Nueva Vida
─No quiero regresar, ya no quiero volver, solo quiero huir... Me gustaría salir y ver el atardecer sin nada más que perder... ─expresó sin ánimo el nuevo humano. Se encontraba sobre la cama, sin mover un solo dedo, solo parpadeaba cuando era necesario, estaba recostado de costado, abrigado con una sábana, tenía puesta una cómoda pijama, un brazo estaba sobre su cintura y el otro estaba extendido sobre la cama al frente. La mirada de Vante estaba fija en el visitante con el que hablaba desde temprano, no se veía emoción alguna en su rostro, solo estaba ahí por estar.
─Esto es una desgracia, nunca imaginé que clase de humillación pensaban hacerte pasar, su odio contra mí ha causado este daño irreparable, perdóname Vante... ─dijo el líder de los infiernos.
─ ¿Por qué no me mataron? Taehyung debió dejarlos que lo hicieran... ─la voz de Vante era suave, sin ganas mientras permanecía en su misma posición.
─Sabes que tu padre no sería feliz si tu hubieras muerto, deja esos pensamientos... ─dijo poniéndose en pie el gran demonio.
─ ¿Por qué estás aquí? Yo ya no debería importarte... ─dijo el joven manteniendo su posición.
─Siempre serás mi sobrino, siempre me vas a importar ─dijo aquel hombre alto llegando a la ventana.
─Por favor... ─se sentó de golpe ─llévame... No quiero seguir aquí... No quiero ─dijo suplicante.
─No puedo hacer eso, ahora eres humano y tú vida ya no depende de mí, tu ahora debes forjar una vida... ─volvió junto a la cama y vio a la cara a su sobrino.
─Esto es demasiado castigo... Debieron acabar conmigo... ─dijo abrazando sus piernas.
─Será cuestión de aprender, ahora debo irme, pero siempre serás importante para mí ─dijo antes de desaparecer. Taehyung entró a la habitación de Vante, lo vio en la cama y sintió pena por él, no dijo nada, solo se acercó a él, Vante pensaba la mejor manera de desaparecer de ese mundo y Taehyung lo escuchaba perfectamente. Pero Taehyung sabía perfectamente que pecado Vante estaba pagando, Taehyung sabía que nada era sólo porque sí, porque él mismo había ayudado para que su hermano estuviera en esa situación, por lo mismo no se sentía culpable ni arrepentido.
─Vístete, saldremos en un rato más ─dijo con firmeza el híbrido
─Taehyung... Me alegra mucho que estés de vuelta... Te extrañé ─dijo Vante sin levantar la mirada.
─Todo te lo debo a ti, sé que no ha sido fácil, pero quiero que sepas que estoy agradecido ─expresó Taehyung a su hermano.
Vante se vistió y fue al auto, donde también Arlener estaba, volverían al reino a la fiesta de cumpleaños del rey. Vante veía desde el asiento a Garin, desde que lo llevaron ella no se había acercado mucho a él, no había vuelto a hablarle de la misma forma, Vante la extrañaba, porque era la única forma de estar cerca de ella. Taehyung vio la mirada de Vante sobre Garin y se acercó a ella, estaban en la puerta de la cabaña, Taehyung le rodeo la cintura con los brazos y beso su cuello, ella se dio la vuelta para besarlo en la boca, Vante que veía aquello sintió que debía tragarse el nudo en la garganta y volteó el rostro.
Ni Garin ni Arlener se dieron cuenta de la expresión de Vante, solo Taehyung, quién vio y escuchó la pena en los pensamientos de su hermano y ahogó una sonrisa, bajó hasta el auto y ambos subieron. Al llegar al palacio, Taehyung presentó a Vante con el rey Namjoon, quien había creído muerto a su hijo, ahora se sentía feliz, pues a pesar de haber perdido a su esposa, ahora recuperaba a su hijo. Pero Taehyung ahora que había vuelto ya no era el mismo hombre amable que todos recordaban, amaba a su hermano, sabía todo lo que había vivido pero no lo trataba igual, en ocasiones era como si sintiera rencor en su contra.
Algo que Vante había notado pero pensó que sólo era impresión suya, por lo que no dijo nada, Taehyung trataba siempre que Garin estuviera cerca de él, más cuando Vante estaba frente a ellos. Un día cuando Vante caminaba en dirección a la sala del príncipe, Taehyung se encontraba con Garin, este supo que su hermano iba y comenzó a besarla, cuando Vante llegó ella estaba sobre las piernas de Taehyung, lo besaba apasionada y dijo un fuerte "te amo" a él. Vante se dio la vuelta en silencio, su corazón dolía, él la amaba, pero él dueño de su corazón y cuerpo ya había vuelto y debía hacerse a un lado, buscó su caballo y cabalgó a toda marcha en dirección a la cabaña donde Arlener solía esperarlo.
Llegó y de nuevo no había nadie, pasó y salió al patio trasero, no quería seguir, no le gustaba la gente, no le gustaba la sensación de ser débil, de saber que no tenía a dónde huir. Arlener, se quedó en el palacio, quería hablar con Taehyung, sabía que este hacía cosas a propósito a Vante, sabía que Taehyung estaba aportando a la depresión de su hermano.
─Taehyung... ─dijo fuerte y firme el padre.
─Padre... ─respondió el príncipe.
─ ¿Qué te ocurre? ¿Qué le estás haciendo a tu hermano? ─cuestionó el padre.
─No sé de qué me estás hablando, Vante está bien y eso es lo que importa, no le pasa nada ─respondió molesto, su actitud tampoco era la misma en cuanto a su padre.
─Vante pasó por mucho, entiendo que tú también lo hayas sufrido, pero tu hermano siempre busco la manera de hacerlos pagar por haberte hecho daño y... ─Arlener fue interrumpido por la voz de Taehyung, molesto.
─¡¡Que haya resentido el daño que me hicieron no implica que ahora sea él quien lo haga!! ¡¡Sabes perfectamente a lo que me refiero!! ¡Ahora debe pagar! Lo amo pero no tengo porque tener compasión con él y esto, querido padre, ¡apenas empieza! ─espetó Taehyung molesto.
─Taehyung... ─Arlener no comprendía la actitud de Taehyung, jamás fue así, pero estaba claro que ahora algo lo había enfadado y tenía su sospecha, lo vio alejarse y guardó silencio. Vante estaba llegando al palacio, su pena había menguado durante su salida, al entrar al palacio lo primero que vio fue a Garin, ella iba bajando las gradas y le sonrió a Vante de esa forma tan tierna que ella solía hacerlo.
─Vante... Hace días que no te veo, nunca te di las gracias por salvarme ─dijo ella.
─ ¿Debía hacerlo, ahora estás bien? ─preguntó Vante.
Mientras la conversación fluía entre ambos, los ojos negros de Taehyung los observaban en silencio, le molestaba, le irritaba que Vante se acercara a ella. Taehyung bajo, y camino lento hasta Vante.
─ ¿Es hermosa verdad? ─la voz de Taehyung sonó molesta, fuerte.
─Taehyung... ─Vante no sabía que decir, no quería que su hermano pensara mal.
─ ¿la disfrutaste? ¿La deseas? ¿Te das cuenta que fallaste? Me decepcionaste, pero lo estás pagando... Ahora no quiero que te acerques a ella porque no tendré piedad Vante... ─Taehyung se dio la vuelta y subió a su habitación.
Vante supo que Taehyung lo había descubierto, la culpa lo carcomía, no tenía cara para ver a su hermano, no tenía cara para ver a sus padres, pronto Vante sintió una necesidad grande de embriagarse y encerrarse. Y así lo hizo, Vante comenzó a beber de aquella botella algo que al principio le pareció amargo pero luego sintió cómo se iba suavizando, llegó a su recámara, pido más licor y se lo llevaron. Y así, el príncipe Vante empezó una vida de desgracia como humano, empezó beber cada noche, su ánimo ahora era prácticamente nulo, el rey empezó a preocuparse por él y Arlener busco la manera de ayudar pero Vante parecía decidido a dejar la vida, nada parecía motivarlo.
Entonces, para acabarlo de destrozar se llegó la boda, Garin no había querido una boda grande, solo fue una breve reunión y Vante no estuvo. Después de la ceremonia, los novios subieron a su habitación, Garin quería descansar, no habría viaje de luna de miel pues no lo consideraron necesario. Mientras Garin permanecía en su cama dormida Taehyung fue a la habitación de Vante, lo encontró dormido, estaba borracho, ojeroso, un tanto más delgado, no quedaba mucho de la gloria que Vante un día tuvo, se veía destruido. Taehyung lo veía analítico, sabía que de cierto modo había sido involuntario el que él se enamorara de Garin, pero la rabia por la deslealtad lo dominaba.
Recordó entonces ese día que volvió, llegó justo cuando Alden obligó a Vante a sacar sus alas, Taehyung observó todo, a detalle y desde las sombras vio cómo empezaron a cortar sus alas, escucho el dolor de su hermano pero no hizo nada, dejó que aquellos desertores se burlaran de él y que quemaran sus alas. Pensó que sería su castigo por fijarse en su amada, tampoco iba a dejar que lo mataran, quería tenerlo cerca, quería verlo, no es que no amará a su hermano, pero nadie le podía quitar el amor de Garin y Vante había empezado a hacerlo. Taehyung había notado que Garin no lo amaba igual, ella no era igual ahora con él, sentía que ella seguía por el bebé y saber que Garin estaba enamorada ahora de Vante lo enfurecía.
Pensó en ese momento sellar la habitación de Vante, de tal manera que ni Arlener pudiera verlo, solo le subirían el alimento, las bebidas y drogas que había estado consumiendo en los últimos días, los dejaría encerrado para que no pudiera acercarse a Garin y ella a él tampoco. Después de eso salió de la habitación, dejando a Vante dormido y sin saber lo que acaba de ocurrir, a partir de ese momento Vante estaría solo y en las manos de Taehyung. Taehyung ahora que era híbrido era inmortal, pero su lado demonio estaba controlando demasiado su ser, lo que lo llevó a actuar de esa manera tan irracional en contra de Vante. Mientras este no logrará equilibrar su poder y humanidad, no iba a entender que estaba siendo injusto, Taehyung tampoco necesitaba mujeres para alimentarse, puesto que era humano también y los alimentos humanos eran suficientes.
Bajo Taehyung al jardín trasero, aquel lugar que había marcado la vida de ambos, caminó a paso lento, quería recordar pasó a paso lo ocurrido, había escuchado en el palacio que aquel lugar había sido sede de varios crímenes. Y quería verlo por sí mismo, camino sin descanso hasta llegar y entonces pudo ver imágenes en su cabeza, vio a los primeros extranjeros morir bajo la fría mirada de Vante. Después a los segundos extranjeros también en manos de Vante y así hasta llegar a las ofrendas, vio a Vante en toda su gloria, gloria que sólo un demonio puro de alto rango podía alcanzar. Sonrió viendo así a su hermano, de verdad lo amaba, sintió un poco de remordimientos pero no iba a ceder, alguien debía darle una lección a Vante y sería él, lo liberaría de su encierro si, pero hasta que supiera que había sido suficiente castigo.
La nueva vida de Vante estaba empezando....
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