La Desgracia
Xiumin había ido a su hora de descanso, después de la muerte de Chen, los ocho restantes esperaron a diario saber quién sería el siguiente, pero parecía que Vante había tomado un descanso y en efecto, Vante había buscado la manera de distraer a Garin, pues no quería lastimarla.
Pero esa noche mientras Xiumin caminaba por los pasillos del palacio, pasó frente a la Sala del Príncipe y pronto los recuerdos acechan en su mente.
Recordó una mañana de lluvia en la que habían salido y se habían mojado con el rey, al rey lo protegieron las mucamas y el fue a su habitación para cambiarse pero Xiumin no recibió ayuda de nadie.
Taehyung vio eso y bajó las escaleras, Xiumin debía permanecer en su posición, no tenía permiso de moverse, temblaba de frío, cuando Taehyung llegó hasta él, le dio una toalla y un abrigo sumamente cálido.
Flashback
—Toma, te puedes enfermar si sigues expuesto al frío — dijo el príncipe.
—Alteza, gracias, no debe servirme no soy digno — respondió Xiumin.
—No digas tonterías, la vida de papá está permanentemente en tus manos, tú lo proteges, por eso te admiro — respondió el príncipe mostrándole una hermosa sonrisa cuadrada plagada de cariño — abrigate y espera por favor- el príncipe fue a la cocina y trajo para el chocolate caliente.
Se lo entrego con ambas manos mostrando respeto a aquel hombre que para él valía tanto, solo por el hecho de proteger a su padre, la sonrisa del príncipe para él era de afecto, parecía verlos como a hermanos a todos, los trataba como iguales y les daba un lugar importante.
Fin del flashback
Los Remordimientos comenzaron a atacar a Xiumin después de recordar al príncipe que antes fue.
Llegó a la terraza que estaba vacía, los recuerdos le dolían por que no sólo asesinaron a aquel joven que los admiraba si no que también lo traicionaron.
Xiumin recordó la noche del asesinato, cuando Baekhyun asestó el primer golpe con un rústico fragmento de una rama en la espalda del príncipe y este lo miró suplicando ayuda, pero sólo recibió golpe tras golpe, vio cómo entre tantas patadas y bofetadas fue cayendo, recordó como él mismo le dio una fuerte patada en el abdomen que lo hizo caer entre vómitos de sangre.
En su mente recordó cómo intentó arrastrarse fuera del círculo que los nueve habían hecho, recordó como Sehun fracturó una de sus piernas a puros pisotones.
La imagen del príncipe vomitando sus entrañas entre las patadas que recibía empezaron a doler, los remordimientos empezaron a atacar pero ya lo habían hecho y ahora solo sabían que toda bondad en él había sido asesinada y que pronto los asesinaría igual o peor que a Chen.
La terraza estaba oscura, solo iluminada por un cielo estrellado, había una mecedora en aquel lugar, una que Taehyung había mandado diseñar para poder relajarse a leer
Xiumin estaba al lado contrario de la mecedora, sentado en el suelo sintiendo como la culpa lo carcomía, los muebles que decoraban esa terraza solo se veían las sombras.
Pronto Xiumin empezó a notar que la mecedora se movía, no había viento, tampoco había alguien ahí, se levantó para detenerla o para saber que la movía, el ambiente se empezó a tornar sombrío.
Llegó hasta la mecedora y está seguía moviéndose como cuando el príncipe está en ella, pero estaba vacía, no había nada que la moviera por lo que decidió moverla de posición, entonces cuando estaba moviendo escucho claramente.
—Abrígate... Te enfermaras— era la voz del príncipe, eran sus palabras, el príncipe de antes, el verdadero.
—¿Alteza?— comenzó a buscar pero no había nadie, estaba solo.
—Xiumin... ayudame... por favor no me golpees... — entonces la voz de príncipe sonó débil y moribunda.
De nuevo se dio la vuelta para buscar pero no había señales de él.
Volteo de nuevo su mirada a la silla y entonces el pánico le invadió, estaba ahí, estaba muerto y frío, sus ojos muertos lo veían fijamente, las sangre aún corría manchando la silla a su paso y llegando al piso.
De nuevo la imagen del príncipe sonriéndole amable volvió a su cabeza y el remordimiento lo atacó con más fuerza, se acercó y lo toco, busco en sus signos vitales pero estaba frío, había muerto hacía rato.
Parecía olvidar o ignorar que era una ilusión todo aquello, se arrodilló y pidió perdón al cadáver, estaba tembloroso, pues las corrientes de aire que lo acariciaban eran frías.
Levantó la mirada y el cadáver había desaparecido, sintió como la corriente de pánico se concentró en su columna camino dos pasos atrás y de nuevo lo escucho.
—eres un asesino Xiumin...— la voz moribunda del príncipe estaba de nuevo —debo llevarte conmigo... No mereces esta vida... — Dijo con autoridad.
Se dio la vuelta y ahí estaba de pie frente a él, pálido y frío, estaba muerto pero estaba de pie, Xiumin comenzó a temblar ahora de terror y a tartamudear.
—Co.. como puede... estar... estar...— no le permitió terminar de hablar el príncipe.
—De pie... estoy muerto y no estoy feliz porque ustedes están vivos — comenzó a caminar hasta el.
—Alteza! Piedad! Por favor! Piedad! — se arrodilló y empezó a suplicar por su vida.
—Piedad? Como la que tuviste conmigo cuando me golpeabas? Viste como los golpes de los demás me hacían daño, te uniste a ellos y con tus golpes rompiste mis costillas... con tus golpes me atravesaste el corazón, tus golpes fueron letales... ahora pides piedad... — se detuvo frente a él y lo vio de arriba hacia abajo con desprecio.
Xiumin había bajado la vista y solo lo escuchaba, sabía que no tenía derecho a pedir clemencia, todo aquello le indicaba que en efecto su amable príncipe había muerto y que un impostor estaba ocupando su lugar, levantó la mirada y no había nada, no había nadie, no había sangre.
Se levantó aún tembloroso y fue al interior del palacio, llegó a la habitación del príncipe, era más de media noche pero no le importo entró en la habitación de aquel demonio y lo vio estaba dormido, tenía los ojos cerrados a la luz, abrazaba una almohada, estaba limpio y sano, no había sangre o heridas.
Camino sigiloso hasta él, sin pensar por un momento en que estaba entrando en la boca del lobo, el demonio que habitaba en el cuerpo del príncipe estaba al acecho y sediento de venganza.
Llegó al pie de la cama y de su ropa sacó una enorme navaja que siempre portaba, amenazó el cuello del demonio y este se lo permitió, al momento escuchó de nuevo al príncipe pero no el que estaba dormido, era en otro lado su voz.
—¿Lo harás de nuevo?— le preguntó su alteza.
Volteo entonces su mirada y buscó, al no encontrar nada volvió de nuevo a ver al príncipe y se encontró con la imagen del cuerpo calcinado de su padre, estaba cortando el cuello de su padre, se echó atrás en un impulso y entonces Vante apareció frente a él.
La expresión de diversión de Vante sólo lo hizo temer más, Vante era imponente, su mirada inspiraba temor, era amenazante y en ese momento cuando empezó a hablar Xiumin supo que había sido un error entrar ahí.
—Yo mate a tus padres, yo maté a Chen y yo te voy a matar a ti... — Dijo con una sonrisa maniática en su rostro.
—¿¡Por qué!?.. — fue lo único que pudo articular Xiumin.
—Te voy a mostrar porque — respondió el demonio.
En aquel momento, lo sacó del palacio no supo ni como, solo sintió su agarre del cuello, pronto sintió el pasto húmedo bajo su cuerpo y el demonio que lo sostenía aún.
Pronto empezó a ver en su mente la manera en que Taehyung los había engañado fingiendo que estaba muerto para que dejaran de golpearlo, vio cómo al irse todos el príncipe más muerto que vivo invocó a Vante, este acudió y recibió aquel lacerado cuerpo como ofrenda para vengarlo.
—Taehyung era mi hermano... mataste a lo único bueno que tenía... pero ahora sentirás lo que él sintió cuando su propia costilla atravesó su corazón — el demonio tenía las manos del hombre sujetadas por sus manos y las iba apretando tanto que el hombre sintió cómo se fracturaban, ambas muñecas estaban rota y Xiumin solo pudo gritar de dolor.
Colocó una liana en su cuello y lo arrastró por el pasto hasta llegar a un árbol donde levantó a Xiumin y lo ató, sus pies apenas tocaban el piso con las puntillas, se estaba ahorcando lentamente.
Ante la mirada de Vante que veía con diversión los esfuerzos que el condenado hacía por tocar el suelo, Vante le había quitado la navaja con la que había intentado matarlo minutos antes.
—Dime, ¿Sabes la ubicación exacta del corazón? ¿Será aquí?— dijo clavándole la navaja en el pecho.
Aquel desahuciado hombre gritó de dolor ante la herida.
—¿O será aquí?— volvió a enterrar la afilada hoja.
Esta vez Vante si había perforado su corazón, ahora lo veía sangrar y ahogarse al mismo tiempo.
—Si dejas de mover tus pies vas a morir ahorcado, tienes la oportunidad de elegir, mueres desangrado o ahorcado no puedes negar que soy demasiado generoso — expresó Vante con burla.
Poco a poco Xiumin fue perdiendo fuerzas y dejó de insistir en tocar el piso con los pies, el sangrado también fue en aumento y la vida se fue despidiendo lentamente del guardia real de máximo rango.
Cuando Vante supo que por fin estaba muerto, hizo un puchero con sus labios y levantó su cabeza por los cabellos.
—Adiós maldito cobarde, te veré más tarde en el infierno... — Lo soltó y dio vuelta al palacio.
Mientras Vante caminaba sintió de nuevo apetito, no había descansado nada esa noche pero no podía negar que se había divertido, observó por los lados y ya que el amanecer estaba despuntando las personas empezaban con sus labores.
Pasó por las lavanderías y vio a una mujer joven, estaba llenando con detergente los recipientes, este la atrajo a él y la sacó de aquel lugar, la llevó a la parte trasera del lugar donde pudo desnudarla, sus dedos la masturbaban mientras que sus labios succionaban sus pechos turnados, pronto se le antojo una penetración por la entrada trasera y empezó a introducir un dedo para empezar a dilatarla, luego dos, cuando ya sintió que era suficiente la empalo por aquella estrecha zona, la mujer sintió tanto placer mezclado con dolor que abrió más las piernas y las abrazó a la cintura del íncubo.
Vante estaba tan extasiado disfrutando el trasero de aquella mujer que se estaba alimentando demasiado y más rápido de lo debía, tenía los ojos cerrados, arremetia fuerte y violentamente, tanto que deseaba llegar más profundo, más adentro.
Ella gemía sosteniéndose de él con fuerza, pronto ambos estaban llegando al orgasmo, él sintió como este llegó y apretó a la mujer a su cuerpo, ella tembló perdiendo energía pero disfrutando, él dejó ir todo dentro de ella y ella también acabó al unísono, ella cayó sobre su hombro sin vida y él salió de ella.
La dejó junto a la pared donde la había sostenido y se marchó, así como había llegado.
Y así Vante seguía cumpliendo con su hermano, el segundo asesino se había ido al infierno, los jardineros encontraron los cuerpos que sirvieron de diversión al príncipe demonio y de nuevo guardaron silencio, los sepultaron y todo siguió como si nada.
Las personas empezaron a escuchar rumores de un demonio rondando por el reino pero nada había sido comprobado y menos vinculado al príncipe.
El sacerdote pidió audiencia con su alteza quien lo recibiría pronto, el conocía el secreto de los gemelos pues al llevarlos a bautizarlos siendo bebés, se dio cuenta que Vante no era humano.
Arlener entonces lo busco y le pidió que callara el secreto de sus hijos, a cambio él no tomaría almas del reino y el sacerdote accedió, por esa razón cuando Taehyung vivía tanto Vante como Arlener buscaban alimento lejos y dejaban sólo a Taehyung y así quedó desprotegido cuando aquella desgracia cayó sobre él....
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