Gadeon no evitó que una vez más huyera y eso sólo me traía más dudas ¿He tomado una buena decisión?¿Encontrar la gema en la cueva del Dragón será todo?¿Acaso Gadeon tiene otro plan?

Lo conocía poco, pero nada me daba buena espina, él tenía algo en mente y tenía que ver con mi punto de destino.

La Cueva del Dragón...

Imaginaba jamás llegar, pero ahora que la tengo frente a mí no sé cómo actuar. La bestia debe estar dentro ¿Debería entrar?

ㅡNo será necesario niñita ㅡUna voz dulce tocan mis oídos obligándome a dar la vuelta.

Una mujer de piel blanca, ojos amarillos brillosos, cabello blanco larguísimo casi hasta la cintura y con una vestimenta bastante escasa me sonríe de buena manera. Afirmaría que es la mujer más bella en esta isla, pero no podría asegurarlo porque no tengo conocimiento de todas las criaturas.

Intento averiguar que especie de ser es ella, aunque no lo consigo no puedo separar mi vista de la belleza que emana su figura humanezca. Sobretodo su collar brillante que cuelga en su cuello, parece una joya que las mujeres mortales utilizan a menudo.

ㅡLamento no presentarme, soy Esmeralda ㅡInclina su cabeza en un saludo y yo no puedo dejar de ver los adornos en su cabelloㅡ ¿Qué trae aquí a una niñita tan pequeña? Muchos me han olvidado desde hace siglos y no suelo recibir visitas tan seguido.

ㅡYo... me llamo Ernaline de Darknaw, hace poco fui prisionera del Hechicero Superior ㅡUna parte de mí no quiere decirle todo, pero la mujer parece ser amigable.

ㅡ¿El viejo Gadeon? No puedo creer que perdió su tiempo con una niñita ㅡSe burla en mi presencia.

Ignoro su comentario y me enfoco en mi propósito.

ㅡÉl acecha mis pensamientos a cada hora, molestando mi privacidad y arruinando mis planes de huir...

ㅡPero ahora huíste ㅡInterrumpe mis palabras acomodándose sobre una enorme roca en la entrada de la cueva.

Porque él lo planeó.

Estoy apunto de responder, pero mi mente se aclara ¿Quién es ella realmente?

ㅡ¿Sabes que Gadeon sólo puede leer tu mente en su Castillo?

Ya no la escucho.

Mi respiración se desestabiliza cuando caigo en cuenta que me he abierto a una desconocida, a una mujer que por muy bella y amable que se muestre podría ser una mentirosa. La belleza tenía un precio caro y en esta isla Darknaw nada era normal.

La mujer vuelve su mirada hacia mí, esta vez no tiene ni una pizca de dulzura en los ojos. Se levanta de la roca mientras sus pies descalzos avanzan hacia mí lentamente. Debo retroceder con una sonrisa falsa para no demostrar que tengo miedo.

ㅡNo será necesario que retrocedas, no tienes salida ㅡSuelta una risa fuerte.

Intento girar, pero hay un árbol en mi camino, entonces cuando quiero volver a la misma posición la mujer ya me tiene acorralada.

ㅡTan estúpida como Gadeon lo mencionó ㅡEsas palabras me dan a entender su acuerdo con Gadeonㅡ Me da pena, pero un trato es lo que es.

A pesar de la larga uña de su dedo índice presionando mi cuello, intento invocar mi aura. Pero una vez más me traiciona.

ㅡLa única forma de activar tu magia es aceptar lo que eres... Una bruja de magia oscura.

Lo niego.

No lo haré.

No me condenaré a usar la magia oscura sabiendo que hay un gran precio que costará mi alma.

ㅡ¡No lo haré! ㅡLevanto la voz aferrándome al tronco del árbol.

ㅡ¿Segura? ㅡMe da otra oportunidadㅡ No podrás conseguirla ㅡSostiene su collar brillante en su cuelloㅡ Es la gema que buscas ¡Qué lástima!

Presiono mis dientes molesta por mi error ¿Cómo no lo pude ver antes?

Gadeon tiene un acuerdo con esta mujer y su objetivo es hacer que mi aura oscura se active ¿Con la finalidad de qué...?

ㅡ¡He dicho que no! ㅡPronuncio estas palabras con más fuerza.

ㅡDe acuerdo ㅡFrunce las cejas ya enfurecidaㅡ Entonces te enfrentarás al Dragón.

Se da un impulso hacia atrás antes de correr hacia el borde de la montaña, lanzándose hacia abajo evitando que pueda reaccionar a tiempo. Sólo me queda correr hacia la cueva y esconderme de la enorme bestia que ahora vuela alrededor de la montaña.

El dragón negro.

Intento encender una bola de fuego en mi mano para iluminar la cueva, pero ésta chispa no dura nada. Por lo que trato de dar brincos para no tropezar con alguna roca.

De repente iluminar la cueva ya no es mi preocupación primordial sino suplicar porque la cueva tenga otra salida, pues el dragón ingresa a la cueva escupiendo fuego de forma descontrolada.

Voy a morir.

Giro para prepararme, si cierro los ojos no dolerá.

El dragón negro me tiene acorralada contra la pared, podría correr hasta el fondo, pero nada me garantiza que hay otra salida. Cerraré los ojos.

Sin embargo, entre mi pánico por la bestia y mi preparación a la muerte, el fuego jamás llega a quemarme, abro los ojos perpleja sin poder creer lo que tengo en frente.

Un escudo que no me pertenece protege mi cuerpo del daño que las llamas de fuego puedan ocasionarme.

Ascian está frente a mí deteniendo el escudo en su mano izquierda, imposibilitando que la enorme llama de fuego que expulsa el dragón llegue a quemarnos.

ㅡSobre mí, no la lastimarás...

Quiero decir algo. Pero no me alcanza para hacerlo, pues antes de tiempo Ascián envuelve su brazo derecho en mi cintura para luego poner el escudo frente a nosotros.

Su cuerpo está firme en el suelo, no parece asustado ni mucho menos incómodo, sabe lo que hace y la expresión fruncida en su rostro me transmite cierta calma.

No estoy sola...

Cuando la bestia se detiene y se acomoda para realizar un nuevo movimiento las piernas me tiemblan sin saber si correr o no. Pero hasta que lo pienso el chico de cabellos dorados saca su espada y le da pelea al dragón.

ㅡ¡Nane!¡Escapa ahora! ㅡLa voz de mi compañero me despierta.

Estaba apunto de escucharlo, huiría hacia abajo... pero había olvidado algo: La gema que buscaba.

Cuando Esmeralda se transformó corrió hacia la orilla, no podría transformarse con el collar puesto. Entonces recordé un párrafo de mi libro; La magia en Darknaw no tiene límite. Solamente los seres de magia blanca pueden tener el control, si ellos no existieran, entonces toda la Isla estaría repleta de oscuridad.

Ascian es un guardián de magia blanca, podrá controlarla. Me aferro hacia la orilla de la montaña en busca de pistas, primero me arrodillo y luego termino arrastrándome en la tierra para no caer a causa del vértigo. Bajo la mirada lentamente repitiendo en mi mente que no debo marearme.

Con la mirada al borde lo encuentro, el collar de oro está colgando sobre la raíz de uno de los troncos viejos sobresalidos de la montaña. Estiro mi mano para intentar alcanzarlo, pero es inútil debo bajar la montaña.

ㅡ¡No! ㅡEl grito de Ascian me obliga a detenerme.

El dragón lo tiene arrinconado, mientras hace un intento por levantarse del suelo y sumergirse en la cueva. Siento mi corazón inquieto en mi pecho, necesito el collar... Si Gadeon continúa escuchando mis pensamientos jamás escaparé de él.

No me siento reaccionar, sólo me doy cuenta que el tiempo corre cuando me veo a mí misma dirigiéndome hacia Ascian, probablemente perdiendo mi libertad al no poder tener la gema.

Justo cuando el dragón está a punto de quemar a mi único compañero, impulso a mis pequeñas y cortas piernas a correr más rápido, mientras invoco mi aura esperando que pueda salvarme de ésta.

Estoy tan cerca, tan cerca de conseguir mi objetivo que no puedo pensar en otra cosa, hasta que una capa de oscuridad me rodea, evitando que pueda observar lo que tengo en frente. Quiero retroceder o hacer algo útil. Pero todo termina cuando mis ojos logran visualizar sus hermosos ojos azules como luces en esta tempestad. Y entonces me desubico y pierdo la consciencia.

¿Qué ha pasado?

Por cierto, ¿Qué les ha parecido la integración de Esmeralda a los personajes?¿Esperaban que tuviera un acuerdo con el Hechicero Superior?