
✧c.-057
N/A: 3... 2... 1... 0 xD
Cap dedicado a fmlbiny ♡♡
Hoy os recomiendo 'Teeth' de mis únicos e inigualables 5SOS!!
[...]
"Oye, ¿Seguro que te encuentras bien?" detrás del castaño, Jungkook preguntó.
TaeHyung se había estado comportando raro en los últimos dos días desde que comenzaron a trabajar de nuevo. No le daba ninguna respuesta a su evidente cambio de humor, y aquello le preocupaba e intranquilizaba, porque estaba tan acostumbrado a que TaeHyung iluminase todo el lugar con su sonrisa, que verlo tan serio y desanimado, le producía un profundo malestar.
El castaño, que se encontraba admirando el oscuro cielo de brazos cruzados, asintió. No le apetecía hablar del tema. No quería hablar de Youngkyun. El muchacho le había estado llamando de nuevo, teniendo a Callie muy nerviosa cada vez que le decía que TaeHyung estaba ocupado y no podía atenderlo, y TaeHyung sabía que sus excusas no podrían extenderse mucho más. En algún momento tendría que enfrentar a su antiguo amigo. Pero era difícil, muy complicado, y sobretodo, doloroso en demasía.
No estaba preparado para confrontarlo, incluso si Youngkyun nunca quiso dañarlo, pero el que Youngkyun se callado que Jungkook lo estaba utilizando para llegar hasta él fuese su último recuerdo de su mejor amigo, antes de correr lejos de la ciudad en la que creció, le pesaba en el pecho.
"No... No me pasa nada, Jungkook. Estoy bien" dijo, sonando tan mecánico y plano que el azabache suspiró.
Pronto, Kim sintió el agarre de Jungkook en su cintura, rodeándole con una calidez que le llegó hasta el pecho y se mantuvo ahí, prisionera. La barbilla del ébano se apoyó en su hombro, y el castaño tuvo que morderse el labio.
"Sabes... ¿Sabes que puedes contarme cualquier cosa, no, TaeHyung?"
"Sí..." asintió, emitiendo en una voz muy baja: "Claro que lo sé"
"Entonces, ¿Por qué no quieres hablar conmigo de lo que te pasa? Y no me digas que no es nada, porque sé perfectamente que estás mintiendo." Masculló Jeon, apretando los labios, antes de continuar. "Estoy preocupado, TaeHyung. Y me siento impotente, porque te veo mal y no puedo hacer nada ya que no sé cuál es la razón."
Oyendo las palabras de su acompañante, TaeHyung dejó escapar algunas pequeñas lágrimas que lograron empapar parte de su rostro, mordiéndose el labio para no sollozar.
Entonces, Jungkook volvió a hablar.
"Te quiero y no puedo soportar que estés mal y no pueda hacer nada para cambiarlo, TaeHyung..."
Y TaeHyung sollozó, girándose entre los brazos de Jungkook para poder abrazarlo. Jungkook lo acogió como si aquellos brazos fueran su casa, su hogar, manteniéndole a salvo y seguro con una simple caricia que gritaban un centenar de sentimientos y palabras silenciosas.
"Hey... TaeHyung, ¿Qué ocurre?"
Kim sollozó contra él, apretándolo mientras que permitía a los labios de Jungkook besar sus lágrimas.
"No-No es nada, estoy bien" sorbió por la nariz, separándose y limpiándose las lágrimas. El azabache le agarró el rostro con una mano, acunándolo y admirándolo. "Sólo... He estado un poco agobiado estos días, tanto trabajo... Creo que California aún me pasa factura... ¿Sabes? Tengo un poco de mono vacacional, pero no pasa nada. Se me pasará"
Jungkook le miró atentamente, analizando sus expresiones para tener en cuenta si le estaba mintiendo.
"¿Estás seguro?"
"Mucho, de verdad. No es nada"
"Puedes contármelo todo, ¿De acuerdo?" El castaño asintió de nuevo, inhalando profundamente antes de que Jungkook volviese a suspirar y le besara la frente. "Voy a hacer la cena, tengo tu vino favorito esperándote en esa estantería" señaló el lugar de su pequeña colección de vinos. "La luna está gigante hoy, se ve muy bien desde aquí. Parece que nota cuándo te sientes mal e intenta que te sientas mejor" sonrió, bajando esta vez sus labios para besarle en los labios.
TaeHyung se giró, admirando el extenso ventanal de la cocina y teniendo su rostro brillante por la inmensa luna. Notó algo suave posarse sobre sus hombros, y no tuvo que girarse para ver a Jungkook poniéndole una manta por encima, porque eso era lo que él hacia siempre que TaeHyung se encontraba admirando el paisaje —lo cual era todo el tiempo mientras que Jungkook preparaba la cena—.
El azabache llevó a cabo su tarea, cortando verduras y aliñando hortalizas, mientras que TaeHyung no podía dejar de pensar en Youngkyun, miles y miles de recuerdos y pensamientos llegando a su mente.
TaeHyung sabía que debía de cerrar el capítulo de su mejor amigo, ese capítulo tan extenso lleno de dolor, lágrimas y de corazones rotos que desembocó en un adolescente marchándose de su ciudad natal rumbo al estrellato, extremadamente perdido y desmoronado. Un chico torpe que no supo cuánto la había cagado hasta que ya era demasiado tarde, y un tercer adolescente que también se encontraba perdido sin su otra mitad.
Tal vez, cuando todo se aclarase, TaeHyung podría volver a escribir una nueva historia, una en el que quizás todo fuera diferente. El adolescente que huyó perdido, terminó encontrándose a sí mismo y también reencontrándose con el chico que le rompió el corazón. Quizás eso era posible, pero no estaba seguro de poder hacerlo sin Youngkyun.
Porque, por muchas historias que TaeHyung escribiese, nunca podría poner un 'final feliz', si Youngkyun no se encontraba con él.
"Tae," la voz de Jungkook sonó suavemente detrás suya, y el castaño se giró para verlo, siendo recibido con una pequeña sonrisa. "Ya está la cena, ¿Puedes llevar tú las copas y el vino?"
"Claro, sí" asintió, relamiéndose los labios y devolviéndole la sonrisa.
A la mañana siguiente, una vez ambos se prepararon para su jornada laboral, emprendieron el trayecto hasta la empresa de Gelbero, manteniendo un silencio que no era incómodo, únicamente oyéndose el sonido del viento soplando una y otra vez. TaeHyung suspiró, mirando por la ventana y mordiéndose el labio.
"¿Qué es eso que me comentaste a cerca de una cena en tu casa?" cuestionó Jungkook, para animar un poco el ambiente.
"Oh, es cosa de Marie. Ella quiere preparar una gran cena a modo de agradecimiento, y quiere que estés"
"¿Agradecimiento?" TaeHyung asintió. "¿A quién?"
"Pues supongo que a mí por dejar que viva en casa, aunque en realidad le he dicho que no es necesario, pero ella es muy cabeza dura..." suspiró, formando una línea firme con sus labios. "Y a ti, por haber estado conmigo estos días"
Justo al despertar, TaeHyung recibió una llamada de Marietta, preguntando si el viernes por la noche ambos estaban libres para preparar una cena en honor a ambos. Y a pesar de que TaeHyung dijo que no era necesario por su parte, ella se mantuvo en sus trece, alegando que se lo debía por todo lo que él había hecho. Ella estaba arruinada y TaeHyung se había convertido en el bote salvavidas de sus hijos y de la propia Marietta. Se lo debía, dijese lo que TaeHyung dijese. Era su forma de agradecérselo.
"Pero eso no hay que agradecerlo. He estado contigo, y estoy contigo porque te quiero" murmuró el azabache, con la vista fija en la carretera. Sus palabras hicieron a TaeHyung sonreír, quién arrugó la nariz mientras miraba sus propias manos.
"Ya, pero ella dice que ha notado un gran cambio en mí humor para bien, desde que estoy contigo. Dice que nunca me ha visto así de feliz" se encogió de hombros. "Marie es una persona muy, muy agradecida. Va a llevar a cabo esa cena quieras o no, y honestamente..." hizo una mueca con los labios. "Si eso hace que ella esté feliz y deje de pensar en los males que la rodean, por mí perfecto"
"Tienes razón" Jeon asintió, mordiéndose el interior de la comisura. TaeHyung le miró a tiempo para poder ver el pequeño hoyuelo marcándose y luego volviendo a la normalidad. "Pero yo llevo el vino. No acepto un no por respuesta"
"Oh, ten por seguro que no lo tendrás" suspiró. "Amo ese vino con todas mis fuerzas"
Jungkook le observó por el rabillo de su ojo, "¿Más que a mí? Y se mordió el labio cuando TaeHyung le dedicó una mirada perezosa, apoyando su cabeza en el cabecero del asiento.
"Nah... No más que a ti"
Y Jungkook sonrió, satisfecho con la respuesta que había obtenido.
Poco tiempo después, el coche de Jungkook aparcó en el mismo lugar de siempre en el aparcamiento subterráneo, saliendo del vehículo y caminando hasta el que era su piso. Subiendo las escaleras, TaeHyung notó que se le había pasado algo por alto.
"¡Jungkook!" chilló repentinamente, a lo que el azabache giró la cabeza, mirándole con el ceño fruncido. "He olvidado mi café"
"¿Quieres que vaya a por él?"
"No, yo los traigo. ¿Cómo lo quieres?"
"Con leche y un poco de azúcar, básico." Dijo, su ceño aún un poco fruncido.
"Está bien, ahora vuelvo" dijo, alzándose levemente en sus puntillas para besarle en los labios. "Cúbreme"
"Okay" asintió, viendo a TaeHyung corriendo hacia la salida del aparcamiento. "¡Ten cuidado con los coches!" le gritó, sonriendo por su graciosa forma de correr y negando con la cabeza.
TaeHyung llegó a la cafetería, sudando frío por estar tardío en su trabajo y suspirando con alivio al notar que no había muchas personas en la cafetería. Poniéndose en la cola, a la espera de su turno, el castaño fue atendido tan sólo en dos minutos.
"Hola, buenas, ¿Qué desea?"
"Un café con leche, crema y canela, y uno con leche y un poco de azúcar" la chica detrás del mostrador asintió, escribiendo la orden en su tableta y pasándosela a su compañera, que se encargaba de preparar los pedidos.
"Muy bien, caballero, ¿Algo más?"
"No, eso es todo"
"Bien, serían seis dólares."
Meneando la cabeza a modo de afirmación, sacando de su billetera tres billetes de dos dólares y entregándoselos a la chica.
"Gracias por su compra, en unos minutos estará lista su orden. ¿A qué nombre?"
"Hmm... Kim" respondió, sabiendo que tal vez, su nombre sería más difícil de pronunciar para ella. La pelirroja le dio un papelito con el número de su pedido. "Gracias" sonrió.
Un par de minutos más tarde, TaeHyung fue avisado de su orden, tomándola con mucho gusto y una gran sonrisa. ¿Cómo es que ni siquiera se había dado cuenta de la falta de cafeína en su organismo?
Salió de la cafetería a paso rápido, corriendo de vuelta a la oficina como si tuviese un pequeño río de lava yendo detrás de él, persiguiéndolo hasta que se adentró en la empresa. Aminoró el paso, sosteniendo bien los vasos de café y saludando con pequeños asentimientos a los compañeros que se iba topando en el camino.
Llegó a su planta en pocos segundos, saludando a Callie en recepción con una sonrisa.
"Hola, Chihuahua" dijo, viéndola abrir los ojos en grande cuando lo observó.
"¡Tae!"
"Voy a llevarle el café a Jungkook, ahora vengo. Tengo que pedirte la lista de números para contactar con Harry, se me ha perdido" rio entre dientes, sin ser consciente de la mirada temerosa en el rostro de su amiga.
"¡No, Tae, espera!" volvió a insistir la rubia, pero TaeHyung ya estaba encaminándose al despacho de Jungkook, sin escucharla.
La puerta estaba abierta, y TaeHyung estaba observando las etiquetas de cada café para saber cuál era el del azabache, por lo que no miraba hacia delante.
"Jungkook, aquí tienes tu café" murmuró, hallando el suyo propio debido al olor tan característico de la canela.
"Tae..." una voz sonó, la cual no pertenecía a Jungkook, pero, aun así, el castaño supo reconocerla, levantando el rostro como si tuviese un resorte en el cuello y topándose con unos ojos brillantes que lo miraban con anhelo.
El aire murió en su garganta, y TaeHyung tuvo que aferrarse a ambos vasos para que no se resbalaran fuera de sus manos, antes de hablar, soltando a un suspiro tembloroso.
"Youngkyun..."
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