La mañana había llegado, la guardia real estaba en sus lugares a excepción de Chen quién permanecía en el gran comedor, los Reyes bajaron y tomaron sus lugares a la espera de su majestad el príncipe Taehyung.

La guardia real permanecía a la expectativa del macabro descubrimiento, dejaron a su príncipe con múltiples fracturas, sorbiendo sangre por la boca y la nariz, seguramente habría muerto ahogado en su propia sangre o con el corazón perforado por alguna costilla rota.

Chen pensaba en lo bondadoso que fue en vida el joven príncipe, no se arrepentía de haber acabado con la vida de él pues eso atentaba contra la de su familia, pero sabía que había sido un daño colateral totalmente injusto.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando él rey le pidió ir a la alcoba de su alteza y llamar al príncipe, en seguida sus pasos fueron interrumpidos por la voz del lacayo que anunciaba al príncipe Taehyung.

El pánico hizo presa de aquellos nueve cobardes que observaban expectantes, en efecto, su alteza comenzó a bajar las gradas por su propio pie, vestía diferente a lo de siempre, acostumbraba a lucir colores vivos y alegres, combinando su mirada a pesar de tener ojos negros su mirada era buena, llena de paz.

Ahora tenían delante a un príncipe que vestía totalmente de negro, su mirada tenía un tono más claro y diferente al negro habitual, ahora era color ámbar oscuro, pero siniestra y misteriosa, no dirigió la mirada a nadie más que a sus padres cuando llegó junto a ellos.

Los asesinos lo veían aterrados, era él, era Taehyung, su rostro estaba impecable, no tenía ni un rasguño, no había nada del daño que le hicieron.

-Buenos días padres... - Dijo haciendo una reverencia, ahora también era más ronco de lo habitual.

-Buenos días hijo, ¿Alguna razón especial para traer lentes?-preguntó el rey curioso viendo el color diferente de sus ojos.

-El astigmatismo, padre... -respondió con respeto - Chen, ¿Podrías dejar de mirarme? Me incomoda la manera en que lo haces, parece que hubieras visto un fantasma! - atacó molesto a su escolta, lo miró y Chen logró ver el infierno en aquellos ojos, era evidente el odio.

-Tranquilo hijo, parece que te has levantado de mal humor... - habló la reina, para calmar a su hijo.

Todos habían notado que era un hombre diferente el que había bajado a desayunar, no cabía duda, Vante había poseído el moribundo cuerpo de su hermano y ahora vengaría la tortura a la que sometieron al inocente príncipe.

Taehyung había muerto, no había duda de eso, su padre Arlener sabía la verdad de lo que había ocurrido y la forma tan cruel en que mataron a su hijo, apoyaba a Vante incondicionalmente en su venganza.

El príncipe, luego del desayuno bajó donde se encontraban los prisionero de guerra, buscó a la alguien que fuera su víctima.

El rey en realidad no era malo, cuando ganó una batalla de un gobierno que los había atacado hubo soldados que imploraban clemencia y juraron lealtad al rey para salvar sus vidas y las de sus familias.

Ser rey en tiempos modernos no era tan fácil, pues siempre habrían gobiernos o personas que quisieran cambiar el estatus, el reino se había adaptado bien a los cambios, tenían tecnología, medicina y educación en niveles de primer mundo, eso era bueno para los habitantes.

El rey optó por no matarlos y escuchar sus súplicas pero estaba consciente de que no podrían vivir libremente en su reino por ser sospechosos de traición.

Los prisioneros de guerra ofrecieron a sus hijos en agradecimiento al rey, eran nueve familias que entregaron a sus primogénitos para que el rey los educara, el rey conmovido por este gesto aceptó y decidió que serían su nueva guardia real.

El ahora príncipe Taehyung decidió que empezaría por la familia de Sehun con su venganza, este era quien lideraba la custodia del pueblo, quien vigilaba el perímetro del reino.

Tomó a los padres de este y los sacó del palacio, los llevó al lugar donde habían asesinado a su hermano y les mostró la sangre que aún manchaba el pasto.

Ellos veían la cantidad de sangre que manchaba aquel lugar y sintieron pánico de pensar que su hijo podría haber hecho aquello.

一Mi nombre real es Vante... Soy un demonio que el príncipe Taehyung invocó en su último aliento para vengarlo y salvar a su padre humano, soy hermano de Taehyung, pero nuestro verdadero padre no es humano como el rey, es un demonio que también anhela venganza一Vante se reveló a ellos en el acto como realmente era, su cabello y ojos grises y ellos lo vieron horrorizados pues el cambio había sido en dos segundos.

Los ojos de Vante se posaron sobre el padre de Sehun quien pronto comenzó a sentir dolor punzante en todo su cuerpo, al mismo tiempo veía en ilusiones los golpes que Taehyung recibía.

Cada patada que impactaba contra el cuerpo de Taehyung era dolor que provocaba en el cuerpo del padre de Sehun, la madre trataba de calmarlo pero era imposible, sin Vante poner una mano sobre él, había fracturado sus huesos, había hemorragia y un inmenso dolor, pronto la víctima de Vante empezó a agonizar y posteriormente murió ante la mirada atónita de su esposa quien vivió la misma pesadilla.

La mujer sufrió el dolor y efectos de la golpiza que la guardia real le dio al príncipe ella resistió menos al dolor, murió antes que las ilusiones terminarán.

Vante volvió al palacio y a tomar la apariencia de Taehyung, nadie vio que sacó a los padres de Sehun, nadie podría vincularlo con sus muertes y los dejó sobre la sangre de su hermano, en el mismo lugar donde lo asesinaron.

Los leñadores, quienes a su vez eran quienes cuidaban de aquel enorme patio trasero del palacio encontraron los cadáveres y de inmediato corrieron la voz al palacio.

Chen estaba entrando a la sala del príncipe donde Taehyung solía pintar, era su lugar favorito, ahí encontró a Vante, quien estaba sentado en el cómodo sillón que estaba junto a la ventana, escucho la puerta abrirse y ni siquiera tuvo que dedicarle una mirada, sabia de quien se trataba.

-¿No deberías estar cuidando de mi? - cuestionó el falso príncipe.

- Por eso estoy aquí alteza, - Chen hizo una reverencia y bajo la mirada.

-Te noto inquieto, no me gusta que me observes demasiado, ya te lo dije en la mañana- expresó el príncipe poniéndose de pie con una voz misteriosa y relativamente suave.

- Lo lamento señor... pero ... señor, anoche lo busqué en su alcoba y no estaba... - Mintió el escolta.

-Lo de anoche... eso esta confuso ¿sabes?... recuerdo estar en mi habitación - Desvío su mirada a un punto perdido mientras hablaba como adentrándose en sus recuerdos - yo recuerdo bajar las escaleras y escuchar voces... pero nada concreto, todo es vano y distorsionado- terminó de hablar el príncipe.

-Señor, ¿donde despertó esta mañana?- Volvió a preguntar el escolta.

- Pero que pregunta tan estúpida, en mi cama por supuesto... ahora deja de cuestionarme que no eres nadie para hacerlo...- espetó con orgullo

El escolta levantó la mirada y vio al rostro de su alteza, había algo en sus ojos que le provocaba temor, algo siniestro.

- Te dije que no me miraras tanto, me repugna ver tus ojos!- las palabras del príncipe estaban cargadas de odio, totalmente diferente al príncipe Taehyung, quién siempre le habló con respeto y benevolencia.

Fue entonces que alguien tocó a la puerta de aquel estudio y el príncipe le dio pasó.

- Adelante... - resonó su ronca voz

- Señor, han encontrado dos cuerpos en la parte trasera del palacio- habló un lacayo mientras hacía una reverencia.

- Dile a papá que se encargue de eso... Sabes que no me gusta ocuparme de ese tipo de cosa...- expresó estresado o fingiendo estarlo.

- Los reyes no se encuentran en palacio, señor...- insistió aquel hombre

- Esta bien... vamos ... trae mi caballo si es necesario bajo en un momento- la mirada de su alteza era de total molestia y desagrado.

Para Vante que su hermano fuera un príncipe en estos tiempos modernos era algo desagradable pero su hermano parecía aceptar su destino con agrado, jamás se quejó o se lamentó.

Taehyung amaba ser humano y a los humanos como tal, los veía como iguales aunque no lo fueran siempre buscaba la manera de ayudar cuando había una necesidad.

Vante en cambio siempre sintió desprecio por esta raza, era un alma nueva y no conocía más que el presente moderno pero le asqueada la sed de poder que estos tenían.

Los únicos humanos de su agrado eran su madre, su padre adoptivo y por supuesto su hermano, amaba a esos tres humanos, no entendía el amor de su hermano a los demás pero no le importaba, lo amaba igual.

Bajó las escaleras seguido por su escolta y en efecto, el lugar del crimen estaba lejos, por lo que habían ensillado su caballo y lo tenían listo junto al de Chen, ambos montaron y empezaron su camino.

Chen pensaba en lo desesperado que estaba el príncipe para correr tanta distancia en la noche, pues ambos seguían el mismo camino que Taehyung había seguido, ambos sabían ese camino, los pensamientos de Chen empezaron a clavarle remordimientos al pensar en el cambio tan brusco que presentaba su actual príncipe, no sabía que había pasado después de creerlo muerto pero lo que sí estaba claro era que no era igual y había sido después de que él y sus compañeros lo molieran a golpes.

Observaba al príncipe frente a él y recordaba la actitud compasiva que su alteza siempre tuvo, la comparaba con la actitud altanera y llena de odio que ahora presentaba, también el cambio incluso en su vestimenta, había algo en el que le causaba miedo, algo siniestro.

-¿Por qué me miras tanto, Chen? ¿acaso planeas matarme?- la voz grave del príncipe lo sacó de sus pensamientos obligándolo a verlo con sorpresa.

- De nuevo lo lamento señor... es que no se... hay algo diferente en usted... algo desconocido - Expresó temeroso a su alteza.

- Diferente? no me hagas reír, sigo siendo yo, solo que ahora una parte de mi esta muerta... - el príncipe se volteo junto a su caballo y vio a los ojos de Chen.

En el momento en que su alteza terminó la frase, Chen pudo ver como el ámbar de los ojos del príncipe cambió a gris en cuestión de segundos, aquel cambio le hizo erizar la piel, sintió como un miedo inexplicable recorrió su cuerpo, el aire se tornó frío y soplo a ambos, sintió como si hubiera visto al mismísimo diablo en ese instante.

El momento duró unos segundos nada más pero Chen sintió que fue una eternidad, al reaccionar el príncipe había seguido su camino sin decir más hasta que vio a la gente que rodeaba el hallazgo, comenzó a observar los alrededores y vio a un costado el gran helecho donde Taehyung se había ocultado.

Las dudas en su cabeza empezaron a surgir hasta que bajó del caballo y vio a Sehun deshecho en pena, busco con la mirada los cuerpos y se paralizó de nuevo siendo presa del pánico, los padres de Sehun estaban muertos sobre un charco de sangre ennegrecida, más vieja que la de ellos.

Su alteza se acercó sobre su caballo y vio directamente a Sehun, este levantó la mirada al escuchar la voz de su príncipe.

- ¿Duele mucho la pérdida, no es así? - Expresó con frialdad, Sehun no pudo hablar por el nudo en su garganta, nudo que también fue acompañado por un escalofrío.

Al Sehun mirar al príncipe las escenas de los golpes de ellos a Taehyung llegaron a su mente junto a las cuales estaban los lamentos de dolor de sus padres, el mensaje fue claro para Sehun.

-¿Por qué ellos?... alteza ... ¿por qué?- de nuevo bajo la mirada a sus padres lleno de dolor y bajó la mirada de los curiosos que escucharon confusos.

- La vida siempre nos roba lo que más amamos, Sehun, o se lleva aquello que no merece morir, aquello que no debe pecado alguno...- No había expresión en el rostro del príncipe, su voz salió también sin connotación de sentimiento.

Ambos entendieron de que hablaban al igual que Chen, eran los único de la guardia que estaban ahí pero ambos sabían que se habían metido en algo más que un asesinato, entendieron que era el principio de todo y que algo más que un príncipe enojado estaba frente a ellos...