N/A: Este cap es más importante de lo que parece xD

Cap dedicado a karorukuristeru ♡♡

Hoy os recomiendo 'Heaven' de EDEN, el amor de mi vida número 30500.

[...]

TaeHyung sentía que, a pesar de haber pasado todo el domingo de relax en su apartamento, no había dormido lo suficiente. Y, es que, en realidad; así era. No había logrado pegar ojo en todo el fin de semana, únicamente pensando en lo ocurrido con Daphne, Jungkook y con el nuevo rumbo que estaba tomando su vida.

No sabía si lo que ocurría entre él y Jungkook desembocaría en algo serio, o, por el contrario, se quedaría en una simple 'x' que Jungkook tacharía de su lista. A TaeHyung le daban náuseas sólo de pensar en él mismo como un nombre que tachar luego de un par de sesiones de sexo. Lo ponía enfermo.

Bebiendo de la pajita, TaeHyung llegó a la conclusión de que, por hoy, no pensaría más en el tema. Si no que se enfocaría en su mayor pasión: Su trabajo, y sobretodo, la charla con Gelbero que tenía pendiente con respecto a Daphne.

Jungkook no era una buena cosa que tener en mente durante la jornada laboral. Una pena que fuese su compañero y, lo primero que viese al salir del ascensor.

Maldita oficina.

"Hey, jefe" Jungkook le guiñó un ojo, acercándose a él con un vaso de su cafería favorita en las manos y entregándoselo. A TaeHyung le brillaron los ojos sólo verla. Necesitaba una jodida dosis de cafeína instantánea.

"Buenos días" movió la cabeza a modo de saludo y aceptó el café. "Gracias por el café, y me sorprende que hayas llegado antes que yo al trabajo"

Las cejas del azabache se elevaron mientras que seguía a TaeHyung a su despacho. "¿Qué esperabas? Soy muy eficiente"

Mordiéndose el labio, TaeHyung negó con la cabeza, bebiendo de su café y abriendo las puertas del despacho para que ambos se adentrasen.

"¿Hay noticias?"

"Nuestra extensión en la empresa fue inaugurada en la web hace cuarenta y cinco minutos, tienes dos contratos ya revisados por mí que firmar y Gelbero quiere verte en su oficina a las doce" respondió, enumerando las cosas y viendo como TaeHyung se despojaba de su abrigo y lo dejaba en el perchero, depositando todas sus pertenencias sobre la mesa de su escritorio.

"Vaya," inhaló profundamente, intentando digerir toda la información recibida y haciendo todo lo posible para procesarla. Sus cejas se alzaron, espirando. "Que buena forma de empezar la semana, ¿No?"

"Sí," asintió con la cabeza, acercándose a TaeHyung con las manos en los bolsillos. "Pero yo conozco una muchísimo mejor"

"¿Huh?" frunciendo el ceño, TaeHyung se giró, dejando el café sobre el escritorio para mirarlo. "¿Cuál? ¿Emborracharte para olvidar el papeleo extra?"

Jungkook soltó una risita nasal, negando antes de acortar la distancia entre él y el castaño para agarrar su rostro con ambas manos. Jungkook se acercó hasta que sus narices se rozaron, viendo a TaeHyung parpadeando con nerviosismo y besándolo en los labios.

Kim se congeló al principio, porque no pensar en Jungkook era lo que hace unos minutos se había propuesto y ahora él lo estaba besando tan ávidamente que casi parecía sediento.

Dios, menudo desastre.

Jalando de su labio inferior, Jungkook le dio una pequeña mordida al final, para luego separarse con una sonrisa ladeada. TaeHyung quería arañarle la cara. Y también volver a besarlo, pero decidió que era mejor dar un paso hacia atrás y carraspear.

"Bueno, hora de ponerse a trabajar" se relamió los labios, cruzándose de brazos. "¿Dónde están esos contratos que tengo que firmar?"

"En mi despacho" respondió. "¿Por qué no vienes y te los doy?" ojos mirando en profundidad al castaño.

TaeHyung resopló, porque sabía a qué se refería, y aunque sus vellos se encresparon por el pequeño nerviosismo que lo invadió, logró pasar desapercibido, dándole una sonrisa confiada al azabache.

"Jungkook..." susurró, dando un paso hacia delante, más cerca de Jungkook.

"¿Sí, jefe...?" movió la cabeza hacia delante, en busca de otro beso.

Sin embargo, la sonrisa de TaeHyung fue tan brillante que lo dejó tan atónito antes de que volviese a hablar. "A trabajar" dijo, y acto seguido se giró en sus talones, dirigiéndose al otro lado del escritorio.

Jungkook bufó, resignándose y marchándose bajo la atenta mirada del castaño, quién suspiró en la soledad de su despacho. Soledad que no duró mucho, debido a que, en menos de dos minutos, Callie apareció en su puerta con un paquete en su mano.

"¡Hola, hola!" ella saludó, su pelo rubio brillando intensamente cuando se adentró en el despacho.

"Hola, Chihuahua" agarrando el vaso de café y dándole otro sorbo, Kim le dio una pequeña sonrisa. "¿Qué traes ahí?" preguntó, refiriéndose al paquete.

"Oh, es un paquete para Kim TaeHyung... ¿Lo conoces?"

"Uhm, algo así" dejando el vaso de vuelta en la mesa, se acercó a su amiga, la cual soltó una pequeña risa para posteriormente entregarle a TaeHyung el paquete.

"Lo trajeron esta mañana a primera hora, iba a dártelo en cuanto te vi entrar, pero noté que ibas con Jungkook y decidí que era mejor dejaros solos..."

Tragando saliva, suspiró. "Sí, bueno, gracias por la consideración" murmuró mientras que ojeaba el sobre en sus manos. "¿Quién lo en-" hizo amago de preguntar, antes de ver las iniciales de quién parecía ser el remitente en una esquina.

«YK» Leyó, y por un momento se le encogió el corazón.

"¿Estás bien?" Callie se preocupó cuando la expresión en su rostro cambió radicalmente, y aquello pareció traerlo de vuelta del pequeño shock en el que se había metido.

"Ohm, sí" asintió, chupando su labio inferior. "Muy bien, gracias por traérmelo, Chihuahua"

"No es nada, tranquilo" le sonrió. "¿Te apetece ir a Rasika hoy?"

"Sí, claro" aceptó, porque siempre tenía ganas de ir a su restaurante favorito.

"Bien, pues nos vemos después" la sonrisa de Callie se amplió. "Te dejo trabajar, seguro que tienes que estar hasta arriba"

Kim suspiró, porque ella estaba en lo cierto. "Y sólo estamos a principios de semana..." se lamentó, antes de que Callie abriera la puerta y se marchara.

Volviendo a la soledad, TaeHyung observó de nuevo el paquete entre sus manos, incapaz de apartar la vista de las iniciales.

Kim Youngkyun... ¿Qué quería él ahora, después de cinco años?

Caminó hasta su silla, tomando asiento y relamiéndose los labios. ¿Debía de abrirlo y ver el interior del sobre? No estaba seguro si podía enfrentarse a cualquier cosa que hubiera ahí.

Habían pasado cinco años, sí, pero tenía miles de recuerdos de Youngkyun, y aún trataba de olvidar todo.

"Aquí tienes los contratos" Oyó la voz de Jungkook decir, sobresaltándole y apartando la vista para observarlo. "¿Qué es eso?" señaló el sobre, con el ceño fruncido.

Taehyung negó la cabeza, antes de lanzarlo al cubo de basura. "Nada importante... Sólo publicidad engañosa" quitándole importancia, agarró el par de hojas que Jungkook le tendía. "Gracias, ahora los firmo"

"El primero es para Celestes, que ya conoces. Y el segundo, una cadena de productos ecológico, como Boho pero centrándose en cremas y cosas para el cuidado de la piel."

"Namtara Essences, me gusta el nombre" dijo, con una pequeña sonrisa.

"Sí, suena bien" corroboró, dando un paso hacia atrás.

Cuando Jungkook volvió a marcharse, TaeHyung se mordió el labio, mirando hacia la papelera y negando con la cabeza al recaer en el sobre.

Sí, definitivamente no estaba preparado aún. Llegó a la conclusión mientras que empujaba con su pie la papelera al interior de la mesa.

"Lo siento, Youngkyun..." suspiró, frotándose la frente con molestia. "No creo que pueda soportarlo de nuevo..."