversario de aquella bendición, todos los pobladores se reunieron en el centro del poblado y celebraron la misa, Sehun era quien ayudaba al sacerdote a entregar las hostias.

La mujer pasó en la fila que Sehun la entregaba y está al llegar con él le sonrió de modo muy sugerente, algo que tomó por sorpresa a Sehun pues ella siempre lo había ignorado. Después de la misa y mientras la noche iba cayendo los pobladores bailaban al compás de la música tradicional de aquel lugar, la mujer mientras bailaba lanzaba miradas furtivas a Sehun. Después de tanto bailar ella decidió tomar asiento y su esposo quiso departir con amigos dejando a su mujer sola, momento que Sehun busco para acercarse a ella. Ella le sonrió al verlo cerca, él tomó asiento junto a sulado. ─Hola, mi nombre es Sehun aunque creo que ya me conoces... ─dijo el ex guardia mirando al frente.

─Mi nombre es Jangmi, sabes desde hace un tiempo te visto, te veo muy atractivo pero, pero soy una mujer casada y no debo... ─dijo la mujer colocando sus manos sobre su regazo.

─Eso no importa, yo no diré nada, será nuestro secreto pues tú también me pareces una mujer muy hermosa... ─hablo Sehun sabiendo que la deseaba y que parecía ser mutuo.

Sehun estaba impresionado con la belleza de aquella joven, tanto que había olvidado que Vante podría estar rondando. Y en efecto, mientras él hablaba con aquella dama, los ojos grises del demonio lo observaban desde las sombras, una sonrisa de media luna se formó en aquellos perfectos y masculinos labios observando a su presa.

Mientras que en la cabaña, Garin dormía pues la noche iba entrando más profunda, Arlener se había quedado en las cómodas sillas de la terraza, había tomado la decisión de quedarse a proteger a Garin mientras Vante salía por aquellos criminales. Arlener jamás dormía pero esa noche sintió sus párpados pesados y se dejó vencer frente al lago, desde lo alto de la terraza.

Pronto vio como unas cadenas que se movían en las afueras de una bodega y escuchaba lamentos dolorosos de una voz que le parecía familiar.

Corrió hasta donde las cadenas terminaban y lo que encontró lo mató por dentro, era su hijo, era Vante, estaba colgado por el cuello sin poder morir pero asfixiándose, sus manos tenían las cadenas atravesándolas y había unos rociadores que mojaban a Vante con infusión de mirra.

El que movía las cadenas era Baekhyun, este reía ante la agonía de Vante y hacía que las cadenas rompieran más en sus manos, después de un rato baño a Vante con combustible y apagó los rociadores.

Encendió el fuego y Vante comenzó a sentir cómo las llamas lo quemaban mientras se asfixiaba, los gritos de dolor eran insoportables y él no podía salvar a su hijo, el dolor y la desesperación lo estaban matando junto a su amado hijo.

Pronto la desesperación lo hizo despertar aterrado, vio a su hijo morir en sueños de una manera que le aterraba, pero había visto al que lo hacía. En ese momento tomó la decisión, iría por Baekhyun y lo mataría el mismo, se levantó a punto de irse cuando una figura masculina, de alas negras con dorado le salió al paso.

─¡¡No lo harás!! Vante hizo un compromiso y debe cumplir, tú no puedes intervenir, solo te permití ver el futuro para que te prepares pero no te he permitido intervenir, fue suficiente con alertarle del mal que le acecha ─dijo aquel gran líder del infierno.

─mi señor... es mi hijo... ¿Dices que es su futuro el que me permitiste ver? ¿Entonces así acabará mi hijo? ¡Es mi hijo del que estás hablando! No puedo permitir que le hagan eso... ─dijo aquel padre desesperado.

─ ¡También es mi favorito! También es mi elegido para reinar después de mí! ¿Crees que estoy disfrutando de todo esto? ¿Crees que yo quiero verlo así? ─el demonio mayor comprendía la pena que Arlener sentía pues veía con él mismo cariño a Vante.

─ ¿Por qué no intervienes entonces? ─la voz del padre era suave y dolida, su humanidad de nuevo había ganado.

─Vante hizo un compromiso, esta vez fue con él y sabes que ahí no puedo intervenir, solo es algo entre ellos, acepté por qué la oferta que él le ofreció no se la podía ofrecer yo, ahora todo incluso su vida dependen de Vante mismo... yo solo puedo ayudarlo protegiéndote a ti y a esa chica, fue una promesa... ─Lucifer habló firme, sabía que era algo serio.

─ ¿Qué compromiso puede ser tan importante como para sacrificar una alma? ─preguntó de nuevo Arlener.

─Vante nunca ha querido ofrecerse como tributo, no es un sacrificio, no te preocupes, sólo es que los humanos a los que persiguen y cuyas almas ha prometido entregar han llevado a un nivel más alto su maldad, Baekhyun pidió ayuda a los demonios desertores. Ellos le han dado la fuerza y herramientas para hacerle daño, ahora Baekhyun lo espera para enfrentarlo, Vante es poderoso pero los desertores son desleales y siempre sintieron envidia de él, ahora podrán hacer con él lo que siempre quisieron... enfrentarlo para medir fuerzas... ─terminó de explicar el demonio líder.

─Ellos son muchos, será una pelea injusta, el Dios padre no debía permitir eso... siempre se ha dicho que somos nosotros los malos, que somos nosotros lo peor, pero la realidad es que siempre somos la excusa de la humanidad para limpiar sus pecados... Vante tiene razón, la humanidad es lo peor que existe... ─el Padre de Vante volvió a la silla donde antes estaba y trató de calmar su angustia.

─Vante... el probará que es fuerte, míralo de esta manera, el Dios Padre sabe que todo esto es injusto aún que Vante sea un demonio, él sabe que tu hijo sólo está respondiendo a las provocaciones y que ahora que prometió aquellas almas las debe entregar. Pero también que debe saber hasta qué nivel está dispuesto a entregarse por amor a lo poco humano que tiene ─volvió a hablar el mayor.

─Debo entender que prometió las almas de esos malditos junto a la suya... ¿No es así? Vante va a sacrificarse por lo poco humano que le queda... ─la pena fue evidente en las palabras que salieron de aquel demonio padre.

─Es más complicado que eso... pero es algo de lo que no puedo hablar... solo debo vivir la misma angustia que tú y esperar a que nuestro querido joven sea fuerte... ─Aquel gran demonio tomó asiento junto al desesperado padre.

─Lo vi ser feliz por tanto tiempo junto a su hermano que olvide que los humanos arruinan todo lo bueno, me dedique a Taehyung para disfrutarlo por el tiempo que viviera y le enseñé a hacer lo mismo y nos lo quitaron antes... ahora él está dañado y seguirá sufriendo. No me arrepiento de ellos porque estas emociones y este amor que es un sentimiento humano me llena, pero si lo llego a perder no volveré a esta tierra nunca más porque no soportaré más a los humanos y me llevaré a mi nieto para que este a salvo de estas escorias humanas ─arremetió entre la impotencia y el coraje el padre.

─Te entiendo... tu nieto será humano, un inocente humano como lo fue Taehyung, posiblemente viva la misma fortuna que su fallecido padre ─habló el líder.

─Lo sé, nadie tuvo piedad de Taehyung siendo bueno, nadie la tendrá de su hijo tampoco, le harán los mismo y entonces no me contendría, destruiría todo a mi paso... ─volvió a decir Arlener.

Mientras los mayores se atormentaban pensando en el futuro próximo de Vante, este seguía vigilando a Sehun en Ronserot (el poblado de la rosa roja).

La mujer había logrado seducir a Sehun desde el primer día, pero ella no había accedido a sus impulsos lujuriosos hasta esa noche, ambos se ocultaron de la gente y mientras el esposo de ella se embriagaba, ella había caído en los brazos de Sehun, Vante fue testigo de todo y siendo un demonio de la lujuria disfruto de aquella corrupción y pecado, la sonrisa en su rostro lo decía todo. Sehun estaba medio dormido con la mujer en sus brazos, cuando un relámpago iluminó la habitación, vio parado junto a la cama al mismo demonio que habían arrojado al pozo, sus ojos rojos lo hicieron incorporarse de inmediato y aquella sonrisa maquiavélica.

Pero cuando Sehun abrió bien sus ojos no había nada, recordó al demonio, cuando clavaron en su pecho la estaca y mientras los demás sostenían la red para tirarlo al pozo que también tenía mirra. Pensó que quizá por fin lo había encontrado pero no vio nada más extraño, por lo que se calmó pensando que sólo había sido fruto de su ensoñación, de nuevo abrazo a la mujer junto a él y se quedó dormido con Vante rondándolo. Vante volvió a la cabaña al amanecer, vio a su padre despierto en la terraza y fue con él, Vante no tenía la capacidad de leer la mente de su padre, solo lo podía hacer con iguales o demonios de rango menor. Por lo que no supo la angustia que su padre tenía y los pensamientos que encerraba, tomó asiento en el lugar donde tiempo antes había estado el rey del infierno sin saberlo. Garin que aún dormía permanecía ajena a cada detalle que acontecía en aquel lugar.

─ ¿Cómo estuvo la cacería? ─preguntó el padre.

─Estuvo bien, él cayó en pecado he hice que ella lo incitara... ─dijo pareciendo satisfecho.

─Toma tu tiempo, lo harás bien y en el tiempo pactado sin prisas... ─expresó dando su apoyo.

─Es extraño saber que no tengo una eternidad para acabar con ellos... ─las palabras de Vante se refieren al pacto que hizo. Arlener al escuchar aquellas palabras no pudo evitar en las posibilidades que Vante tiene de morir al llegar al final de esa búsqueda.

─Solo no te confíes hijo, no puedes confiar en la raza humana, ellos son capaces de todo por lograr sus propósitos ─dijo el agobiado hombre.

─No me confío padre... sabes que soy el primero en desconfiar... ellos solo han hecho el mal ─las palabras de Vante salieron con odio.

Las cosas no pintaban bien para Vante, aunque él no lo sabía, sus sospechas y las advertencias que Jerathel le había dado lo hacían ser cauto.

Por lo mismo había decidido no ser él quien personalmente tomará la vida de Sehun, su plan había empezado y poco a poco le iría dando forma, pronto caerá...